San Juan empieza a desperezarse en Badajoz,.
La apertura de negocios de alimentación, arte y formación ofrecen una alternativa a esta calle más allá del ocio nocturno de los bares de copas,.
San Juan ha sido en los últimos años solo una calle de paso entre la zona alta del Casco Antiguo y la plaza de España. La que en otro tiempo fue la arteria comercial más importante de la ciudad, fue bajando persianas de día y abriéndolas únicamente de noche, limitando su vida a las madrugadas de los jueves, viernes y sábado. Sin embargo, esta realidad está empezando a cambiar. San Juan comienza a desperezarse de la mano de los nuevos negocios que han apostado por ella.
Hace unos días, Luis Rodríguez y José Antonio Jaramillo, vecinos del Casco Antiguo, abrieron a mitad de la calle San Juan (en el antiguo local de Rívoli) 'La casa de los sentidos', un espacio de formación técnica y artística donde –como explican– «no vendemos ni copas ni fiesta, sino ocio cultural».
«Esta calle es el centro neurálgico de la ciudad histórica y queremos aportar nuestro grano de arena para cambiar la situación del barrio y la realidad de los negocios», comenta Rodríguez. Lo harán –detalla Jaramillo– «en un espacio donde la talla de madera, la pintura, la cocina, el marketing y la fotografía se compaginan. Aquí es donde tiene que estar la cultura porque estamos rodeados de artistas».
Antes de ellos, el primero que se lanzó a invertir en San Juan para renovar la imagen comercial de la calle fue Jorge Espín. En agosto del año pasado abrió 'El Corte de Espín' y meses más tarde en el local de al lado 'La Lonja de Espín', dos negocios de alimentación con productos de la tierra que son los 'souvenirs' preferidos de los turistas que visitan la ciudad. «Tenía la tienda en Vicente Barrantes pero necesitaba un sitio que tuviera más afluencia de gente y esta calle tiene muy buen paso».
No le dio vértigo apostar por una vía donde él abría la persiana al tiempo que los negocios colindantes la iban cerrando. «Me decían que aquí la panadería iba a durar un mes y ya llevamos seis meses y cada día mejor», confiesa.
Espín sabe que los productos de la tierra venden, por eso cree que cualquier negocio que trabajase la artesanía funcionaría. «El cliente viene buscando producto extremeño».
«Me decían que aquí la panadería iba a durar un mes y ya llevamos seis meses y cada día mejor»
Jorge Espín | El Corte y La Lonja de Espín
«No muy lejos hay locales por 3.000 euros, que no es barato para quien quiera emprender en esta calle»
Luis Rodríguez | La Casa de los Sentidos
La alimentación, el arte, la formación son las nuevas apuestas que se suman a los supervivientes de San Juan: la droguería El Globo, la carnicería
y las tiendas de alimentación del barrio de toda la vida. Aportan aire
fresco a una vía donde aún hay casi una veintena de locales vacíos. El
problema no parece que sea que la calle no sea rentable, sino que los alquileres son desorbitados.
«No muy lejos de donde estamos hay locales por 3.000 euros igual que
este, que no es nada barato para alguien que quiera emprender en esta
calle», desvela Rodríguez. A esto se suma otra realidad, que aporta Jaramillo.«Los locales están muy viejos y hay que hacerles una inversión muy fuerte para abrirlos».
A esta misma realidad apunta el presidente de la asociación de vecinos del Casco Antiguo, Javier Fuentes. «Estos nuevos negocios animan pero el problema es cuando nos ponemos a buscar locales y nos encontramos con los precios. 2.000 y 3.000 euros al mes es un disparate y muchos están con humedades. Y luego las trabas administrativas para abrir».
Aún así, Fuentes reconoce que los nuevos negocios que han abierto en San Juan marcan el camino a seguir para recuperar el músculo comercial del Casco Antiguo.