TITULO: Atención obras - Cine - Nacho Medina Periodista ,. Viernes - 20 - Diciembre ,.
Viernes - 20 - Diciembre ,. a las 20:00 horas en La 2, foto,.
Nacho Medina Periodista,.
Nacho Medina, en una imagen promocional del nuevo 'Callejeros',.
«'Callejeros' no es investigación, muestra la realidad que ve la cámara»,.
Encabeza el equipo de reporteros del mítico programa, que acaba de regresar a Cuatro en la noche de los lunes,.
Poner la cámara para ver la realidad. Así de sencillo parece 'Callejeros', el mítico programa de Cuatro que regresó con éxito a la noche de los lunes tras años de ausencia en la pequeña pantalla. El periodista Nacho Medina (Madrid, 50 años) encabeza al equipo de reporteros de la nueva etapa, donde la vivienda o las desigualdades entre barrios continúan siendo algunos de los temas de la temporada.
-Ha vuelto 'Callejeros', pero parece que el programa nunca desapareció de la pantalla.
-Tengo la sensación de que 'Callejeros' ha vuelto como si el tiempo no hubiera pasado porque las historias siguen siendo las mismas, en el sentido de que todas tienen un trasfondo social y humano. La manera de abordarlas es única, es original, es un sello que marca mucho el formato. Para ejemplo de ello el programa especial que hicimos tras la DANA de Valencia. Creo que lo contamos de una manera muy especial, real y cruda. Hemos hecho un muy buen trabajo. Y eso solo lo permite un formato como 'Callejeros', que es sacar la cámara a la calle, mirar, ver, escuchar y plasmar. Es como poner un espejo a la realidad.
-Tiene muchas horas de reportero a sus espaldas. ¿Qué le supuso el especial de la DANA en su trayectoria profesional?
-A nivel personal ha supuesto algo emocionalmente muy fuerte para mí, porque yo soy una persona que lleva muchos años haciendo reportajes, pero ese programa me generó un centrifugado de emociones porque a la media hora de estar allí ya no podía parar de llorar. Que quizás luego te preguntas si no tengo derecho a llorar por ser un periodista, que tiene que ser objetivo, pero a mí el ambiente, el clima, las sirenas, el silencio, y el ver andar a cientos de personas, a mí me llegó muchísimo. Yo estuve en el terremoto de Marruecos, pero quizás el hecho de que sea gente que habla tu mismo idioma, pues te marca más. Y sí, es el reportaje que más me ha marcado en mi vida, sin duda.
-¿La marca 'Callejeros' abre puertas?
-Creo que 'Callejeros', aparte del sello de la cercanía, tiene el sello de la terapia. Este programa es terapéutico porque es una cámara muy pequeñita y genera cierta confianza. Pero ser de 'Callejeros' también te cierra puertas. Hay gente que no quiere que vean su realidad. Es evidente que es un programa tan crudo y tan real, sin ningún tipo de filtro que, evidentemente, si vas a un barrio que está muy deteriorado y lo cuentas, pues hay mucha gente que a lo mejor no es capaz de ver en qué situación está y luego te lo echan en cara. Yo suelo decir que 'Callejeros' no es un programa de investigación, sino de realidad donde pones la cámara y ves lo que hay. Sin embargo, hay gente que no es capaz de ver lo que le rodea.
-El programa nació en 2005 y siempre se ha caracterizado por dar voz a denuncias sociales. Después de casi veinte años, ¿esas problemáticas se han solucionado?
-El tema de la 'okupación' lo hemos abordado desde hace 19 años de tres o cuatro maneras distintas. 'Okupación' por desahucio o distintos tipos de 'okupación'. Ahora hemos vuelto con un reportaje estupendo de Silvia Ruiz, con una acogedora audiencia, y los problemas de 'okupación' siguen siendo los mismos, quizás un poquito más evolucionado. El problema de la vivienda sigue siendo brutal. Por ejemplo, en Madrid capital no encuentras nada por debajo de 600 euros por un alquiler de una casa propia. Hace poco estuvimos haciendo un reportaje de alquileres imposibles. Evidentemente, es un problema. Y luego, también, todo tema social siempre está ahí, entre de alguna manera u otra, con pequeños matices, pero siempre está ahí.
-Desde los medios de comunicación clásicos o un programa como 'Callejeros', ¿qué respuesta cree que se le debe dar a los intoxicadores de redes sociales?
-Ten cuenta que hoy en día cualquiera con su cámara puede convertirse en reportero ciudadano. Entonces, no hay límites. Y luego, los filtros en redes sociales también son muy concretos y a veces también circulan unas cosas.. Es decir, hay un exceso de información, presunta información o desinformación que es brutal. Yo, por ejemplo, mientras estaba grabando el reportaje, trataba de estar muy abstraído de las redes sociales. Me centraba en contar lo que tenía delante. No seguía vídeos de redes sociales. Pero llega un momento en el que estás desbordado y también a veces la gente tiene un móvil y le sirve como si fuera un psicólogo para volcar todo lo que siente o todo lo que cree que debe decir.
TITULO: Detrás del instante - Cartier-Bresson, más allá del instante decisivo ,.
Miércoles - 18 - Diciembre a las 20:00 horas en La 2 / foto,.
Cartier-Bresson, más allá del instante decisivo,.
Fotografía - La fértil carrera del 'Ojo del siglo XX',.
Valencia, España, 1933,.
La muestra 'Watch! Watch! Watch!' recorre toda la trayectoria de la mirada más sagaz de su época - La Fundación Mapfre reúne 240 copias de época a los veinte años del fallecimiento del genial fotógrafo francés,.
«Es difícil que otro fotógrafo creara en el siglo XX una obra tan rica y variada como Henri Cartier-Bresson». Lo asegura Ulrich Pohlmann, comisario de la exposición 'Watch! Watch! Watch!' que repasa la extensa obra del 'ojo del siglo XX' más allá de ese 'instante decisivo' que convirtió en leyenda al genial fotógrafo francés conocido por su iniciales HCB. Hasta el 26 de enero la fundación Mapfre ofrece en la sala KBr de la Ciudad Condal un extenso repaso al legado del polifacético y sagaz cazado de instantes que marcó el camino a varias generaciones de colegas con su instintivo talento para la foto documental y el retrato.
El archivo de la parisina fundación Henri Cartier-Bresson ha hecho posible el viaje en imágenes que permite apreciar los cambios sociales, políticos y artísticos del pasado siglo y la evolución de la fotografía. «Soy un hombre visual. Observo, observo y observo», dijo el propio Cartier-Bresson (Chanteloup-en-Brie, 1908 - Montjustin 2004). Una frase que da título a una muestra coorganizada por el museo de arte de Hamburgo, el Bucerius Kunst Forum, donde se vio antes de viajar a España.
Copias de época
Con diez secciones temáticas y cronológicas, reúne 240 copias originales en gelatina de plata y de mediano formato, ya que Cartier-Bresson prohibió hacer copias de sus negativos tras su muerte hace dos décadas. Las fotos se resitúan en su contexto original y se acompañan de una selección de sus publicaciones en revistas y libros. La muestra incluye una película y dos documentales realizados por el propio HCB, una suerte de antropólogo visual de su tiempo.
Sus imágenes, ancladas en la memoria colectiva, muestran algunos de los acontecimientos más relevantes del siglo XX. De la paupérrima y convulsa España de los años treinta al parisino Mayo del 68, con su Leica de 35 milímetros testimonió guerras, fastos y revoluciones. Retrató la muerte de Gandhi en India, el ascenso al poder de Mao en China, la Unión Soviética en plena Guerra Fría, la entronización de Jorge VI en Londres, la crisis de los misiles o la vida de los cubanos tras la llegada de Fidel Castro. Retrató además a los artistas e intelectuales más relevantes de su época.
El paradigma del 'instante decisivo' es 'Detrás de la estación Saint-Lazare' una imagen de 1932 en la que un hombre salta sobre su reflejo en un charco. La expresión se acuñó con su primer libro, 'Images à la Sauvette' (Imágenes a hurtadillas)' publicado en 1952 con portada de Henry Matisse y titulado 'The Decisive Moment' en EE UU. Para su autor una fotografía era «el reconocimiento simultáneo, en una fracción de segundo, del significado de un hecho y de una organización rigurosa de las formas percibidas visualmente que expresan ese hecho».
Pero la exposición huye de esa reducción para mostrar todo los perfiles de Cartier-Bresson, un testigo clave de la historia del siglo XX. Un observador paciente y silencioso, pero ágil y expeditivo al tiempo, que desarrolló estilos muy distintos, abordó infinitud de temas sin ocultar su compromiso con la izquierda. Se remonta a sus inicios, influido por el surrealismo y el movimiento 'Nueva Visión', salta al fotorreportaje con algunos de sus trabajos menos conocidos de la década de 1960, y llega su estilo intimista de sus últimos años.
Dibujante, pintor, cineasta y humanista, HCB nació en una adinerada familia de empresarios textiles. Interesado en el dibujo desde niño, con 18 años, rompió con el negocio familiar para estudiar en el taller del pintor André Lothe. París era una fiesta con el movimiento surrealista en ebullición. Se introdujo en ese ambiente de magia y sueños en torno André Breton, Louis Aragon, Salvador Dalí o Max Ernst, prosélitos de la creación y la y fantasía libérrimas, de la curiosidad y la experimentación sin límites.
Tras un viaje a África en 1930, optó por la fotografía alentado por su amigo Robert Capa. Dado que en su juventud se alineó con el Partido Comunista, ocultó su rimbombante apellido compuesto, firmando como Henri Cartier o H. Cartier. Con el tiempo sería el primer fotógrafo conocido por sus iniciales.
En España
Simpatizante de la República, la cobertura de las elecciones de 1933 en España para la revista Vu fue su primer encargo en nuestro país, al que regresaría. La muestra incluye sus fotos de prostitutas y niños en Alicante. En noviembre de ese año el Ateneo madrileño acogió su primera exposición española. Seis décadas después expondría en el Museo Reina Sofía, y en su visita a Madrid le robaron una cámara y la cartera en el parque del Retiro. En España realizó también su primera película sobre la Guerra Civil en 1938: 'Victoria de la vida'.
En junio de 1940, en plena II Guerra Mundial, fue hecho prisionero por los alemanes y enviado a un campo de exterminio nazi, un calvario de tres años del que logró escapar en julio de 1943 para unirse a la Resistencia y trabajar en una película sobre la vuelta de los prisioneros de los Campos de Concentración.
El MoMA de Nueva York le dedicó en 1947 su primera gran exposición americana poco antes de cofundar la mítica Agencia Magnum con Robert Capa, David Seymur 'Chim' y George Rodger. El Grand Palais de París hizo lo propio en 1970 una muestra centrada en el viaje que realizó por toda Francia el año anterior. En 1972 retoma el dibujo sin abandonar la fotógrafía y se distancia de Magnum. En 1987 el MoMA le dedica una extensa retrospectiva y en 2003 la Bibliothèque Nationale de France hace lo propio. En mayo del mismo año abre en París la fundación que vela por el legado del mítico fotógrafo, fallecido en su taller de la Provenza, el 3 de agosto de 2004.
TITULO:TARDE DE CINE CON - Cómo editar cómics y no morir en el intento ,.
Cómo editar cómics y no morir en el intento ,.
Pedro F. Medina, responsable de Fandogamia, quiso ser creador, pero acabó convirtiéndose en gestor, como viene siendo cada vez más habitual en el sector para sobrevivir
fotos / Un buen ejemplo de editor todoterreno, inquieto e incansable, es Pedro F. Medina, capitán de Fandogamia. Lleva desde los diecisiete años publicando cómics en fanzines. Cuando acabó los estudios de Periodismo y Comunicación Audiovisual, allá por 2012, decidió que era un buen momento para dar el salto y convertir en profesión lo que hasta ahora había sido una afición muy intensa y «en la que me había formado de muchas formas distintas: haciendo reseñas, vendiendo tebeos, montando eventos, coordinando proyectos o dando cursos», según sus palabras.
«Junto a otros dos socios, que habíamos reunido un pequeño capital con la autoedición durante diez años, nos embarcamos en montar una editorial con sus códigos ISBN, sus depósitos legales, sus cuotas de autónomos, etc», cuenta Medina.
«Al principio, teníamos la intención de publicar nuestras propias cosas y las de los colegas, pero pronto la cosa fue a mayores; y aquí estamos ahora»
Pedro F. Medina
Fandogamia
Es decir, que al principio quiso ser creador, pero acabó convirtiéndose en gestor, como viene siendo cada vez más habitual en el sector para sobrevivir.
«Todos nuestros tebeos llevan un poco de mí», destaca Medina. «Eso me hace muy feliz». Además de coordinar la editorial, acude a las ferias como expositor y realiza varias labores más, una situación aparentemente inevitable para encontrar rentabilidad con cierta independencia.
«En estos momentos, la facturación de la editorial es: un 40% la venta en librerías y comercios a través de distribuidora, un 20% nuestra tienda online y un 40% la venta en eventos.«
«El modelo es rentable, podemos pagar lo que pagamos a los autores, aportando ese valor añadido de acudir a ferias, atender al público de tú a tú, provocar esa venta de impacto, de aquí lo veo aquí me lo llevo, porque la saturación en los puntos de venta es tal que, como pequeña editorial, sabemos que hay un techo difícil de atravesar».
La venta directa en los eventos dedicados a la historieta supone una interesante fuente de ingresos, con el consiguiente resultado en la tesorería y el flujo de caja. Las distribuidoras pagan a tres o más meses mientras en los salones como el de Barcelona, Valencia o Zaragoza, el dinero entra directamente. Las convenciones dan equilibrio. En los stands también se venden camisetas y otros elementos de merchandising, además de cómics. Hay que buscar otras maneras de monetizar.
«Esto de vender camisetas en ferias tiene algunos motivos cruciales»
«Cuidamos mucho nuestra presencia en festivales y hay gastos que crecen año tras año: alquileres de stand, transporte, alojamiento, dietas, personal... Las camisetas son una forma de rentabilizar más los espacios que contratamos ofreciendo ese producto extra, que además ocupa una pared en la que no puedes poner tebeos. La gente quiere toquetear los tebeos y verlos de cerca, no expuestos en una pared al fondo, y las camisetas ocupan ese trozo y amortizan la caseta. Además, en nuestro caso se ha convertido también en un sello de identidad».
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«Creo que tenemos un catálogo para lectores todoterreno, para quienes no les importe saltar de un manga a un cómic americano a uno de autor español y luego a un americano»
La cabeza visible y multitarea de Fandogamia explica que eso, el enfocarse en los «lectores todoterreno», «es raro en una editorial pequeña, que suelen especializarse en algo de forma mucho más concreta: solo manga, o solo tebeos de aquí, o... bueno, sobre todo, solo manga».
El cómic por dentro
Semanal | Reportaje por entregas que busca arrojar luz sobre el estado del sector, las últimas tendencias, la precariedad laboral, la llegada de la IA...
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«Nosotros sacamos tebeos para la gente a la que le gustan los tebeos, en general, porque esos somos nosotros mismos como lectores. No digo que otras editoriales no adoren el medio, pero es que aquí amamos el cómic con todo nuestro corazón». Para Medina, eso se nota en «la forma de comunicar, de publicar, de lanzar las cosas» junto a «un estilo informal» que, asegura, pervive de su «etapa fanzinera, de ese compadreo entre la gente que hace cómics y la gente que los lee».
«Formamos parte del sistema, de la cadena de valor del cómic, pero siempre con un ojo crítico y con nuestra propia forma de hacer las cosas. ¿Mangas de ensayo? ¿Humor absurdo solo para muy cafeteros? ¿Manuales sobre tipografía occidental en formato cómic? ¿Publicar tebeos gratis en Internet y esperar a que la gente quiera comprarlo cuando salga en físico? ¿Y por qué no?»
«Me divierto mucho. Este es el mejor trabajo del mundo. Solo espero que se note»
¿Qué es 'El cómic por dentro'?
Este es un gran reportaje que se publica por entregas cada miércoles, vinculado a una newsletter a la que te puedes apuntar aquí . El cómic, la novela gráfica, los tebeos, o como queramos llamar al arte secuencial impreso, subió como la espuma en ventas durante la tremenda pandemia. Las cifras actuales superan los números manejados antes del coronavirus, donde la lectura significó una opción magnífica para matar el tedio durante el encierro, pero 2024 trae una recesión incierta que afecta a las librerías y editoriales. En general, el medio sigue siendo un gran desconocido, tanto para el gran público como para los medios e instituciones, pero se van dando algunos pasos firmes de cara a su «normalización», como el ya consolidado Premio Nacional o el Libro Blanco del Cómic, incompleto pero necesario, publicado a principios de este año. Urge arrojar luz sobre una disciplina artística en expansión, en continua efervescencia inventiva, que no siempre permite vivir holgadamente al artista. Al habla con varios profesionales del sector sobre su estado actual, las últimas tendencias del mercado, la precariedad laboral, su internacionalidad y lo difícil que es emplear la palabra industria por encima del altruismo, entre otros temas básicos que afectan a un arte gráfico en constante movimiento. Creativamente, el cómic está mejor que nunca, se edita más que nunca, pero parece imposible quitarse de encima la dichosa palabra crisis.
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