DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Futbol - España -4- Ucrania -0- ,. / Las rutas Capone - El viaje inacabado de Bakari hacia el sueño europeo. / Un país mágico - ,. / Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,. / Un trío en la cocina - Té helado ,. / Documentos TV - Muertes con receta,.
TITULO:
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Futbol - España -4- Ucrania -0- ,. ,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Futbol - España -4- Ucrania -0- ,. ,. ,
fotos,.
Futbol - España -4- Ucrania -0- ,. Resultado Fianl - España -4- Ucrania -0- , foto.
Ramos y Ansu tienen estrella,.
La Selección, que ya es líder, tuma a Ucrania en
Valdebebas con dos goles del capitán, uno del brillante extremo del
Barça y otro de Ferran Torres.
Si Luis Enrique se saluda con Mauro Tassotti en un gesto que
engrandece el fútbol y Ansu Fati sale de titular, es que la tarde/noche
promete. Era buen presagio y se cumplió, porque lo que llegó después no
fue más que la mejor manera de cerrar un domingo que ya nos había
alegrado hasta las agujetas Carlos Sainz. España goleó, Ramos
sumó nuevas muescas en su brillante historial y Ansu Fati nos recordó
que el fútbol es de los que se divierten jugando a él. Era su
primer partido como titular y marcó un gol con el que batió un récord
vigente en la Selección española desde hacía 95 años. "Viviendo
deprisa", cantaba Alejandro Sanz. Pues eso.
Lo
cierto es que Ansu Fati casi no nos dejó ni sentarnos en el sillón. Al
minuto y veinte segundos, el azulgrana recibe junto a la cal, dribla a
Tymchyk y emprende carrera hacia portería, encara con dos fintas a
Kryvtsov y en la última, tocándosela de tacón, deja compuesto y sin
novia al rival. Penalti. Inapelable. En un minuto y veinte
segundos el precio de la entrada ya estaba amortizado… si es que hubiera
habido ocasión de comprar entrada. También ahí, el COVID nos pega patadas. El
penalti lo transformó Sergio Ramos, quién si no, en una suerte de semi
Panenka que a punto estuvo de parar Pyatov. Era el penalti más
tempranero en los 704 partidos que ha disputado la Selección española a
lo largo de la historia, lo que da ocasión al defensa (o lo que sea) de Camas de figurar en un nuevo capítulo en el libro de los récords de La Roja.
El gol no intimidó a Ucrania, salvo quizá a Tymchyk y Kryvtsov, que
es lógico que aún le estuvieran dando vueltas a esa cometa que un par de
minutos antes había zigzagueado entre sus piernas en forma de Ansu
Fati. Kharatin, que formaba en la media en lugar de Stepanenko (titular
ante Suiza), escoltaba a Zinchenko, llamado a ser la llave con la que
abrir la defensa española. Pero La Roja abortaba ese flujo de juego.
Sin balones para Yaremchuk y Yarmolenko, gran parte del peligro
ucraniano quedaba desactivado. En realidad, la presión española
comenzaba mucho más arriba, con Olmo, Gerard Moreno y Ansu ahogando la
salida con balón de los centrales.
Poco a poco las piezas de Luis Enrique encajaban. Y no era fácil. Es
de aplaudir la decisión del asturiano de probar hasta dar con la tecla.
Si ha diseñado una convocatoria como esta, rompedora, con tanta cara
nueva y hambre por hacer buen fútbol, es lógico que mueva jugadores de
un partido a otro. Ayer alineó hasta seis novedades respecto al equipo
que empató el jueves en Alemania. Si hay tanto fondo de armario, habrá
que lucirlo… Hay una segunda lectura a esa remodelación, la que
dice que el seleccionador se ve obligado a tantos cambios por la altura
de temporada en la que nos encontramos y lo atípico de combinar el fútbol con ese COVID que desde hace unos meses es el peor rival al que enfrentarnos.
Reguilón debutaba con La Roja en detrimento del goleador Gayà. Merino
y Rodri se incorporaban al centro del campo y arriba, el domingo nos
había regalado una delantera inédita: Dani Olmo, Gerard Moreno y Ansu
Fati. Funcionaron bien los tres, asociados en la presión y combinativos
con la segunda línea ofensiva del equipo. De ese modo el partido iba
teniendo una sola voz, la de España. Y también una sola cabeza. Justo
cuando Shevchenko gesticulaba en señal inequívoca de descontento, Ramos
cabeceó a gol un centro de Olmo. Suponía su doblete y para mayor alegría de Luis Enrique y todos los que forman parte de su proyecto,
el fruto de la estrategia y de todas esas reuniones ante la pizarra y
el vídeo. Deparaba, además, otra pincelada de esas con las que Ramos te
deja boquiabierto: se convertía en el octavo máximo goleador (23) de la
historia de la Selección igualando a un tal... Alfredo Di Stéfano. Lo
dicho, va a récord por tatuaje. El 2-0 hizo daño a Ucrania. Shevchenko negaba con la
cabeza y más aún cuatro minutos después, cuando Ansu Fati batía de
nuevo a Pyatov con un derechazo desde la frontal del área. Gol y mucho
más que eso. Un mordisco a la historia, pues con ese tanto el
barcelonista se convertía en el jugador más joven en marcar con España. A
sus 17 años y 311 días batía un récord que se remontaba a hace 95 años:
desde que Juan Errazquin marcara en 1925 ante Suiza con 18 años y 344 días.
El resultado ya estaba cantado y tuvimos que esperar al minuto 40
para asistir al primer disparo a puerta de Ucrania. Mykhaylichenko fue
su autor, un zurdazo que paró en dos tiempos De Gea, de nuevo titular.
Era un modo de salvar el honor, pero poco más. El resultado estaba
cantado y la segunda parte fue un mero trámite finalizado con una
noticia buena y otra mala: el golazo de Ferran Torres, que había entrado
en sustitución de Gerard Moreno. La noche se cerraba con el
liderato de España en la Nations League y un chaval de 17 años
abandonando el césped de Valdebebas con cara de habérselo pasado en
grande. Como todos.
TITULO: Las rutas Capone -El viaje inacabado de Bakari hacia el sueño europeo.
El viaje inacabado de Bakari hacia el sueño europeo.
El
drama de las pateras. El control del Mediterráneo recrudece la 'ruta
canaria' de la inmigración, la vía más peligrosa, que solo en agosto se
ha cobrado más de cien vidas,.
Cober
Se
acaban de cumplir 26 años desde que la primera patera llegó a Canarias.
Arribó a Fuerteventura y en ella viajaban dos saharauis. Desde
entonces, más de 100.000 hombres y mujeres (bebés, niños, jóvenes y
mayores) procedentes de África han alcanzado las costas de las islas,
pero muchos miles se han dejado la vida en el camino. Y agosto ha
resultado especialmente trágico. Solo en los primeros 20 días se han
contado 70 fallecidos en cayucos.
Bakari (40 años) es uno de los
que han sobrevivido a la travesía en estas endebles barcazas. Él, como
miles de inmigrantes, tiene una historia que contar sobre lo que dejó en
su país, Malí, y los motivos que le llevaron a navegar hacia un sueño
europeo, hoy con más incertidumbres que certezas. Pasó una semana
acurrucado en una patera hasta alcanzar Gran Canaria. Galletas y 60
botellas de agua para 20 personas eran todas sus provisiones. Llegó con lo puesto. Ni más ropa que un pantalón y un jersey, ni teléfono móvil, ni cualquier otra pertenencia.
De eso hace cinco meses. Pero su viaje aún no ha finalizado. Quiere
llegar a Madrid, donde tiene amigos, y trabajar «en lo que sea».
