sábado, 14 de diciembre de 2024

EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - Martes - 17 , 24 , 31 - Diciembre - Ángela Vallvey ,. / Lunes - 16 , 23 , 30 - Diciembre - Imprescindibles - El 'carnicero' y su cocinero fiel: en los fogones del dictador más sanguinario (¿y caníbal?),./ ELLA & - Vigo, luces y raspas ,./ EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - PESADILLA EN LA COCINA - Jueves - 19 , 26 - Diciembre - Sopa de almejas y guisantes ,.

 

 TITULO:  EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES - 17 , 24 , 31  - Diciembre -  Ángela Vallvey ,.

EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES - 17 , 24 , 31 - Diciembre  ,. 

 
 Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes - 17 , 24 , 31 - Diciembre 
, a las 22:30 por antena 3, etc.


 EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO -  Ángela Vallvey ,.

 EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO -  Ángela Vallvey , fotos ,.

  Ángela Vallvey,.

San Lorenzo de Calatrava (Ciudad Real), 1964. Lectora empeñada en leer el mundo, que a veces se muestra como un libro cerrado, cada tanto publico. Ahora, 'Cuentos para dormir más y mejor' (Arzalia Ed.).

 Ángela Vallvey: «Ver a un hombre que ronca despierta los instintos más bajos de una mujer insomne»

Ángela Vallvey: «Ver a un hombre que ronca despierta los instintos más bajos de una mujer insomne»,.

 

( Desayuno )

 

XLSemanal. Ganó los premios Nadal, Ateneo de Sevilla, Julio Camba… ¿y se considera escritora ocasional?,.

 TORTILLA DE GAMBAS ESTILO CHINO - Pedroches Gastronomía

( Cena ) 

Ángela Vallvey. Digo que soy por encima de todo lectora porque he leído mucho más que he escrito.

XL. Igual que el común de los mortales...

Á.V. Será entonces que ya no le veo la gracia a publicar.

«Si el humor lo escribe un hombre, se lo trata con respeto; si una mujer, hay condescendencia y prevención. Una mujer que escribe humor nunca será tomada en serio»

XL. Pues sus cuentos, siendo intensos, tienen una buena carga de humor.

Á.V. Ya que publico, pues con gracia, ¿no?

XL. No sé si lo que tengo entre las manos son cuentos, sueños, poesía, novela…

Á.V. Es inclasificable [ríe]. Es un bicho raro del que los lectores más avezados, espero, tendrán compasión.

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XL. Diría que son reflexiones de punta afilada sobre lo cotidiano, cargadas de fábulas clásicas que evocan las de Iriarte, con duendes mágicos al estilo de Carroll…

Á.V. [Interrumpe]. ¡Qué bonito! Pónmelo por escrito que me voy a hacer una tarjeta y una camiseta [ríe].

XL. … y todo con mucho humor, pero a la vez con ganas de remover conciencias.

Á.V. El humor y la sátira son máscaras engañosas, de apariencia inocente, llenas de intención, caramelos envenenados para mejorar el presente, y eso intento...

XL. Dedica, por cierto, el libro «a 'las' que dan demasiadas vueltas en la cama». ¿'Ellos' duermen como troncos?

Á.V. Es que tengo muchas amigas insomnes y amigos que roncan envidiablemente. Ver dormir a un hombre que ronca despierta los más bajos instintos de una mujer insomne. Dormir en cuartos separados y tener baños distintos, con cerradura y clave de seguridad, salva muchos matrimonios.

XL. Una de sus protagonistas se casa con un hombre de cuerpo estupendo, pero sin cara: prefiere poseerlo a verle el rostro.

Á.V. ¡Qué mujer no lo ha soñado! Es el hombre perfecto: lo ves de espaldas y ya te gusta, no hace falta más [ríe].

XL. ¿Me lo parece a mí o hay pocas autoras que escriban con humor?

Á.V. Pocas, y no somos bienvenidas en todos los sitios, sino desdeñadas por la crítica y relegadas a un papel muy secundario: un cameo para los que mandan. Si el humor lo escribe un hombre, se lo trata con respeto; si una mujer, hay condescendencia y prevención. Una mujer que escribe humor nunca será tomada en serio.

