domingo, 9 de agosto de 2015

REVISTA XL SEMANAL - PORTADA - Año 2045: El ser humano cambia para siempre ,. / A FONDO - ENTREVISTA - Remedios & Farruquito: Palos flamencos,.

TÍTULO:REVISTA XL SEMANAL - PORTADA -  Año 2045: El ser humano cambia para siempre ,.

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Año 2045: El ser humano cambia para siempre

Y se convertirá en inmortal. Eso aseguran grandes 'popes' de Silicon Valley, como Larry Page, fundador de Google; Peter Thiel, creador de PayPal; o Larry Ellison, de Oracle. Parece cosa de ciencia ficción o de millonarios con ganas de jugar a ser Dios, pero no se equivoque. Están invirtiendo millones en conseguir el transhumanismo, la fusión perfecta entre hombre y máquina. Bill Gates y Stephen Hawking ya han advertido sobre sus terribles consecuencias.
Nuestros días están contados... ¿o no? Los transhumanistas discrepan. Morir no entra en sus planes.
Que se muera la gente normal. Ellos serán otra cosa porque en unos años habrán trascendido a la condición humana y sus limitaciones. No estamos hablando de otra secta, aunque su discurso pueda parecer mesiánico. Sus apóstoles son filósofos, informáticos, médicos, neurólogos, biólogos, genetistas, ingenieros en robótica e inteligencia artificial, nanotecnólogos, políticos... Su meca es Silicon Valley. Allí es donde predican sus gurús. ¿Una panda de iluminados? Puede ser, pero los fondos de inversión los toman muy en serio. Y están consiguiendo millones para sus proyectos empresariales relacionados con la superlongevidad.
Hay un dicho en Silicon Valley. Los programadores se centran en los problemas de la gente de su edad. Cuando eran jóvenes, inventaron las redes sociales para ligar. Ahora que los pioneros peinan canas, les ha entrado la angustia existencial. Y el transhumanismo se ha convertido en la ideología de moda. «Pretende que la especie humana mejore, aumentando sus capacidades físicas y cognitivas echando mano de las tecnologías emergentes. La integración con las máquinas será habitual. Un deber moral incluso. Tienen recursos económicos y centros de investigación», afirman Albert Cortina y Miquel-Àngel Serra Beltrán, coautores de ¿Humanos o posthumanos? [Fragmenta, 2015].
Millonarios que aspiran a cambiar el mundo
¿Pero qué es este delirio? Si fuera una cosa de cuatro chalados, nos haría gracia. Como nos la hace que Tim Cannon, un biohacker, se implante él solito y sin anestesia una computadora en el brazo que mide sus constantes vitales y las envía a su móvil Android. Pero que los fundadores y directivos de Google, PayPal, Oracle, Facebook... se lancen en pos de la utopía ya es otro cantar. Sin embargo, ellos también empezaron en garajes. Muchos no acabaron la carrera y han creado sus propias universidades alternativas, donde pescan a sus talentos. Ninguno admite interés en el dinero, pero lo ganan a manos llenas. ¿Y qué hacer con tanto dinero? Un empresario tradicional lo tendría muy claro: más dinero. Amancio Ortega pone más tiendas. Pero ellos se consideran de otra estirpe. Tienen un pasado excéntrico, un sustrato libertario. Aspiran a cambiar el mundo.
Google marca la pauta, con Larry Page al frente. El buscador se ha convertido en «una empresa extraña», como lo califica la revista Time, con una política de inversiones que parece diseñada por novelistas de ciencia ficción. Calico es su proyecto más ambicioso y secreto. Objetivo: resolver la muerte como si fuera un problema de ingeniería. Y para ello ha fichado al profeta del transhumanismo, el informático Ray Kurzweil. Su método: combinar toda la información médica, biológica y genética disponible en una inteligencia artificial dotada de herramientas para el autoaprendizaje que generen nueva información, cada vez más refinada y potente.
Pero hay una auténtica fiebre de start-ups. Para muestra, un botón: Mark Zuckerberg (Facebook), Elon Musk (PayPal) y el actor Ashton Kutcher se han aliado para invertir 50 millones de dólares en Vicarious, una compañía rodeada de misterio que busca replicar el neocórtex, la parte del cerebro que ve y oye, habla y razona.
Manejan dos fechas claves
Los transhumanistas basan su optimismo en unos principios que vienen a ser como sus tablas de Moisés. El primer mandamiento es la ley de Moore, que reza que la potencia de los microchips se dobla cada año, pero ellos entienden que esta ley no se restringe a los ordenadores y puede aplicarse a la biotecnología.
El progreso llegará mucho más rápido de lo que creemos y solo hay que ver los ladrillos que teníamos de móviles hace una década para darnos cuenta. ¿Pero cómo de rápido? Hay dos fechas claves. La primera es 2029: los ordenadores adquirirán conciencia de sí mismos. Para entendernos, la inteligencia artificial tendrá alma. La segunda es 2045: el advenimiento de la singularidad. El progreso tecnológico será tan acelerado que escapará a nuestro control. Las máquinas serán más inteligentes que nosotros. Puede que se rebelen, como temen Bill Gates o Stephen Hawking, quienes consideran que una superinteligencia supone una seria amenaza. Pero también puede que sean nuestras aliadas, como sueñan los transhumanistas. A partir de entonces, según Kurzweil, se producirá una fusión entre inteligencia artificial y humana.
Máquinas y hombres estarán tan simbiotizados que acabarán siendo indistinguibles: nanorrobots patrullarán por nuestra sangre para evitar infecciones; cualquier órgano o tejido podrá ser manufacturado; el acortamiento de los telómeros, culpable del envejecimiento celular, será automáticamente corregido; nuestro ADN vendrá con garantía de fábrica; podremos hacer una copia de seguridad de nuestras mentes y subirla a la nube.
Del mismo modo que el triunfo del Homo sapiens supuso la extinción del neandertal, el éxito del Robo sapiens supondrá un salto evolutivo y convertirá al ser humano actual en obsoleto. Habrá un momento en que los récords deportivos absolutos se batirán en los Juegos Paralímpicos, con prótesis controladas por la mente, corazones artificiales y exoesqueletos sintéticos.
La droga de moda en silicon Valley
¿Qué pinta tendrá el hombre del futuro? ¿Será un cíborg? ¿Algo más minimalista, digamos el software con nuestra memoria cargada en un dispositivo? ¿Será tan irreconocible para el hombre actual como lo fueron los soldados de Hernán Cortés, a caballo, con armaduras y armas de fuego, para los aztecas, que los veían como dioses? Al fin y al cabo, la idea de mejorar nuestras prestaciones con tecnología no es nueva. Una vacuna o unas gafas ya lo hacen. La industria militar sabe mucho de esto. El fármaco de moda en Silicon Valley es el modafinilo, la droga que les daban a los soldados estadounidenses en Irak para que no se durmieran. ¿No perdemos un tercio de nuestras vidas durmiendo? Algunos quieren empezar por ahí, por aprovechar mejor ese tercio improductivo. Se trata de acumular experiencias. Y a los transhumanistas no les da una sola vida para probarlo todo. Si llevas una existencia miserable, la muerte es un descanso. ¿Pero quién quiere descansar cuando su vida es estupenda?
¿Llegará un momento en que la muerte sea un accidente? Un pino puede quemarse en un incendio, pero algunas variedades alcanzan los 4700 años. Y hay almejas que viven cinco siglos. Si el tiempo ha dejado de ser un problema para un árbol o un molusco, ¿por qué no para una raza humana tuneada? Bill Maris, director de inversiones de Google, declaró a Bloomberg que está convencido de que podremos vivir 500 años. Google, según sus detractores, quiere que vivamos para siempre porque así seremos los consumidores perfectos: insaciables. Y, además, es un despilfarro tener que tirar todos esos datos que ha recopilado sobre nosotros.
En el fondo, el progreso es una cuestión de coste y beneficios. Los avances en robótica, por ejemplo: una hora de un trabajador en una fábrica cuesta 40 euros si es alemán, 10 euros si es chino y 5 euros si es un robot, explica Horst Neumann, director de personal de Volkswagen. Y los transhumanistas pronostican que, en la próxima década, los robots no solo nos sustituirán en las tareas rutinarias, también en los trabajos creativos, pero que nos adaptaremos, como sucedió con la mecanización de la agricultura. También puede llegar un momento en que la muerte sea opcional. Se habla de los humanish, que renegarán de la tecnología y querrán seguir siendo humanos, igual que los amish prescinden del coche o la televisión.
La crítica más demoledora es que es una filosofía de ricos. La inmortalidad tendrá un precio prohibitivo que la inmensa mayoría no podrá pagar. Hay quien augura revueltas, porque una cosa es ver cómo unos pocos se dan la gran vida, pero encima que esas 'vidorras' sean eternas... Los transhumanistas replican que la tecnología terminará siendo asequible. Leer el primer ADN costó 500 millones de dólares, hoy cuesta 800. En cualquier caso, los ciudadanos deberán prepararse para grandes dilemas éticos que afectarán a sus valores y creencias. Y es que una vida que dura para siempre es demasiado valiosa. ¿Quién estará dispuesto a arriesgarla para salvar al prójimo? ¿Quién se hará bombero o policía? ¿Quién luchará contra el ébola?: ¿los robots o los humanos pobres y mortales?
Su caladero son los nacidos en los ochenta y los noventa
Da vértigo. En Silicon Valley no solo se está cociendo la economía del futuro, también la moral y la política. La democracia evolucionará hacia la noocracia, el gobierno de las mentes.
El año pasado se creó el Partido Transhumanista, cuyo líder Zoltan Istvan será candidato en las elecciones presidenciales de 2016. No tiene posibilidades, pero ha logrado impacto mediático. Los analistas calculan que su techo más optimista rondaría el 15 por ciento de los votantes. Y que su caladero natural son los millennials, los nacidos en los años ochenta y noventa. Pero los expertos en marketing recuerdan que basta un 13 por ciento de early adopters, de consumidores visionarios, para lanzar un producto, y que consigan arrastrar al resto de la población. Además, según el Centro de Investigaciones Pew, el 61 por ciento de los millennials basan su información política en las noticias que les sirve Facebook.
Se supone que esa generación y las posteriores, formadas ya por nativos digitales, serán las grandes beneficiadas. Está por ver si les hará ilusión. Hay quien considera que pasarán sus vidas en entornos de realidad virtual y aumentada, como si jugaran un videojuego que nunca se acaba. Sus predecesores, los baby boomers, tampoco querrán perderse la fiesta, pero ellos lo tienen más difícil.
Kurzweil, de 67 años, ya no es un mozalbete. El hombre se cuida, hace ejercicio, toma decenas de pastillas... Como él hay miles de creyentes que se mantienen en forma esperando la llegada de la singularidad como quien espera al Mesías.
En última instancia, se trata de una cuestión teológica. El historiador Yuval Harari considera que lo que está sucediendo en Silicon Valley es más importante que lo que se ventila en Siria e Irak. «El Estado Islámico es un bache en la autopista de la historia. Ray Kurzweil está creando la nueva religión. La religión que conquistará el mundo», afirma. Formar parte de un pueblo elegido es consustancial a la psicología religiosa. Y ese sentimiento de pertenencia a una élite destinada a salvarse es muy propio del Valle, la nueva tierra prometida.