Bakari
es uno de los casi cuatro mil inmigrantes que han arribado a las islas
entre enero y agosto, una cifra que según los datos del Ministerio del
Interior ha supuesto un incremento del 719% respecto al mismo periodo de
2019. Otros no han podido contarlo. En torno a 360 personas han muerto
en el último año sin poder alcanzar Europa, el triple que el año
anterior, según la Organización de Naciones Unidas para las Migraciones
(OIM). Casi un fallecido al día en esta ruta arriesgada y letal. La
estadística revela que por cada diez personas que han llegado al
archipiélago canario, ha muerto una. Agosto ha sido especialmente dramático.
A los 70 cadáveres rescatados -en 48 horas llegaron 20 cuerpos en dos
pateras-, se suman 63 rostros que se tragó el mar y han sido dados por
desaparecidos.
Lejos quedan los 32.000 inmigrantes que llegaron
en 2006, el año de la 'crisis de los cayucos', pero el repunte es una
realidad desde finales del verano pasado. El férreo control del Mediterráneo por la presión de los refugiados sirios ha vuelto a abrir la puerta a la ruta atlántica,
con trayectos mucho más largos (hasta de 1.800 kilómetros, como han
llegado a cubrir inmigrantes de Gambia) y peligrosos para estas frágiles
embarcaciones, como delatan las tremendas cifras de fallecidos.
En
un precario francés (su idioma materno es el soninké, una de las etnias
de Malí), Bakari admite que tuvo suerte. Tanto él como sus compañeros
llegaron en buen estado, aunque padece una ligera cojera como
consecuencia de las lesiones que sufrió durante el viaje. Salió de su
región, Kayes, y tras dos días en coche alcanzó un puerto senegalés. «Es
lo que tenía que hacer», insiste. Sin trabajo ni formación, y en un
país azotado por la violencia, está convencido de que emigrar era la
única salida. «Allí no se puede estar tranquilo». Y allí dejó cuatro hijos con los que apenas logra tener contacto.
CoberEn
la travesía le acompañaron 20 personas y el miedo. «Cada noche»,
confiesa ahora mirando al Atlántico que se ha tragado a tantos
compatriotas, «pensé que iba a morir». Sobre todo en los días en que el
viento arreciaba y las olas «se metían dentro». Recuerda que «todos se vomitaban encima, pero nadie se movía».
No hubieran podido. Se lo impedían los calambres y el entumecimiento
por permanecer durante una semana en la misma posición, incluso para
dormir. Las galletas y el agua se acabaron a los cuatro días de salir.
Pero peor que la falta de comida, era el cansancio y el cuerpo dolorido
por no moverse durante una eternidad de horas.
2.500 euros por un 'billete'
Insiste en que quiere llegar a Madrid donde aspira a conseguir
un empleo «de lo que sea» para tener la vida que vino a buscar.
«Cualquier trabajo es bueno». De momento, sigue en un centro de acogida
en Las Palmas de Gran Canaria a pesar de que, asegura, tiene papeles de
solicitante de asilo e incluso compró un billete de avión, pero «la
policía no me dejó salir».
La barcaza de Bakari tardó siete días
en cubrir los 1.400 kilómetros que separan Dakar de Canarias. «Allí
había mucha gente esperando para salir». Él encontró a un desconocido
que quiso «hacerle un favor». Es poco probable que viajara gratis, pero
se resiste a contar cuánto pagó. El coste de un 'billete' (a malvivir en
Europa o a la agónica muerte en el agua) oscila entre los 600 y los
2.500 euros. El sueldo medio en Malí no supera los 90 euros.
Aunque
lo más frecuente es que estas embarcaciones partan de Marruecos
-Tarfaya, a 100 kilómetros, es el punto más cercano al archipiélago
canario- la presión policial ha ido derivando las salidas hacia el sur, o
sea cada vez más lejos. El negocio de unos y la desesperación
de otros posibilita que partan cayucos desde Nuadibú, a 760 kilómetros,
Dakar, e incluso desde Gambia.