XL. A estas alturas, ¿esto es así?

Á.V. Sí, lo he vivido en mis carnes. Destrozaron mis primeros libros y, de paso, a mí. Se me quitaron las ganas de hacer humor, pero sigo haciéndolo porque en mi vida diaria soy una cómica; mal pagada, pero alegro a mi entorno.

 TITULO:  Lunes - 16 , 23 , 30  -  Diciembre - Imprescindibles -  El 'carnicero' y su cocinero fiel: en los fogones del dictador más sanguinario (¿y caníbal?),. 

LUNES - 16 , 23 , 30  - Diciembre -   Imprescindibles  -   El 'carnicero' y su cocinero fiel: en los fogones del dictador más sanguinario (¿y caníbal?),. 

Imprescindibles, serie de documentales sobre los personajes más destacados de la cultura española del siglo XX cada semana en La 2, el lunes - 16 , 23 , 30 - Diciembre   ,.
 , a las 21:00 ,foto ,.

  El 'carnicero' y su cocinero fiel: en los fogones del dictador más sanguinario (¿y caníbal?),.

 

Fue el cocinero favorito del más sanguinario dictador africano, el asesino de masas ugandés Idi Amin... y sorprendentemente, salió vivo de aquella experiencia. La receta: cocinar bien y no hacer preguntas incómodas. Las mismas que después sí le harían a él: ¿cómo era el monstruo?, ¿es verdad que comía carne humana?


fotos / En algún momento a mediados del siglo pasado, Idi Amin –el que luego sería dictador de Uganda– y Otonde Odera –un joven nacido en Kenia– se enfrentan a una decisión importante. Entonces un soldado desconocido, Amin ha recibido la orden de destruir el depósito de armas de unos ladrones de ganado. Los prisioneros se niegan a decir dónde está. Amin tiene que decidir cómo hacerles hablar. Los camaradas blancos de Amin, soldados de los King’s African Rifles –un regimiento colonial británico en Uganda–, lo consideran un «buen tipo», aunque dicen que «va justo de neuronas».

La decisión es sencilla. Este ‘buen tipo’ coloca a los prisioneros en fila y ordena que les bajen los pantalones. Luego sitúa una mesa delante de ellos, le dice al primer prisionero que ponga el pene sobre ella y le pregunta por el escondite de las armas. Amin sostiene en la mano un machete. El prisionero no contesta. La hoja de metal golpea la mesa. El prisionero cae hacia atrás, su pene queda sobre la mesa. Amin repite el proceso, dos, tres, cuatro veces… El noveno prisionero habla por fin.

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El penúltimo bocado. El dictador Idi Amin en 1978, poco antes de ser destituido como presidente de Uganda, aunque vivió un plácido exilio en Arabia Saudí hasta su muerte, en 2003.

Idi Amin es un hombre ambicioso, hijo de un campesino, y solo tiene un objetivo en la vida: ascender. Un par de años más tarde ya es el dueño de Uganda. Ordenará asesinar y arrojar a los cocodrilos a tantas personas que los encargados de un embalse río abajo tendrán que destinar a un operario a sacar los cadáveres que taponan la central hidroeléctrica.

El otro hombre, Otonde Odera, es el más joven de 14 hermanos, nacido en una choza en Kenia. Él también es hijo de un campesino, carece de formación escolar y es tan ambicioso como Idi Amin. Él también tiene que tomar una decisión. Los Odera no poseen más que un puñado de tierra y nada de ganado. Sus hijos han ido muriendo uno tras otro antes de los diez años. Con una excepción: Otonde, el más pequeño. Odera abandona pronto su aldea e intenta ganarse la vida, primero como músico, luego como pescador. En aquellos años se decía que la hierba era más verde en Uganda, que todo iba mejor allí. Odera decide irse a Uganda. Encuentra trabajo como ayudante de cocina con un sacerdote inglés. Odera no ha oído hablar todavía de un soldado llamado Idi Amin.