1ª  Idea. Los avances tecnológicos se han acelarado a lo largo de la historia
2ª Idea. Hoy la capacidad informática crece de forma exponencial...En la actualidad el rendimiento de los ordenadores, medido en potencias de diez (10n) aumenta más en una hora que en los primeros ochenta añosde su existencia.
3ª Idea .. lo que nos llevará a la singularidad en el......año 2045. Los ordenadores superarán la capacidad intelectual de todos los cerebros humanos combinados.

TÍTULO: A FONDO - ENTREVISTA - Remedios & Farruquito: Palos flamencos,.

Entrevista

Remedios & Farruquito: Palos flamencos

No dejan a nadie indiferente. Ni encima del escenario... ni fuera de él. Dos de las grandes figuras del cante y el baile nos reciben en Sevilla antes de sus presentaciones en el festival Flamenco on Fire, que por segundo año consecutivo toma Pamplona. Remedios Amaya y Farruquito, en estado puro.
El flamenco viaja al norte. Por segundo año consecutivo, Pamplona se convierte durante ocho días (del 22 al 30 de agosto) en la capital del cante y del baile. La segunda edición de festival Flamenco on Fire está a punto de abrir sus puertas con un cartel excepcional: el Ballet Nacional de España, Carmen Linares, Pepe el Habichuela, Estrella Morente, Manuela Carrasco, Antonio Canales, Farruquito y Remedios Amaya. Con los dos últimos nos hemos citado antes en Sevilla. Puro arte. Vea si no...

