Juegos de niños,.
Sabado -19- Septiembre a las 22:00 por La 1, foto,.
Juego - Un sudoku de 500 niños como Éric ,.
Un sudoku de 500 niños como Éric,.
Recordatorio de las instrucciones anticovid en el desayuno, colas con mascarillas y recreos sin balón. Su madre destaca el «enorme esfuerzo» del colegio Marqués de Valdecilla,.
Vertical,
tres letras: 'Yunque de platero'. Horizontal, empieza por 'r': 'Gorro
militar'. Si sabe las respuestas probablemente es que ha echado horas
con los autodefinidos. Si no, sea paciente, que la solución, como en los
libros de pasatiempos, siempre está al final. «Esos son dos clásicos,
salen muchas veces y los acabas memorizando». Ahí la primera virtud de
estos entretenimientos de lápiz y papel (obviamente también hay
versiones 'online'): el ejercicio de la memoria. La primera, porque hay
más: «Estimulan la intuición, la deducción, ayudan a formular hipótesis,
mejoran el conocimiento del lenguaje...», enumera Florentino Paredes,
catedrático de Filología de la Universidad de Alcalá. Aunque esta vez
habla en calidad del «maestro de EGB» que fue y del aficionado a los
crucigramas que todavía es. «Yo impartía clases de lengua castellana a
chavales de entre 10 y 14 años y cada semana les proponía un juego
lingüístico: buscar palabras con cinco vocales, formar frases en las que
la primera palabra tuviera una sola letra, dos la segunda, tres la
tercera... y también resolver y crear jeroglíficos, porque suponían un
reto y les despertaban la curiosidad».
Esa es la clave del éxito de estos juegos, el reto. Que debe ser «estimulante pero posible de acertar»; si no, «genera frustración». «Es como cuando haces un puzle y lo acabas, el cerebro libera algo que te genera placer, como encontrar todas las palabras de una sopa de letras o resolver un sudoku. Dices: 'He sido capaz'. Si es imposible, te provoca rabia».
Esto que 'sucede' en el cerebro al resolver estos acertijos lo explica Ángel Martín, vocal del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología: «Estos ejercicios activan zonas cerebrales, las ponen en marcha». Lo que resulta muy beneficioso para cualquiera, pero especialmente «en el caso de personas que sufren deterioro cognitivo». «Desde el punto de vista neurológico son muy adecuados, porque estimulan la atención, la memoria... No van a frenar la enfermedad, no la van a curar, pero sí pueden ayudar a mantener cierta funcionalidad durante más tiempo».
Además de ayudar a la función cerebral, de 'entrenar' las neuronas, los pasatiempos, «lejos de ser una pérdida de tiempo como algunos creen o de tratarse solo de un entretenimiento, también pueden resultar una terapia adecuada para personas con baja autoestima o con problemas de estrés», informa José Elías, psicólogo sanitario y pionero en España en humor y risoterapia. Sobre lo primero explica que «la resolución de un crucigrama o de un sudoku genera una sensación de logro muy útil para trabajar la autoestima, además de mejorar la atención en personas dispersas». En cuanto al estrés, el especialista explica que hay dos formas de reducirlo: «aprender a tolerarlo o disociarse, buscar otra cosa que te guste y te evada de los problemas». Como hacer autodefinidos.
«Es una terapia sencilla de iniciar, los traen casi todos los periódicos y vienen, muy acertadamente, en las páginas finales, donde está la parte de la diversión. Yo muchas veces les digo a mis pacientes que empiecen a leer el periódico por detrás, que así digerirán mejor las primeras noticias cuando lleguen a ellas».
Además de entrenadores de las neuronas y aliados contra el estrés, los pasatiempos son también solo eso, una manera de pasar el tiempo. Una buena manera. «El crucigrama me encanta, en mi opinión es el más interesante y, desde el punto de vista lingüístico, es una fuente de aprendizaje de nuevas palabras, aunque no las vayas a usar luego. Un crucigrama exige intuición, trabaja la deducción, la memoria... Y te puedes aficionar a los de un autor en concreto. A mí me gustaban especialmente los de Pedro Ocón de Oro, que los hizo muchos años en el diario ABC. Fue uno de los grandes difusores y era un hombre muy preciso, buscaba palabras que no fuesen muy triviales pero que tampoco te obligaran a consultar la enciclopedia», relata Florentino Paredes.
– Pues, para éxito, el de los sudokus... ¡Qué fiebre!
– La clave del éxito de los sudokus es la estética, los japoneses cuidan mucho el diseño. Además, el sudoku tiene algunas ventajas sobre otros pasatiempos: al tratarse de una técnica combinatoria, no necesita memoria lingüística, y como son números es un juego universal y no específico de una lengua.
El castellano, por cierto, «como todas las lenguas alfabéticas», es un idioma especialmente agradecido para estos juegos: «Se presta muy bien porque tiene cambios de género, tiene singular y plural, prefijos, sufijos... Lo que permite una gran variedad».
Antes de terminar, le pedimos al profesor la resolución de las dos definiciones del comienzo, que fueron cosa suya: «Yunque de platero: tas. Gorro militar: ros». Añade el psicólogo José Elías otra: «Río de Galicia, dos letras: Eo. ¿A que ese no se le olvida a nadie».
– Alguien que dedica dos horas al día a hacer autodefinidos... ¿tiene un problema?
– Depende. Si es un jubilado con mucho tiempo libre, no me parece un problema, igual que si dedica ese tiempo a leer, por ejemplo. De hecho, es mucho mejor eso que estar sin hacer nada. Ahora, si esa persona que emplea dos horas cada día en el autodefinido lo hace en el trabajo a escondidas o deja de cumplir otras tareas por eso, entonces sí. Estamos ante una adicción.
– ¿El límite es claro?
– Sí, lo es. La diferencia entre una afición y una adicción es cuando dejar de ser una diversión para convertirse en una necesidad.
– ¿Y los atracones puntuales, en vacaciones por ejemplo?
– Que te tires dos meses haciendo pasatiempos de manera intensa no es un problema. Es normal, como cuando de niño te regalaban una bicicleta nueva y al principio no te bajabas de ella, pero luego pasaban meses y no la tocabas. Descubres un placer y lo agotas.
– ¿Ha tratado a alguien con este problema?
– No que tuviera solo este problema. Pero sí que tenía este problema asociado a otros. Recuerdo a un paciente, era una persona muy solitaria, con muy poca red social. Y también se enganchan personas que quieren destacar, gente que tiene pocos logros en su vida y ve en esto una posibilidad de 'chulearse', porque ser capaz de terminar los crucigramas te da cierto estatus.
– ¿Se trata 'a la brava'?
– Depende. Hay gente que deja de fumar 'a la brava' y otros, poco a poco. Se puede poner un límite: media hora al día y ni un minuto más. Y, si el crucigrama está por acabar aún, así se queda.
Esa es la clave del éxito de estos juegos, el reto. Que debe ser «estimulante pero posible de acertar»; si no, «genera frustración». «Es como cuando haces un puzle y lo acabas, el cerebro libera algo que te genera placer, como encontrar todas las palabras de una sopa de letras o resolver un sudoku. Dices: 'He sido capaz'. Si es imposible, te provoca rabia».
Esto que 'sucede' en el cerebro al resolver estos acertijos lo explica Ángel Martín, vocal del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología: «Estos ejercicios activan zonas cerebrales, las ponen en marcha». Lo que resulta muy beneficioso para cualquiera, pero especialmente «en el caso de personas que sufren deterioro cognitivo». «Desde el punto de vista neurológico son muy adecuados, porque estimulan la atención, la memoria... No van a frenar la enfermedad, no la van a curar, pero sí pueden ayudar a mantener cierta funcionalidad durante más tiempo».
