TITULO: La Hora Musa - Lepisma y la música instrumental - Bienvenidos ,. Martes - 20 - Agosto ,.
'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes - 20 - Agosto , foto,.
Lepisma y la música instrumental - Bienvenidos,.
Mi querencia por la música anglosajona,
unida a mi casi total desconocimiento del idioma de la Pérfida Albión,
hizo que jamás reparara en las letras de las canciones; eso se trasladó
incluso a mis escuchas de música en castellano, cuando mi mente prestaba
atención a ritmo y melodía pero pocas veces al mensaje letrístico de la
pieza. Lo más común era que discerniera únicamente palabras al azar, y a
veces equivocándome, como cuando, en «Bienvenidos», de Miguel Ríos, en vez de Bienvenidos al concierto, / gracias por estar aquí. / Vuestro impulso nos hará seres eléctricos yo entendía Bienvenidos al concierto, / gracias por estar aquí. / Vuestro impulso nos hará ser ese ejérsito [sic].
Si será esto así que, cuando empecé a salir con Maribel —dieciséis años teníamos por entonces— y ella quiso dejar las cosas claras desde un principio, esto fue lo que aconteció:
—Mira, ya tenemos una edad, y esta vez quiero hacer las cosas bien.
Eres el segundo chico con el que salgo y quiero que tengamos una
canción. Con mi ex nunca la tuve, y es una de esas decisiones que se han
de tomar por consenso.
—¿Qué te parece «Waiting for a girl li…»?
—No —me interrumpió—, esto lo lo elijo yo.
—Ah, vale.
—Dame unos días para conocerte más, cari.
Unos días después, cuando Maribel trajo el decálogo sobre el que se
debería sustentar nuestra relación, el punto 8 era el dedicado a nuestra
canción
—Es de Paquita la del Barrio —y me la puso en el
walkman. Yo asentí, como aprobando la elección pero sin atender a la
letra. Sólo cuando poco después (al día siguiente) Maribel
me dejó por el que sería el futuro kiosquero del barrio, entendí lo que
la cantante mexicana expresaba en los versos de «Rata de dos patas»:
Rata inmunda,
animal rastrero,
escoria de la vida,
adefesio mal hecho,
infrahumano,
espectro del infierno,
maldita sabandija,
cuánto daño me has hecho.
Alimaña,
culebra ponzoñosa,
desecho de la vida,
te odio y te desprecio.
Rata de dos patas,
te estoy hablando a ti,
porque un bicho rastrero,
aun siendo el más maldito,
comparado contigo
se queda muy chiquito.
Maldita sanguijuela,
maldita cucaracha,
que infectas donde picas,
que hieres y que matas.
Alimaña,
culebra ponzoñosa,
desecho de la vida,
te odio y te desprecio.
Rata de dos patas,
te estoy hablando a ti,
porque un bicho rastrero,
aun siendo el más maldito,
comparado contigo
se queda muy chiquito.
¿Me estás oyendo, inútil,
hiena del infierno?
Cuánto te odio y te desprecio,
maldita sanguijuela,
maldita cucaracha,
que infectas donde picas,
que hieres y que matas.
Alimaña,
culebra ponzoñosa,
desecho de la vida,
te odio y te desprecio.
Rata de dos patas,
te estoy hablando a ti,
porque un bicho rastrero,
aun siendo el más maldito,
comparado contigo
se queda muy chiquito.
TITULO: Cachitos
de hierro y cromo - Rozalén: «Todo lo nuevo que estoy escribiendo sale desde mi ser feminista» Hay que hacer , ,.Martes - 20 - Agosto ,.
El martes - 20 - Agosto a las 22:30 horas por La 2, fotos,.
Rozalén: «Todo lo nuevo que estoy escribiendo sale desde mi ser feminista» Hay que hacer,.
La cantante Rozalén, cuyas
letras se han convertido en un himno para el movimiento feminista, ha
visitado la Feria del Libro para firmar su primera obra, Cerrando puntos suspensivos, donde ha adelantado que lo nuevo que está escribiendo sale desde su «ser feminista».
«Ahora todo lo nuevo que estoy escribiendo sale desde mi ser persona y
mi ser feminista», ha explicado a Efeminista Rozalén (Albacete, 1986),
que ya está trabajando en nuevos proyectos donde las mujeres estarán muy
presentes, porque como ella confiesa, las mujeres son las que le han
«marcado mucho».
