TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - JUEVES - VIERNES - Honrar padre y madre ,.
DESAYUNO - CENA - MARTES
-
MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Honrar padre y madre . , fotos,.
Honrar padre y madre,.
El virus que no cesa sigue enroscándose en nuestros miedos de cada día mientras el verano de 2020 enfila la última recta. Los noticiarios siguen disfrazados de covid-19 en uniforme colegial. Y con seguridad algún educador 'pondera' explicará a los escolares que han de tener cuidado y cumplir las normas para no infectar a sus abuelitos. Alguien que quizá 'confinó' a los suyos en alguna residencia de mayores; aunque, claro, lo hiciera «por su bien», porque en el mundo de hoy los viejos estorban en las casas y allí, internados, están mejor, dan menos lata y reciben los cuidados adecuados. Cuando yo era niño nos contaban el cuento de aquel hombre que, llevando a su padre al asilo, hizo un alto para descansar y el padre, pesaroso, le comentó: «Aquí mismo paré yo cuando llevaba a tu abuelo a donde tú me llevas hoy». Y todos, niños de familias largas, nos horrorizábamos de que alguien fuera capaz de semejante cosa. Pero la vida cambia y cuando los asilos de beneficencia mutaron a carísimas «residencias de mayores» la excepción se convirtió en norma y el pragmatismo sustituyó a los afectos condenando a los mayores a recluirse en «confinamientos» (odioso palabro) más o menos elegantes según el grado de disimulo que aportaran a su condición de asilos. Y en estas llegó el virus coronado y se hizo carne de residencia en residencia, de asilo en asilo, amenazando con segar, como un mal viento, la vida de nuestros mayores. Cabría imaginar que, ante tal circunstancia, los familiares correrían a rescatarles para devolverlos al seno familiar y protegerlos. Un uno por ciento. Un miserable, patético y vergonzoso uno por ciento, lo intentaron. Y un noventa y nueve. Un terrorífico noventa y nueve por ciento se encogieron de hombros y los abandonaron a su suerte.
Hay circunstancias, claro. Y razones, claro. Y en manera alguna son iguales unos casos de otros, claro. Pero el dato está ahí. Y también es claro. Con todos los matices que se quiera; con todas las excepciones que quepan; con toda la comprensión al dolor de los que, en muchas ocasiones, tuvieron que adoptar tales medidas sin remedio. Pero la realidad es que en este siglo de tecnologías emergentes y sentimientos divergentes aquella «sagrada» unidad familiar que nos hacía fuertes se ha ido diluyendo, sacrificada en el altar de la eficacia y el positivismo al que llamamos «realidad» y con el que camuflamos el hedonismo que nos lleva a no contemplar otras soluciones, que podrían ser mejores, pero que nos obligarían a «estar pendientes» en lugar de delegar en alguien a quien llamar de vez en cuando para «interesarnos» y acallar nuestras conciencias. No hay cabida en este mundo digital para los viejos. No hay sitio para aquellos a los que la vida ha señalado ya como «desechos de tienta y cerrao». Carne de asilo. Soledad confortada en recuerdos de tiempos mejores.
«La quemazón de los años se hizo ceniza en su pelo… y ahora que ya va pa viejo, se le hace un ñudo la pena que enseña un pañuelo negro». Viejo y sabio Larralde.
TITULO: MasterChef 7 - MasterChef Celebrity 4 . Martes -22- Septiembre,.
El martes -22- Septiembre las 22:35 por La 1,foto.
MasterChef Celebrity 5 | Y Celia Villalobos sacó la artillería,.
Programón
el estreno de MasterChef Celebrity 5, y punto. Están los malotes, están
los que ríen y hacen reír, están los perfectos y están los que tienen
miedo, los niños mimados, los que sacan la mala leche. Está Celia
Villalobos, la mujer a la que MasterChef hizo llorar
Ya está aquí, ya llegó, MasterChef Celebrity 5
a tu televisor. Ahora intenta decirlo 10 veces, pero muy rápido. Son
los efectos de las más de cuatro horas de estreno, del haber dormido
entre nada y menos, del haber reído hasta que me dieron dolores de
barriga, del haberme quedado sin palos de sombrajo tras ver la nueva
edición de MasterChef Celebrity. Cuando consiga
levantar los párpados (¡no hay nadie en RTVE consciente de que terminar
los programas pasadas las 02.00 de la madrugada es pecado!) diré y lo
diré bien alto que ¡pedazo de estreno y pedazo de programa! Tenía ganas
de MasterChef, muchas, y no ha defraudado, que se lo digan a Celia Villalobos.