El repunte en la llegada
de inmigrantes ya fue evidente a finales del verano pasado y no ha
parado de crecer desde entonces, aunque la Delegación del Gobierno en
Canarias espera una importante aumento en el último trimestre del año.
La preocupación por este fenómeno al alza, y por la saturación de
espacios de acogida, llevó al Gobierno insular a pedir una reunión al
más alto nivel con Interior. El encuentro se produjo en febrero, con
escasos resultados tangibles.
CoberInmigrantes
durmiendo en colchonetas en el suelo de una nave portuaria, madres con
bebés en los calabozos de una comisaría o 72 personas 'tiradas' durante
casi cuatro días en un muelle escenifican la evidencia más grave de esta
falta de instalaciones y de las dificultades para conseguir recursos de
atención adecuados.
La situación se ha visto agravada con la
crisis sanitaria y la obligación de pasar una cuarentena. Ello implica
que no pueden mezclarse personas de pateras distintas, un escollo más a
la hora de disponer de lugares para la acogida. El 90% de los espacios
en los que están instalados los inmigrantes pertenecen a la comunidad
autónoma, los cabildos o los ayuntamientos, y son sobre todo residencias
escolares, polideportivos o albergues. El problema añadido es que los inmigrantes llegan a las islas, pero no pueden salir.
A la suspensión de las repatriaciones por la pandemia se suma la
política del Estado de anular las derivaciones a otras comunidades, y a
Europa para evitar el 'efecto llamada'. Las ONG rebaten esta postura.
Desde CEAR -y en una opinión compartida por el Gobierno canario,
presidido por el socialista Ángel Víctor Torres- se reitera que se debe
facilitar su tránsito al continente. Canarias es solo un paso hacia el
destino final de su viaje. De otra forma, las islas terminarán
convirtiéndose en un «tapón» en el que no importan cuántas plazas de
acogida se creen. Todas acabarán ocupándose.
La compleja tarea de tutelar a 707 menores que llegaron solos a las islas,.
Mamoudou
(nombre ficticio) tiene 15 años y sabe nadar «un poquito». Ni una cosa
ni otra fueron obstáculo para que este maliense dejara su país y su
familia, y se subiera a una patera para atravesar el Atlántico sin
pensárselo dos veces. Su destino era la España peninsular, pero siete
meses después sigue en Canarias, un lugar del que no había oído hablar.
En las mismas circunstancias se encuentra Abou (tampoco corresponde a su
filiación real por tratarse de un menor), de 16 años y procedente de
Costa de Marfil. Ambos llegaron a Gran Canaria a principios de año y
continúan esperando el resultado de las pruebas que certifiquen su edad.
Un proceso que ya era muy lento y que la pandemia ha ralentizado aún
más.
Estos jóvenes son dos de los 707 menores extranjeros no
acompañados (menas) que se encuentran bajo la tutela de la comunidad
autónoma de Canarias. Son fundamentalmente subsaharianos varones y la
mayoría reside en centros de los cabildos, aunque el repunte migratorio
ha obligado a la Consejería de Derechos Sociales a buscar espacios
propios y en estos momentos gestiona de manera directa la acogida de
casi la mitad de estos chicos.
Mamoudou y Abou están alojados con
otros 34 jóvenes en el albergue del municipio de Tejeda (Las Palmas de
Gran Canaria), gestionado por la ONG Mundo Nuevo. Allí ocupan la mayor
parte de este tiempo de verano en clases de alfabetización, talleres y
partidillos de fútbol.
Pero no están aquí para eso. A pesar de su
edad, su objetivo es trabajar. Para eso se fueron de su casa. Mamoudou
dejó a sus padres y a dos hermanos en Malí. Su padre pagó 1.000 euros
por un 'puesto' en una patera. Una barcaza en la que estuvo 11 días con
otras 45 personas sin poder estirar las piernas. El mareante olor a
gasoil y a vómito, dice, le impedían comer o beber. Igual le ocurrió a
Abou, quien señala además que el movimiento de la patera no le permitió
dormir. Llegaron a la costa por sus propios medios y los atendieron los
vecinos. Él mismo llamó a la policía para entregarse. «No tenía dinero,
ni ropa, ni conocía a nadie. No sé qué podía hacer».