«Mi vida siempre estará unida a la suya», nos decía Odera con 74 años (hoy tiene 86). Está sentado en un banco de madera en su cabaña. Sabe lo que se le avecina. Preguntas que todo el mundo le ha hecho alguna vez: ¿Cómo era Idi Amin, el monstruo? ¿Era caníbal? ¿Qué pasaba si le sentaba mal la comida? Odera junta las manos y su mente retrocede 50 años.

Odera aprendió a cocinar con un pastor anglicano que le enseñó a mezclar ingredientes. Hasta entonces él casi solo había comido 'ugali', una papilla de cereales

El padre Robertson era un buen hombre. Un pastor enviado a Uganda por la Iglesia anglicana. Ama dos cosas por encima de todo: la Biblia y la comida. A Robertson le cae bien Odera, el joven que entró a trabajar para él como jardinero.Le gusta que el chico nunca olvide nada y haga los recados con rapidez. Al cabo de un tiempo lo destina a la cocina, un ascenso. Hasta entonces, la comida solo había sido una cosa en la vida de Odera: algo de lo que nunca había suficiente. Prácticamente solo comía ugali, la papilla de cereales que constituye el alimento básico en esta parte de África.

El padre Robertson lo introdujo en el mundo de la cocina. Odera comprendió que con un huevo se puede hacer algo más que cocerlo y que si a la leche le añades harina y azúcar surge algo nuevo, algo sabroso. Mezclar ingredientes, ese es el secreto. Puede que en Europa sea una idea trivial, pero para él es toda una revelación. Sunday roast, pudin de Yorkshire, empanada de carne, pastel de cerdo, pollo Kiev, sopa de cebolla... En Uganda, los ingredientes son sensacionales, siempre y cuando puedas pagarlos. Seis o siete años más tarde, Robertson es llamado de vuelta a Londres. En Uganda se queda Odera, uno de los pocos negros que sabe cocinar de verdad.

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Todo el poder. Amin y una de sus esposas con el primer ministro británico Edward Heath. El imperio británico aupó al dictador como militar a su servicio y facilitó su reconocimiento internacional.

Más o menos al mismo tiempo, un coloso de casi dos metros se abre paso hacia la cúspide del Estado. Amin fue campeón de boxeo de su país. Sirvió a los británicos como askari, soldado nativo a las órdenes de la potencia colonial. Masacró aldeas rebeldes y se convirtió en el primer negro en conseguir el grado de oficial. En 1967, cinco años después de la independencia de Uganda, asumió el mando de las Fuerzas Armadas. Cuatro años más tarde, en 1971, dio un golpe de Estado y se hizo con el poder. A los dos días conoció a quien sería su cocinero personal: Otonde Odera.

A Odera le habían ido bien las cosas tras la marcha del padre Robertson. Había encontrado trabajo en la casa de un diplomático a quien le costaba creer que un negro pudiese cocinar tan bien. Cuando Milton Obote, el predecesor de Amin, empezó a buscar un cocinero tras su ascenso al poder, llegó la hora de Odera. El nuevo jefe de Estado necesitaba un cocinero que no solo dominara la cocina ugandesa, quería alguien que le permitiera impresionar a sus invitados blancos. Pero Obote, un hombre serio e instruido, casi solo comía verdura. Con la llegada de Amin al poder, el menú cambia. Le encanta la carne. Incluido el cerdo; aunque es musulmán, come de todo. Lo que más le gusta es la carne de cabra.

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Banquetes de lujo. Amin brinda con sus invitados, en este caso el ministro de Defensa israelí y otros militares. Pese a ser musulmán, Amin bebía y comía de todo, incluso carne de cerdo.

Para uno de los primeros banquetes que organiza Amin, Odera encarga varias cabras. Las destripa y las rellena con arroz, verdura y hierbas. Luego cose el estómago y las mete en el horno durante horas. Dispone unas bandejas enormes y, con ayuda de unos maderos, las lleva al comedor. Amin está encantado. Tras la comida, un camarero entra en la cocina con un fajo de billetes: «El presidente dice que esto es para ti. Y también ha dicho que nos triplica el sueldo a todos». Al día siguiente hay un Mercedes aparcado junto a la entrada de servicio. Es el coche nuevo del cocinero del presidente.