¿Te imaginas lo que es tener en unas cocinas a personajes cómo La Terremoto de Alcorcón (a sus pies), Celia Villalobos (tela, telita, tela), Josie (el gran descubrimiento de la noche, estrella toal), Florentino Fernández o Ainhoa Arteta (si canta un aria más me arrancó los pelos)? No, es imposible imaginarlo si no lo ves y si no existiera MasterChef Celebrity 5. El programa dio para tanto, que ni los mejores guionistas del mundo mundial conseguirían lo que anoche consiguió MasterChef Celebrity.
Esta edición viene con fuerza, con novedades, con ganas, con directos
en Instagram -como los de Abel Arana- donde te hacen spoiler y de los
buenos, con lo de siempre, pero de lo que funciona... Han tirado la casa
por la ventana y a mí por el balcón, que anoche en el estreno MasterChef Celebrity 5 fue visto por 2.302.000 personas de media, un 24,3% de cuota pantalla. Ahora vas y lo cascasEstá claro que la pandemia ha conseguido que los programas se pongan las pilas o, al menos, que quieran dar mucho más. Ya no es sólo por el casting, que es gloria bendita, sino por lo que traspasaba la pantalla. ¿Y qué es? Pues ganas de entretener, pero por todo lo alto, tirando la casa por la ventana. Y, sobre todo, queriendo transmitir un buen humor y un buen rollo, que ahora nos hace mucha falta. Sí, lo de las cuatro horas de programa es para matar a RTVE lentamente, pero fueron cuatro horas en las que la tele regaló algo muy valioso: olvidar.
Sí, empezó todo con muy buen rollito, en el mercado de Chamberí y con Edu Soto, Mario Vaquerizo y Cayetana Guillén Cuervo intentando ocupar el lugar de los jueces y avisando de lo que podía venir. Allí llegaron los nuevos aspirantes, 16 celebrities que repitieron hasta la saciedad el gran reto y la gran oportunidad que suponía para ellos estar en MasterChef Celebrity. Y es que este año la cosa va de retos y de miedos. ¿Tanto acojonan los jueces? Pues debe ser que sí, aunque hubo miedos que me pusieron el culo más apretado que ellos.
El encontronazo de Jesús Castro y Jordi Cruz
La dinámica del programa es la misma de siempre. Aspirantes acojonados y entusiasmados y jueces que dan una de cal y otra de arena (a quien ellos quieren, claro). Porque, como no podía ser de otra manera, Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nájera y Jordi Cruz, especialmente Jordi Cruz, encontraron rápidamente al aspirante al que meter caña y encontrar tensión. Le tocó a Jesús Castro y provocaron que después el actor se desinflara y desapareciera del mapa. ¿Por qué, Dios mío, por qué?El casting se puede dividir en cuatro grupos: los que han ido a divertirse y a que nos divirtamos; los que han ido a quitarse miedos y cambiar su imagen; los que han ido a ganar y parecer que van en serio; y, por último, los malotes, los quinquis, los de disparo fácil. Estos últimos fueron bien marcados desde el principio y no pudieron ser otros que Juanjo Ballesta y Jesús Castro. Eso sí, con una diferencia, a Juanjo Ballesta le puedes calentar que es tan transparente que se la pela todo y todos (si tiene que ir a plantar un pino en plena prueba, pues se va y punto), y Jesús Castro, al que no le des las palmas que se conoce. Y Jordi Cruz le dio las palmas, le dio la primera "pedrada" de la noche, la primera hostia con la mano abierta.