FARRUQUITO
Gitano con mando en plaza, es el patriarca de los suyos. Controla, marca las distancias y pone condiciones: «Si me vas a preguntar sobre el accidente, me levanto y me voy. Hablamos solo de mi trabajo». Juan Manuel Fernández Montoya (Sevilla, 1982) no es el personaje dulce que aparenta cuando se pone en marcha una cámara; es un bailaor de genio y carácter.
XLSemanal. ¿Lo puedo llamar Juan?
Farruquito. Claro, me lo llama muchísima gente.
XL. ¿'Ponerse farruco' es ponerse violento o chuleta?
F. 'Ponerse farruco' es 'avalentonarse', demostrar mucho carácter; pero no chuleta. Si 'te pones farruco', es que te propones algo y lo consigues. Mira la definición en el diccionario.
XL. ¡Ya, ya! 
F. Mi abuelo era muy farruco, le echó muchísimo valor a la vida. En plena posguerra aprendió a bailar por necesidad. Y luego fue a buscarse la vida por las tabernas, con su hermano más pequeño. Lo de 'farruco' le viene como anillo al dedo.
XL. Su abuelo, que era el patriarca de la familia, decidió: «Este es el que me va a seguir y le tenéis que hacer caso».
F. No es exactamente así. Cuando mi abuelo se fue, yo tenía quince años. A él le gustaba que yo siguiera sus pasos y, cuando se puso malo y se iba a ir, lo único que dice es que quiere que yo siga con su tradición.
XL. No parece que su abuelo se refiriera solo al baile cuando pidió que los demás lo obedecieran a usted como antes a él. 
 F. Los medios de comunicación siempre engordan las cosas. Es verdad que yo me quedé con la compañía de baile; pero aquí no hay autoridad, no hay patriarca, todos consultamos a todos. No somos una mafia, somos una familia que se quiere muchísimo y que tiene presentes las tradiciones.
XL. Al final, siempre hablamos de lo mismo: que si la raza gitana, que si los payos, que si la pureza...
F. Es que hay racismo en todas partes. Dentro del mundo flamenco también.
XL. Pero si en el flamenco los gitanos son los amos.
F. Existen celos porque el flamenco lo traen los gitanos que se afincan en la baja Andalucía. Hay una rivalidad muy fea, muy tonta entre gitanos y payos en el cante y en el baile. No se dan cuenta de que ser flamenco es otra cosa: no es ser payo ni ser gitano. Yo bailo porque mi alma lo necesita. Para mí, la pureza es todo lo que se haga con el corazón.
XL. Su padre murió en un escenario, cantando, mientras usted bailaba.
F. Fue un shock. Me quedé parado, estuve un año sin bailar, no asimilaba lo que me había pasado. Pero luego me di cuenta de que la vida es muy corta y volví a disfrutar de las cosas. Empecé a bailar más lento, con otro ritmo. Tras la muerte de mi padre, mi velocidad cambió sustancialmente.
XL. ¿Hasta dónde llegó en el colegio?
F. Hice segundo de bachillerato, pero no me dio tiempo a estudiar más porque ya tenía mucho trabajo; era muy buen estudiante. Después quise estudiar Derecho, pero he terminando aborreciéndolo.
XL. ¿Desde que tuvo problemas con la ley?
F. Sí, aborrecí el entramado de las leyes. Pero siempre me ha gustado estudiar y leer.
XL. ¿Qué lee ahora, Juan?
F. Últimamente estoy leyendo la biografía de Mahatma Gandhi y estoy alucinando de cómo era esa persona.
XL. ¿Por qué eligió ese libro?
F. No lo elegí, me cayó en las manos; yo nunca he elegido un libro, siempre me los he encontrado o me los han regalado.
XL. ¿Es un hombre disciplinado?
F. ¡Por favor! Si yo no tuviera mucha disciplina, no podría bailar ni podría crear un espectáculo: letra, música, coreografía, escenografía, sonido... Sin disciplina no llegas a ningún lado.
XL. ¿Cómo se organizó cuando estuvo 18 meses en la cárcel?
F. Allí entrenaba y bailaba todos los días. Cogí una tabla y me busqué un sitio para hacerlo.
XL. ¿Y otros presos le echaban palmas?
F. Nadie. Allí bailaba solo para estar concentrado. Durante aquellos meses compuse letras, música, escenografía, vestuario... todo un espectáculo puro que presenté en Mallorca, en el Palma Arena, al salir.
XL. Con todo aquello que pasó, ¿ha necesitado un psicólogo o algún otro profesional que lo ayude?
 F. Yo he tenido la suerte muy grande de tener a mi lado una familia y unos amigos maravillosos.
XL. ¿Los de su raza no van al psicólogo?
F. ¿Por qué no? Aunque un buen amigo que sabe escucharte y sabe decirte, al fin y al cabo es un psicólogo, aunque no sea profesional. Pero estoy pensando... alguna vez fui a uno y, la verdad, me ayudó; pero, al final, me di cuenta de que lo mío tenía más que ver con seguir para delante y con rodearme de cariño.
XL. Sorprendió muchísimo que, después de aquel trágico accidente y antes de entrar en la cárcel, celebrara una boda espectacular para la que incluso llegó a pedir un crédito.
F. Yo no, lo pidió mi madre. En ese momento la pilló, como ella dice, 'tiesa'. Y, como no podía hacernos los regalos que quería, pidió un crédito para que celebráramos la boda.
XL. ¿No le pareció una provocación en aquel contexto?
F. ¿Sabes por qué fue así? Porque nosotros tenemos la tradición de que nos casamos para toda la vida y nosotros tenemos por tradición que todas las familias aporten algo el día de la boda. Y yo tengo mucha familia. Hubiera sido imposible que nosotros pagáramos solos todo aquello: unos pusieron los caballos; otros, el traje... 
XL. Pero la novia estaba muy seria. 
F. ¡Pobrecita mía!, estaba agobiadísima. Había muchísima gente y muchos se colaron, pero nos lo tomamos con unas risas y dijimos: «¡Qué le vamos a hacer! Que coma y que beba todo el mundo, y cuando se acabe la comida y la bebida, pues nos vamos para casa».
XL. ¿Su mujer trabaja?
F. Más que yo, pero en mi casa. Tengo un niño de casi tres años, que va a ir al colegio, y dos gemelas que no nos dejan dormir. Ella siempre ha sido ama de casa.
XL. ¿Es de los que llevan a gala que la mujer no debe trabajar, que para eso ya está el marido?
F. Ella me conoció a mí bailando, cuando yo tenía 13 años y ella, 12. Y ella decidió estar siempre en casa y nos va bien así. Un día le pregunté si le gustaría hacer algo y me dijo: «Es que no hay nada que me guste más que estar aquí, esperando a que tú llegues, con mis niños».
XL. A raíz del problema que tuvo, que no podemos nombrar, hay países en los que no puede trabajar. 
 F. A Nueva York no me dejaban ir, pero ya se está arreglando y voy en marzo. Y en Japón todavía no puedo entrar por lo de la ley y por las historias esas, y me duele mucho. Yo tenía un contrato con mi hermano Farru, con Juan de Juan... y yo me quedé en casa llorando. Pero he aprendido a ver el éxito en lo personal, no en lo que la gente ve desde fuera.

