BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - Polvo de estrellas 'made in Spain' ,. Miercoles -9- Septiembre,.
El miercoles -9- Septiembre a las 22:30 por La 1,.
Polvo de estrellas 'made in Spain',.
Supongo que la verdadera ciencia se hace así. La ingeniosa chapuza de
hoy quizá se convierta en un valioso desarrollo técnico mañana.
EL OTRO DÍA estuve viendo una máquina que estudia el polvo de las estrellas. En un alarde de literalidad se llama justamente así, Stardust,
y no sólo es un artefacto único en el mundo, sino que es un proyecto
español. José Ángel Martín-Gago, un físico de materiales especializado
en superficies a nivel atómico, y José Cernicharo, un astrónomo que
busca moléculas en el espacio, ganaron en 2013, junto a la astrofísica
Christine Joblin, una subvención muy importante del European Research
Council (ERC). Se presentaron 450 proyectos de toda la UE y se aprobaron
tan sólo 14, entre ellos el de Polvo de estrellas. Durante
seis años, Gago y más de 100 colaboradores usarán los 15 millones de
euros que da el ERC para poner en pie su máquina. Llevan dos años
construyéndola; hace un mes comenzó a trabajar en su primera fase;
dentro de medio año estará totalmente operativa. Utilizan datos de los
observatorios ALMA del desierto de Atacama (Chile), pero piensan abrirse
a toda la comunidad internacional. “Es muy versátil”, dicen con orgullo
de madres recién paridas contemplando al bicho.
Nos encontramos en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, unas dependencias que el CSIC tiene en la Universidad Autónoma. En el laboratorio en donde está naciendo Stardust hay otros cacharros, como un microscopio de efecto túnel, un trasto alucinante capaz de ver y de manipular los átomos. Stardust es un artilugio irregular y alargado con cierto aspecto de artrópodo. Ahora mide unos siete metros de longitud; terminado, tendrá nueve y una rama vertical de dos metros de altura. Su pinta no es muy impresionante, la verdad; sobre todo si tenemos en cuenta que está recubierto de papel de aluminio, todo arrugado y puesto con menos cuidado que el que emplean las peluqueras para taparte la cabeza cuando te tiñen. La utilidad del papel es la misma que en la peluquería: mantener el calor. También el microscopio de túnel lleva una caperuza de papel de plata engurruñado, lo cual confiere a estos maravillosos aparatos un aire de humildes cachivaches que me resulta delicioso. Ya había observado en visitas a otros centros de alto nivel científico esa misma falta de pretensión y el aparente desorden de los laboratorios, con cables sujetos provisionalmente con una goma de pelo junto a aparatos carísimos. Supongo que la verdadera ciencia se hace así, es algo vivo, consiste en recorrer caminos que no se han recorrido antes, solucionar problemas nuevos. La ingeniosa chapuza de hoy para arreglar un fallo quizá se convierta en un valioso desarrollo técnico mañana.
Hay algo orgánico en esta Stardust que se estira varios metros por el laboratorio como un insecto palo. Dentro de su cuerpo tubular se estudia el polvo infinitesimal que desprenden las gigantes rojas al morir; cómo ese polvo recorre la vastedad intergaláctica y cómo esas partículas interactúan químicamente con otras hasta crear moléculas (la nanociencia es la nueva alquimia, porque se centra en las transformaciones químicas). Hay moléculas muy raras en el espacio, dice Martín-Gago, y este maquinón nos va a permitir comprender cómo se forman. Este maquinón es, digamos, un fragmento de universo atrapado en un tubo.
De modo que también en España, pese a la falta de inversión en I+D y a la poca importancia que le damos a la ciencia, hay investigadores y proyectos de primerísima categoría. Eso sí, aquí todo cuesta mucho más trabajo, y no sólo ya por la falta de fondos, sino por una burocracia marciana. Aunque el dinero europeo es del proyecto Nanocosmos, lo gestiona el CSIC. Si se rompe un ordenador, tardan cuatro meses en reponerlo. Toda compra mayor de 18.000 euros ha de salir a concurso, lo cual implica nuevos retrasos y además por lo general la adquisición de la oferta más barata, aunque no sea la que precisan: “Necesitábamos una determinada bomba de vacío y hemos tenido que comprar otra que no tiene las mismas prestaciones”. Todo requiere una montaña de papeles: “Los alemanes se pasman de que no tengamos una tarjeta de crédito”. Y, tras los seis años del proyecto, ¿qué pasará con Stardust? Quizá la dejemos arrumbada en un sótano, por falta de fondos. Sí, es difícil ser científico en España.
Nos encontramos en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, unas dependencias que el CSIC tiene en la Universidad Autónoma. En el laboratorio en donde está naciendo Stardust hay otros cacharros, como un microscopio de efecto túnel, un trasto alucinante capaz de ver y de manipular los átomos. Stardust es un artilugio irregular y alargado con cierto aspecto de artrópodo. Ahora mide unos siete metros de longitud; terminado, tendrá nueve y una rama vertical de dos metros de altura. Su pinta no es muy impresionante, la verdad; sobre todo si tenemos en cuenta que está recubierto de papel de aluminio, todo arrugado y puesto con menos cuidado que el que emplean las peluqueras para taparte la cabeza cuando te tiñen. La utilidad del papel es la misma que en la peluquería: mantener el calor. También el microscopio de túnel lleva una caperuza de papel de plata engurruñado, lo cual confiere a estos maravillosos aparatos un aire de humildes cachivaches que me resulta delicioso. Ya había observado en visitas a otros centros de alto nivel científico esa misma falta de pretensión y el aparente desorden de los laboratorios, con cables sujetos provisionalmente con una goma de pelo junto a aparatos carísimos. Supongo que la verdadera ciencia se hace así, es algo vivo, consiste en recorrer caminos que no se han recorrido antes, solucionar problemas nuevos. La ingeniosa chapuza de hoy para arreglar un fallo quizá se convierta en un valioso desarrollo técnico mañana.
Hay algo orgánico en esta Stardust que se estira varios metros por el laboratorio como un insecto palo. Dentro de su cuerpo tubular se estudia el polvo infinitesimal que desprenden las gigantes rojas al morir; cómo ese polvo recorre la vastedad intergaláctica y cómo esas partículas interactúan químicamente con otras hasta crear moléculas (la nanociencia es la nueva alquimia, porque se centra en las transformaciones químicas). Hay moléculas muy raras en el espacio, dice Martín-Gago, y este maquinón nos va a permitir comprender cómo se forman. Este maquinón es, digamos, un fragmento de universo atrapado en un tubo.
De modo que también en España, pese a la falta de inversión en I+D y a la poca importancia que le damos a la ciencia, hay investigadores y proyectos de primerísima categoría. Eso sí, aquí todo cuesta mucho más trabajo, y no sólo ya por la falta de fondos, sino por una burocracia marciana. Aunque el dinero europeo es del proyecto Nanocosmos, lo gestiona el CSIC. Si se rompe un ordenador, tardan cuatro meses en reponerlo. Toda compra mayor de 18.000 euros ha de salir a concurso, lo cual implica nuevos retrasos y además por lo general la adquisición de la oferta más barata, aunque no sea la que precisan: “Necesitábamos una determinada bomba de vacío y hemos tenido que comprar otra que no tiene las mismas prestaciones”. Todo requiere una montaña de papeles: “Los alemanes se pasman de que no tengamos una tarjeta de crédito”. Y, tras los seis años del proyecto, ¿qué pasará con Stardust? Quizá la dejemos arrumbada en un sótano, por falta de fondos. Sí, es difícil ser científico en España.
TITULO: El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - Puesta al día,.
El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - Puesta al día ,. , fotos,.
Puesta al día,.
Nos hemos quedado abandonados en un pasado próximo y tenebroso, acaso con la sensación de estar viviendo una pesadilla recurrente,.
No sé por qué extraña asociación de ideas, o quizá sí, este retorno a nuestro pasado más cercano me ha hecho recordar la primera entrega de la trilogía peliculera de Robert Zemeckis, 'Back to the future', titulada en España 'Regreso al futuro', y en Hispanoamérica, creo que con más rigor lingüístico y cinematográfico, 'Volver al futuro' o 'De vuelta al futuro'. Aunque, en cualquier caso, creo que lo correcto hubiera sido titularla sustituyendo la palabra 'futuro' por 'presente'. Pero, ya saben, la mercadotecnia tiene sus vasallajes. En fin... reproduzco la sinopsis que de esta comedia de ciencia ficción hace FilmAffinity: «El adolescente Marty McFly, (Michael J. Fox), es amigo de Doc, (Christopher Lloyd), un científico al que todos toman por loco. Cuando Doc crea una máquina para viajar en el tiempo, un error fortuito hace que Marty llegue a 1955, año en el que sus futuros padres aún no se habían conocido. Después de impedir su primer encuentro, deberá conseguir que se conozcan y se casen; de lo contrario, su existencia no sería posible». Gracias a su amigo Doc, consigue su objetivo y, al fin, vuelve al presente del año 1985 del que partió». Marty, en la ficción, pudo volver. Pero nosotros, en la realidad contundente que vivimos, nos hemos quedado abandonados en un pasado próximo y tenebroso, acaso con la sensación de estar viviendo una pesadilla recurrente. Es la diferencia de estar bajo el amparo de un científico que, loco o cuerdo, sabe lo que se trae entre manos; o sometidos a los dictámenes de unos dirigentes políticos incompetentes y malintencionados, un «comité de expertos» fantasmagórico y un hipnotizador mercenario y alopécico apóstata, colaborador necesario y cómplice de la hecatombe, emboscado entre las sombras de su gabinete 'monclovita' cual doctor Caligari redivivo.
Y
ya que me pongo repipi, decir que 'El gabinete del doctor Caligari', es
una película muda de terror de 1920, cumbre del expresionismo alemán,
que nos narra las andanzas de un loco que utiliza a un sonámbulo,
Cesare, para cometer asesinatos. Una metáfora de «la autoridad brutal e
irracional ejercida sobre el hombre común condicionado y su renuncia a
rebelarse contra la autoridad trastornada». Si tuviera que seguir
parangonando la película con la situación atribulada en la que nos
encontramos, el papel de Cesare lo adjudicaría, sin duda, a Pedro
Sánchez. Con matices, por supuesto, porque él es un sonámbulo
hipnotizado pero despierto, poseído hasta la insania por un ansia
enfermiza de permanecer entronizado. Todo lo que no sea eso, le es
indiferente. Cuando veo en televisión sus apariciones con estética cutre
de figurín de 'Hogar y Moda', pantalón pitillo y ademanes ensayados,
largando sinsorgas ampulosas y rollos patateros y falaces al dictado, me
pasa lo que al albañil gallego accidentado, que «pierdo mi presencia de
espíritu». Y, en mi desvarío, me lo imagino iniciando un torpe zapateo
de claqué tal que un Fred Astaire de baratillo, que es lo que la
iconografía de su oropel y su impostura me sugieren.
He de reconocer que este hechicero oculto que padecemos, convencido como estoy de que es factótum de nuestras desdichas, tiene una especial sabiduría para ofrecer sus servicios a políticos más o menos camuesos que, sin él, serían apenas nada: muñecos de madera inanimados. En Extremadura, este Gepetto Caligari se conformó, entre otras chorradas, con vestir a Monago con un chándal fosforito y hacerlo retozar patéticamente entre encinas. Ahora ha coadyuvado a que el número de infectados por la pandemia alcance cifras de marca mayor, porque la 'nueva normalidad' sigue acumulando muertos, ingresados y brotes a lo bestia. A todo esto, Simón el simpaticón, nos dice, tras más de 47.000 nuevos contagios en la semana pasada, que la situación «no es buena», (¡joder con la ambigüedad semántica del epidemiólogo!). Mientras, Sánchez, bajo la nueva consigna de 'España puede', él, que no ve más allá de su ombligo, pide «altura de miras» a la oposición al tiempo que amenaza con una legislatura de 40 meses. Pues si se cumple su vaticinio, con la pandemia descontrolada de por medio, España quizá pueda, ¡ojalá!, pero a saber cuántos llegaremos a verlo, primo.
TITULO:
EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo
Valdano - Luis Figo,.
Luis Figo,.He de reconocer que este hechicero oculto que padecemos, convencido como estoy de que es factótum de nuestras desdichas, tiene una especial sabiduría para ofrecer sus servicios a políticos más o menos camuesos que, sin él, serían apenas nada: muñecos de madera inanimados. En Extremadura, este Gepetto Caligari se conformó, entre otras chorradas, con vestir a Monago con un chándal fosforito y hacerlo retozar patéticamente entre encinas. Ahora ha coadyuvado a que el número de infectados por la pandemia alcance cifras de marca mayor, porque la 'nueva normalidad' sigue acumulando muertos, ingresados y brotes a lo bestia. A todo esto, Simón el simpaticón, nos dice, tras más de 47.000 nuevos contagios en la semana pasada, que la situación «no es buena», (¡joder con la ambigüedad semántica del epidemiólogo!). Mientras, Sánchez, bajo la nueva consigna de 'España puede', él, que no ve más allá de su ombligo, pide «altura de miras» a la oposición al tiempo que amenaza con una legislatura de 40 meses. Pues si se cumple su vaticinio, con la pandemia descontrolada de por medio, España quizá pueda, ¡ojalá!, pero a saber cuántos llegaremos a verlo, primo.
TITULO:
EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo
Valdano - Luis Figo,.
EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - Luis Figo . , fotos,.
Luis Figo ha sido uno de los pocos jugadores que ha logrado dejar huella en los dos grandes clubes de nuestro fútbol.
Desde su llegada al FC Barcelona en 1995 y su sonoro fichaje en el 2000 por el Real Madrid de Florentino Pérez (convirtiéndose así en el primer galáctico) Luis Figo cumplió hasta 10 temporadas en la 1ª división española en las que se mantuvo en la élite del fútbol a nivel mundial.
Esta noche en una nueva entrega de Universo Valdano, el ex jugador analizará esos intensos años en nuestro país, tanto desde la perspectiva futbolística como desde la personal.
Desde su llegada al FC Barcelona en 1995 y su sonoro fichaje en el 2000 por el Real Madrid de Florentino Pérez (convirtiéndose así en el primer galáctico) Luis Figo cumplió hasta 10 temporadas en la 1ª división española en las que se mantuvo en la élite del fútbol a nivel mundial.
Esta noche en una nueva entrega de Universo Valdano, el ex jugador analizará esos intensos años en nuestro país, tanto desde la perspectiva futbolística como desde la personal.
TITULO: El país de Una de ñus,.
El Martes -8- Septiembre 22:00 por la Sexta,foto.
ESTÁ claro que de la covid-19 sabemos lo que el virus nos enseña, eso
sí, a un alto precio. Los especialistas, estudiosos, ocurrentes y
cantamañanas que, desde el primer momento, salieron para trazar su
particular 'hoja de ruta', han quedado con sus ignorancias al aire y las
conclusiones de los expertos en meras paridas. La evolución temporal de
la covid-19 ha sido tan sencilla, simple y previsible que no supimos
verla: si evitamos contagiarnos no nos contagiamos. Sí, lo sé, de
Perogrullo.
La predicción más socorrida para los sabios de opereta era que con la llegada del calor el virus dormitaría hasta el otoño, pero la altísima temperatura no lo ha aletargado y cuando hemos salido como manadas de 'ñus' atolondrados, empeñados en atravesar un regato lleno de cocodrilos hambrientos, allí estaba esperando. Otra perogrullada que no supimos ver: cuando no evitamos el contagio, nos contagiamos.
La predicción más socorrida para los sabios de opereta era que con la llegada del calor el virus dormitaría hasta el otoño, pero la altísima temperatura no lo ha aletargado y cuando hemos salido como manadas de 'ñus' atolondrados, empeñados en atravesar un regato lleno de cocodrilos hambrientos, allí estaba esperando. Otra perogrullada que no supimos ver: cuando no evitamos el contagio, nos contagiamos.
La
covid-19 infecta en todos los idiomas, no es racista, clasista ni
respeta fronteras, pero a los 'ñus' gilipollas, ciegos, sordos, cojos,
temerarios y sin guías los coge mejor que a los prudentes y espabilados.
Es nuestro caso, porque algo no estamos haciendo en España para,
incluso mintiendo y negando 20.000 muertos, ser proporcionalmente uno de
los países más afectados del mundo. ¿Nos tiene tirria el virus? Aquí
hemos apostado por los comités de expertos inexistentes, las fantasmadas
televisivas, el lucimiento y el afán idiota de rentabilizar la
pandemia.
El lunes comienza el curso escolar –¿en bicicletas?–, y el 21 el universitario, todos con la respiración contenida, como si camináramos por un campo de minas, pero dispuestos a recorrerlo, porque la opción de espera, o salirse de la manada, los 'ñus' no la contemplan. España vuelve a dar la campanada, una vez ordeñada la vaca y cuando de la teta sale más sangre que leche, el de los pantalones pitillo se pone al margen para no contaminarse, porque donde no cabe lucimiento personal todo es mohína para la marioneta del maquiavelito Redondo, que sigue experimentando su ingeniería social con los 'ñus'.
¿Qué va a ocurrir? Nada diferente a lo que ha ocurrido porque el virus no es veleidoso y va de frente. Se multiplicarán los contagios, aumentará el número de víctimas, gastos cuantiosos e inútiles, más ruina, cierre de aulas y facultades... Si para salvar la economía es necesario hundirla aún más, pero empujados por miles de muertos, mañana no le echemos la culpa al virus. Pacheco dejó escrito que «Para curar el cáncer no sirven las libélulas»... Tampoco los cobardes que hacen dejación de sus funciones, ni los llorones, ensimismados y prepotentes, pero como somos 'ñus'.
¿Qué va a ocurrir? Nada diferente a lo que ha ocurrido porque el virus no es veleidoso y va de frente
¡Somos tan sensibles, dulces y correctos
que incluso hemos evitado que los 'ñus' alocados vieran la realidad de
la morgue improvisada en el Palacio de Hielo! Mientras los demás tomaban
medidas, España, además de inflarse como un pez globo, salió de
estampida con la coña de la 'nueva normalidad', el presidente del
Gobierno de vacaciones y el vicepresidente lloriqueando un poco por
Asturias. Felicidades, lo estáis bordando.El lunes comienza el curso escolar –¿en bicicletas?–, y el 21 el universitario, todos con la respiración contenida, como si camináramos por un campo de minas, pero dispuestos a recorrerlo, porque la opción de espera, o salirse de la manada, los 'ñus' no la contemplan. España vuelve a dar la campanada, una vez ordeñada la vaca y cuando de la teta sale más sangre que leche, el de los pantalones pitillo se pone al margen para no contaminarse, porque donde no cabe lucimiento personal todo es mohína para la marioneta del maquiavelito Redondo, que sigue experimentando su ingeniería social con los 'ñus'.
¿Qué va a ocurrir? Nada diferente a lo que ha ocurrido porque el virus no es veleidoso y va de frente. Se multiplicarán los contagios, aumentará el número de víctimas, gastos cuantiosos e inútiles, más ruina, cierre de aulas y facultades... Si para salvar la economía es necesario hundirla aún más, pero empujados por miles de muertos, mañana no le echemos la culpa al virus. Pacheco dejó escrito que «Para curar el cáncer no sirven las libélulas»... Tampoco los cobardes que hacen dejación de sus funciones, ni los llorones, ensimismados y prepotentes, pero como somos 'ñus'.
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