En la primera prueba de la noche tenían que limpiar un bonito y preparar un plato libre en 60 minutos. Parece fácil, pero en MasterChef Celebrity no hay nada fácil. Así que se lo complicaron diferenciando entre los que cogerían primero la saculenta carne del cerdo del mar y los que tendrían que esperar a ver qué les dejaban sus compañeros. Hasta aquí, todo bien. Se pusieron a cocinar, algunos a cantar, otros a echarse bruma para no convertirse en un ñoro (Josie es lo más), otros a hacer que no sabían cocinar, para luego meterla doblada y otro a hacer lo que podían. Y llegó el momento más temido, el momento de la cata. Los jueces, que hasta el momento estaban suaves y relajados, sacaron el armamento. ¡Leches, que era la primera prueba! Pocos se salvaron de las críticas, pero hubo quien recibió un azotillo; otros, a los que se puso entre algodones; y, después, estuvieron los que se llevaron los golpes.
Juanjo Ballesta y Jesús Castro presentaron juntos sus platos y entonces estalló la ira de Khan. Todavía no sé muy bien por qué Jordi Cruz fue a por Jesús Castro sin medias tintas. En realidad, sí lo sé. De todos los aspirantes estaba claro que Jesús Castro iba ser el único que entrara al trapo. ¡Y vaya si entró! Resulta que durante el cocinado, Jesús Castro tiró a la basura algunos trozos de más del bonito. Obviamente, al jurado no le hizo ni pizca de gracia y, obviamente, Jordi Cruz se lo reprochó durante la cata. Jesús Castro no estaba de acuerdo con lo de que tiró lo que no debía y la tensión entre juez y aspirante se podía cortar. "¿Tú, amigo mío, qué estás buscando aquí? Aprender, te lo puedo dar. ¿Y discutir conmigo?", le lanzó Jordi Cruz. La respuesta de Jesus Castro se la da en la calle y no en un plató y es movida segura. "¿Y tú conmigo?". ¡Zas! "¿Pero tú lo que quieres es aprender? Pues se aprende con la verdad. Toma y daca, toma y daca, que por supuesto ganó Jordi Cruz. "Tus dos platos son una pedrada", y sanseacabó. El primero de la noche, y el único.
Tras la primera "pedrada" de la noche, el programa no fue el mismo para el actor. Perdió fuelle y siguió los consejos de Juanjo Ballesta de que no entrara al trapo. ¿Y cómo no se entra al trapo? Callando. Y hasta aquí puedo leer. Me da a mí que el acto de contención de Jesús Castro va a durar lo mismo que un caramelo a la puerta de un colegio.
Pero mientras a uno les daban a otros les ponían nubes de algodón para que pisarán en blandito. Es lo que tiene cuando se ha sido ministra. El que diga que no tenía ganas de ver a Celia Villalobos en MasterChef Celebrity 5, miente. Es la primera ministra que acude a un programa de entretenimiento y que se reinventa en lo que nunca podríamos llegar a imaginar. O tal vez es que las cocinas de MasterChef no son tan distintas a una mañana en el Congreso. El caso es que Celia Villalobos fue con el traje de ex política desencantada con la política, valga la redundancia, que busca nuevos horizontes y que pretende que un programa como MasterChef permita que los espectadores, es decir, los españoles, vean más allá de la política. "Me he llevado tantas hostias en mi vida", decía la ex ministra. Y, cuidado, no digo yo que no, que a Villalobos le han dado hasta en el carné de identidad, pero parecía que en lugar de haber sido ministra, diputada, etc. durante más de 30 años, había estado condenada a cadena perpetua y haciendo trabajos forzados.