REMEDIOS AMAYA
Te clava la mirada mientras habla, como si te escrutara el alma. Es gitana guapa y despachada, y acude a nuestra cita rodeada de amigas y de la mano de una de sus nietas. Es pura espontaneidad.
XLSemanal. ¿Es la primera vez que canta en Navarra?
Remedios Amaya. Sí, nunca había cantado en Pamplona, pero estoy muy contenta. Allí gusta mucho el flamenco.
XL. Tendrá que demostrarles por qué la llaman la Camarona.
R.A. Para mí es un orgullo, aunque me da mucha vergüenza. Es muy fuerte que digan que soy Camarón en mujer. 
XL. Se la ve contenta.
R.A. Sí; y te voy a revelar algo que no he dicho a nadie...
XL. Que, por fin, va a grabar el tan cacareado disco producido por Alejandro Sanz.
R.A. No; con Alejandro lo haré más adelante, si Dios quiere.
XL. ¿Se ha rajado Alejandro? 
 R.A. No, cuando me dijo que me lo produciría fue de corazón. Yo a él lo amo porque es una bellísima persona y como artista, chapó, ¿vale? Yo muero con él: «Tú no te preocupes, Alejandro, que si Dios quiere, cuando tú puedas, pues lo hacemos».
XL. Entonces, ¿cuál es la exclusiva?
R.A. Es la primera vez que lo digo: me ha cogido la casa de discos Warner y estoy muy contenta, amiga. Voy a hacer un disco de versiones por primera vez. Yo nunca he cantado por boleros ni canciones de esas lentas, tan bonitas.
XL. ¿Cuándo saldrá?
R.A. Si Dios quiere, en Navidad. Estoy superfeliz, amiga.
XL. No para de nombrar a Dios, ¿es usted muy religiosa? 
R.A. Yo amo a Dios por encima de todo; lo amo, lo amo.
XL. ¿Reza al Cristo de los gitanos?
R.A. Yo creo que el tuyo y el mío es el mismo Cristo. Yo no soy muy de procesiones ni de la Iglesia católica.
XL. Pero se la ve siempre en el Rocío.
R.A. Voy al Rocío a divertirme, cariño. Yo no creo en las imágenes. Creo en la tradición de tu familia. Hay costumbres en mi raza que son muy bonitas.
XL. No todas, ¡eh!
R.A. ¿Lo dices por lo del pañuelo? Pues es una costumbre muy bonita y no se debe perder.
XL. Ellos, bien vividos, le piden a la mujer que sea virgen... ¿Por qué ellas no les exigen lo mismo a sus hombres? 
R.A. Bueno, el hombre es el hombre. A mí no me gusta que una gitana se case jovencita, pero sí que guarde su virginidad. La mujer gitana, si quiere sacar la alegría para sus padres y para su familia, la honra tiene que guardársela. Y el hombre se supone que también.
XL. ¿Conoce a muchos hombres que se guarden la honra? 
R.A. Sí, claro que los habrá, si es jovencito... ¿por qué no? 
XL. ¿Está cansada de que le recuerden su paso por Eurovisión? [No obtuvo ningún voto].
R.A. Pues te voy a contar una cosa que no he contado nunca, ¿vale? Para mí es como si hubiese ganado, porque me sirvió mucho para mi carrera. Si hubiese quedado la quinta o la octava, no me hubiesen recordado tanto La barca como me la recuerdan.
XL. ¿Qué pasa por su cabeza cuando, años después, nos representa Chikilicuatre y le conceden 55 puntos?
R.A. ¡Hombre, compañerita! A mí aquello me mató [ríe]. Yo fui representando a España y a mi raza. Pero, amiga, eso me perjudicó.
XL. ¿El ser gitana?
R.A. Claro, había actitudes muy racistas. Esto tampoco lo he contado nunca: allí, en Múnich, me dio mucha pena cómo me trataron por ser gitana, se me partía el alma. Recuerdo la mirada del regidor, era de desprecio. No me gustó cómo me miraba aquel hombre, amiga.
XL. Pero por una mirada no se pierde un concurso.
R.A. Nunca he dicho toda la verdad de lo que pasó, pero te la voy a decir ahora, compañerita. Yo no ensayé como los otros artistas, yo ensayé solo una vez y no me dejaron terminar la canción. Es la primera vez que lo digo: allí había mucho politiqueo, mucho racismo y yo era muy jovencita y me manipularon los de Múnich. 
XL. ¿Cree que la miraban mal también por ser gitana?
R.A. Entonces y ahora; el racismo sigue; aunque entonces era peor, a mí no me dejaron ir al colegio por ser gitana.
XL. ¿Cómo fue eso?
R.A. Pues, mira, me acuerdo de que iba muy contenta con mi maletita, con mi cuaderno, con mi lápiz... era el primer día de clase: «¡Ay! ¡Que voy al colegio, que voy a aprender a leer y a escribir!». Pero, al llegar, sale la directora del colegio una mujer seria, muy seria y dice: «Aquí no se admiten niñas gitanas». Y me fui de vuelta para mi casa. Entonces mi abuela, que en gloria esté, me dijo: «Tú no te preocupes, hija, que tú vas a saber leer como todas las demás».
XL. ¿Y quién le enseñó?
R.A. Al principio, nadie; porque mi abuela tampoco sabía. Años después, cuando empecé a bailar, mis amigas bailaoras me enseñaron. No sé mucho, cariño; pero un poquito, sí.
XL. Es paradójico que no la admitieran en el colegio por gitana y, sin embargo, la llevaran a representar a España en el festival más importante que había de la canción.
R.A. Paradójico, además de verdad. De pequeña, incluso, como las cosas en mi familia estaban regulares, tuve que salir a pedir. No me da vergüenza decirlo, empecé a salir a la calle a pedir para llevar de comer a mi casa. Y muy orgullosa.
XL. Luego se casó con un payo.
R.A. Con un payo maravilloso, que se dedicaba a la construcción, pero murió hace ocho años y me quedé con dos hijos: con mi José Luis y mi hija, Samara, ¿vale?
XL. ¿Por qué dejó de cantar durante once años?
R.A. Te voy a contar la verdad, y esto no lo he contado nunca: me sentí engañada por algunos representantes.
XL. A lo mejor por no saber leer.
R.A. Puede ser, puede ser, amiga. Me engañaron y se me quitaron las ganas de vivir y de trabajar. Por eso, me aparté un poco.
XL. ¡Once años!
R.A. Como mis hijos eran chiquititos y vivía bien, no me hacía falta nada, ¿vale? Me dije: «Estoy cansada, no soporto a las personas que me engañan, prefiero dejarlo por ahora y ya llegará mi momento».
XL. ¿Y ese momento ha llegado?
R.A. He sufrido mucho, compañerita. ¡Ya no más!,.

El polígrafo de la historia,./ ¡Adiós a los atascos! La solución: el coche volador,./ EN PRIMER PLANO - Sexo, drogas y codicia: Las escandalosas confesiones de un banquero,.

TÍTULO: El polígrafo de la historia,.

Nicolás MaquiaveloLas frases que nadie dijo y todos repiten


Tras la caída del Muro de Berlín el 10 de noviembre de 1989, algunos políticos pensaron que la unificación de Alemania volvía a resucitar el fantasma de la Segunda Guerra Mundial. Otros temieron que iba a costarle mucho dinero a la Unión Europea. En aquellos momentos de incertidumbre prosperó una irónica frase que decía: «Me gusta tanto Alemania que prefiero que haya dos». La sentencia ha sido atribuida al presidente francés Françoise Mitterrand, al siete veces primer ministro italiano Giulio Andreotti y al premio Nobel francés Françoise Mauriac, que falleció años antes de la desaparición de la República Democrática Alemana.
A estas citas de múltiple paternidad se añaden otras que nunca fueron dichas por sus supuestos autores. Entre ellas, figura una muy famosa que se adjudica a Maquiavelo: «El fin justifica los medios». Lo que realmente escribió el filósofo y diplomático florentino en su obra 'El príncipe' fue lo siguiente: «Si el monarca lleva cuidado de conservar el Estado, los medios serán siempre estimados, honorables y aplaudidos por todo el mundo». 
En 1633, la Inquisición acusó a Galileo Galilei de defender la teoría copernicana de que la Tierra era la que se movía alrededor del Sol. Y siempre se afirmó que tras oír su condena Galileo murmuró: «¡Eppur si muove!» ('Y, sin embargo, se mueve'). Lo cierto es que un comentario como ese, aun cuando fuese un murmullo apenas audible, le habría costado la cabeza al matemático florentino.
Tampoco es de Voltaire una sentencia que siempre se le atribuye: «No estoy de acuerdo con lo que decís, pero defenderé hasta la muerte vuestro derecho a decirlo». La cita fue utilizada por primera vez por Evelyn Beatrice Hall, que escribió un libro titulado Los amigos de Voltaire (1906), bajo un seudónimo masculino, Stephen G. Tallentyre. 
Las diferencias ideológicas constituyen otro factor que favorece la falsa adjudicación de citas históricas. «Cuando oigo la palabra 'cultura', saco mi revólver», es una frase que los anglosajones han atribuido a los dirigentes nazis Hermann Göring y Joseph Goebbels. En España, la misma sentencia, con pequeñas variaciones, se ha adjudicado a los generales Emilio Mola y Millán Astray. En realidad, la frase dice así: «Cuando oigo la palabra 'cultura', ¡le quito el seguro a mi Browning!», y su origen es la obra teatral 'Schlageter', escrita por Haans Johst, un poeta y dramaturgo nazi que le dedicó este panfleto teatral a Hitler como regalo de cumpleaños.
Sentencias inventadas
En la literatura también aparecen algunas citas apócrifas. Por ejemplo, Sherlock Holmes el genial detective ideado por Arthur Conan Doyle jamás pronunció la famosa coletilla: "Elemental, querido Watson".
Cita anónima
"Se puede engañar a todo el mundo alguna vez, y a alguna persona todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo". La frase se atribuye a Abraham Lincoln, pero no consta en ningún periódico ni documento de la época.