—Por primera vez en la Feria del Libro de Madrid, firmando Cerrando puntos suspensivos (Aguilar). ¿Cómo ha sido el recibimiento?
—Creo que se ha recibido bien, con cariño, porque no es un libro
ambicioso, ni pretende ganar un premio de literatura. Son unas vivencias
que yo he ido vomitando en estos años de aprendizaje.
Rozalén,.
—Su música se ha convertido en himnos del movimiento feminista. ¿Cómo ve esta nueva ola?
—La veo con esperanza y optimismo. Si quieres ser buena persona, si
quieres estar en el lado bueno de las cosas, si crees en un mundo más
justo, tienes que ser feminista.
—Esta evolución que está viviendo el movimiento feminista también está teniendo una reacción. ¿Qué piensa?
—Cuando hay un movimiento tan bestia, lo que ocurre es que resurge lo
contrario. Durante toda la historia de la humanidad siempre ha habido
ventajas para el hombre y quien está acomodado no quiere perder todos
esos privilegios. Lo que me molesta es que quieran cambiar los
conceptos.
—A la hora de crear nuevas letras, ¿tiene en cuenta que la gente ve su música como referente del feminismo?
—Con «La puerta violeta» estaba haciendo una canción que a mí me
liberaba, y cuando una hace algo que a una le sirve, como somos la misma
cosa, les sirve a las demás. Además soy cantautora, somos poquitas en
un mundo de hombres, y quizá era eso lo que faltaba: que nos contaran
las cosas desde la canción de autor, desde el ser mujer. Ahora todo lo
que estoy escribiendo nuevo sale desde mi ser persona y mi ser
feminista.
—¿Hay machismo en el mundo de la música?
—Me siento súper respetada por mis compañeros, pero es algo que está
tan incrustado que tanto ellos como yo lo reproducimos. Es esa parte
paternalista que tienen conmigo, por ejemplo, mis compañeros, que a
veces no se dan cuenta y no lo hacen con mala intención, pero les doy un
toque. A nivel estético y a nivel físico a las mujeres nos exigen algo
que a los hombres no. Las cosas no están iguales, y por supuesto que hay
machismo.
—¿Cuál es su opinión respecto a las letras machistas?
—Sinceramente, no sé muy bien qué opinar porque entran muchas cosas,
entra la libertad de expresión y entra la censura. Pero claro, hay
canciones que nos denigran a las mujeres y que denigran los derechos
humanos. Hay canciones que son verdadera poesía. Entonces hay que tener
en cuenta el contexto, el momento en el que se hicieron. Creo que no
tenemos que ser muy radicales en lo que viene siendo el arte y la
cultura, porque ahí es donde somos libres.
—Siempre lleva una intérprete de signos. ¿Es esto una apuesta por la música inclusiva?
—Hay que hacer más que decir. El hecho de que yo lleve una intérprete
dice a todo el mundo que viene a vernos que creemos en un mundo más
justo e igualitario. Que las personas sordas también tienen derecho a
disfrutar de la cultura y que nadie tiene que ser señalado por sus
diferentes capacidades, porque absolutamente somos todos diferentes y a
la par iguales.
—¿Por qué la gente conecta con su música?
—Creo que lo que hacemos es súper honesto, es lo que llevamos
haciendo toda la vida. Lo que pasa es que ahora a la gente le ha gustado
y me han dado un altavoz. Creo que lo natural, lo normal y lo honesto
está de moda.
—¿Trabajando ya en nuevos proyectos? ¿Las mujeres están dentro de ellos?
—Por supuesto, no puedo parar porque si no me muero. Estoy
componiendo ya cositas para el próximo disco. Lo de las mujeres es algo
que va en mí. Todo el rato estoy hablando de mi abuela y de mi madre
porque las mujeres de mi casa me han marcado mucho.
TITULO: Locos por las motos - La concentración motera llegó a triplicar la población este fin de semana,.
La concentración motera llegó a triplicar la población este fin de semana,.
'Jaraíz a dos ruedas' ha llenado la localidad no solo de motoristas y
acompañantes sino también de gentes procedentes de todas partes,.
foto / El centro urbano fue un hervidero de gentes, motos, rugidos y humo durante la concentración.
Este fin de semana ha tenido lugar la concentración
nacional de motos 'Jaraíz a dos ruedas' con una variada programación,
que ha llenado la localidad no solo de motoristas y acompañantes sino
también de gentes procedentes de todas partes, superándose la presencia
de visitantes de las ediciones anteriores de este evento, decano de la
región.
El centro urbano jaraiceño estuvo abarrotado desde el
viernes hasta el domingo para presenciar las exhibiciones moteras, los
pasacalles y los conciertos nocturnos en la plaza Mayor, celebrados el
viernes y el sábado, en los que no cabía ni un alfiler.
En este sentido, el alcalde, Luis Miguel Núñez, ha
destacado el hecho de que el municipio haya estado a rebosar entre el
viernes y el domingo: «Hacía tiempo que Jaraíz no estaba tan lleno. Me
atrevo a decir que habremos triplicado nuestra población durante este
fin de semana. Y es que no solo han venido moteros de todas partes, sino
que cada actividad y cada calle ha estado repleta de personas que no
querían perderse este gran espectáculo de las dos ruedas».
Asimismo, ha agradecido a la Guardia Civil, Policía Local
y Protección Civil su colaboración para que la concentración se haya
desarrollado sin incidentes, así como a los vecinos por su hospitalidad y
a la peña Los Balines la coordinación de la fiesta motera, el principal
evento turístico de la comarca.
El lunes - 19 - Agosto , los lunes a partir de las 00:30, en La2, foto,.
Los zahoríes del fango,.
La medida del tiempo es el tango de Gardel. Hace casi veinte años conocí a Antonio Pérez Henares.
Fue en El Escorial, en un curso de verano que él dirigía llamado «Diez
personajes en busca de su personaje histórico». Asistí como alumno y, el
penúltimo día, al anochecer, nos tomamos un whisky en el Euroforum
Infantes. Durante una hora larga, Pérez Henares exhibió esa educada
campechanía y crisol de vidas que constituyen su blasón. Terminó el
curso y ahí quedó todo, aunque aquello estaba llamado a tener una
segunda parte, como en la literatura y el cine. Quince años después
contactó conmigo. Había leído mi primera novela y quería que formase
parte de un ambicioso proyecto que tenía en mente: una asociación de
escritores de novela histórica. Cuando presenté en Madrid mi segunda
novela, Antonio Pérez Henares
estuvo y, desde entonces, pasó a ser Chani, porque su nombre de los
tiempos de la clandestinidad es la credencial que entrega a sus amigos.
Su nombre de guerra se transmutó hace mucho en uno de paz. No conozco
mejor metamorfosis.
Tiene una voz bonita y tonante que suena a verano. Gasta empaque
cinematográfico y bigote, ríe a carcajadas, es memoria viva del
periodismo y el disco duro de la Transición, no está aquejado del
síndrome de Estocolmo al expresar sus opiniones, sondea mentes y
corazones con la precisión de un zahorí en busca de agua, y hace buena
la máxima evangélica de vomitar a los tibios, porque todos sus actos
están amasados con la pasión. Si Miguel Delibes decía no saber
si era un cazador que escribía o un escritor que cazaba, de Chani podría
decirse lo mismo, aunque con un adjetivo añadido: viajero. El
viaje ha dado sentido a su vida, que no el nomadismo, pues él siempre ha
sabido cuál era su lugar en el mundo. Ha vivido tanto y tan
intensamente que necesita escribir artículos y libros para darle rienda
suelta a sus mundos interiores, y aunque se maneja con soltura en el
mundo digital, en el fondo es un hombre que pesa la lealtad y la ética
con una romana y cuyos textos tienen un aroma a rotativa, a papel
caliente y tinta fresca, a un amanecer que llegó demasiado pronto entre
olores negros de café recién hecho.
"Delibes le dedicó Los santos inocentes a Félix Rodríguez de la Fuente, y Chani le ha dedicado Cabeza de Vaca a Miguel de la Quadra Salcedo. Tiene sentido"
A finales del siglo XIX surgió un movimiento artístico que me gusta mucho: Arts and Crafts,
liderado intelectualmente por William Morris. Su premisa era potenciar
la artesanía frente a la estandarizada industria, revalorizar las
labores manuales en la producción de muebles, objetos de uso cotidiano y
casas. Es decir, humanizar y personalizar la vida cotidiana encajando
la tradición artesanal en los modos de vida modernos. Esta concepción
artística tiene mucho de sensorial, pues disfrutamos pasando la mano por
maderas trabajadas por ebanistas, paseando por jardines diseñados a la
medida del hombre y contemplando hermosos paisajes a través de
ventanales. Pues bien, la literatura de Chani tiene una vocación
artesanal y telúrica, porque su narrativa es un injerto en el árbol de
la tradición para conseguir un nuevo fruto. Sus novelas han de entenderse como una comunión con la Naturaleza, un viaje al pasado con billete de vuelta y un puzle en el que caben varias vidas: las que él ha vivido y las que le hubiese gustado vivir.
Chani, gran amigo de Miguel de la Quadra Salcedo y compañero suyo en
periplos americanos, podría haber tenido cabida en alguno de los
episodios del Hombre y la Tierra, y su voz en off le habría mantenido el pulso a la de Félix Rodríguez de la Fuente, tan magnética. Delibes le dedicó Los santos inocentes a Félix Rodríguez de la Fuente, y Chani le ha dedicado Cabeza de Vaca
a Miguel de la Quadra Salcedo. Tiene sentido. Son sendos homenajes de
unos escritores a unos amigos fallecidos con los que compartían pasión
por la Naturaleza.
La visión campestre de Chani está en las antípodas de los
animalistas, cuya utopía es un Neolítico con wifi. Él, hombre de campo,
castellano viejo, alcarreño asentado en Madrid, concibe la Naturaleza no
a lo Walt Disney, sino como Robert Redford en Las aventuras de Jeremiah Johnson o Leonardo DiCaprio en El renacido:
la caza compatible con un respeto sacrosanto al medioambiente, la
tierra como religación con los antepasados y sus formas de vida
ancestrales. El olor de la lluvia y de los surcos recién arados, el
tacto de la corteza de los árboles o el crujido de las hojas secas bajo
los pies los sentimos en sus novelas, de la misma manera que revivimos
en ellas amaneceres y largas puestas de sol, baños en pozas y en playas y
el sabor de la comida al aire libre. El ciclo de la vida y la
muerte, tan desnaturalizado en la ciudad y tan presente en el mundo
rural, lo refleja Chani en su literatura a través de los rituales de
nacimiento y defunción. Y otra de sus singularidades es la
constante presencia de animales en sus obras, pues sólo quien ha tenido
perros, los ha visto morir y enterrado con sus propias manos, sabe el
hondo significado de las palabras fidelidad y cariño.
"La visión campestre de Chani está en las antípodas de los animalistas, cuya utopía es un Neolítico con wifi"
A lo largo de la historia hay tres concepciones de cosmopolitismo que
me interesan: el del imperio de Alejandro Magno, el de Roma y, por
último, el de Europa fraguado en el medievo. Conforme pasa el tiempo más
risión y desdén me producen el paletismo tribal y la cerrazón mental, y
al igual que en la Edad Media y Moderna existían los hermosos conceptos
de las Andalucías o las Españas para expresar la diversidad dentro de
un sentimiento común, Chani, con naturalidad, concilia el sentimiento de
pertenencia a la patria chica y a la patria grande a través de un juego
de muñecas rusas en el que caben su amor al terruño (la celiana
Alcarria, su Guadalajara), un madrileñismo fetén, un españolismo hacia
atrás y hacia delante y la querencia por lo hispanoamericano. Porque
para él, América no es sino la España replicada.
Pues bien, todo esto está en su magnífico libro Cabeza de Vaca,
cuya portada, salida de los pinceles de Augusto Ferrer-Dalmau —otro
amigo—, es una genialidad a la que nos tiene acostumbrados el pintor
español de mayor trascendencia internacional en estos momentos. Esta novela es Chani en estado puro:
una historia cervantina de viajes, amistades, guerras, sentido del
humor, resonantes victorias, clamorosas derrotas, traiciones, lealtades y
la redención a través del sacrificio y la espera.
Cabeza de Vaca es la historia de un conquistador jerezano de
la época de Carlos V que se fogueó en los tercios de Italia y en la
guerra de los Comuneros y que, durante varios años, recorrió la costa
sur de Norteamérica en pos de un sueño trocado en pesadilla, pues
soportó más penalidades juntas que Robinson Crusoe en su isla y
Cervantes en su cautiverio de Argel. Entre los personajes novelescos
destaco a Trifón, un viejo marinero de las Alcarrias que hará buenas
migas con Álvar Núñez Cabeza de Vaca, le contará sucesos y anécdotas de
Colón y de sus hijos y de otros conquistadores y, llegado un punto, se
cansará de aventuras y se retirará, emparejado con una mujer que lo
cuide y consuele de tantas fatigas.
"El alcarreño que se curtió en periodismo en el diario Pueblo yuxtapone los mapas de España, de Europa y de América del siglo XVI a los actuales y los coteja con los mapas de su memoria"
Chani es un contador de historias junto al fuego, un recitador del
romancero castellano, un disfrutón de las fiestas populares, un cazador
que mete en su macuto diccionarios, experiencias, libros, paisajes y
viajes. Él no concibe su novelística desde la óptica de atalaya
de la plana mayor, sino al ras de suelo de la infantería, de los pisa
hormigas, de los mochileros. En el gremio de novelistas
españoles hay tres mosqueteros muy viajados que han trasladado su
geografía vivida a su geografía literaria: Juan Eslava Galán, Arturo
Pérez-Reverte y Chani. Y el alcarreño que se curtió en periodismo en el
diario Pueblo yuxtapone los mapas de España, de Europa y de
América del siglo XVI a los actuales y los coteja con los mapas de su
memoria, porque él se pateó la inabarcable geografía americana del
protagonista de esta novela. Así, se produce una ósmosis entre el
conquistador andaluz y el periodista y escritor, de manera que las
sensaciones, emociones y pensamientos de Cabeza de Vaca, o bien Chani
los entiende perfectamente o bien los vivió durante su odisea americana
junto a Miguel de la Quadra Salcedo, aquel titán al que de pequeño yo
veía en la tele luchar a brazo partido contra una anaconda en el
Amazonas, como un Laocoonte, pero vencedor.
Algo de premonitorio había en esta novela cuando Chani, uniformado
como un guardia imperial de Felipe II, hizo en 2008 un cameo en la
película La conjura de El Escorial. Salió en pantalla con un
morrión como el que llevaban los españoles que se lanzaban a la aventura
de las Indias. Y como el que pinta Ferrer-Dalmau en la portada del libro.
"El
escritor deja la escotilla abierta para una continuación de la novela:
el siguiente viaje de Cabeza de Vaca a América, cuando descubre las
cataratas de Iguazú"
La segunda parte de la novela es la más trágica y antropológica:
Cabeza de Vaca, humillado y desamparado, se ve obligado a aclimatarse
con los diferentes pueblos indios con los que contacta, y en este
proceso de inculturación, el protagonista se convierte en un chamán, un
superviviente que cura a base de potingues, rezos en latín y señales de
la cruz, pero que también practica cirugías que me recordaron algunas
escenas de Master and Commander por su crudeza y verosimilitud. Esta
parte tiene un soberbio y sostenido pulso narrativo que llega a su
clímax cuando el jerezano vuelve a contactar con españoles tras casi una
década de desventuras. A partir de entonces, decidirá regresar
a España, pero su vuelta, como está mandado en esta tragedia homérica,
será otro rosario de aventuras. Y cómo no, el escritor deja la escotilla
abierta para una continuación de la novela: el siguiente viaje de
Cabeza de Vaca a América, cuando descubre las cataratas de Iguazú.
Hace unos años, asistí en el Teatro Auditorio San Lorenzo de El Escorial a la interpretación de la Sinfonía del Nuevo Mundo,
de Antonín Dvořák. Esta obra sinfónica, compuesta por el músico checo
durante una larga estancia en Estados Unidos, podría ser la banda sonora
de la novela. Empecé canturreando un tango de Gardel y termino de la
misma manera. Veinte años. Lo que son las cosas, este mes de julio,
Chani dirigirá un curso de verano en El Escorial sobre novela histórica en
el que, esta vez, no iré como alumno, sino como conferenciante.
Volveremos a encontrarnos allí, en el monasterio de Felipe II, el
escenario donde él participó en una película y yo situé el comienzo de
mi primera novela.
Y es que la vida, como el cine y la literatura, tiene segundas partes
que son buenas. Sobre todo cuando el guión lo escribe la amistad.
TITULO:
DIAS DE TOROS - Censura, minoría y libertad,.
Censura, minoría y libertad,.
«¿Por qué la Fiesta de los toros es un
patrimonio y una cultura viva? Cuando uno lee el texto de la Convención
de la Unesco de 2003 para la salvaguarda del «patrimonio cultural
inmaterial», queda impresionado. Los cinco criterios enunciados en su
artículo 2 para definir ese patrimonio se aplican a la Fiesta de los
toros. Esto es una evidencia científica, que no puede ser rebatida como
tal»,.
foto / Hacia el caos,.
Asombra a uno, que ha sido estudiante en el París del 68, sobre el lema prohibido prohibir, esta situación inaudita: un ministro de Cultura decide 'motu proprio' censurar una cultura como la de los toros,
vigente en tres países europeos y cinco hispanoamericanos, declarada,.
TITULO:
Retratos con alma - Expertos retratos - A las cinco de la tarde ,.
La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.
Lunes - 19 - Agosto - a las 22:40 horas en La 1 / fotos,.
Expertos retratos - A las cinco de la tarde,.
El marco, Sevilla
Es noviembre también en Sevilla, aunque en esta ciudad el frío se
templa con un cielo velazqueño bajo el que ya cuelgan las inevitables
luces de Navidad. Cuando cae la tarde estrecha del invierno, las calles
se espesan con el humo de las castañas asadas y el bullicio de las
compras cede paso al tapeo, que es una alternativa de calor en las
terrazas atiborradas.
A los pies del rey San Fernando en la Plaza Nueva, la Feria del Libro
Antiguo expone su valiosa mercancía, muy cerca de la sede de la
Fundación Cajasol, donde ha tenido lugar la V edición de Letras en
Sevilla, cuyo tema, como en otras ocasiones, aspiraba a no dejar
indiferente a nadie: Toros sí, toros no: ¿Cultura, tradición o barbarie?
"Enfrentar a taurinos y antitaurinos en Sevilla no era, en principio, tarea fácil"
La propuesta, inevitablemente polémica, no pretendía en ningún caso
enjuiciar voluntades ni catalogar gustos, ni mucho menos ofrecer
respuestas. Procurando el conocimiento y apelando a la razón,
los expertos que han pasado por el patio de la Fundación exponían sus
razones técnicas, jurídicas, literarias o filosóficas con ecuanimidad y
lucidez sobre un suelo de albero traído de la Maestranza y ante un
público presente que, elevando el respeto a un nivel que ellos mismos se
habían impuesto, se reveló atento, expectante y leal al compromiso de
escuchar con atención y preguntar con curiosidad. El propio Arturo
Pérez-Reverte, que junto con Jesús Vigorra coordina estas jornadas,
felicitó a los presentes por aquella admirable actitud.
Rosa Montero
Rubén Amón
Porque todos sabíamos que enfrentar a taurinos y antitaurinos en
Sevilla no era, en principio, tarea fácil. En esta ciudad donde la plaza
de toros de la Maestranza es una catedral, el toreo una liturgia, los
toros son los tataranietos legítimos de Gerión, y los toreros, además de
esculturas, refranes, literatura y hagiográficos retratos, dan nombre a
las calles de la centenaria ciudad de casetas que se levanta al otro
lado de la portada de la Feria de Abril una vez al año, es evidente que,
con toda esa carga, resultara especialmente difícil la
ecuanimidad del aficionado taurino, que en Sevilla lo es de muchas
maneras: por tradición familiar, por respeto a la memoria, por
sevillanismo estético y conceptual, por amor al arte. Pero,
ante el respetuoso público que llenaba hasta la bandera un patio de la
Fundación Cajasol engalanado de albero y almagre, el capitán Reverte,
por fortuna, no tuvo que requerir la espada; caló el chapeo, miró al soslayo, fuese y no hubo nada.
Primera jornada, de grana y oro
Precisamente de eso se trataba: de exponer, durante dos días, un
diálogo entre la voz alzada y el silencio reflexivo, y verdaderamente la
inauguración no pudo tener mejores representantes: el periodista y
escritor Rubén Amón y la novelista Rosa Montero.
"No eran las cinco de la tarde, pero la media luna del patio de la Fundación Cajasol aplaudía como si lo fuera"
No eran las cinco de la tarde, pero la media luna del patio de la
Fundación Cajasol aplaudía como si lo fuera, entusiasmada, al finalizar
la intervención de Rubén Amón que, vestido de oscuro, señoreó un
monólogo erudito, tranquilo y retador, abanicando un capote de
aforismos: “El escándalo está consolidado en nuestra sociedad”. “No voy a
pedir perdón por ser aficionado”. “Esta sociedad infantilizada es
incapaz de asumir la trascendencia, y la tauromaquia, en su esencia de
vida y muerte, muestra todo aquello que la sociedad no quiere ver”. Tótem del toro y tabú de la muerte presentados en un coso singular de ideas casi freudianas
por el que el periodista se paseó con naturalidad ofreciendo como
sacrificio supremo el desprecio legítimo al término manoseado de cultura.
Al final, el insistente aplauso del público le obligó a un bis, como en
la ópera: “Modernistas, ya que no matáis toros, sed artistas”.
Espido Freire
Rafael de Paula y Antonio Lucas
La novelista Rosa Montero subía al escenario armada de argumentos
incuestionables, estadísticas de muerte, estudios médicos o cifras de
dinero público que mantienen lo que hoy es ya injustificable, pero nada
de toda aquella verdad fue tan verdad como el relato con el se ganó el
silencio emocionado del público: “Yo soy hija de un popular banderillero
de la posguerra, Pascual Montero, que me enseñó a amar a los animales”.
Los recuerdos de aquella niña que veía desaparecer, tras la puerta del
cuarto de baño de los abuelos (ellos no tenían aseo en casa) a un hombre
vestido de padre y aparecer a un torero, mientras el Citroën que lo
llevaba a la plaza de toros se alejaba, un poco antes de las cinco de la
tarde, y ella se quedaba allí agazapada en aquel gineceo orante entre
mujeres de luto, preguntándose cosas que solo la mujer en la que luego
se convirtió supo responderle: “El toro no es un depredador, se abalanza
sobre el torero aterrorizado de miedo y de angustia”. “He ido a muchas
corridas hasta que crecí, no en edad, sino en conciencia, por encima de
todo eso”. “De aquí a treinta años, la fiesta taurina se habrá
extinguido por muerte natural”, concluía, serena.
"Con una toalla blanca de hotel al cuello, Rafael de Paula se secaba el sudor, como un boxeador noqueado de lucidez"
Por la tarde, el encuentro entre los escritores Antonio Lucas y Edu Galán
se materializó en el manejo de los difíciles conceptos de belleza y
arte, que el poeta Lucas transformó en una defensa estética del toreo,
opuesto al argumento de las cifras, más que elocuentes, en las que se
posicionaba Edu Galán. Ciertamente no hubo debate, sino exposición de
los hechos, aunque un comentario de Edu Galán acerca de la Semana Santa,
expuesto “por polemizar”, encendió las redes sociales.
El broche de oro de la primera jornada lo puso el maestro Rafael de Paula,
el último de los toreros aclamado por los intelectuales. Su presencia
en silla de ruedas, con una toalla blanca de hotel al cuello con la que
se secaba el sudor, como un boxeador noqueado de lucidez, y acompañado
por Antonio Lucas, precedió un monólogo ensimismado en el que el matador
viajó errabundo desde la Florencia del Renacimiento a los vestidos (que
no trajes) de los toreros; desde sus rodillas de trapo a “los ojos
transparentes del toro cuando te mira”; desde “el canto de los ángeles
que se oye cuando un pitón te roza la femoral”, a la grandeza de
Belmonte, El Gallo u Ortega y Gasset.
Arturo Pérez-Reverte y Espartaco
Espartaco
Arturo Pérez-Reverte resumía con brillantez aquel
viaje surrealista: “Oír hablar a Rafael de Paula es como verlo torear:
tensión, tensión, tensión, y de repente… la magia”.
Segunda jornada, en corto y por derecho
La razón y el derecho fueron los argumentos académicos esgrimidos durante esta jornada, que enfrentó por la mañana a Juan Ignacio Codina, periodista y doctor en Historia, cuya tesis versa sobre el pensamiento antitaurino desde la Ilustración a nuestros días, y a Beatriz Badorrey,
profesora de la UNED y autora de un documentado estudio sobre la
historia de la tauromaquia y los toros en el contexto del derecho y la
sociedad. Por la tarde, Nuria Menéndez de Llano abogada
y directora del Observatorio de Justicia y Defensa Animal, desde donde
ha liderado la promoción de una propuesta de ley para que los animales
pasen a ser reconocidos como seres sintientes en la legislación
española, se sentaba frente a Joaquín Moeckel, abogado
de la Maestranza de Sevilla, así como de algunos toreros, que habló de
la actual realidad del toreo como “un arte para minorías y que, por
tanto, también tiene derecho legítimo a la protección”.
"Espido Freire hizo honor al título de su charla: La elegancia de no ser taurina"
El punto de inflexión entre los razonamientos encontrados e incluso
un tanto acalorados de los profesionales en los campos jurídico, moral e
histórico, fue la serena y bella intervención de Espido Freire.
Ciertamente, la novelista hizo honor al título de su charla, “La
elegancia de no ser taurina”, pues con la fría dulzura de la narradora
profesional que es, engarzó las instantáneas del miedo infantil frente a
un toro que anda suelto por las calles con la conmoción poética de una
muchacha soñadora ocasionada por la muerte de aquel torero destrozado
por el asta del animal al que la vida se le fue yendo frente a las
cámaras de televisión, en directo, grabando sus hermosos ojos azules de
moribundo y sus palabras de hombre valiente en la memoria colectiva de
medio mundo. Espido Freire terminaba, sin abandonar su elegante dureza,
con una frase absoluta: “No es admisible un espectáculo que requiera el
sufrimiento de un ser vivo».
Pérez-Reverte y Espartaco, treinta años después
“Los toreros creen en Dios” fue el título elegido por Pérez-Reverte cuando hace algo más de 30 años escribió un reportaje para XL Semanal sobre el torero Antonio Ruiz, Espartaco.
Durante varios días, el escritor acompañó al maestro en viajes,
hoteles, ventas de carretera y plazas de toros, y en ese tiempo la
audacia del reportero de guerra, acostumbrado a la tensión y al peligro y
adiestrado en reconocer a los hombres valientes, se mezcló de manera
singular con la mirada del novelista que ya era, dando como resultado un
texto más literario que periodístico, donde el arte del toreo o la
valentía del torero trascendían hacia algo singular explicado a través
de los ojos de un torero; una manera especial, sincrética, de mirar el
mundo; a la vez elemental, de guerrero antiguo manchado de sangre, y
elevada, como de anciano filósofo que comprende la vida porque ha
aceptado con naturalidad las múltiples opciones de la muerte.
"Invocando en esa mágica noche sevillana, la presencia inmortal de Chaves Nogales y Juan Belmonte"
Sentados frente a frente, periodista y torero, esenciales en ser lo
que siempre fueron, charlan ante a un público que tras la ovación ha
enmudecido, atento al veterano escritor que indaga en su propio
asombro y a un torero retirado que todavía habla del toro como si se
mirase en un espejo: “El toro muere para que su familia, su
madre, su abuela, sus hermanos, continúen libres y a salvo en la dehesa;
acepta el sacrificio de la plaza a cambio de la continuidad de su
estirpe”.
Ellos no podían saberlo, pero las palabras de aquella conversación
interrumpida hace treinta años, trazaban cruces en la arena de un coso
invisible invocando en esa mágica noche sevillana, la presencia inmortal
de Chaves Nogales y Juan Belmonte.
Emilio Buale
Lecturas y ausencias
Como fin de fiesta, leían el actor Emilio Buale y Jesús Vigorra, una selección de textos literarios a favor y en contra de los toros, seleccionados y ordenados por Carmen Camacho.
A esta espectadora le faltó durante las jornadas, el calor inteligente del gran periodista Chapu Apaolaza, así como la mirada lúcida de la periodista y escritora Karina Sainz Borgo; y por entre los textos olvidados, estos versos llameantes de Miguel Hernández:
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo
y dejas mi deseo en una espada.