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DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Hay vida más allá del escaño,.
DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES
- JUEVES - VIERNES -Hay vida más allá del escaño ,. fotos,.
Hay vida más allá del escaño,.
Los políticos tienen aficiones que se toman en serio, por eso hay desde diputados que van a campeonatos nacionales a alcaldes que cantan,.
No es el único político de primera línea que además de los problemas de los ciudadanos tiene en su cabeza aficiones a las que dedica mucho tiempo. Como dice el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, «yo llevo en este cargo cinco años, pero vida social la tengo hace mucho tiempo y trato de mantenerla». Pero apenas se sabe fuera de su ciudad, por ejemplo, que él compite no solo en los carnavales de Mérida sino también en el de Cádiz. O que el teniente alcalde de Plasencia, David Dóniga, participa en campeonatos nacionales de dardos. O que Andrés Rodríguez, alcalde de Pescueza, toca el acordeón; el de Plasencia, Fernando Pizarro, dirige coros; o que el de Coria, José Manuel García Ballestero, es otro gran fotógrafo.
El diputado de Unidas por Extremadura, Joaquín Macías, que es coordinador regional de Izquierda Unida, es ajedrecista. Se aficionó cuando era pequeño tras organizarse en la Biblioteca de Almendralejo un campeonato infantil. Desde 1985, dice, Macías renueva cada año su licencia federativa. Pertenece al Club Ajedrez Almendralejo, con el que aún compite. «Parece que es solo un juego, pero el ajedrez te sirve para muchas cosas en la vida. Te ordena el pensamiento, aprendes a ponerte en la piel del otro, a establecer prioridades o a diferenciar entre táctica y estrategia. En los colegios debería ser una asignatura optativa. Además, a los niños con problemas de atención que se alteran con facilidad les sirve para concentrarse».
Una manera de evadirse
El teniente alcalde de Plasencia, David Dóniga, también concejal de Interior y Fomento, es informático de profesión y entró en política en 2011. Pero desde el año 2014 su cabeza también la tiene en el 501 y el cricket, los dos juegos de dardos en los que compite. «Empecé con un grupo de amigos que llevaban más tiempo porque en Plasencia hay una liga local con tres divisiones y según la media que tengas estás en una u otra», dice.Este político del PP está ya en la de oro y la sede de su equipo está en el bar El Parking. Cada bar hace de sede y tiene su equipo. Hay una liga de invierno y otra de verano y los mejores van cada año, normalmente a principios de noviembre, al campeonato de España que tiene lugar en Benidorm. David Dóniga apenas lleva cinco años jugando a los dardos y ya ha ido dos veces. «Es un juego de mucha precisión y concentración y hay que entrenar regularmente. A mí me sirve de evasión y es una manera de juntarse con los amigos», dice.
Macías (IU) es ajedrecista, Pizarro (PP) dirige coros y Osuna (PSOE) compite en el carnaval de Cádiz
De la misma opinión es el alcalde de
Mérida, el socialista Antonio Rodríguez Osuna, que utiliza el baloncesto
como evasión. Es ala-pívot de los que se mueve cerca del aro. Llegó a
militar en el ya desaparecido Lusitania y, aunque ya no está federado,
juega todos los fines de semana con baloncestistas en plena forma que
están compitiendo.Pero más llamativa es su faceta carnavalera, en la que permanece en activo concursando cada año. Primero estuvo en una chirigota y recientemente se ha pasado a la modalidad de coro, la cual es nueva en el certamen emeritense. Según explica, en la chirigota fue autor de música y letra. En el caso del coro es coautor de letra junto con otra persona.
Una política que no es raro verla dibujando es Marta Pérez Guillén, que ha debutado como diputada esta legislatura, en su caso por Ciudadanos. Según explica, «desde pequeña me encanta la pintura. Con ocho o nueve años gané algún concurso de pintura de los que la Junta promovía por los colegios. Los profesores veían que tenía cualidades y animaron a mis padres a que me apuntaran a clases de arte. Primero comencé con láminas y las técnicas de carboncillo, sanguina, pastel. Luego ya pasé al pincel con los acrílicos. Cuando comencé la carrera lo dejé, aunque de vez en cuando dibujo. No en un lienzo, pero si tengo un boli y un papel es raro no verme dibujando en cualquier folio, libreta o libro», explica esta diputada que llegó a participar en una exposición colectiva en el Centro Cultural Alcazaba de Mérida y que además escribe relatos y microcuentos.
Un as del 'wikiloc'
En general, muchos tienen aficiones deportivas. Las carreras populares, la bicicleta o el senderismo son deportes que los políticos practican regularmente y así lo hacen saber en sus perfiles de redes sociales. Pero hay uno de ellos, Teófilo Amores, concejal cacereño que abandonó Vox y ejerce la política como no adscrito, que en esto de andar lo hace a otro nivel. A sus 69 años, en mayo tiene previsto circunvalar caminando la isla de Menorca, una actividad que se hace en 20 etapas y en la que pretende emplear seis días.Para conseguir rutas en el móvil o el gps existe la herramienta informática 'wikiloc', que ya contiene más de 13 millones de itinerarios repartidos por el mundo con más de cinco millones de usuarios que los aportan. Según sus contribuciones son valorados por el resto de senderistas y el edil cacereño está en la posición 110 con el seudónimo Dalitf.
Ha subido, dice, 217, la mayoría extremeñas, pero también del Pirineo. Por supuesto, el Camino de Santiago lo ha realizado en sus múltiples variedades, además de haber subido a pie a 170 de los 230 volcanes que tiene Lanzarote, actividades que va colgando en su blog -Enfilando-, donde también muestra su afición a la fotografía, tanto suyas como de otras personas que ha ordenado en interesantes colecciones con imágenes del pasado.
TITULO: MasterChef 7 - MasterChef Celebrity 4 . Martes -17- Diciembre ,.
El martes -17-Diciembre las 22:35 por La 1, foto,.
Pepe Rodríguez: «Perdamos el miedo a decir que somos creyentes»
El chef con una estrella Michelin y jurado del programa Masterchef habla de su fe con naturalidad y sin tapujos
Pepe Rodríguez,
reconocido chef con una estrella Michelín, nos abre las puertas de su
restaurante, El Bohío, poco después de la
final de MasterChef,
programa estrella de TVE en el que es jurado. Asiduo al santuario de la
Virgen de la Caridad, una costumbre que mantiene desde niño, habla sin
tapujos para Alfa y Omega de la fama, de su familia y de la fe.
¿Quién es Pepe Rodríguez?
Es
un hombre que nació en Madrid el 13 de marzo de 1968, aunque toda su
familia era de Illescas y se vino de muy niño aquí. Me he criado en un
ambiente hostelero. En resumen, soy una persona normal que ha trabajado
en aquello que sus padres le dejaron, el restaurante El Bohío, que data
de antes de la guerra civil. Que fue un chico feliz, que se crió como
cualquier otro niño de los años 80, jugando en la calle a las bolas, a
la peonza… Uno más.
¿Y quién es para usted la Virgen de la Caridad? Es habitual verle en su santuario.
Para
mí ella es muy importante. Llevo a la Virgen de la Caridad en el
corazón. Justo ahora vengo de hacerle una visita y estaba pensando que,
lamentablemente, no se la pudo ver en la final de MasterChef. También me
acordaba de la suerte que he tenido de disfrutar del santuario y de su
presencia. Recordé cada mes de mayo, cuando nos sacaban del colegio y
las hermanas mercedarias nos traían a cantar a la Virgen y a rezarle.
Aquellos momentos eran tan bonitos, todos reunidos en torno a la Madre.
Recuerdo cómo nos teníamos que inventar la frase que decíamos a la
Virgen, frases que todavía llevo hoy en mi corazón.
¿Cómo vive su fe en medio del mundo de la televisión y la fama?
Pues
con normalidad. La fe no está reñida ni con la televisión ni con la
fama; tampoco está reñida con ser arquitecto o médico. La fe se tiene o
no se tiene, se vive o no se vive, se lleva o no se lleva. No sé si soy
un hombre capacitado para dar ninguna norma, pero a mí no me estorba
para nada en mi trabajo. Intento que la gente que está a mi alrededor
entienda que soy un hombre de fe, pero tampoco lo voy pregonando ni creo
que sea necesario. Cuando toca y surge lo digo con naturalidad para que
todo se normalice y no parezca algo extraordinario.
¿Qué es para usted la parroquia?
Soy
un hombre que vive en la parroquia, que va a la iglesia de su pueblo y
participa en ella. No sé si participo todo lo que debería, pero sí
intento que mi familia, mis hijos y mi mujer la vivamos desde dentro.
Pero no es nada fácil enseñar a los hijos que vayan a la iglesia. En mi
casa mi madre sí iba a Misa, mi padre no. Y quiero que mis hijos vean
que yo voy a Misa, aunque ellos son a veces los que no quieren, por la
edad y por diversos motivos. El mejor ejemplo que les puedo dar es que
vean que yo voy con normalidad y naturalidad.
¿Qué ingredientes debe tener la relación de una persona con Dios?
La
mía es muy profunda, pero hacer de eso una receta… ya es difícil. Yo me
pregunto: ¿por qué he tenido la suerte de conocer a Dios? ¿Por qué he
tenido la suerte de sentirlo cerca y otros no lo sienten? No dependerá
de mí; ha sido algo que me ha venido dado. ¿Cómo dar los ingredientes?
Primero, es importante haber conocido a Dios. Y luego, darte cuenta de
que tienes que cultivar esa relación día a día y que te debe exigir más.
Como soy una persona que fallo tanto, no soy ningún ejemplo que seguir
para nadie, pero sí sé que, aunque caiga, me puedo levantar y que Dios
siempre me perdona.
Ha hecho los Cursillos de Cristiandad. ¿Fue algo determinante?
Sí,
hubo un antes y un después del cursillo. Desde niño había ido a Misa
porque mi madre me obligaba. Iba y seguro que iba feliz. Aparecí en un
cursillo y no sabía muy bien para qué. De hecho, me llevé un balón de
baloncesto, pensando que iba a ser algo así como un campamento de
verano. Y me encontré con Dios. Tres días sin parar de rezar y sin parar
de hablar con Dios, de preguntarle qué quiere de mí. Aquello me cambió,
me ayudó a sentirme más cerca de Él. Dios me dijo: «Quiero que te
enteres».
¿Se acuerda de sus catequistas?
Sí.
Quiero resaltar la labor de un catequista que deja su domingo, que da
su tiempo libre, que quita tiempo a su familia por dar la catequesis a
los niños. Esto sí me parece algo único. Estamos ahora resaltando un
programa de televisión, pero eso no tiene ningún valor comparado con lo
que hace un catequista.
¿Qué es para usted la familia?
Es
un pilar fundamental. Los que no han encontrado una familia seguro que
viven también felices, pero yo tengo tres hijos y no encuentro nada tan
grande como ellos. Nada hay más grande que mi familia.
¿Cómo conjuga la vida familiar con la televisión y el restaurante?
Seguramente
lo conjugo mal, pero no sé hacerlo de otra manera. Aunque gano otras
cosas, me pierdo mucho de vivencias muy importantes de mi familia y de
mis hijos. Eso sí, el momento en que estoy con mi familia es único y lo
vivo con mucha intensidad. No sé si lo adecuado es pasar un día entero
con la familia, si basta solo con las tardes, si hay que ponerse unos
horarios para estar con ellos… Yo sobre todo intento que ese tiempo con
ellos sea de calidad.
¿Qué valores inculca a sus hijos?
Los
que yo tengo, que no sé si son los mejores. A mi hija mayor le insisto
para que vaya a Misa los domingos, pero ella no quiere. Me dice: «Papá,
que estoy muy liada; papá, que no tengo tiempo, tengo que estudiar…, ¿y
cómo voy a perder una hora?». Pues yo voy y doy ejemplo. Y, a veces,
cuando me pregunta, le respondo: «¿No te das cuenta de que yo trabajo
todos los días de la semana pero encuentro ese momento para ir; lo busco
porque lo quiero, porque lo necesito?». Quiero que se dé cuenta de que
ir a Misa es lo mejor que va a hacer en su vida. Si saca un siete o un
nueve es secundario, pero entiendo que mi ejemplo le puede llegar. Soy
lo que soy porque he visto muchos ejemplos en mis padres. A lo mejor
quiere volver a ir mañana o dentro de 18 domingos, pero llevarla
obligada no es la mejor fórmula.
Si se pregunta a vecinos de Illescas, muchos se acuerdan de cuando ayudaba usted a los toxicómanos.
Fue
un momento muy bonito, justo después de hacer cursillos. Todos los
cursillistas que conocía hacían algo en aquel momento, y yo nada. Me
sentía acomplejado. Me llamaba la atención cuando por la noche tomaba
algo con los amigos y veía a un señor en Illescas que se acercaba a los
drogadictos y tomaba algo con ellos. Íbamos diciendo: «Mira este, que me
robó el radiocasete ayer; mira aquel…». Me di cuenta de lo fácil que es
criticarlos y de lo difícil que es hacer como aquel hombre que los
ayudaba, don José Soriano. Me estaba dando un ejemplo. Un día por la
calle me lo crucé de frente –yo nunca había hablado con él– y le ofrecí
mi ayuda.
¿Y qué le contestó?
«Mañana
nos vemos, te espero en casa. Empezamos una labor de entrega por los
demás…». La cuestión es ayudar al que nos necesita, ya sea da porque no
tiene que comer, porque ha venido en una patera… En este caso, se
trataba de ayudar al prójimo en una época difícil en la que la droga no
se entendía. Esa labor de cuerpo a cuerpo, de buscar recursos, de
llevarlos a casa, 24 horas al día… Fue la época más emocionante de mi
vida. Estar con los más necesitados te aterriza. Necesitamos contacto
con la realidad porque si no perdemos la esencia del ser humano.
Cualquiera puede acabar en la droga. Es una pandemia que está ahí, y si
no somos sensibles y no lo hacemos algo por los demás, es que no hemos
entendido nada de la vida.
Es usted empresario. ¿Cuál es su compromiso en la empresa como cristiano?
Intento
ser el mejor empresario posible, pero también es difícil ser el mejor
cocinero posible, el mejor maestro posible… Intento llevar a la empresa
lo que tengo en el corazón, lo que se me ha dado. Con mis defectos, pero
intento tratar a la gente que trabaja conmigo como me gustaría que me
tratasen a mí si la empresa fuera de ellos. Al final, soy el
administrador y ya está. Lo reflexiono muchas veces, porque es muy
difícil mandar con criterio, con sentido, con pulso, con talante, sin
superioridad… Mando porque tengo esa responsabilidad no porque lleve una
insignia de jefe. Intento aplicar el Evangelio a la empresa y en el
trato con la gente que trabaja para mí. Intento también dar ejemplo,
llegar el primero, con el compañerismo…
¿Y su colaboración con Cáritas?
La
labor de Cáritas es impagable, extraordinaria, solo puedo hablar bien.
Me siento parte de Cáritas. Sobre la colaboración, ¡cómo no vas a ayudar
a quien te pide ayuda! Si me piden ayuda ahí estoy. Ahora que uno es
muy reconocido te llaman de mil asociaciones para que seas su imagen.
Bueno, está bien ayudar de esa forma, pero esa disponibilidad hay que
tenerla siempre y con todo el mundo. No ahora porque soy reconocido.
Tampoco me parece bien que, porque seas famoso, se presuponga que lo que
tú digas es lo mejor. No me parece esa la mejor manera de predicar. No
me gusta que se me invite ahora que soy reconocido cuando se podría
haber hecho antes y lo necesitaba tanto o más. La relación que yo tengo
con Dios está por encima de la tele o de la cocina. La ayuda la necesito
y la puedo prestar siempre. ¿Solo por mi imagen? No valoro más el
testimonio de un famoso creyente que el de un fontanero, un taxista… A
mí me interesa el pueblo llano. La gente sencilla y normal.
A los cristianos de a pie nos da miedo decir «yo soy creyente».
A
mí también me da miedo. Lo he dicho en ámbitos, más pequeños… Para mí
es igual de importante lo que tú me estás contando como lo que yo
cuento, para mí tiene el mismo valor; No necesito que seas famosa para
que me des ejemplo, ya me lo has dado. Necesitamos sensibilizar a la
sociedad. Perdamos todos el miedo a decir que somos creyentes.
¿Cómo ve hoy la labor de la Iglesia?
Como
todo, ha evolucionado. La cocina se está actualizando porque es un
lenguaje vivo que se transforma. La Iglesia se tiene que renovar, se
está renovando continuamente; lleva 2.000 años en constante renovación. Y
se tendrá que renovar aún más, y lo que antes eran extraordinario se
normalizará. No hay que tenerle miedo al futuro. Antes había un
cristianismo con muchas obligaciones. Y ojalá la Iglesia fuese más pobre
todavía; la Iglesia nació pobre, deberíamos ser más pobres para
quererla más. Las palabras de don José Rivera [conocido sacerdote de
Toledo] no se me olvidarán en la vida, cuando decía: «Ojalá la Iglesia
se hubiera dedicado a hacer iglesias más pequeñas y más feas; hoy las
tendríamos más feas, pero más llenas». En esas tenemos que seguir.
TITULO: Donde comen dos -Nuevo éxito del bocadillo gigante de patatera de los comerciantes de la calle Moret ,.
Viernes -20- Diciembre 23:15 por La 1, fotos .
Nuevo éxito del bocadillo gigante de patatera de los comerciantes de la calle Moret
La Asociación 'Moret se mueve' lleva desde el año 2013 haciendo una vez al año, normalmente en noviembre, un bocadillo gigante de patatera, vende el bocadillo en porciones y el dinero se lo dan a una ONG. Si otros años los beneficios fueron para El Banco de Alimentos de Cáceres, la Asociación Down, Cruz Roja o la Asociación de la Cruz Blanca, este año los beneficios han ido a la Divertea, asociación que ayuda a personas con autismo.
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