TÍTULO: ¡Adiós a los atascos! La solución: el coche volador,.

Se llama TF-X, se puede aparcar en un garaje convencional, circular con él por autopistas y alcanzar los 320 kilómetros por hora ¡en el aire! Es muy fácil de manejar y el despegue y el aterrizaje -verticales- se hacen de manera automática: se despliegan unas hélices laterales que después se cierran. Tiene un motor híbrido que le da una autonomía de vuelo de hasta 800 kilómetros. Caben en él cuatro pasajeros, lleva paracaídas y, en caso de necesidad, puede aterrizar en los aeropuertos. Dicen sus fabricantes que es más seguro que el coche terrestre. Creen que estará listo en unos diez años. 

TÍTULO: EN PRIMER PLANO - Sexo, drogas y codicia: Las escandalosas confesiones de un banquero,.

 
En primer plano / fotos

Sexo, drogas y codicia: Las escandalosas confesiones de un banquero

Se hizo famoso por tuitear, de forma anónima, el lado más sórdido y machista del negocio bancario. Ahora, John LeFevre ha escrito unas memorias sin concesiones. Si usted creía que con 'El Lobo de Wall Street' estaba todo dicho, se equivocaba.
El libro de John LeFevre, convertido ya en 'Best Seller', narra la vida de los banqueros en Hong Kong. Lo primero que hizo su jefe cuando LeFevre llegó a la ciudad fue darle el teléfono de su camello.
"¡Fuera de mi casa!", grita John LeFevre a pleno pulmón. Un intruso le está retorciendo el brazo por detrás y soltándole puñetazos en la cabeza con su mano libre... Otro observa la pelea desde el salón, dispuesto a intervenir. LeFevre se defiende como puede de los dos desconocidos que se han colado en su apartamento. Está en estado de 'shock'. "¡Fuera de aquí!", vuelve a gritar.
LeFevre consigue escapar. Sale corriendo por un pasillo del edificio. ¿Cómo es posible que haya sufrido un asalto en Hong Kong precisamente, una de las ciudades más seguras del mundo, donde está destinado como operador de bonos de un banco de inversiones? No puede pensar con claridad, pero los efectos de la borrachera y de las drogas que ha tomado en una juerga con prostitutas se van disipando... Y entonces comprende. ¡Se ha equivocado de puerta! ¡Se ha metido en el piso de sus vecinos! Un mes más tarde, les regalará unas cajas de vino para limar asperezas.
Así era la vida de este joven banquero texano en 2004. Una orgía de alcohol, cocaína, sexo y machismo, honorarios amañados con los colegas de otros bancos y soplos a los buenos clientes. Hoy, Lefevre tiene 36 años y vive de las rentas, ha sustituido las drogas por el golf y escribe de los días de vino y rosas. Y su libro de memorias, Straight to hell ('Directo al infierno'), recién publicado, ha ido como un tiro a las listas de best sellers de The New York Times y Amazon, a pesar de la controversia que lo rodea y de las dudas sobre la veracidad de algunas de las cosas que cuenta.
"Las reglas son para los tontos"
Claro que lo que cuenta no tiene desperdicio. Por aquella época era un prometedor trader, primero en Nueva York y luego en Londres, un pipiolo que recién salido de la facultad consigue uno de los 350 empleos que ofrece la firma Salomon Brothers (adquirida por Citigroup). Se presentan 25.000 aspirantes, lo más granado de las universidades. En Wall Street celebra cada 'pelotazo' por todo lo alto. Una noche acaba en el hotel Four Seasons con una prostituta. Ha perdido la cartera y paga sus servicios con los botellines del minibar. Pero es en la City londinense donde LeFevre mama la cultura de la empresa. La oficial: trabajo, trabajo y trabajo. «A la hora del almuerzo era un motivo de orgullo bajar corriendo a la calle, comprar un sándwich y volver al despacho antes de que el ordenador entrara en reposo», cuenta. Y la oficiosa: «Las reglas son para los tontos».
Las borracheras son épicas. Es un honor despertarse en un vagón de metro sin recordar nada y dirigirse a la oficina vestido con el esmoquin de la víspera. El compañerismo consiste en inspeccionarse mutuamente las narices para comprobar que no sangran antes de una reunión. El negocio marcha y LeFevre gana su primer bonus: 75.000 dólares. Piensa en invertirlos. Pero su jefe se lo quita de la cabeza. «¿Para qué cojones vas ahorrar si estás sentado en una máquina de hacer dinero?», le dice. Así que se marcha a Saint-Tropez y se lo funde en cinco días.
Botellas de vino de 300 dólares 
Lo destinan a Hong Kong, donde dirigirá grandes operaciones interbancarias de venta de bonos. «Olvídate de tu novia y ve mirando porno asiático para hacerte una idea de lo que te espera», le recomiendan en su despedida. Su nuevo jefe, que gana un millón de dólares al año, le da la bienvenida pasándole el número de teléfono de su camello. La primera reunión de trabajo tiene lugar en una suite con prostitutas y cocaína para todos. Poco después asiste a una cena de expertos en la deuda nacional de los países asiáticos. Botellas de vino de 300 dólares. Cada vez que alguien consulta su BlackBerry en el restaurante tiene que beber un chupito de tequila. Juegan a introducir sus penes en los panecillos y se encaran con un comensal de otra mesa que les afea su comportamiento. LeFevre confiesa que se estrelló con el Maserati descapotable nuevo y que lo dejó siniestro total. Como iba borracho, tomó un taxi y sobornó al taxista para que no lo delatase.
«En Hong Kong, los financieros occidentales pueden mostrarse tal como son, sin rendir cuentas a nadie y sin que les pase nada», resume LeFevre. ¿Exagera? Puede, pero el año pasado un ejecutivo, Rurik Jutting, del British Bank of America, fue acusado del asesinato de dos chicas cuyos cuerpos mutilados fueron encontrados en su apartamento.
Según LeFevre, cuando estás en la élite, consideras al resto del mundo «de una clase inferior». Los hijos de los asiáticos prominentes contratados por los bancos para ganarse el favor de sus influyentes familias «son unos niñatos tan tontos como poco merecedores de sus privilegios». LeFevre hoy disfruta hablando de su conducta extravagante y soez. Además, se cree muy gracioso. Le encanta presumir de las bromas pesadas que le gastaba a los colegas, como meterle a un compañero una espátula en forma de pistola en el bolsillo justo antes de cruzar el arco de seguridad del aeropuerto; o cambiarle a otro un par de zapatos Lobb (su precio: 2300 euros) por unos zuecos de madera. Deja caer comentarios racistas como si tal cosa: «Las asiáticas aman a los blancos con dinero». También se las da de generoso. Con su asistenta, por ejemplo, a la que regala un limpiacristales extensible «para que no se siga jugando la vida cuando limpia el exterior de las ventanas».
Sin mala conciencia
LeFevre habla de un mundo en el que a las mujeres profesionales de la banca se las excluye de las reuniones por ser «unos callos» y en el que los jefes envían mensajes a las analistas femeninas para ordenarles que se marchen del evento de turno porque «hay que divertir» a un cliente varón y están a punto de llegar «las chicas».
LeFevre no tiene mala conciencia. «Cuando te metes en ese mundo, te moldean. Y si no abrazas esa cultura, no asciendes», declara al New York Post. ¿Cómo piensa justificar tales comportamientos a su hija, que ahora tiene seis meses, cuando se haga mayor? «Las cosas son como son, y me alegro de saber cómo funcionan. Y educaré a mi hija para que entienda el mundo tal como es», responde.
LeFevre realiza algunas acusaciones muy serias contra los grandes bancos de inversiones, que no solo facilitaban información confidencial a sus clientes preferidos, sino que pactaron no competir entre sí para mantener las tarifas estables de forma artificial. «Cerramos el pacto y salimos a beber y a divertirnos como siempre. Y el acuerdo se mantuvo en vigor unos seis o siete meses». ¿Le parece que las autoridades podrían interesarse al respecto? «Eso espero», asegura. ¿Le gustaría que las autoridades vinieran a hacerle preguntas? «Yo no guardo rencor a nadie, pero está claro que hay que corregir algunas prácticas», contesta con ambigüedad, como si quisiera nadar y guardar la ropa.
"No me arrepiento de nada"
En el capítulo final del libro, describe la despedida de soltero celebrada en Manila «de uno de los directores de fondos de inversión más importantes del mundo». Doce banqueros alquilan un bar con treinta prostitutas en el interior, donde los participantes se ponen a jugar «a los bolos con las guarras» (esto es, empujan por turnos a las mujeres desnudas por la barra del bar untada en aceite). Luego se van a un casino. Y luego a desayunar. Y casi provocan unos disturbios callejeros al tirar los billetes ganados en el casino desde la azotea de un centro comercial. Reconoce que se sentían como semidioses.
En 2010 se unió como socio a una start-up del sector de la tecnología financiera. Hizo unas cuantas buenas inversiones y se retiró. Pero, según dice, las drogas, el donjuanismo compulsivo, los conflictos de interés y el tráfico de información confidencial siguen formando parte del mundo de la banca. Muchas de las personas mencionadas (sin dar nombres) en el libro «hoy ocupan cargos destacados en algunas de las principales firmas del mundo. Y son reverenciadas en una sociedad que valora la riqueza y el éxito».LeFevre decide airear los trapos sucios en Twitter en 2011, diciendo que trabaja para Goldman Sachs. Eso le sirve de plataforma publicitaria. Empieza a escribir artículos y vende los derechos de un libro sobre el lado oculto de las finanzas, un tema que ya es un subgénero literario, con superventas como El Lobo de Wall Street, llevado al cine por Martin Scorsese. Pero cuando los periodistas revelan que nunca trabajó para Goldman Sachs, la primera editorial (Touschstone) se echa atrás. Finalmente, LeFevre firma un contrato con The Atlantic Monthly Press por una cifra de seis ceros y el libro arrasa en las primeras semanas. LeFevre se defiende de los que lo acusan de contradecirse. Alega que su intención solo es llamar la atención «sobre una mentalidad que es la predominante. La gente tiene una memoria muy corta de la crisis. Los banqueros siguen teniendo prestigio», comenta. De paso, se ha vuelto a forrar, algo muy propio de la mentalidad que denuncia. «No me arrepiento de casi nada», asegura. «A veces podría haberme integrado menos. Pero todo me ha llevado donde estoy ahora. Y soy feliz».

