DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - La gran tentacion ,. / Las rutas Capone - Baloncesto NBA -PLAYOFFS NBA | LAKERS -117 - 107- NUGGETS (4-1) . / Un país mágico - Alburquerque, mil años vigilando la frontera ,. / Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,. / Un trío en la cocina - Leche frita en La Matilda . / Documentos TV - La gran desconexión,.
TITULO:
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - La gran tentacion,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - La gran tentacion . ,
fotos,.
La gran tentacion,.
Pedro Sánchez bromea con Pablo Iglesias ante la atenta mirada de Carmen Calvo. J. J. GUILLÉN
El desenlace de la negociación presupuestaria va a decantar el rumbo de
la legislatura: el presidente tendrá que elegir compañeros de viaje;
Iglesias le empuja al acuerdo con ERC, pero la oferta de Ciudadanos le
tienta,.
La legislatura afronta este otoño una encrucijada trascendental para
su continuidad o su colapso. El Gobierno de coalición PSOE-Unidas
Podemos debe elegir compañeros de viaje para aprobar los Presupuestos y
acordar un horizonte de estabilidad, con un socavón económico, sanitario
y social de proporciones formidables. Tiene la posibilidad de hacerlo
con la mayoría que le dio los votos a Pedro Sánchez en la investidura en
enero y, en concreto, con el respaldo de Esquerra. Pero, incluso,
aunque los republicanos catalanes se descolgaran, los votos del PNV, de
EH Bildu y del PDeCAT le podrían servir para armar una mayoría
suficiente. Y cuenta con otra alternativa que pasa por una negociación
con Ciudadanos. Es su gran tentación, aunque también encierre algunos
riesgos.
Sánchez dispone de esas tres pistas abiertas al mismo
tiempo, aunque muy pronto deberá decantarse. Los movimientos de Unidas
Podemos para evitar que Ciudadanos entre en la sala de máquinas de la
política española son bien elocuentes.
La zapa podemita
Las
reuniones de Pablo Iglesias con ERC y EH Bildu se enmarcan en esa
apuesta para frenar la expectativa que acaricia cierto sector del PSOE
de pactar los Presupuestos con Inés Arrimadas, un acercamiento que
lanzaría un mensaje apaciguador a Bruselas y a determinado estamento
empresarial, pero que, a la vez, introduciría un factor de severa
distorsión en el Ejecutivo de coalición. Unidas Podemos trata de
estrangular la aproximación de Ciudadanos al PSOE, porque sabe que si
esta operación prospera, su papel como aliado decrece exponencialmente y
se reorientaría la brújula de la política española, no solo en materia
socioeconómica, sino también en sensible relación con la periferia.
La disyuntiva es de profundidad. Lo presumible es que Sánchez no haga
nada que pueda dejar sin margen de maniobra a Pablo Iglesias, con el que
ha sellado una entente de confianza personal para acometer una agenda
de reformas sociales, que adquieren más valor en un nomento de fuerte
estrés sobre los servicios públicos y en el que la covid se está cebando
en los núcleos de población más vulnerables, municipios y barrios de
clases trabajadoras con fuertes índices de precariedad laboral. Iglesias
es consciente de que, aunque un pacto con Ciudadanos no rompa a corto
plazo la coalición ‘progresista’, tendría un efecto colateral en las
políticas económicas y tensionaría de forma considerable el debate
territorial y las relaciones con los nacionalistas. Podría cegarse de
entrada el incipiente debate sobre la plurinacionalidad de España
impulsado por los partidos de la investidura.
¿Sin alternativa?
Sánchez
no prescindirá del papel de Unidas Podemos, a pesar de los recelos
mutuos, a pesar de que los morados advierten movimientos desleales en
algunos ministros socialistas o que desde el PSOE se ve con inquietud y
con malestar la ‘puerilidad’ de ciertos mensajes de Unidas Podemos. Pese
a todas esas maniobras orquestales en la oscuridad, el presidente del
Gobierno coincide con Iglesias en lo esencial: no existe una alternativa
seria al entendimiento entre ambos, que están unidos en su suerte.
Además, el escándalo de la ‘operación Kitchen’ y la situación crítica de
la Comunidad de Madrid, gestionada por el PP, debilitan la estrategia
de oposición de Pablo Casado. En este contexto, la próxima moción de
censura de Vox dará un baza de oxígeno al Gobierno, aunque este último
debería estar atento para que la extrema derecha no capitalice el
malestar social contra la política que empieza a extenderse. Que ese
peligro existe.
La pelota va a estar también en el tejado de
Esquerra Republicana, que debe clarificar su decisión sobre los
Presupuestos Generales del Estado y sobre la legislatura española en un
escenario catalán atravesado por una fuerte disputa interna en el seno
del independentismo, con Carles Puigdemont enrocado en la trinchera de
la resistencia ‘carlista’, del victimismo y del maximalismo de ‘cuanto
peor mejor’. Aunque la política catalana siga bajo la hiperventilación
simbólica en la que ha vivido desde el ‘procés’, el posibilismo se
empieza a abrir paso en el soberanismo catalán.
TITULO: Las rutas Capone - Baloncesto NBA -PLAYOFFS NBA | LAKERS -117 - 107- NUGGETS (4-1) .
foto / Leyenda: Un imperial LeBron reclama su corona y guía a los Lakers a las Finales de la NBA,.
LeBron mostró su versión más dominante
(38+16+10) y disputará sus décimas Finales de la NBA. Los Lakers, las
primeras desde 2010. Denver dice adiós a una temporada histórica.
Una cosa está clara: LeBron no es Kawhi, Anthony Davis no es Paul George y los Lakers no son los Clippers.
El enfrentamiento que todo el mundo esperaba no se ha producido, y las
similitudes entre una serie y otra han sido notables, con una pequeña
diferencia sustancial: unos han ganado y otros no. Los Nuggets ganaron
uno de los tres primeros partidos, se colocaron con un 3-1 adverso que habían remontado en las dos rondas anteriores
y amenazaron con dar la vuelta al marcador en una noche que parecían
tener perdida pero a la que, una vez más, se aferraron con todo lo que
tenían. O, más bien, con lo poco que les quedaba. Sin embargo, esta vez
el rival no colapsó ni hizo gala de pájaras inexplicables, o de una
sequía anotadora que diera alas a un equipo que no las necesita para
volar ni hincharse de un bien merecido orgullo para tirar adelante, sea
el que sea el que se ponga. Tampoco las estrellas se borraron del mapa y
dijeron adiós cuando más se les necesitaba. Esta vez, los Lakers impusieron la lógica y derrotaron a lo racionalmente inexplicable,
un grupo de jóvenes con un futuro en el que no se atisba un techo que
estaban muertos en primera ronda pero, por lo que sea o por muchas
cosas, han llegado hasta la última del Oeste. De esa Conferencia
imposible en la que han tenido que jugar 19 partidos, sucumbiendo cuando
a punto estuvieron de hacerlo en tan solo cinco. Pero claro, ni los
Jazz ni los Clippers eran los Lakers. Ni, por supuesto, tenían a LeBron.
El Rey se ha desengrasado tras cuatro partidos en los que
había cedido el protagonismo a Anthony Davis. El mundo entero se
preguntaba si no era ya demasiado tarde para ver a un jugador que en
diciembre cumple 36 años mostrar su versión más dominante en playoffs, esa de la que ha hecho gala en la última década
y que le hizo ascender a un puesto ya casi inalcanzable del Olimpo en
las Finales de 2016 o los playoffs de 2018. 24,3 puntos, 9 rebotes y 8,8
asistencias eran sus promedios en la serie, algo que sería ingrato
relacionar con una mala actuación pero que no deja de serlo para él,
acostumbrado a mucho más. Y sí, al final resultó que ese ser monstruoso
seguía vivo y dejaba claro (una vez más) que no sigue luchando por
encontrar su sitio definitivo en la historia mientras ignora el paso del
tiempo y de los cadáveres que va dejando por el camino. El último de ellos, en forma de proyecto, eran unos Rockets a los que dijo adiós en semifinales;
los Nuggets, dueños de la fuente de la juventud, se pueden despedir de
una temporada de sobresaliente en unos playoffs en los que se han
reafirmado y han apuntillado una idea que se encuentra en su principio y
no en su final y que, claro, no cuenta dentro de los proyectos acabados del Rey, por encontrarse temporalmente en la pubertad y haber demostrado que lo que viene es mejor que lo que han dejado atrás. Y eso, si el pasado reciente es tan bueno como el suyo, siempre es positivo.
LeBron vuelve a unas Finales que prácticamente podrían llevar su
nombre y que ha pisado en nueve de los últimos diez años. Y, ante de la
racha de ocho consecutivas fue el año 2010, en el que los Lakers las
disputaron por última vez. Los angelinos encuentran, por fin, el camino de regreso a casa tras una búsqueda llena de infortunios y caos estructural,
pero que iniciaron una nueva era con el fichaje de LeBron, el mayor
crédito que tiene como ex jugador un Magic Johnson que salió por la
puerta de atrás y dejó a Rob Pelinka hacerse dueño de la estabilidad
directiva de la que goza hoy la franquicia, que deja atrás la peor época
de su historia y vuelve al lugar que le corresponde y que ha pisado
hasta en 32 ocasiones, más que nadie en la historia. Dos historias de
amor, las de los Lakers y LeBron, que han ido de la mano, ya sea para
buscar la salvación (la franquicia) o la confirmación (el jugador). En
el quinto partido ante Denver, LeBron no se anduvo con rodeos y rechazó
cualquier tipo de especulación, sabiendo de primera mano que dar alas a
los de Colorado era sinónimo de inmolación, y que su resiliencia era
solo comparable a su ya consabido pundonor. El Rey
silenció los intentos de remontada, que llegaron de nuevo como en el
partido anterior, y sumó 38 puntos, 16 en el último cuarto, 16 rebotes y
10 asistencias. Es su triple-doble número 27 en playoffs por
detrás de, vaya, Magic Johnson, otro jugador de los Lakers que fue
además el que le visitó en su casa y le convenció para cambiar Ohio por
Hollywood. Un mundo de casualidades y nombres históricos a los que
LeBron alcanza con cada hazaña que hace.
La versión sobrehumana de LeBron
Son 10 las Finales que LeBron, primer jugador en conseguirlo desde
Kareem y cuarto en la historia tras el pívot, Sam Jones y Bill Russell.
Jamás en la era moderna, un jugador había conseguido algo así, sumando
además ocho temporadas consecutivas en esa última ronda que ha perdido,
todo hay que decirlo, en seis ocasiones. Tres son los anillos que lucen en sus vitrinas, que podrían ser cuatro a final de curso, con todo lo que puede conllevar, incluido un debate tan irrisorio como recurrente sobre quién es el GOAT,
ese mejor jugador de la historia. Y que tiemblen Jordan, Jabbar y
compañía, que quizá un nuevo entorchado le dé a LeBron un reinado eterno
y, cuando deje de ser una realidad andante, un recuerdo imperecedero.
Ante Denver, el alero, reconvertido en base, apareció cuando tenía que
hacerlo, aunque realmente nunca se fue del partido. Ya en el segundo
periodo realizó cuatro penetraciones consecutivas en una zona despoblada
de un Jokic que llevaba tres faltas (igual que Anthony Davis) y se
encontraba en el banquillo. Su ausencia perjudicó a unos Nuggets que resistieron en un primer cuarto loco,
en el que se sumaron seis empates y nueve cambios de dirección, antes
de que James tomara la directa y se pusiera a anotar en la pintura:
16+7+6 al descanso y LeBron en estado puro, en modo leyenda, por primera
vez en unos playoffs en los que no ha dejado de jugar bien pero en los
que no ha llegado a jugar tan bien. Al menos, no en esa versión
adimensional que ha destrozado equipos y forjado su leyenda.
Los Nuggets, envalentonados por un Mike Malone que empezó siendo
cuestionado y se ha convertido en el mejor entrenador para el proyecto,
no se dieron por vencidos y llegaron a empatar en el tercer cuarto
(84-84) una diferencia que había sido de -16. Un triple de Davis (27+5+3+2) a pase de LeBron cerraba el tercer cuarto, y los Lakers disputaron el
último sin ponerse nerviosos a pesar de la cercanía del rival. Tomaron
ventaja, pero Millsap desde la personal (13 puntos) y Jokic (20+7+5,
ensombrecido por Howard y por las faltas) remaron hasta el 103-99. Hasta
ahí llegaron: asistencia de LeBron para el triple de Danny Green y
aparición del propio LeBron en modo Kobe, ese ser que ha venido a
reemplazar en una franquicia que le añora y que se mueve por su
recuerdo: tiro en suspensión, tiro en suspensión, tiro en suspensión, triple y adiós. Cuatro canastas consecutivas, nueve puntos en total y la aclamación total y absoluta de unos compañeros rendidos a sus pies. Con Rondo en una versión humana (8+4+3, sin jugar en el último cuarto),
Howard demostrando que puede ser una pieza fundamental, 11 puntos de un
Caruso que fue de más a menos y una buena defensa que siempre obligaba a
los Nuggets a dar un paso más, a correr hasta una extenuación que ya
tenían. Que se lo digan a Murray, que dejó de mostrar esa cara
ilógicamente estelar y hoy, problemas en la rodilla derecha mediante, se
quedó en 19+4+8 con 0 de 4 en triples, 0 de 7 si sumamos los dos
últimos partidos.
Los Nuggets se despiden con sobresaliente. Murray se consolida como
una estrella y deja atrás a ese jugador molón pero irregular, pasando a
ser el jugador franquicia. Puesto que compartirá con Jokic y con una
plantilla en la que nadie pasa de los 30 años excepto Millsap. Grant, 20 puntos, es otro de los que ha demostrado ser parte de ese futuro que les espera a los Nuggets,
y tiene una opción de jugador de 9 millones de dólares que puede
rechazar para salir al mercado, un problema que los de Colorado, que
harán lo que sea por mantenerle (deberían) pueden encontrarse en el
próximo mercado de fichajes. También tendrán que decidir qué hacen con
Torrey Craig o con un Dozier que cobra menos de 200.000 dólares, una
ganga por lo visto en unos playoffs en los que ha destacado y ha tenido
grandes momentos. Y con la mirada puesta en un Michael Porter Jr. que,
si mejora en defensa, tiene potencial de estrella. De una forma u otra, el futuro está asegurado y solo queda por saber si lo de este año ha sido un accidente (bendito accidente)
motivado por una situación atípica o fruto de una trabajo estructural
que ha dado sus frutos justo cuando tenía que hacerlo, en un momentum ideal que permite al proyecto dar un paso claro y rotundo en la dirección correcta.
¿Y los Lakers? A las Finales. Eso bastaría para definir una temporada
impresionante, que han trabajado de principio a fin, en la que han
creado una química grupal y se han identificado con un estilo Frank
Vogel avanza más allá que nunca en su carrera, Howard pisa una ronda a la que no llegaba desde 2009 con los Magic (vaya, en Florida)
y Rondo, desde 2010 y con los Celtics, el eterno rival al que se
podrían medir en las Finales. Davis disputará sus primeras Finales
(igual que Caruso, Markieff), gente como J.R Smith se podrían encontrar
con un campeonato (para él sería el segundo) sin comerlo lo beberlo y
LeBron podría ser el primer jugador de la historia que gana el MVP de
las Finales con tres equipos distintos y el tercero que gana con esa
misma variante tras John Salley y Robert Horry, un honor que pude compartir con un Danny Green que ya lo ha hecho en Spurs y Raptors. Eso sí, como ha dicho Rob Pelinka y ha recordado más de uno al final del encuentro, "el trabajo no está hecho". Quedan cuatro victorias. Y falta la corona de LeBron. Falta el anillo de los Lakers. Falta la gloria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario