ÁLAVA
1. Sidrería Mendiola (Vitoria). Asar ocho minutos por cada lado
En la capital nacional de la gastronomía hay, por lo
menos, dos locales que merecen una visita. La sidrería Mendiola mima
tanto las alubias (pruebe, sin duda) como la chuleta. En su caso, relata
el cocinero José María Rosado, "lo importante es sacar la carne de la
nevera por la mañana, que se atempere". Tienen las cintas enteras y van
cortando según se necesita. "En la parrilla, con buena brasa, se da un
golpe que selle y luego unos ocho minutos por cada lado", para una pieza
de 4 centímetros de grosor (unos 1.200 gramos). La carne (alemana o
gallega) se corta después en filetitos de centímetro y medio y se le
echa sal. "Siempre al final para que absorba solo lo necesario. En este
caso sí usan piedra caliente en la mesa. "La idea es que cada uno acabe
la cocción a su gusto". Se acompaña de patatas fritas. Para beber, "un
Rioja alavesa de año". Si se quiere crianza, "Heras Cordón o Valserrano
son mis preferidos". La experiencia se puede completar con un "goxua
casero que hacemos fuera de la cazuela de barro".Larrimbe Kalea, 10
2. Don Producto y tú (Vitoria). Treinta días de curación
Más en el centro de Vitoria está Don Producto y tú.
"Seguimos el método de Matías Gorrotxategi, presume Iván Ibáñez.
"Siempre con vaca vieja de 30 días mínimo de curación, tratamos de
manipular lo mínimo. El buey, contadas ocasiones. En tres años que
llevamos abiertos hemos conseguido siete cintas de buey como mucho y
gastamos dos a la semana". Para el postre, Ibáñez nos ofrece un
"Ferrrero Roché deconstruido con el que estamos trabajando". En la copa
se decanta por 'Artadi Viñas de Gain'. La pieza se cobra al peso, 39
euros kilo máximo. Por cierto, las patatas de la guarnición reciben un
tratamiento especial. Zabalgana Hiribidea, 1
BIZKAIA
3. Restaurante Sukalde (Bilbao). Carne del Valle del Esla
Empezamos en Bilbao. El Sukalde, en la calle Elcano,
cuenta con chuleta de buey pastuenco del Valle del Esla (León). "Es una
carne muy buena, con poca grasa". La hacen a la brasa y si el cliente lo
pide la sirven en una parrilla de carbón. De entrantes recomiendan sus
verduras de temporada al dente, las nécoras a la brasa, perdices de
campo (salvajes) o jamón ibérico de Guijuelo. Sus postres están
elaborados con leche de oveja de la familia de Cuco Ziganda, en Navarra.
Con esa leche hacen yogures y arroz con leche. Tienen vinos muy
actuales, como el de Emilio Moro, Cillar de Silos, Pintia...(Todos de
Ribera de Duero). "Cuidamos todos los detalles con marcas exclusivas
para dar un buen servicio", dice Garbiñe Alkorta, propietaria del
Sukalde y del Astillero Euskalduna, donde se puede degustar un buen
chuletón desde una terraza con vistas a la ría. El chuletón cuesta 58
euros el kilo.C/ Elcano, 31
4. Restaurante Zuria (Bilbao). Fileteada en fuentes de porcelana
Otro clásico botxero es el Zuria. En el restaurante del
exportero del Athletic Juan Antonio Zaldua compran carne gallega,
holandesa y alemana seleccionada en un almacén de la zona. "Nos importa
la calidad, no la procedencia". Las cintas son de 35 o 30 kilos, que se
cortan en piezas de 1.200 gramos. La hacen a la brasa, con carbón
vegetal. Le quitan el hueso y la ponen fileteada en fuentes de
porcelana. De guarnición lleva pimientos asados y unas patatas fritas
