lunes, 4 de mayo de 2020

Documaster - Gore ilustrado, para los amantes del humor negro,. / LUNES -4- Mayo - EN EL PUNTO DE MIRA - ¿Qué sonidos nos ha descubierto el confinamiento?. / LUNES -4- Mayo - Madridistas por el mundo - Muere Eduardo Casabella, histórico trabajador del Madrid ,. / JUEVES -7- Mayo - Asensio pisa el acelerador , protagonista de 'Campo de estrellas' Realmadrid TV,.

TITULO: Documaster - Gore ilustrado, para los amantes del humor negro,.

Gore ilustrado, para los amantes del humor negro,. 


El novelista ucraniano Andrei Kurkov relata en 'El jardinero de Ochákov' cómo era la vida en la Unión Soviética en los años posteriores a la muerte de Stalin,.


Una familia obligada a emigrar de su aldea ucraniana en los años más feroces del comunismo soviético. :: r. c./foto / Para poder sentarse a escribir, el autor ucraniano Andrei Kurkov se tiene que poner alguna música clásica que lo entristezca un poco. Le sirve Mahler. Estudió 10 años de piano, recordaba en su visita a Bilbao para participar en el festival JA!, así que sabe el efecto que Mahler tiene sobre él. Justo el necesario para dejar de ser por un rato esa persona «feliz» que es, dejar de hacer otras cosas y dedicarse seriamente a escribir. Lo que no significa, para nada, que el resultado del trabajo sea una cosa seria, triste, dramática. Al contrario. Si por algo es conocido este autor que vive desde niño en Ucrania y que es uno de los escritores ucranianos conocidos a nivel internacional -aunque nació en San Petersburgo y escribe sobre todo en ruso- es por su sentido del humor. Por la ironía, la sátira y el humor muy, muy negro. El que, asegura, era «muy» necesario en los viejos tiempos soviéticos para sobrevivir a la vida de diario. Dice ahora que es como si los soviéticos, sobre todo los que consiguieron estudiar y desarrollar algún tipo de carrera profesional, hubieran llevado dos vidas: la de fuera de casa, que podía ser un drama, y la de dentro, la de la cocina llena de amigos haciendo bromas para combatir la realidad.
Kurkov algo sabe. Nació en 1961 en lo que era y sigue siendo territorio ruso, a los dos años la familia se trasladó a Ucrania, de donde era una rama familiar; digamos que la KGB le invitó a entrar en el Ejército como traductor de japonés, pero encontró maneras mejores de desempeñarse. Lo cuenta riéndose; para cualquier occidental esto es de película, y lo que sigue directamente es de comedia. Resulta que trabajó en una cárcel en Odesa, donde empezó a escribir libros para niños. Vive en Kiev desde hace mucho y allí ha visto a la gente temblar por el desastre de Chernóbil, aunque ahora también le saca chispas porque «los animales son muy felices, tienen para ellos todas esa tierra y se han reproducido muchísimo»; menos graciosa sigue siendo la caída del bloque comunista, que para los ucranianos llevó a una década de los noventa con unos índices de pobreza y criminalidad muy altos, recuerda.
«Un millón viven ahora en Polonia, sustituyendo al millón de polacos que hay en Reino Unido», vuelve a sonreír. «Solo espero que no venga un millón de otro lado a ocupar ese sitio», se desata, porque no está la cosa como para tirar cohetes. Su gente aún busca, dice, «una sociedad estable», pero lo que no entienden es que tan estable es Alemania como Corea del Norte. Que la estabilidad es, parafraseando a Tolstói y aquello de que cada familia infeliz lo es a su manera, de una forma aquí y de otra allá. «La sociedad soviética era estable también». En resumen, que «la estabilidad tiene un precio» y que en cada país se paga de manera distinta.
«Es curioso cómo funciona la literatura con el pasado: todo puede parecer romántico»

Recuperar el pasado

De parte de esa historia común de muchos habitantes de países del Este, los que durante un largo periodo del siglo XX se llamaron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, trata en gran medida la última novela publicada en castellano por Kurkov. 'El jardinero de Ochákov', traducida y editada por Blackie Books como ya lo fue 'Muerte con pingüino', quiere arrojar un poco de luz sobre la vida normal de los ucranianos. No hay protagonistas famosos, ni grandes nombres de la historia, sino gente que va y que viene al mercado, algún delincuente, un miliciano. El escritor se dedicó a entrevistar a un montón de gente que era adulta en aquellos años para mostrar a los lectores que no lo vivieron qué era eso de vivir en el comunismo.
Y es que los ucranianos, explica, aprenden en la escuela los hitos de carácter político, pero nada más. No saben nada del pasado. Se ha hecho borrón y cuenta nueva, y se sueña con el sueño europeo como hace mucho se soñaba con el americano. «Pero no existe, es la emigración», sostiene. Miran hacia fuera para diseñar futuros, pero de su pasado solo se han quedado al parecer con la gran hambruna que entre 1932 y 1933 mató a, según quién lo cuente, o millón y medio o cuatro millones de personas; es el llamado Holodomor, genocidio ucraniano, que se produjo durante el proceso de colectivización de la tierra y que significó que nadie tenía qué llevarse a la boca.
Pero la vida, el pasado, insiste Kurkov, es mucho más. En 1957, el año al que un joven del siglo XXI puede viajar en cuanto se pone un viejo uniforme de miliciano en 'El jardinero de Ochákov', fue el de la «esperanza de democracia en el país, y eso que nadie sabía qué era la democracia exactamente, qué podía pasar». Estaba en el poder Khrushchev y, muerto Stalin -recalca lo de muerto, que a ver quién se atrevía a deshacer si no nada que hubiera hecho el Padrecito-, quería darle una vuelta a la URSS. «Los que hicieron carrera con Stalin vieron cómo los apartaban. Te cuentan historias increíbles», sonríe Kurkov.
Ígor, el joven del siglo XXI que «es un inútil en su vida actual, está en el paro, es muy infantil y vive de la pensión de su madre» -un personaje muy común en la era posterior a la URSS, sobre todo en los noventa, explica-, «no piensa en el futuro y encuentra su manera de existir en el pasado». Ayuda el uniforme, «porque ya sabes que el uniforme te hace importante y te hace comportarte de otra manera».
Cualquiera diría que Kurkov es un nostálgico de aquella época (en la novela, los billetes son más grandes, las botas son mejores, la gente sonríe más y hasta se hacen bromas en público, se puede robar vino en la fábrica para revender en el mercado). «Es curioso cómo funciona la literatura con el pasado: todo puede parecer romántico». Cree que «para quienes lo vivieron, sí habrá nostalgia, pero a los que nacieron a partir del 75 o así les sonará a exótico». Encontrarán, eso sí, mucho menos humor que en su éxito internacional 'Muerte con pingüino'. «Es que este es menos dramático, por eso hay menos humor. El otro hablaba de los noventa, que fueron muy difíciles, y tanto crimen necesitaba mucho más humor». Esa es la fórmula de Kurkov.

   TITULO:   LUNES -4- Mayo - EN EL PUNTO DE MIRA -  ¿Qué sonidos nos ha descubierto el confinamiento?.







LUNES -4- Mayo- EN EL PUNTO DE MIRA ,.








En el punto de mira es un programa de televisión que se emite en el canal Cuatro y que se estrenó el 26 de julio de 2016.1​ En este se tratan temas de actualidad y de investigación, ofreciendo como novedad en el formato, imágenes de cámaras 360° junto a grabaciones panorámicas hechas desde drones y sistemas de grabación oculta. Así, a manos de varios reporteros, profundizan en temas como la trata de animales, el negocio de las farmacéuticas o la caza ilegal. Lunes -4- Mayo - a las 22:40h, etc,.

  ¿Qué sonidos nos ha descubierto el confinamiento?. 

Trinos, la brisa en los árboles y las olas se oyen más que nunca... ¡Y también a los vecinos!,.




