LA LOTERIA DEL VIERNES - LOTERIA NAVIDAD - El salón recreativo imposible ,. fotos,.
El salón recreativo imposible,.
'Game On' propone un paseo interactivo por la historia del videojuego con más de 150 títulos jugables y un exhaustivo recorrido por cientos de máquinas recreativas, consolas y ordenadores,.
Por eso 'Game On. La historia del videojuego (1972-2020)' resulta tan necesaria. Abierta hasta el 31 de mayo de 2020 en la sala que la Fundación Canal tiene en el Paseo de la Castellana, la muestra recala en Madrid tras haber congregado a más de tres millones de personas y propone un paseo interactivo –gran parte de lo expuesto es jugable–, que ilustra la exponencial evolución del medio a través de una selección de juegos, de sus icónicos personajes –de Mario a Lara Croft– y de las máquinas y consolas que han forjado su interesante historia.
Repartidos por los más de 2.500 metros cuadrados del complejo y distribuidos entre quince secciones temáticas, más de 150 joyas del videojuego esperan al visitante en un espacio engalanado para la ocasión. Luces de neón de vibrantes rojos, fucsias, verdes y azules convierten la inmensa sala de exposiciones en un salón recreativo imposible, una versión pulcra y estimulante no de aquellos espacios que recordamos de nuestra infancia sino de los locales que se dejan ver en las películas americanas ambientadas en los ochenta.
Dos incursiones en el pinball, predecesores mecánicos del videojuego, dan paso al PDP-1, una computadora ubicada en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, para la que Steve Rusell diseñó en 1951 'Spacewar!', el primer videojuego de la historia. Fue Nolan Bushnell quien diez años más tarde se aventuró a buscar un rédito comercial fuera del ámbito universitario. Y es que al lado del ordenador se exhiben las primeras dos máquinas recreativas de la historia, 'Computer Space' (1971) y 'Pong' (1972). La primera de ellas replicaba 'Spacewar!' y ponía al jugador a los mandos de una nave que debía acabar con los enemigos. «No generó mucho dinero», relata Moran, pero «sirvió para demostrar el potencial de la idea». La segunda tomaba prestados los rudimentos de uno de los juegos de la Magnavox Odyssey, la primera consola de la historia, y escenificaba un partido de tenis, con dos palitos y una pelota cuadrada. «Se instaló en un bar al norte de California y se estropeó el primer día porque ya no cabían más monedas en el cajetín», apunta. La pena es que ninguno de los dos es jugable en su versión original.
A partir de ahí, títulos como 'Space Invaders', 'Centipede', 'Missile Command', 'Track & Field', 'Street Fighter II', 'Donkey Kong', 'Virtua Fighter 2', 'Metal Slug', 'NBA Jam' o 'Race Racer' se dan la mano en una selección que deja claro el aplastante dominio japonés sobre el sector hasta el 2000, año en que los salones recreativos empezaron a perder fuelle en favor de unos sistemas domésticos que poco tenían ya que envidiar en el apartado técnico. «Todas las máquinas –recuerda Moran– son originales, queremos que las sensaciones sean idénticas. Solo hemos cambiado algunos botones por desgaste».
Precisamente, la muestra continúa con un repaso a las consolas y los ordenadores de de 8 y 16 bits que fueron encontrando acomodo en las casas de medio mundo. Tras una vitrina, reposan piezas de coleccionista como la Atari 2600, la Nes de Nintendo, la Mega Drive de Sega, el Commodore 64, el estándar japonés MSX, el Amiga o rarezas como la Laseractive de Nec, la mayor parte de ellas con un título jugable a su lado y en la máquina original. No podían faltar a la cita el canto del cisne de Sega en materia de hardware -esa Dreamcast que para algunos es la mejor consola de la historia-, la incursión de Microsoft en el sector, con Xbox, y toda la serie PlayStation. La primera consola de Sony revolucionó la industria a mediados de los noventa: «Supone el inicio de la consola moderna y demostró que los videojuegos no eran solo para niños o adolescentes», afirma Moran. Por haber hay hasta una sección dedicada a las portátiles, desde los albores de la tecnología, con las Game & Watch que creó Nintendo, hasta la 3DS del fabricante nipón, pasando por la Atari Lynx o la PS Vita de Sony.