muy gruesas. El precio es desde 36 euros por kilo. El postre que pide el
90% de sus clientes es la tostada caramelizada de Zuria con helado de
queso. Y de vino recomiendan el 'Ostatu crianza'.C/ San Vicente, 6
5. Restaurante Etxebarri (Atxondo). Carne gallega a la brasa
Ya fuera de la urbe, encontramos el galardonado Etxebarri
de Atxondo (1 estrella Michelin). La carne es gallega y recomiendan un
chuletón de un kilo o un kilo doscientos para cada 4 personas. La hacen a
la brasa y la sirven fileteada en una fuente que conserva el calor,
lleva de guarnición una ensalada de lechuga y cebolleta. El kilo de
carne cuesta 65 euros. Como entrante recomiendan pimientos morrones
asados a la brasa. Su postre casero más exitoso es el jugo de remolacha
con helado de leche reducida. De vino recomiendan un Lindes de
Remelluri.Plaza San Juan, 1 (Atxondo)
6. Restaurante Aurrekoetxe (Mungia). Servida en brasero
El chuletón proviene de Galicia, es de un kilo y medio
(para dos personas) lo hacen a la brasa y lo sirven en un brasero. Lleva
patatas fritas y ensalada verde (lechuga y cebolleta) de Larrauri y lo
recomiendan con el crianza Campillo. Como entrantes proponen pimientos
de piquillo rellenos de morcilla de Burgos artesana y de postre
recomiendan el coulant de chocolote o el hojandre relleno de crema, nata
y chocolate caliente. Txirro Bidea, 17 (Mungia)
7. Restaurante Juliantxu (Berriz). Carne de Amorebieta en parrilla de carbón
En Berriz encontramos el Juliantxu. Este asador lleva
cuarenta años comprando la carne al mismo carnicero de Amorebieta.
También traen carne de Galicia pero, sobre todo, es de aquí. La preparan
en parrilla de carbón y la sirven en una piedra caliente (hecha en
León) para que no se enfríe. También usan uno de esos platos de barro
típicos para el cordero. Respecto a la bodega, "un crianzadecente",
ironizan. "Un Viña Alberdi, es buena opción". Y como con medio kilo por
persona consideran que tenemos ración suficiente. También animan a tirar
de entrantes: chorizo frito, revuelto de setas o tortilla de bacalao.
Todo bueno. De postre, "nuestra tarta casera de queso idiazabal".Calle
de Iturritza, 2 (Berriz)
8. Hotel Ellauri (Zeanuri). Descubrir el gusto por la carne
Terminamos este recorrido en Zeanuri, en el comedor del
Hotel Ellauri. Ellos optan por producto nacional, sea vasco gallego o
leonés. No compran en cintas completas, se lo llevan ya cortado en
trozos de kilo y medio o dos kilos. "Normalmente se comparte para dos
personas", comentan. Tienen un brasero que utilizan en contadas
ocasiones, "habitualmente, la carne la ponemos en una parrilla eléctrica
porque el resultado es más homogéneo". Después la colocan en un plato
de barro, que metén al horno "para que no se enfríe". Lo sirven con
lechuga y cebolleta de su propia huerta. En temporada también
encontrarás pimientos de casa. Cuesta 64 euros para dos personas el
chuletón de kilo y medio, un entrante y una guarnición (no incluye
bebida y postre). Una peculiaridad del local es que "cuando compramos
probamos nosotros mismos la carne y si no nos gusta la devolvemos", dice
Kepa Ellauri, propietario del hotel. "Aquí hay gente que ha descubierto
que le gusta la carne", asegura. De vinos recomienda el Betikoa de
Josetxu Basoko, el crianza de Finca Barronte y el joven o crianza de
Alabarte.