Este joven,
que vivía con su tío y no estudiaba «porque no tenía dinero», era
ayudante en un taller y aprendía a conducir. Es lo que quiere hacer en
España. «Mecánico de camiones». Mamoudou en cambio desea estudiar y ser
profesor. Es una excepción entre los que arriban a las islas. Ángel
Santana, el director del centro, apunta que «muchos ven los estudios
como una pérdida de tiempo. Lo que quieren es trabajar, enviar dinero a
su casa y disponer de su vida».
Después de siete meses en acogida,
aseguran que están «un poco hartos de no hacer nada». Pero si pudieran
aconsejar a sus hermanos o amigos, les dirían «que se queden allí». Abou
reflexiona: «Venir hasta aquí... ¿para ir a dónde?».
TITULO: Un país mágico - Gran Canarias,.
El sabado -12- Septiembre a las 18:30 por La 2, foto,.
Un país mágico - Gran Canarias,.
La sombra del gran Roque Nublo, la montaña mágica para los antiguos
habitantes de esta Gran Canaria, guiará a Juan e Imanol por su viaje en
esta isla. Nuestros protagonistas descubrirán un continente en
miniatura, repleto de sorpresas por descubrir.
TITULO: Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,.
El domingo-13- Septiembre a las19:00 por La 2 , foto,.
Bowles, el nómada exquisito,.
El
autor de 'El cielo protector' vivió y murió en Tánger y fue de culto
para minorías, hasta que la película de Bertolucci globalizó su obra y
fama 'Desafío a la identidad' reúne textos inéditos y dispersos del
escritor y viajero,.
Un joven y elegante Paul
Bowles fuma en un café de Tánger, donde residió junto a Jane Aurer desde
1947 hasta su muerte en 1999 :: R. C.
Catorce años después de la muerte de Paul Bowles (Nueva York, 1910 -
Tánger, 1999), el sello Galaxia Gutenberg rescata un puñado de textos
inéditos y dispersos del legendario narrador estadounidense. 'Desafío a
la identidad. Viajes 1950-1993' desvela algunos secretos de este
exquisito nómada que con Salinger y Capote conforma un trío áureo de las
letras estadounidenses del siglo XX. La mayoría son textos de viaje
publicados en revistas y periódicos, conferencias o escritos que
simplemente quedaron inéditos como '17 Quai Voltaire' y el poema
autobiográfico en prosa 'Paul Bowles, su vida'. En las librerías en
septiembre, es el aperitivo del rescate editorial del singular escritor y
músico que supondrá la reedición de las cinco novelas de Bowles,
comenzando por 'El cielo protector'.
El largo viaje vital de
Bowles acabó en Tánger, la ciudad en la que aquel atractivo, elegante e
impenitente nómada recaló huyendo quizás de sí mismo, que sólo abandonó
dos veces en medio siglo, y en la que murió con casi 90 años. Fue un
escritor de culto para minorías hasta que a principios de los 90
Bernardo Bertolucci se fijó en 'El cielo protector'. La película
homónima convirtió al secreto y selecto narrador en un personaje
universal, pero Bowles, que aparece en el último plano, jamás perdonó al
realizador italiano que se tomara «todo tipo de libertades» y «cambiara
todo empeorando la novela».
'Desafío
a la identidad' perfila al primer Bowles, vagabundo por Francia, India,
Ceilán, Tailandia, Turquía, Kenia, México o Costa Rica, países por los
que deambuló antes de hallar acomodo al sur del estrecho de Gibraltar.