Odera no sabe muy bien qué pensar de Amin. El truco de los dictadores parece consistir en portarse muy bien con una parte de la gente, de tal manera que a esta le dé igual lo que le pase a la otra parte. Por supuesto que le llegan. rumores. Que en la prisión de Makindye se obliga a los presos a golpearse unos a otros en la cabeza con martillos de herrero. Que luego los carceleros cortan lonchas de carne de los cadáveres, las asan y se las dan de comer a los supervivientes... Son solo rumores, se dice Odera. A la gente le gusta hablar. Y el Mercedes es de verdad.

Amin torturó, masacró y asesinó a destajo. Pero «que comía carne humana es una leyenda que hizo circular él mismo para que lo temieran»

A Idi Amin le gusta su nuevo cocinero. Tanto que lo lleva con él a todas partes. Odera viaja a Pakistán, Arabia Saudí, Kenia. Odera es muy estricto en la cocina, no les permite ni un fallo a sus subordinados. Sabe que los errores son peligrosos. Una noche irrumpen en la cocina diez soldados armados. Uno de los hijos de Amin se ha puesto enfermo. «¡Si descubro que habéis envenenado a mi hijo, os mato a todos, a todos!». Un médico examina al niño. Determina que ha comido demasiado, sencillamente. A la mañana siguiente Amin vuelve a ser el de siempre, simpático, un ‘buen tipo’.

El presidente de Uganda cree que merece ser más respetado, en casa y en el mundo. Parece que no le basta con reunirse con Willy Brandt, Tito, Fidel Castro, Gaddafi , ni hablar delante de la Asamblea General de la ONU. Pero las cosas empiezan a torcerse. No se caracteriza por sus dotes diplomáticas y ofende a sus aliados internacionales.

En 1978, Odera percibe ya que la cosa se acaba. En las tiendas apenas hay mercancías, Amin ha expulsado del país a los indios, que dominaban el comercio. Cada vez vienen menos invitados oficiales porque Amin no deja de labrarse nuevos enemigos. Y Odera sabe ya que lo que se decía por la calle no eran simples rumores. Él mismo estaba presente cuando fue arrestada Kay, la segunda mujer de Amin. Poco después la encontraron descuartizada en un coche, aunque alguien había vuelto a coser las extremidades al tronco. Amin les enseñó el cadáver a sus hijos: «Mirad, vuestra madre era una mujer mala»

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La familia. Familiares de Odera en su aldea. Cuando trabajaba para Amin, llegó a tener cinco esposas, pero solo la primera escapó con él. No sabe qué pasó con el resto.

Odera presiente que aquello acabará mal para él. Y así será. Un día, varios hombres uniformados vienen a buscarlo a casa. Lo acusan de haber intentado envenenar al presidente.Es arrojado a una celda con otros 200 presos. Cada pocos minutos un guarda abre la puerta, agarra a un hombre y lo saca de la celda. Fuera se oyen gritos, ruidos metálicos y golpes sordos. Los que se van no vuelven.

«Estaba seguro de que Amin me mataría», dice Odera. Pasó cuatro días en prisión, en un momento dado escuchó su nombre. En la puerta había dos policías que lo condujeron hasta la salida. Lo llevaron al palacio presidencial. Allí esperaban su mujer Elisabeth y los niños. Elisabeth se había pasado los cuatro días llorando y suplicando hasta que Madina, esposa de Amin, fue a pedirle clemencia a su marido. Lo cogió en un momento bueno. Un camión llevó a Odera y su familia hasta Kenia. Amin y Odera no se volvieron a ver. Idi Amin murió en 2003 en Arabia Saudí, un invitado feliz y obeso del rey saudita.

«Estaba seguro de que Amin me mataría», recuerda Odera. En 1978 lo detuvieron acusado de haber intentado envenenar al presidente

Odera pasó a ser un hombre pobre que vivía en una choza de barro. En su país de nacimiento nadie necesitaba un cocinero que supiese preparar la comida de los blancos. Odera trabajó como conductor, luego otra vez en los campos.

Siguen quedando dos preguntas. ¿Era Amin un caníbal, como dice la gente? Odera sonríe. «Le puedo asegurar que en nuestros frigoríficos nunca hubo carne humana. Eso era una leyenda que él mismo hizo circular para que sus enemigos lo temieran. No era un caníbal». ¿Intentó envenenar a Amin, lo llevaron por eso a prisión? La sonrisa de Odera desaparece. «Amin tenía en aquella época una disputa con Kenyatta, el presidente de Kenia. Yo había pasado unos días en mi aldea natal y alguien le debió de contar que quería envenenarlo. Pero era absurdo, nunca intenté envenenarlo».

¿Pensó alguna vez en hacerlo? «¿Yo? ¿Por qué? Yo solo era el cocinero».

 TITULO:   ELLA & - Vigo, luces y raspas,.

Vigo, luces y raspas,.

 Guía para ver las LUCES DE VIGO en 2024 (por una local)

foto / Cuando llegan estas fechas me acuerdo mucho de los de Vigo por aquello de que son los que descargan más pescado y encienden antes las luces de Navidad. Con sus prematuras luminarias nos empiezan a sacar del pesado barro otoñal sin enterarnos y nos introducen,.

 

TITULO: EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - PESADILLA EN LA COCINA - Jueves - 19 , 26   - Diciembre -  Sopa de almejas y guisantes ,.


Jueves   -   19 , 26 - Diciembre   - Pesadilla en la Cocina es un programa de televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina vuelve Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos, etc.

EL BAR ESQUINA -  REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - Sopa de almejas y guisantes ,. 

EL BAR ESQUINA -  REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO -   Sopa de almejas y guisantes   ,fotos.  

Sopa de almejas y guisantes,.

Si buscas una receta que combine el sabor del mar con la frescura de la huerta, la sopa de almejas y guisantes de Martín Berasategui es una elección perfecta. Este plato es un homenaje a los ingredientes de temporada, lleno de texturas y matices únicos.

 Sopa de almejas y guisantes

Ingredientes,.

 

  • 500 g de almejas arroceras
  • 1 vaso pequeño de vino blanco seco
  • 350 g de guisantes desgranados frescos
  • Todas las vainas de los guisantes desgranados
  • 1 l de caldo de pollo o de verduras
  • 50 g de mantequilla
  • 1 ramillete de perifollo deshojado
  • 50 ml de nata líquida
  • 100 ml de nata montada
  • 1 pizca de raifort o rábano picante
  • 3 soperas de huevas de salmón
  • Cebollino picado
  • Pimienta molida
  • 1 ramita de tomillo
  • 1 ramita de romero
  • 1 pellizco de pimentón de la Vera
  • 1 sopera de AOVE,.
  •  


PREPARACIÓN


Lava las almejas y quita sus impurezas: ponlas en el fondo de una cazuela y añade el vino. Tapa y arrima a fuego fuerte hasta que las almejas se abran. Escúrrelas, cuela el jugo y resérvalo. Retira la carne de las almejas y desecha las conchas. En la misma cazuela enjuagada y limpia echa el caldo y las vainas de los guisantes y ponla al fuego hasta que arranque el hervor. Añade entonces el jugo reservado, tapa la cazuela, apaga el fuego y deja que repose unos 20 minutos para que pille el gusto.

 



ACABADO


Pasados, cuela y arrímalo de nuevo al fuego en la misma cazuela enjuagada. Según hierva, agrega los guisantes desgranados y la mantequilla. Vuelto de nuevo el hervor, vierte toda la mezcla en el vaso de una batidora con el perifollo fresco deshojado, la nata líquida y la carne de las almejas, y acciona la máxima potencia para lograr una sopa muy verde con mucho sabor. Rectifica la sazón. Puedes servirla caliente, tibia o fría. Reúne en un bol la nata montada muy fría con el rábano y las huevas de salmón y, con una lengua, mezcla con delicadeza hasta lograr un chantillí esponjoso. Pimiéntalo. Coloca unas nubes de chantillí sobre la crema de guisantes y esparce cebollino picado.


Para que la sopa quede más ligada o con más cuerpo, al batirla puedes añadir unos copos de puré de patata deshidratados.

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