GIPUZKOA
9. Restaurante La Txuleta. Un buen macerado y una rica costra exterior
Y finalizamos en Gipuzkoa. En Donostia, el restaurante
Txuleta es de obligada visita. El nombre ya da pistas de lo que sirven,
¿eh? Allí Ander Esarte, mejor parrillero de 2012 y 2013 en la San
Sebastián Gastronomika y que este año ha causado sensación con la recién
creada croqueta de chuleta, lleva la sartén por el mango. "Aquí todo
empieza por la selección de la carne", explica Esarte. "La calidad de la
materia prima es fundamental en este caso. Nosotros un 95% que usamos
es importada de Alemania. Lo que no quita para que cuando damos con
carne autóctona que nos llama la atención nos hagamos con ella". Por lo
general, como pasa en la mayoría de los asadores consultados, trabajan
con vaca vieja. El buey es testimonial. El buey, hoy en día, es
testimonial. Incluso en carnicerías que lo ofertan, cuando interrogas al
carnicero, reconoce que es de vaca vieja de gran tamaño. "En nuestro
caso -continúa el chef donostiarra- nos gusta dejar curar la carne de 3 a
5 semanas". Esta macerado es fundamental y es una de los detalles que
diferencia unos restaurantes de otros. "A la hora de cocinarla, primero
la dejamos atemperar, sacamos la cinta con antelación de las cámaras, se
corta al momento la pieza, siempre de kilo para arriba porque sino no
tiene tamaño suficiente para la hacerla bien a la parrilla y lograr una
rica costra exterior sin pasarla en exceso. Una vez hecha, la cortamos
en filetes de 1,5 centímetros, añadimos sal maldom y la servimos en una
bandeja templada. Nada de piedras calientes en la mesa. Las odio",
asegura el reputado cocinero que en otro tiempo fue el encargado de dar
de comer a los futbolistas del Real Madrid. Para completar el menú, nos
recomienda "un tinto con cuerpo, quizá un Ribera de Duero, o un Rioja o
un Navarro" y de postre algo ligero, "por favor". En su casa sirven una
excelente leche frita.
10. Restaurante Casa Julián. Parrillas propias y fuego vivo
Si hay un templo de la chuleta mundialmente conocido ese
es Casa Julián, el restaurante de Matías Gorrotxategi. El tolosarra
explica, e insiste como sus colegas, que todo empieza por dar con un
"buen género". "Buscamos vaca vieja en Europa del norte y buey, cuando
se puede, en el entorno. Tenemos relación con un ganadero local que
tiene unos 50 bueyes y si sacrifica algunos y nos convence...", explica.
"Se deja macerar de 15 a 25 días y ¡parrilla!. Sin más secreto.
Gorrotxategi ha desarrollado hasta sus propias parrillas inclinadas. Nos
cuenta algunos: "Como usamos fuego vivo porque estamos convencidos de
que las chuletas se hacen mejor echamos mucha sal gruesa sobre la pieza.
Así evitamos que caiga nada sobre las llamas y ayudamos a que los jugos
y las propiedades no se pierdan". La pieza, será una constante en todas
las cocinas, ronda el kilo doscientos gramos. "La pieza se saca al
gusto, poco hecha, y con mucho cuidado de adecuarnos a las condiciones
cambiantes. En la parrilla importa el tipo de carne, el grosor del
corte... tantas cosas... Hasta el día que hace, la climatología también
hay que tenerla en cuenta". A la mesa se saca la pieza cortada en tantos
trozos como comensales "para que no se enfríe" junto a unos pimientos
del piquillo confitados marca de la casa. El plato estará templado.
"Nada de calentar mucho, ni piedras, ni barro. Soy completamente
antipiedra". Para acompañar, "lo mejor algo fresco delante, unos
espárragos por ejemplo, para llegar con ganas al chuletón. ¿Después?
Algo de Tolosa. Tejas, cigarrillos, Xaxus... . Y para beber,
Gorrotxategi ve adecuado un Mauro o un Chivite, desvela que "el champán
también es una muy buena idea". Calle de Santa Klara, 6 (Tolosa),.
No hay comentarios:
Publicar un comentario