DOMINGO - LUNES - CINE - UN GOLPE BRILLANTE,./ LA COCINA DEL DOMINGO - Plato principal:Raya a la mantequilla negra,.

TÍTULO: DOMINGO - LUNES - CINE - UN GOLPE BRILLANTE,.

Un golpe brillante Reparto
Pierce Brosnan, Emma Thompson, Timothy Spall, Celia Imrie, Louise Bourgoin, Tuppence Middleton, Marisa Berenson, Laurence Lafitte, Jordan Jones, Christopher Craig, Adam Byron, Tom Morton, Jean-Louis Barcelona,.
 
 Kate (Emma Thompson) y Richard (Pierce Brosnan) llevan varios años divorciados. A Richard acaba de abandonarlo su amante y, además, un tiburón de las finanzas lo ha dejado en la ruina a él y a sus compañeros de trabajo. Desolado, recurre a Kate y le propone robar al empresario que lo ha estafado. A pesar de que su relación no es buena, Kate, pensando en el futuro de sus hijos, acepta el plan. También sus vecinos y amigos se muestran dispuestos a colaborar. 
 
TÍTULO:   LA COCINA DEL DOMINGO - Plato principal:Raya a la mantequilla negra,.

Plato principal:Raya a la mantequilla negra / fotos

Tiempo de preparación: 25 minutos Ingredientes para: 4 personas
Ingredientes: 4 alas medianas de raya peladas, 50 g de mantequilla, 75 g de alcaparras pequeñas y escurridas, 1 ramillete de perejil fresco y 1 limón.
Elaboración: se salpimientan los pedazos de raya.En una sartén antiadherente hermosa se funden 50 g de mantequilla.Se coloca el pescado y se soasa por las dos caras durante unos minutos, regándolo con la grasa continuamente.Mientras, se pica el perejil sobre la tabla y se desliza la raya a una bandeja.Presentación y acabado: se añade el resto de la mantequilla a la sartén para darle el punto 'avellana', que es ese en el cual la mantequilla adquiere color, pero sin que llegue a quemarse. Se agrega el zumo de limón y se pasa la mezcla por un fino con papel, con el fin de eliminar impurezas. Se incorporan entonces las alcaparras y el perejil y se rocía la salsa sobre el pescado.

Paso a paso
1. Se funde la mantequilla en una sartén antiadherente, se coloca la raya y se soasa por las dos caras unos minutos.

2. Se riega el pescado con la grasa, mientras está en la sartén, y una vez soasado se desliza en una bandeja.

3. Se añade el resto de la mantequilla en la sartén hasta que llegue a ese punto en que adquiere color sin quemarse.

4. Se rocía sobre el pescado la salsa, a la que hemos añadido el zumo de limón, las alcaparras y el perejil.

Mis trucos
Es importante que las alcaparras sean de un color verde oscuro y, cuanto más pequeñas, más sabrosas y tiernas son. Además, apenas contienen grasas, por lo que no aportan calorías y son un buen aliado en los regímenes.
El vino
Alejairén 2012. Con el uso exclusivo de airén cepa blanca por antonomasia de La Mancha hoy un tanto relegada, Alejandro Fernández, que tras sus éxitos con Pesquera ha logrado excelentes resultados con su bodega manchega El Vínculo, elabora este vino muy especial criado 24 meses en barricas de roble americano. De color limpio y brillante, despliega aromas florales con notas de vainilla y resulta denso y untuoso en boca, a la vez que muestra notas de cereza y bayas oscuras. Sírvase a unos 12 ºC, para acompañar platos de la cocina mediterránea, arroces, aves, pastas... Larga vida por delante si se conserva adecuadamente. 12 euros. J.L.Recio
Reinos de humo por Carlos Maribona
Comer con los ojos
Gastronomía' y 'salud' son términos que no siempre van de la mano, pese a que tener una alimentación sana, comer de manera equilibrada y agradable, no está reñido en absoluto con el placer. A este respecto, el doctor Valentín Fuster, en su libro La cocina de la salud, que escribió junto con Ferran Adrià, asegura que no hay mejor garantía de mantener una alimentación saludable que disfrutar con ella. No estoy del todo seguro de que sea así, porque muchas veces el disfrute en la mesa suele llevar a abusos poco recomendables. Lo que sí es cierto es que, a pesar del empeño de muchos especialistas, nunca habíamos tenido a nuestro alcance tanta información sobre los alimentos y nunca antes habíamos comido tan mal. Dicen los expertos que a la hora de decidir lo que comemos y cuánto comemos, las emociones influyen más que las razones. La cantidad de comida que ingiere una persona no s0lo depende del hambre que tiene, de lo ansiosa que está o de cuánto le gusta la comida. Hay factores a los que no se suele prestar atención como el tamaño de los platos. Está comprobado que, cuando se pone la misma cantidad de comida en dos platos de dimensiones distintas, los comensales creen que hay más comida en el más pequeño. Por eso, la gente acaba sirviéndose más comida en un plato grande que en uno mediano o pequeño. Una simple percepción visual.

DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - Carlos Maldonado - COCINERO,./ TRAZOS - Patrulla caminera,.

DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - Carlos Maldonado - COCINERO,.

Carlos Maldonado: "¿Macarra yo...? El hábito no hace al monje. Hoy los ladrones llevan traje"

Nací en Talavera en 1991. Tras ganar 'MasterChef', concurso ahora con mi padre en 'Cocineros al volante' (TVE). Presento, además, mi libro: 'Las recetas de Carlos' (Temas de Hoy).

XLSemanal. ¿Nadie se enamoró en la casa en los tres meses del concurso?
Carlos Maldonado. ¡Qué va! Con tanta tensión, nada. Y mira que lo intenté... Uno no es de piedra [ríe].
XL. Parece que le ha dado suerte copiarle los pendientes a David Muñoz [el chef de Diverxo].
C.M. ¡No, tía! Los llevo desde los 12 años. De chico llevaba una coletilla por detrás y dos mechones por delante, uno a cada lado. ¡Un espectáculo de tío! [Risas].
XL. ¡Vamos!, la envidia del barrio.
C.M. Ahí, ahí... [Ríe]. ¡Bien chulo que iba, sí, señor! Estos pinchos no me los quito ni para dormir. Mi madre dice que una mañana apareceré en la cama estirao...
XL. ¿No se ofende cuando le dicen que no se explican la finura de su cocina con lo macarra que parece?
C.M. ¡Qué va! Es un placer ser macarra y trabajar fino [ríe]. Que la gente asuma que el hábito no hace al monje y que los mayores ladrones de este país llevan traje. Jordi me vacila con eso. Él va muy peripuesto; pero luego es cojonudo.
XL. No para de reír y de soltar tacos, ¡lo veo feliz y muy suelto!
C.M. ¡Es que todo esto es la leche! Pero me han enseñado un truco para hablar bien: si voy a decir cojonudo, debo decir espectacular [ríe]. Y cuando quiera decir la hostia, mejor estupendo [ríe aún más].
XL. ¡A ver si lo convierten en un pijo! 
 C.M. ¿Yoooo? ¡Lo dudo! Por mucho que me refinen, no van a llegar a tanto. Ayer quisieron ponerme una camisa de manga larga, en pleno verano... ¡Muy mal! Las camisas, para las bodas [ríe].
XL. ¿Es verdad que el pijama que llevó a MasterChef era de su padre?
C.M. Sííí. Por no comprarme uno: es que suelo dormir en pelotas [ríe]. Y en el camión de Cocineros al volante duermo en gayumbos.
XL. ¿Ha cobrado ya los cien mil euros del premio de MasterChef?
C.M. ¡Qué va! A lo mejor Montoro sí ha cobrado su parte, pero yo la mía aún no.
XL. Tiene 25 años, novia de toda la vida, vive y trabaja con su padre... ¡Vamos que no lo veo casado y con hijos!
C.M. ¡Ni yo! [Ríe]. Mi viejo es lo mejor. Estoy muy a gustito en casa: un lujazo. De ahí no me saca ni la Guardia Civil. 
XL. ¿Qué le parece lo de cenar por 1700 euros [el nuevo proyecto de Paco Roncero: Sublimotion, en Ibiza]?
C.M. ¡La madre que lo parió! ¡Tela, ¿eh?! No digo que no lo valga, pero... Soy un tío sencillo que nunca había probado centollos ni angulas. ¡En Talavera no hay mar, hay Tajo! [ríe].

SU DESAYUNO: "Orgullo ibérico": «Tomo una buena tostada calentita, de pan de pueblo, con aceite, tomate y jamón ibérico, y medio litro de café, manchadito con un poco de leche y azúcar moreno».

LA CENA - Unos huevos fritos con patatas, pescado, pan, beber agua,  lechuga y tomate, queso, postre una naranja,.

TÍTULO: TRAZOS - Patrulla caminera,.

Patrulla caminera / foto,.

PERRO PASTOR ALEMAN.jpgIba conduciendo el otro día cuando me echaron las luces. Ocurrió en una carretera comarcal del Cantábrico, oscurecida por el follaje de los árboles que conferían la sensación de atravesar un túnel. Una abundancia vegetal que me recordó la de ciertas carreteras francesas antiguas donde aún permanecen tiesas las arboledas que fueron plantadas para que los soldados de la Grande Armée marcharan a la sombra: quién habría dicho entonces que terminarían aliviando el calor a los de Hitler mientras marchaban en sentido inverso.
Conducía pensando en estas cosas cuando un coche con el que me crucé me echó las luces. Yo no estaba haciendo un adelantamiento peligroso. Ni conducía deprisa. Ni cegaba a nadie con las luces. Por lo tanto, aquello no podía ser un reproche, sino un aviso. Los niños iban todos atados, ninguno se había encaramado al techo. No había humo. No llevaba un ciclista enganchado en el guardabarros. Todo parecía ir bien. ¿Qué diablos había intentado decirme ese conductor casi en morse? De pronto, me volvió el recuerdo remoto de un hábito de los conductores de cuando yo era el niño que iba atado detrás. Una costumbre perdida, o que al menos hacía mucho tiempo que yo no veía hacer, que precisamente me rascaba la memoria en el lugar del mundo en el que más recuerdos de infancia, y más gratos, tengo almacenados: Cantabria. En aquel entonces, los conductores que pasaban junto a un control acechante de la Guardia Civil echaban las luces a los que venían en el otro sentido para advertirlos. Eso daría ventaja a los que condujeran ebrios, tuvieran a los niños desatados, viajaran con un alijo de cocaína o transportaran un cadáver en el maletero. Medio kilómetro después, la cosa se confirmó: dos motoristas de la Guardia Civil, orillados en la cuneta, echaban un vistazo inquisitorial al interior de todos los coches que pasaban por delante de ellos.
A lo mejor esto se sigue haciendo y sólo yo lo tenía olvidado. Pero a mí la anécdota me trasladó a otra España y a otra edad, cuando mi padre iba al volante. Hablo de un tiempo en que, cuando pasábamos a Francia a visitar a la familia materna, si nos cruzábamos en Aquitania con otro coche con matrícula española, el impacto era tal que nos hacíamos fiestas y parábamos donde se pudiera para abrazarnos e intercambiar chocolatinas. Los mismos conductores que se habrían puteado mutuamente en cualquier semáforo de Madrid se veían impelidos a la fraternidad por la escasez de viajeros españoles por Europa que había entonces. Sobre España ya se habían posado las suecas del landismo, pero cruzar la frontera hacia Europa aún era cosa de inmigrantes y de excursionistas eróticos a Perpiñán. Y de medio gabachos, esa era nuestra rareza.
Las señales lumínicas para advertir de la presencia de la Guardia Civil eran un rasgo distintivo de una sociedad que entonces era más sencilla y vecinal, y más pícara ante la autoridad: no la desafiaba, pero sí la gambeteaba. Daban la oportunidad de sentirse un poco como el maquis burlando patrulleras camineras. Para algunos conductores que sentían librar una guerra personal contra el reglamento el cojonudismo español, hasta abrocharse el cinturón de seguridad suponía claudicar, salir con las manos en alto. Años después, la sociedad española fue ahormada por ciertas pedagogías que la hicieron más cívica: Hacienda somos todos y la represión en carretera es por su seguridad. Eso, al mismo tiempo que nos homologaba algo remotamente con los ideales de urbanidad escandinavos, nos arrebató cierta picardía folclórica. A lo mejor fue entonces cuando dejaron de emitirse avisos con las luces. Estoy conforme con semejante evolución. Pero el otro día, al dejar atrás a los motoristas, eché las luces a todo quisqui durante diez kilómetros. Por sentir, algo arrebatado, que gambeteaba a la autoridad. Pero también para que a los chicos que iban detrás se les fueran sembrando recuerdos idénticos a los que yo tengo de cuando mi padre iba al volante en esas mismas carreteras estivales.

sábado, 8 de agosto de 2015

EL HORMIGUERO LUNES 10 AGOSTO - TOROS - ALEJANDRO TALAVANTE ,./ INCENDIO EN SIERRA DE GATA - CACERES,.

TÍTULO: EL HORMIGUERO LUNES 10 AGOSTO - TOROS - ALEJANDRO TALAVANTE ,.

 TOROS - ALEJANDRO TALAVANTE - foto ,
Resultat d'imatges de Picasso se avergonzaría de la izquierda que ataca a los toros,.

Picasso se avergozaria de la izquierda que ataca a los toros,.

El torero Alejandro Talavante, que el próximo 19 de agosto lidiará seis astados en solitario en la llamada "corrida picassiana" de Málaga, cree que Pablo Picasso, "como comunista y apasionado del toreo, se avergonzaría de los artistas y de los políticos de izquierda que hoy están atacando a la fiesta de los toros".
En una entrevista con EFE, el diestro extremeño considera que las agresiones de todo tipo que está sufriendo actualmente la tauromaquia se están llevando a cabo "con una demagogia tan burda que haría sufrir al propio Picasso, un artista valiente que se inspiró y se adentró en el toreo para dedicarle muchas de sus obras".

TÍTULO:  INCENDIO EN SIERRA DE GATA - CACERES,.

SUCESO

Ya hay más de 5.000 hectáreas calcinadas

Los vecinos de Acebo y Perales del Puerto regresan a sus hogares

  • El fuego obliga a movilizar a efectivos de Andalucía, Castilla y León y Portugal

  • Las fuertes rachas de viento han llevado las llamas hasta las cercanías de Hoyos

  • Villamiel está en alerta ante la posibilidad de que sus más de 500 vecinos tengan que ser evacuados también

  • Cinco carreteras permanecen aún cortadas por el fuego

  • Imagen aérea del incendio que arrasa la sierra de Gata.La indignación se mezcla con el humo

  • ÁLBUM: Vea las imágenes del incendio

  • Testigo directo: 'Tantos años construyendo una vida y el fuego te lo arrebata todo',.

    El Plan Territorial de Protección Civil de Extremadura ha ordenado esta tarde el realojo a sus hogares de los vecinos de Acebo y Perales del Puerto tras una mejora en el entorno de dichas localidades, aunque el incendio forestal activo declarado el jueves en Sierra de Gata (Cáceres) sigue en proceso de extinción con un nivel 2 de peligrosidad.
    El fuego sigue avanzando de forma descontrolada en dirección a Cilleros, Trevejo y Villamiel. Para esta última localidad se ha previsto también el protocolo de desalojo si es necesario en las próximas horas.
    El mando único del Infoex (Plan de Lucha contra Incendios Forestales en Extremadura) ha dado el visto bueno a la vuelta a casa de los vecinos que fueron evacuados en la madrugada del viernes a Moraleja. Los realojados están siendo llevados en estos momentos a sus pueblos en autobuses fletados por la Junta de Extremadura y han contado con el apoyo psicológico de Cruz Roja Extremadura. En principio estaba previsto que la vuelta comenzase a las 18.00 horas, pero se está produciendo con retraso el viaje de regreso.
    Sin embargo, los otros vecinos evacuados en la pasada madrugada, los de Hoyos, que fueron desplazados a Moraleja, están a la espera de que existan las condiciones de seguridad necesarias para su retorno y no se les ha permitido su vuelta.
    Mientras tanto, más de 500 efectivos y numerosos medios aéreos y terrestres, entre los que se cuentan 18 helicópteros y seis hidroaviones procedentes de varias comunidades autónomas españolas y Portugal tratan de controlar el fuego.
    Según los últimos datos actualizados por la Junta de Extremadura, trabajan en la tarde de este sábado en la zona 18 helicópteros, seis hidroaviones, cuatro bulldozer, nueve vehículos nodriza; 29 camiones auto-bomba, seis vehículos pick-up, seis retenes terrestres, cinco unidades de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que suman 271 personas, y cuatro camiones de la Diputación de Cáceres.
    Además, también trabajan en la zona 20 vehículos, tres ambulancias, dos vehículos y 90 voluntarios de Cruz Roja; cuatro coordinadores, el mando único y cinco agentes medioambientales del Infoex; dos técnicos de apoyo; 14 patrullas de la Guardia Civil; 40 voluntarios de Protección Civil; y 7 miembros del Puesto de Mando Avanzado.
    Durante la tarde de este sábado se han incorporado a dichas labores de extinción nuevos retenes y autobombas procedentes de Castilla-La Mancha, que se suman a los efectivos del Plan Infoex de lucha contra incendios, así como los desplazados hasta la zona desde otras comunidades autónomas, como Andalucía y Castilla y León, así como por la UME y el Ministerio de Medio Ambiente. También se sumaron medios de Protección Civil procedentes de la localidad portuguesa de Castelo-Branco.
    Por su parte, el Ministerio de Agricultura ha desplegado un amplio dispositivo de medios aéreos y terrestres para apoyar en las tareas de extinción del incendio.

    Desalojados de madrugada

    El viento ha vuelto a azotar con mucha fuerza durante la noche, lo que obligó al desalojo de madrugada, sobre las 04.00, de los aproximadamente 1.000 habitantes de Hoyos, que se suma a la evacuación del día anterior de casi 2.000 personas de Acebo y Perales del Puerto.
    Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Hoyos ha sido precisamente la localidad extremeña con la racha más elevada (69 kilómetros por hora), registrada a las siete de la mañana, y la velocidad media del viento más alta, 41 kilómetros por hora.
    El último dato oficial apunta a unas 5.000 hectáreas calcinadas, aunque están sin evaluar las quemadas en las últimas horas.
    El fuego ha calcinado también dos casas aisladas situadas en el monte, lejos de las poblaciones afectadas, donde las llamas sí han entrado pero sin consecuencias materiales. Varias personas han sido atendidas en las últimas horas por diversas crisis nerviosas. En estos momentos, hasta cinco carreteras comarcales se mantienen cortadas al tráfico y otras tres de ámbito autonómico (la CC 4.1, de Hoyos a Perales del Puerto; la CC 4.2, de Cilleros a Hoyos y la CC 7.2, de Perales del Puerto a Cilleros), según informa el 112 de Extremadura.

    El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha grabado un mensaje de apoyo a los ciudadanos, para decirles que "no estáis solos" y que aunque "ahora lo vemos todo negro, las cosas volverán a ser en color en la sierra de Gata".
    También técnicos del mando del Infoex han transmitido un mensaje de tranquilidad a la población de Sierra de Gata y resaltan las dificultades de extinción que hay en la zona debido a las condiciones climatológicas (especialmente la intensidad del viento y condensación de humo), los peligrosos accesos a las llamas y la escasa visibilidad.