Que no sea muy fácil
En personas con alzheimer, por ejemplo, indica el especialista, «son muy adecuadas actividades que ayuden a ejercitar la memoria, como leer un texto y tratar de recordar lo que cuenta, evocar hechos pasados a través de imágenes o de canciones...». Ytambién hacer crucigramas que impliquen un esfuerzo por recordar esas definiciones, siempre «adaptados» a cada persona: «Un autodefinido no tiene el mismo efecto en una persona que, pese a sufrir cierto deterioro cognitivo, ha sido profesor de lengua que en alguien que ha sido ajeno a ese campo y ha trabajado toda la vida en la construcción, por ejemplo. La clave es que ese ejercicio suponga un reto y active determinadas zonas del cerebro. Si es algo muy 'fácil' y te aburres, no se logra ese objetivo», explica el experto, que valora la utilidad de los entretenimientos como ejercicios complementarios a otros «más relacionados con la vida cotidiana, como planificar una compra en el supermercado o leer un artículo en el periódico y tratar de recordar su contenido».Además de ayudar a la función cerebral, de 'entrenar' las neuronas, los pasatiempos, «lejos de ser una pérdida de tiempo como algunos creen o de tratarse solo de un entretenimiento, también pueden resultar una terapia adecuada para personas con baja autoestima o con problemas de estrés», informa José Elías, psicólogo sanitario y pionero en España en humor y risoterapia. Sobre lo primero explica que «la resolución de un crucigrama o de un sudoku genera una sensación de logro muy útil para trabajar la autoestima, además de mejorar la atención en personas dispersas». En cuanto al estrés, el especialista explica que hay dos formas de reducirlo: «aprender a tolerarlo o disociarse, buscar otra cosa que te guste y te evada de los problemas». Como hacer autodefinidos.
«Es una terapia sencilla de iniciar, los traen casi todos los periódicos y vienen, muy acertadamente, en las páginas finales, donde está la parte de la diversión. Yo muchas veces les digo a mis pacientes que empiecen a leer el periódico por detrás, que así digerirán mejor las primeras noticias cuando lleguen a ellas».
Además de entrenadores de las neuronas y aliados contra el estrés, los pasatiempos son también solo eso, una manera de pasar el tiempo. Una buena manera. «El crucigrama me encanta, en mi opinión es el más interesante y, desde el punto de vista lingüístico, es una fuente de aprendizaje de nuevas palabras, aunque no las vayas a usar luego. Un crucigrama exige intuición, trabaja la deducción, la memoria... Y te puedes aficionar a los de un autor en concreto. A mí me gustaban especialmente los de Pedro Ocón de Oro, que los hizo muchos años en el diario ABC. Fue uno de los grandes difusores y era un hombre muy preciso, buscaba palabras que no fuesen muy triviales pero que tampoco te obligaran a consultar la enciclopedia», relata Florentino Paredes.
– Pues, para éxito, el de los sudokus... ¡Qué fiebre!
– La clave del éxito de los sudokus es la estética, los japoneses cuidan mucho el diseño. Además, el sudoku tiene algunas ventajas sobre otros pasatiempos: al tratarse de una técnica combinatoria, no necesita memoria lingüística, y como son números es un juego universal y no específico de una lengua.
El castellano, por cierto, «como todas las lenguas alfabéticas», es un idioma especialmente agradecido para estos juegos: «Se presta muy bien porque tiene cambios de género, tiene singular y plural, prefijos, sufijos... Lo que permite una gran variedad».
Antes de terminar, le pedimos al profesor la resolución de las dos definiciones del comienzo, que fueron cosa suya: «Yunque de platero: tas. Gorro militar: ros». Añade el psicólogo José Elías otra: «Río de Galicia, dos letras: Eo. ¿A que ese no se le olvida a nadie».
«Puede enganchar. Hay que decir 'solo media hora, aunque quede a medias'»
¿Hay adictos a los pasatiempos? Es raro, pero los hay. ¿Es fácil desengancharse? También. «No es como la nicotina, que cada vez necesitas más para sentir el mismo placer. Con los crucigramas puedes 'pasarte' el fin de semana, que es más fácil de controlar», tranquiliza el psicólogo José Elías.– Alguien que dedica dos horas al día a hacer autodefinidos... ¿tiene un problema?
– Depende. Si es un jubilado con mucho tiempo libre, no me parece un problema, igual que si dedica ese tiempo a leer, por ejemplo. De hecho, es mucho mejor eso que estar sin hacer nada. Ahora, si esa persona que emplea dos horas cada día en el autodefinido lo hace en el trabajo a escondidas o deja de cumplir otras tareas por eso, entonces sí. Estamos ante una adicción.
– ¿El límite es claro?
– Sí, lo es. La diferencia entre una afición y una adicción es cuando dejar de ser una diversión para convertirse en una necesidad.
– ¿Y los atracones puntuales, en vacaciones por ejemplo?
– Que te tires dos meses haciendo pasatiempos de manera intensa no es un problema. Es normal, como cuando de niño te regalaban una bicicleta nueva y al principio no te bajabas de ella, pero luego pasaban meses y no la tocabas. Descubres un placer y lo agotas.
– ¿Ha tratado a alguien con este problema?
– No que tuviera solo este problema. Pero sí que tenía este problema asociado a otros. Recuerdo a un paciente, era una persona muy solitaria, con muy poca red social. Y también se enganchan personas que quieren destacar, gente que tiene pocos logros en su vida y ve en esto una posibilidad de 'chulearse', porque ser capaz de terminar los crucigramas te da cierto estatus.
– ¿Se trata 'a la brava'?
– Depende. Hay gente que deja de fumar 'a la brava' y otros, poco a poco. Se puede poner un límite: media hora al día y ni un minuto más. Y, si el crucigrama está por acabar aún, así se queda.
Juego de niños
«Las sopas de letras les encantan a los chavales. Son un ejercicio muy familiar y cada vez que alguien encuentra una palabra no puede dejar de decir: 'Mira, mira, he encontrado esta'. Es un placer ese hallazgo, como cuando vas por el monte y te parece todo igual y de repente encuentras una seta. Los juegos de las siete diferencias, basados en técnicas de ocultación, también divierten mucho a los niños», señala el psicólogo José Elías.TITULO: LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - La moda da un golpe en la 'mesa' ,.
LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - La moda da un golpe en la 'mesa' , ,. fotos.
La moda da un golpe en la 'mesa' ,.
Ángel Schlesser se hace con el premio a la mejor colección de una atípica Mercedes-Benz Fashion Week Madrid,.
Schlesser ha recuperado su ángel. Mejor dicho. Ha ganado a Mesa. El nuevo director creativo de la histórica firma se alzó con el premio a la mejor colección de la 72 edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid en su debut. El que fuera mano derecha de Agatha Ruiz de la Prada duranfe 15 años. Su alabada propuesta basada en la ambigüedad sexual de Katherine Hepburn con siluetas andróginas, minimalistas, elegantes y contemporáneas gustó. Y mucho.Pero no solo de premios vive el hombre, así que tocaba que el diseñador volviese a subir a la pasarela. Esta vez para presentar lo última de su firma, Maison Mesa. De nuevo un trabajo de confección impecable en un baile -con Rafael Amargo, Mariola Fuentes y Alexander Peacok como maestros de ceremonias - de cuerpos armados pero muy ligeros gracias a tejidos de ensueño como sedas tailandesas, tafetas japonesas, Tussord Balenciaga o punto de metal con detalles tan cuidados con tanto mimo como los botones forrados en la misma vainica que los lunares que salpican el lino de algunas de sus prendas. Un delirio maravilloso inspirado en la película de terror muda alemana 'El gabinete del doctor Caligari, de 1920. Y mudo quedó el presente ante tal espectáculo.
El trago de desfilar tras la hazaña de Mesa fue para Brain&Beast. La polémica firma, de gran éxito en Asia, no se acobardó y, como es habitual, no se cortaron. Quisieron mostrar a las nuevas generaciones sus referencias de la adolescencia Esas a las que el director creativo. Ángel, imparte clases. Las que, aunque resulte increíble, no saben quien fue Lady Di. Así que ni corto ni perezoso subió su figura al escenario con con un bidón de gasolina tras bajar de un coche que simulaba ser en el que perdió la vida. Ahí es nada. Otros símbolos de la década de los 80 como los trajes de chaqueta de manga corta como los que llevaba su madre para ir a trabajar o logotipos de la época, pero sin pervertir, como había hecho en anteriores colecciones. La marca aprovechó para enseñar su primera colección de calzado, hecha en España.
También realista, pero con mucho más optimismo, apareció Custo Barcelona. El color es la genética de esta colección con el blanco como protagonista, mezclado con los neones, brillos y efectos ópticos creados con la superposición de diferentes texturas, así como la experimentalidad, tanto en los materiales como en las formas. La silueta se renueva creando ventanas que dejan ver el cuerpo. Agujeros creados a base de un patronaje muy cuidado para renovar el concepto de sensualidad. Más que una recopilación de 'looks', su propuesta, que la casa considera una de las mejores hasta la fecha, se erige como un punto de inflexión conceptual ante los tiempos en los que estamos inmersos.
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