Con introducción de Paul Theroux, el libro reúne cuarenta originales,
entre relatos, artículos, ensayos y diarios relacionados con ese
iniciático periplo del joven Bowles que marcó una línea entre el viajero
y el turista. «Mientras el turista, por lo general, regresa a casa al
cabo de algunos meses o semanas, el viajero, que no pertenece más a un
lugar que al siguiente, se desplaza con lentitud durante años de un
punto a otro de la tierra (yo añadiría y de su alma). El turista acepta
su propia civilización sin cuestionarla y el viajero la compara con las
otras y rechaza los aspectos que no le gustan», escribió en 'El cielo
protector'.
«No eres un poeta, Paul», le espetó en París Gertrude
Stein, que le aconsejo viajar al sur. El joven músico y mediocre poeta
se centró en la narración y los viajes, hasta convertirse en el
paradigma del nómada en pos de su destino. Casado desde 1937 con la
rebelde y atormentada escritora Jane Auer, el excéntrico matrimonio se
instala en Tánger en 1947, tras un largo vagabundeo por Asia,
Centroamérica y el norte de África. Al permisivo y alocado ambiente del
protectorado internacional se sumaba el aliciente de visitar al
matrimonio Bowles, extraña y exquisita pareja con apartamentos
separados, abierta a todo tipo de relaciones paralelas y de convivencia a
menudo atormentada. Jane, un espíritu indómito y excesivo, falleció en
Tánger tras años de locura y deterioro y fue enterrada en Málaga en
1973.
Hasta su casa tangerina peregrinaron Tennessee Williams,
Truman Capote, William Borroughs y otros 'beat', como Jack Kerouac o
Gregory Corso. Allí alumbró Bowles el grueso de su corta obra, en la que
brillan sus colecciones de cuentos y las novelas 'Por encima del
mundo', 'La casa de la araña' 'Déjala que caiga', 'El cielo protector', o
'La Tierra caliente'. Sting se basó en 'Té en el desierto' para una
famosa canción y Miquel Barceló ilustró con acuarelas los cuentos 'Muy
lejos de casa'. Excepcional cuentista
Bowles
fue un fantástico descriptor y creador de atmósferas. Abusó a placer de
esta capacidad sin hacerla farragosa. Sus novelas, que atrapan,
inquietan y apasionan, conforman un universo caleidoscópico en el que
chocan lo onírico y lo real. Sus relatos, lo mejor de su obra para
muchos críticos, están en colecciones como 'Palabras ingratas', 'El
tiempo de la amistad' y 'Cuentos escogidos'. Su extensa autobiografía
'Sin parar. Memorias de un nómada', escrita sencillamente por dinero, la
publicó 'Grijalbo'.
Paul Bowles nació el 30 de diciembre de
1910. Su primer interés, tras abandonar la Universidad de Virginia y
enfrentarse a su autoritario padre, fue la música. Se formó con Aaron
Coopland, tras musicar en Broadway algunas piezas de su amigo Tennessee
Williams. La literatura no era entonces ni una posibilidad. Desde París,
donde estudiaba con Nadine Boulanger, viajó a Granada enlos 30 para
visitar a Manuel de Falla, músico por el que siempre sintió devoción. En
la década de los 40 escribió bandas sonoras para el cine, fue crítico
musical del Herald Tribune y puso música a un libreto de Federico García
Lorca, 'The wind's remains the same'.
Mientras que el
reconocimiento de su obra narrativa creció como la espuma a finales del
siglo XX, su música no superó jamás los circuitos especializados. Bowles
escribió dos óperas, partituras para obras y películas de Orson Welles,
Tennessee Williams o William Saroyan. Su lenguaje musical bebe del
jazz, y de los aires y ritmos étnicos mexicanos y marroquíes, herencia
de su larga estancia africana y sus interminables viajes por el norte
del continente africano recopilando ancestrales músicas, relatos y
rituales.
TITULO: Un trío en la cocina - Té helado ,.
fotos , Un trío en la cocina - Té helado,.
Té helado ,.
Dicen los últimos estudios de la Asociación Internacional de Productos Lácteos que los españoles comen el equivalente a unas 200 bolas de helado al año.
Y como ocurre casi siempre con las medias puede que a unos les parezca
una barbaridad porque casi no los prueban y otros directamente engullan
el doble. Está muy lejos, en cualquier caso, del millar –sí, 1.000– que
comen los estadounidenses y que los convierte en los mayores
consumidores del mundo. Al margen de la cantidad, de lo que no hay duda
es de que la palabra helado en España todavía se asocia con el verano,
una estacionalidad contra la que el gremio de heladeros se empeña en
luchar, pero que los datos de ventas así lo confirman año tras año. De
hecho, durante los tres próximos meses nos meteremos entre pecho
y espalda el 60% de la producción heladera anual –más de 120.000
toneladas–, un aporte calórico considerable que deberemos compensar con una dieta más frugal y con alguna que otra carrera por la playa.
«Ningún
alimento es bueno ni malo en sí mismo y con el helado pasa igual. Puede
ser más o menos conveniente en función de cómo lo combinemos con el
resto de nuestro menú. Es decir, si de postre nos tomamos uno de
crema, pues la comida o la cena la tendremos que hacer más ligera para
no añadir más carga calórica y de azúcar», explica Josep A.
Tur, catedrático de Fisiología de la Universidad de las Islas Baleares y
jefe de grupo de Ciberobn, una entidad dedicada a la investigación de
la obesidad dependiente del Instituto de Salud Carlos III.
Nutricionistas y endocrinos coinciden en que las 170 calorías por cada cien gramos que aporta de media un helado no son el problema. La clave está en la etiqueta. «Estamos
ante un alimento con propiedades nutricionales muy variadas –vitaminas
(fundamentalmente A, D y B2), proteínas, calcio, ácido fólico...– que
puede formar parte de nuestra dieta sin mayor inconveniente. No todos
los días, pero sí con cierta frecuencia. Ahora bien, hay que ver el
etiquetado con detenimiento para valorar el aporte calórico y la calidad
de los nutrientes que nos aporta. No tenemos que tener miedo de los
ingredientes que leemos, pero sí ser conscientes de lo que estamos
comprando», precisa el también vocal de Alimentación del Colegio de
Farmacéuticos de Baleares, una de las comunidades autónomas españolas
donde más helados se venden, solo superada por Andalucía, Cataluña y
Valencia.
El polo, una buena opción
Desde el punto de vista nutricional, la diferencia entre un helado natural y otro industrial es «significativa». «Un helado por ley tiene que tener un mínimo del 5% de grasa,
pero no es lo mismo que esa carga calórica proceda de una leche de vaca
que de una en polvo o que en lugar de fruta se le añadan colorantes y
aromas para darle mayor sabor», advierten los expertos, que recomiendan
comprarlos «lo más naturales posibles» dentro de la amplísima variedad
que hay en el mercado. Los clásicos polos de hielo, por ejemplo, son una
muy buena opción para refrescarnos sin añadir demasiadas calorías (70
por cada 100 gramos). «Incluso se pueden hacer en casa de limón,
sandía...», invita el doctor Tur.
¿Y por qué pese a la tradición heladera de España somos uno de los países europeos que menos litros por persona consumen? «Pues muy sencillo, porque tenemos muy buena fruta»,
resumen los expertos. «Encima de la mesa de cualquier casa, por muy
humilde que sea, siempre ha habido una buena manzana o un buen melocotón
de postre, cosa que no ocurre en los países anglosajones o nórdicos. En
cambio, ellos son grandes productores de leche. De ahí que dediquen los
excedentes a la elaboración de helados que, por cierto, se consumen
todo el año», precisa el reconocido heladero calagurritano Andrés
Sirvent.
Andrés Sirvent (Heladero)
«El mejor helado es el que se hace y se come en el mismo día»
A Andrés Sirvent su pasión por una profesión «tan sacrificada y
a la vez tan bonita» como la de heladero le viene de familia. Es nada
menos que la octava generación que se dedica a endulzarnos la vida con
un postre que este calagurritano de adopción ha elevado a la categoría
de alta cocina. Dice que su secreto no es otro que «ponerle mucho
cariño» a lo que hace. Pero también muchas horas, porque Sirvent ve
amanecer de lunes a domingo para que sus clientes puedan disfrutar a
diario de más de un centenar de sabores, desde los más clásicos hasta
los de verduras o florales. –Además del cariño, ¿cuál es el secreto de un buen helado?
–Siempre
he discrepado mucho con el tema de formulaciones y equilibrados. Lo
respeto, pero no estoy muy de acuerdo. Un helado no necesita nada más
que la base, que suele ser una leche. Y si además es de la zona,
ecológica y fresca mucho mejor. O una nata de la misma vaca si lo
queremos más graso. Después un buen azúcar de caña y se mezcla con
frutas, especias... En nuestro caso, lo espesamos con harina de
algarroba –Así contado no parece difícil.
–No
parece, pero lo es. Soy de la teoría de que no por más exótico que sea
un ingrediente el helado es mejor. Te pongo un ejemplo. Llevo más de 30
años sin poder hacer helado de albaricoque porque no encuentro un
albaricoque que me sirva. Cuando lo transformo en helado no me sabe a
nada y eso que he buscado mil variedades. El de melocotón también es muy
complicado. Sin embargo, si la fruta o la especia tiene un sabor fuerte
es mucho más fácil de conseguir. No tiene nada que ver hacer un helado
de vainilla, de moras silvestres o de plátano con hacer un buen helado
de mandarina o de albaricoque siempre que no uses esencias o
concentrados. Estamos hablando de un producto 100% natural. –Entonces, ¿cuál es el mejor helado?
–El
que haces hoy para comer hoy. Decir esto escuece porque muchos
profesionales lo que quieren es fabricar una semana y tener hecho para
todo el mes. Entonces es cuando se equilibran los helados con leches en
polvo, con sorbitoles... Ahora mismo vemos un helado que se supone
artesano y qué quieres que te diga. Todo está prefermentado,
precongelado... Vamos quedando cada vez menos profesionales que opinamos
que no es necesario ponerle un anticristalizante a un helado, que no es
necesario ponerle un antioxidante. Yo quiero que mi helado se oxide,
que mi chocolate se oxide, que mi naranja se oxide... Lo mismo estoy
equivocado, pero el día que no pueda hacerlo así dejaré de hacer
helados. –¿Cuál es el sabor favorito de sus clientes?
–Hay
gente que viene expresamente a por uno de hinojo, otros a por el de
yogur con guindas de bosque. O clientes que descubren el de naranja,
zanahoria y apio y les encanta. De lo que más me enorgullezco es de la
cultura del helado que hemos creado en Calahorra. Las cuadrillas de
chavales nos piden helados de petálos de rosa, de flores de violeta o de
ruibarbo. –¿Y su preferido?
–El de crema
tostada porque me me recuerda a mi niñez. Tengo un oficio que son
sensaciones. Nunca olvidaré las caras de los niños cuando vinieron
después del confinamiento. Le dije a mi hija Andrea que les hiciese
fotos. Cuarenta días encerrados y de repente pueden tomarse un helado.
Eso es la felicidad.
TITULO:
Documentos TV - Muertes con receta ,.
Martes 8 de Septiembre a las 00:00 horas en La 2, foto,.
Documentos TV - Muertes con receta,.
Dos millones de estadounidenses están enganchados a los
analgésicos derivados del opio que son, incluso, más potentes que la
heroína.
Docenas de médicos están siendo procesados por sobreprescripción,
mientras 27 estados han declarado la guerra a las farmacéuticas, para
que se hagan cargo de las pérdidas económicas, causadas por la muerte y
adicción de millones de ciudadanos
Desde finales de los años 90, cuando comenzaron a publicitarse estos
analgésicos, millones de estadounidenses se han visto afectados por una
de las campañas de desinformación más peligrosas de los últimos tiempos.
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