¿Qué sonidos nos ha descubierto el confinamiento?foto / Hay que ver cómo nos hemos tenido que ver desprovistos de casi todo para aprender a apreciar pequeñas cosas que ya estaban ahí, sin pena ni gloria, sepultadas por un ruidoso trajín de vida. A estas alturas, después de semanas de un confinamiento que empieza a relajarse, ya se habrá dado cuenta de que oye a muchos pájaros cantando. De hecho, si se lo propone, podrá ya hasta distinguir los que trinan por la mañana y los que lo hacen al atardecer. No han salido de la nada a 'tomar la calle' con la pandemia. Ya estaban ahí, pero nadie reparaba en ellos. Sus sonidos nos llegan a los humanos a unos 20 decibelios en condiciones normales. Y, en las ciudades de cierto tamaño, el ruido de ambiente suele rondar los 65 de media. Eso, si no hay demasiado tráfico o un obrero con una taladradora que puede incrementar el impacto acústico hasta 120 decibelios (lo mismo que un claxon). Así que el trino de los pájaros era difícil de oír antes, casi suponía una sorpresa. Este es uno de los sonidos que se han incorporado al mapa de ruidos de la pandemia en las ciudades. Pero no es el único.
Hay personas que nunca podían apreciar el rumor del viento en los árboles, aunque los tuviesen cerca de casa. También muy poético. Muy relajante. Pero muy sutil a no ser que sople un vendaval, pues sólo nos llega con una intensidad de unos 25 decibelios. Por eso, en estas últimas semanas tan silenciosas, lo hemos oído más y más claro. ¿Y el mar? Hay quien vive en primera línea de la costa y afirma que es ahora cuando más disfruta del murmullo de las olas durante todas las franjas del día (evidentemente, cuando había temporal ya lo tenían presente). Son unos 30 decibelios, dependiendo de la proximidad y de si tienes la ventana abierta o no.
Sin duda, la falta de actividad humana se ha dejado notar. Incluso los cetáceos se han percatado de que los humanitos estábamos más 'callados' que de costumbre. En zonas de Gibraltar y de las islas Columbretes (frente a la costa de Castellón) se han avistado muchos más delfines últimamente y hasta alguna ballena. Los expertos creen que se han acercado tanto por la falta de ruido en esos litorales habitualmente tan bulliciosos.
Y los sismólogos dan fe de que la quietud y el silencio han tenido un efecto planetario. Ellos también notan cosas sutiles que antes pasaban desapercibidas. Un grupo de científicos ha asegurado que el llamado 'ruido sísmico', vibraciones que las actividades humanas causan en la corteza terrestre, se ha reducido notablemente. Por eso pueden detectar actividades sísmicas muy pequeñas que antes era imposible de captar. ¡Qué escandalosos somos, si ha bajado 10 decibelios de media el ruido en las ciudades!
El canto de los pájaros, el aire en los árboles, las olas del mar... los ruidos de la época de confinamiento parecen un poema de Béquer. Pero no son los únicos que han 'florecido' en estas últimas semanas. Algunos que ya estaban ahí también los hemos notado con más claridad e intensidad. ¡Y nos han sacado de quicio! Los saltos del vecino deportista, la música del DJ amateur de enfrente, las voces a deshora de la familia de al lado, las canicas de los peques de arriba...

Una «tortura»

«Estamos siendo conscientes del significativo descenso en el ruido ambiental», afirma Alfonso Terceño, de la asociación estatal Juristas Contra el Ruido e histórico defensor contra la contaminación acústica. Y esto, siendo en sí bueno, ha tenido daños colaterales: «El ruido vecinal se ha disparado –alerta– todas las consultas que voy teniendo desde el 15 de marzo, menos una, están referidas a ruido vecinal. A veces se trata de situaciones muy sangrantes, percibidas como una tortura». Es lógico, porque ahora mismo estamos obligados a estar más en casa: no hay escapatoria y mucha gente teletrabaja o estudia en su domicilio y necesita concentrarse.
Expertos de Audiotec, una empresa especializada en ingeniería acústica, explican que «el ruido no se ha ido, se ha trasladado». Por eso ahora, al bajar el del tráfico –responsable de la mayor parte del sonido ambiental de las calles–, oímos más a los pajarillos (para bien) y también a los vecinos (para mal). «Es curioso, ruidos que antes pasaban desapercibidos, como el que puede causar un vecino, pueden llegar a volverse una obsesión en un tiempo tan susceptible y monótono como el que estamos viviendo», sostiene Ana Esther Espinel, presidenta del grupo Audiotec. «Debemos ser conscientes de los peligros que el ruido tiene para la salud y calidad de vida de las personas –advierte–. Puede afectar de manera fisiológica a nuestro organismo, pues aumenta el nivel de estrés y disminuye la capacidad de concentración».
Por ello, desde Juristas contra el Ruido animan a los ciudadanos a dar aviso a los ayuntamientos y policías locales si, durante en el confinamiento, son asaltados por la parte 'mala' del mapa del ruido de la pandemia. Aunque, poco a poco, con las medidas de desescalada, todos los sonidos irán regresando al lugar que siempre ocuparon. En el futuro recordaremos estos días como una etapa terrible donde, sin embargo, nos llenaban de esperanza y sorpresa los cantos de los pájaros de la ciudad, más nítidos que nunca.

La voz del silencio

20 decibelios
es la intensidad del ruido de los cantos de los pájaros que ahora, al bajar el ruido ambiental (tráfico, obras...), se perciben más. Lo mismo que la brisa en los árboles (25) o las olas (30). 

TITULO:   LUNES -4- Mayo - Madridistas por el mundo - Muere Eduardo Casabella, histórico trabajador del Madrid .




Realmadrid TV emite  - LUNES -4 - Mayo- noche, a partir de las 22:30 horas, una nueva entrega de Madridistas por el mundo - Muere Eduardo Casabella, histórico trabajador del Madrid ,.


Muere Eduardo Casabella, histórico trabajador del Madrid,.

Fue delegado del Castilla y del primer equipo madridista de baloncesto. Hermano de Julio Casabella, otro histórico empleado del club, trabajó en las oficinas blancas durante 29 años.



Eduardo Casabella, histórico trabajador del Real Madrid.
foto / Eduardo Casabella, histórico empleado del Real Madrid, falleció en Madrid a los 76 años de edad. Miembro de una familia con estrechísima relación con el Real Madrid, ingresó en el conjunto blanco en 1980. Fue delegado de campo con el primer equipo de baloncesto y del Castilla. Se jubiló en 2009, tras 29 años de servicio al conjunto madridista. También era presidente de la Peña Madridista Casabella, una peña creada como homenaje a su hermano y a él mismo. Hay que recordar que su hermano Julio fue trabajador del club durante 51 años llegando a ser delegado de campo, tras pasar por cargos como telefonista, acomodador en el estadio e incluso administrador de la piscina. Fue el otro gran protagonista de la noche de la portería del Borussia Dortmund junto a Agustín Herrerín: se subió a una furgoneta y puso rumbo a la antigua Ciudad Deportiva en busca de una portería que reemplazase a la destrozada.
Escudo/Bandera Real Madrid
Ahora la saga Casabella continúa en las figuras de sus sobrinos Jorge y Alejandro. El primero en utillero del primer equipo de fútbol del Madrid, mientras que el segundo ostenta el mismo cargo en el Real Madrid Castilla.
El Real Madrid comunicó su fallecimiento a través de sus redes sociales con el siguiente comunicado: “El Real Madrid C. F., su presidente y su Junta Directiva lamentan profundamente el fallecimiento de Eduardo Casabella, empleado histórico de nuestro club, al que estuvo vinculado durante 29 años.
El Real Madrid quiere expresar sus condolencias y su cariño y afecto a su esposa, Juana, a su hija, Susana, a su nieto, Aitor, a su sobrino Jorge, utillero del primer equipo de fútbol, a su sobrino Alejandro, utillero del Real Madrid Castilla, y a todos sus familiares y seres queridos.
Eduardo Casabella ingresó en el Real Madrid en 1980 y se jubiló con 65 años en 2009. Fue delegado de campo con el primer equipo de baloncesto y también con el Castilla, y era presidente de la peña madridista Casabella, de Madrid. Ha fallecido a los 76 años de edad”.


TITULO:   JUEVES - 7 - Mayo - Asensio pisa el acelerador ,. protagonista de 'Campo de estrellas' Realmadrid TV,. 



 Realmadrid TV  el jueves -7- Mayo , a partir de las 22:30 h, una nueva entrega de Campo de estrellas. En esta ocasión Asensio pisa el acelerador,.

Asensio pisa el acelerador,.

 

Asensio pisa el acelerador - foto,.

Real Madrid | Asensio pisa el acelerador - AS.comEl balear aumenta la carga de trabajo en su domicilio, pronto se entrenará junto a sus compañeros en Valdebebas. Está listo.

Hace unos días AS publicaba que Asensio seguía cumpliendo con el plan que había trazado para la vuelta tras su lesión. El parón por el coronavirus le ha dado una segunda oportunidad y, presumiblemente, podrá contar Zidane con él para la parte final de la temporada. Restan once jornadas y la vuelta de los cuartos de final ante el City y sui concurso puede ser fundamental. Ahora, el atacante ha colgado en sus redes sociales unas nuevas imágenes trabajando en el jardín de su casa a gran intensidad. El mallorquín pisa el acelerador,.
Fue el 7 de agosto cuando Marco Asensio pasó por el quirófano para someterse a una operación para arreglar la fuerte lesión que sufrió en Estados Unidos, jugando contra el Arsenal en partido de la International Champions Cup: rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de su rodilla izquierda. La cirugía tuvo lugar en la Clínica Cemtro de Madrid y fue dirigida por el doctor Manuel Leyes, reconocido especialista en problemas de rodilla y por cuyas manos ya han pasado figuras como el propio Zinedine Zidane, Luka Modric, Alberto Contador o el patinador Javier Fernández. Ahora, la incorporación progresiva a los entrenamientos tras el parón por el coronaviruis, le favorece para estar al mismo nivel que sus compañeros.
Los jugadores del Madrid siguen trabajando en sus domicilios particulares a la espera de que el Madrid dé fecha para la vuelta individual al trabajo en Valdebebas, según establece el protocolo de LaLiga aprobado por el CSD. Este lunes se reúnen en Valdebebas las cabezas visibles de todos los departamentos para establecer ese calendario, incluidas las fechas en las que los jugadores pasarán los test.




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