Tras una sección dedicada a mostrar la variedad de géneros del medio y en la que conviven simuladores de conducción como 'Gran Turismo' con juegos de plataformas como , todos ellos en sus máquinas originales, evitando en la medida de lo posible la emulación, la exposición dedica otros espacios a mostrar cómo se desarrollan los videojuegos, donde los bocetos del 'Dragon's Lair', del animador Don Bluth -el primer juego realizado como si de una película Disney se tratara- conviven con los de videojuegos españoles como 'RiME' o 'Gris'; cómo las distintas regiones del planeta entienden la creación de juegos de forma diferente -«Los japoneses tienen géneros propios como los simuladores de citas, mientras que los estadounidenses suelen producir títulos muy inspirados en los blockbusters de Hollywood», dice Moran-, su compleja relación con el séptimo arte y las últimas tendencias, como la realidad virtual y los títulos multijugador. «Siempre se ha acusado a los videojuegos de que son una actividad que aisla al jugador. Esto demuestra que no», concluye Moran.
La exposición
- Título
- Game On. La historia del videojuego (1972-2020).
- Lugar
- Sala de exposiciones de la Fundación Canal, en el Paseo de la Castellana, 214, Madrid.
- Fechas
- Desde el 29 de noviembre de 2019 hasta el 31 de mayo de 2020.
- Entradas
- Están a un precio de entre 7 y 11 euros. Entrada gatuita para familias numerosas, menores de 6 años, desempleados y personas con discapacidad.
- Horarios
- De lunes a jueves, de 10.00 a 21.00 horas, excepto los martes, de 10.00 a 15.00 horas. Viernes, sábados, domingos, festivos y vísperas de festivos, de 10.00 a 22.00 horas.
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El cuarto rival de España saldrá de la ruta B de la repesca, cuya final se disputará el 31 de marzo,.
España tendrá un camino a priori apacible en su pelea por avanzar a octavos de la Eurocopa multisede del próximo año. Con Suecia y Polonia como adversarios ya confirmados en dos de los tres partidos que La Roja disputará en San Mamés, la selección que vuelve a estar bajo la égida de Luis Enrique habrá que aguardar hasta el 31 de marzo para conocer el combinado que completará su grupo y contra el que se medirá también en La Catedral. Será entonces cuando haya ganador de la ruta B de la repesca, cuyas semifinales medirán a Bosnia e Irlanda del Norte por un lado y a Eslovaquia y la República de Irlanda por el otro.Ninguna de las cuatro selecciones debería representar un obstáculo considerable para La Roja. El combinado balcánico tiene a Edin Dzeko como principal figura. El delantero de la Roma acumula ocho goles este curso en la Serie A y anotó dos en la fase de clasificación, pero está lejos de sus mejores tiempos, aunque sigue siendo el santo y seña de una selección que despidió hace unos días a Robert Prosinecki como técnico.
La República de Irlanda sueña con estar en Dublín, una de las ciudades anfitrionas del torneo y donde disputaría todos los partidos de la primera ronda salvo el que le enfrentaría a España, pero para ello tendrá que pelear en la repesca lo que no logró en una fase de clasificación en la que quedó por detrás de Suiza y Dinamarca. Su seleccionador, Mick McCarthy, no dispone de figuras de renombre, pero los irlandeses son un grupo aguerrido como aquel que abocó a España a la tanda de penaltis en los octavos de final del Mundial de 2002.
Por ranking FIFA sería Eslovaquia la selección más complicada para España (trigésimo segunda). Los centroeuropeos, dirigidos por Pavel Hapal desde la banda, cuentan con futbolistas experimentados en primera línea como Marek Hamsik, Milan Skriniar o Stanislav Lobotka, pero no deberían inquietar a La Roja como tampoco Irlanda del Norte, trigésimo sexta en el ranking FIFA y que persigue la que sería su segunda presencia en una Eurocopa tras sucumbir ante Gales hace tres años en octavos.
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