Las lágrimas de Celia Villalobos
El caso es que el papel de Celia Villalobos fue el de 'yo quiero que la gente vea a la persona, no a la politica' y con eso y la frase de que tenía mucho miedo ablandó los corazones de los jueces, que en lugar de jueves se convirtieron en los nuevos coach de Celia Villalobos. En la primera prueba, la ex ministra preparó un marmitako y un "fraude" de bonito (Pablo Casado se debió de dar golpes contra la pared), que fue muy bien valorado por los jueces, pese a que el "fraude" tenía pinta de ser, efectivamente, un fraude. Le echaron la charla de tú puedes, quítate los miedos, has venido a disfrutar... ¿Y qué pasó? Qué Celia Villalobos lloró por primera vez en su vida. "Yo nunca lloró y los jueces me han hecho llorar y que lo vea todo el mundo", dijo. ¿En serio que no ha llorado nunca? Y una leche. Si es verdad lo mal que lo pasó siendo una política activa, no me creo que sus primeras lágrimas fueran las de anoche. Celia Villalobos, la niña mimada de los jueces, se transformó. Poco duró el papel de 'tengo miedo', poco duró el caramelo a la puerta del colegio.Nicolás Coronado, el hombre que todas querríamos como marido, se llevó el gato al agua y ganó la primera prueba, en la que Gonzalo Miró (el que no sabía cocinar ¡ja, ja, ja!) quedó segundo. Los dos primeros capitanes de esta edición en una prueba de exteriores que se trasladó hasta Jaén y en la que se empezaron a ver las patitas por debajo de la puerta. La capitanía de Nicolás Coronado fue un desastre. La bondad del hijo de José Coronado no está hecha para estas lides y la prueba pudo con él.
El modelo y actor se negaba a gritar y a sacar las uñas como le pedía Jordi Cruz, así que todo se descontroló. Pese a que en sus cocinas reinó el buen rollo y el colegueo, esta vez, cocinar en buen ambiente no fue suficiente. De hecho, uno de sus platos directamente fue incomible. La perdiz escabechada que les tocó al equipo rojo se quedó en los platos de los comensales. David Fernández, el primer expulsado de MasterChef Celebrity 5, quemó las perdices, el escabeche era un mal caldo que no sabía a nada de nada y que provocó que el segundo plato del equipo azul fuera mejor olvidar.
Sin embargo, en las cocinas del equipo rojo, capitaneado por Gonzalo Miró, la cosa fue bien distinta. Aunque al buen rollito se le vio poco, la organización que hizo Gonzalo Miró y el temple que demostró dieron la victoria a un equipo donde saltaron las chispas desde el minuto uno de cocinado. Mientras Raquel Sánchez Silva, Laura Sánchez y Josie se combinaron a la perfección para sacar adelante los buñuelos con compota de cereza, al lado Celia Villalobos y Ainhoa Arteta tenían sus más y sus menos. A Celia Villalobos no la chista ni Dios. El empujón que le dieron los jueces en la prueba anterior sacó a la Celia Villalobos que MasterChef Celebrity quería ver, a la Celia Villalobos de por mis narices, a la Celia Villalobos de aquí mando yo y punto pelota. Ya no había miedo, pero sí un muchín de mala leche. Dos veces se acercó Ainhoa Arteta, que acabó hasta el higo, a echarle una mano con el aire de vermú y las dos veces salió con los pies por delante. De hecho, a Ainhoa Arteta se le quitaron las ganas de cantar, y mira que es difícil. Terminó mandándoles a tomar viento fresco y como ella misma reconoció, si no llega a ser porque Gonzalo Miró la calmó e hizo de gurú de la paz, la cosa hubiera acabado mal.
La deslealtad de Aznar
Y es que Celia es mucha Celia. "Celia, ¿tú eres del PP?", le preguntó Flo a la ex política, convirtiéndose en el nuevo Ferreras. "Soy de un PP progesista", respondió Villalobos. "¿Y tú eres más de Aznar o de Rajoy?", continuó el humorista. "Yo soy del PP", contestó intentando evitar ir más allá. Imposible. "Pero antes eras Aznaristas. Hubo un momento en que dejaste de ser aznarista, ¿no?", siguió pinchando Flo. "Pues sí, cuando empezó a meterse con Mariano", en boca cerrada no entran moscas. "Pero si lo nombró él", Flo, directo a Al Rojo Vivo. "Por eso. Y yo la lealtad, para mí, hijo mío... El Aznar nombra al Mariano pensando que él va a estar detrás en una sillita diciendo 'ahora por aquí, ahora por allá...'. Sin darse cuenta de algo fundamental en política y en casi todo: cuando tú te vas no pretendas que el que viene detrás tuya haga lo que tú querías porque ese va a echar cenizas sobre tus pasos". Palabra de Celia Villalobos, que quería dejar la política, pero sí, pero no.El caso es que el equipo ganador no podía ser otro que el azul. Pocos cuchillos volaron tanto en las valoraciones de los jueces como en las opiniones de los aspirantes. Se nota, se siente, que el buen rollo de la Terremoto, de David Fernández, de Josie... estaba presente. Nicolás Coronado se llevó un buen rapapolvo y su tía, de rebote, también. Lucía Dominguín defendió a capa y espada la capitanía de su sobrino (para eso está la familia) y, al final, se llevó ella también la bronca. Pero pelillos a la mar. Ni Ainhoa Arteta acabó mandándoles a la mierda, ni la sangre llegó al río. Bueno, hasta el inicio de la prueba de eliminación.
Lucía Dominguín vs. Celia Villalobos
Aunque los aspirantes intentaron mantener las buenas vibraciones, dos pruebas después la cosa empezaba a estar caliente. No sé muy bien por qué Celia Villalobos se enciscó con Lucía Dominguín y sacó todo el mal genio del que había avisado en la prueba de exteriores. Los jueces le volvieron a preguntar por sus miedos, volvieron a animarla, volvieron a decirle que se relajara, que sacara a la Celia Villalobos que todos queríamos ver. De nuevo, la alfombrita de algodonas, no se fuera a sentir incómoda y cogiera las de Villa Diego."¿Se te ha quitado ya el miedo?", le preguntó Jordi Cruz. "No. Cuando dejas de tener miedo y te crees que todo es perfecto... como dice mi amiga Marta 'la cagá en tecnicolor con balcones a la calle'". Pues muy bien, lo que dice su amiga Marta y lo que hizo que Lucía Dominguín soltará por lo bajini un "sstras, que fina es, ¿no?" que sentó como una patada en el estómago a la ex ministra. A su amiga Marta no se la toca. "Es que yo Lucía necesito una persona como tú que me vaya corrigiendo. Mi madre ya no la tengo, mi abuela tampoco, así que eres tú", espetó Celia Villalobos con esa cara de estoy aguantando por no soltarte un soplamocos y dejarte tumbada que ni te imaginas.
"Pues nada, hija, te mando mi mail y ...", le respondió Lucía Bosé intentando poner algo de humor a la tensión que se estaba respirando. "No, no espero que nos sigamos viendo y salga yo de aquí más educadita, que ya lo decía mi madre, 'parece mentira que hayas estudiado en un colegio de monjas'". Ahora si eso vuelves a por otra. "¿De monjas?", lanzó Lucía Dominguín. "De monjas. Las jesuitinas", contestó Celia Villalobos. Y cuando parecía que la cosa iba a elevarse, Flo salió cual caballero de armadura blanca para salvar el momento: "Ya me dais la dirección del cole ese porque yo no he estudiado en ninguno". Ja, ja, ja, ji, ji, ji, pero esta te la guardo, vaya si se la va a guardar. Me juego una mano a que el encontronazo entre Lucía Bosé y Celia Villalobos va a ser el primero muchos.
En la prueba de eliminación los concursantes de MasterChef Celebrity 5 tenían que descubrir los nombres de los productos gourmet que había escondidos bajo una vitrina. Los que más acertaran se librarían de la prueba. Y gracias al cielo La Terre y Melani Olivares se libraron y subieron al balconcillo. Quiero una Terre en mi vida. Me pareció maravilloso la frase que hizo en su presentación: "hay que reírse hasta de uno mismo". Si tuviera valor para ponerme un tatuaje, me escribía esa frase. Aunque Jordi Cruz quiere ver a la Terre seria, creo que todos necesitamos a La Terre que vimos anoche. La vida necesita muchas Terres.
El resto se tuvieron que enfrentar a una prueba en la que el eliminado fue David Fernández. Fue la crónica de una muerte anunciada. Él mismo lo dijo: "La gente ya me conoce por cantar mal y ahora quiero que me conozcan por cocinar mal": Efectivamente, David Fernández era el aspirante más flojito de todos y la prueba de eliminación pudo con él convrtiéndose en el primer expulsado de MasterChef Celebrity 5. Sin sorpresas, sin disgustos, que para llantos, miedos y pedradas ya hay otros que apuntan maneras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario