El perfil del enfermo por la covid-19 rejuvenece en el verano más extraño ,.
La edad media del paciente, que sigue siendo mayoritariamente femenino, se sitúa por debajo de los 40 años, 20 menos que en mayo.
foto / Las autoridades sanitarias recalcan de forma constante que la situación actual de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 no tiene nada que ver con la vivida en marzo y abril, con todo el país confinado. A pesar de que hay varias comunidades (como Andalucía y Madrid) que han dado cifras de contagios similares a las de las peores jornadas de meses anteriores o que los dos últimos informes del Ministerio de Sanidad han registrado un aumento de casi diez mil casos diarios, la foto fija actual "no asusta", señalan fuentes sanitarias.
"Preocupa", porque es un número importante de contagios y porque los mensajes lanzados por la Administración como las tres 'M' (limpieza de manos, mascarilla y metros de distancia)
no han calado, sobre todo, entre los jóvenes. "Los mayores han tenido
una actitud ejemplar", recalcaba hace unas semanas el ministro de
Sanidad, Salvador Illa. "Son un espejo". Esto ha
provocado que el perfil del paciente cambie, sobre todo en la edad: ha
perdido veinte años. Ahora está en 37 años. Y sigue siendo mujer, como
se mantiene desde principios de abril.
El inicio de la desescalada y
el movimiento hacia los lugares de veraneo han disparado el número de
infectados, que en su gran mayoría están asintomáticos o con síntomas
leves. Los informes de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) señalan este gran salto en el número de contagios. Este organismo dependiente del Instituto de Salud Carlos III divide
sus estadísticas en dos periodos temporales: la primera parte abarca
hasta el 10 de mayo, que es cuando se cambió el sistema de medición de
la pandemia, y la segunda, desde entonces hasta ahora.
El
30 de julio, justo antes del inicio de la desbandada vacacional de
agosto, se habían contagiado en España desde el 11 de mayo 50.724 personas.
Casi un mes después, el 27 de agosto, esa cifra es de 194.044
contagios; es decir, 143.320 infectados más en apenas 28 días; una media
de 5.118 enfermos diarios en un mes que ha sido terrible en este
aspecto.
Este aumento de casos ha provocado que se desplome la edad media de una forma increíble,
bajando más dos décadas desde mayo. Entonces, el perfil del enfermo era
el de una mujer con 60 años. Ellas protagonizaban el 56,6% de los
casos. Hace un mes, este perfil había bajado hasta los 40 años pero no había perdido el sexo predominante. Seguían siendo mayoría las mujeres, aunque con una ventaja mínima (51,1%).
La
misma tendencia descendente se ve en el informe del pasado jueves. El
enfermo medio tiene 37 años; 38, en el caso de ellas y 37, en el de
ellos. Curiosamente, es el mismo porcentaje que diferencia los casos de
mujeres (51,1%) y hombres (48,6%). En el 0,3% se desconoce el género.
Pirámide a la inversa
El rejuvenecimiento de los enfermos por la covid-19
se acentúa en la comparación con los datos de hace cuatro meses.
Entonces el virus, en pleno confinamiento, atacaba a los más
vulnerables. Según los informes de Renave, en este primer periodo el grupo de edad más afectado era el de los mayores de 80 años, que representaban uno de cada cuatro casos.
Ahora, esa misma cantidad está formada por jóvenes entre los 15 y los 29 años:
son 48.266 nuevos casos desde mayo. Si se amplía la horquilla de edad
hasta los 59 años, siete de cada diez nuevos infectados no han superado
las seis décadas de edad. En el primer tramo estadístico, apenas
llegaban a la mitad de los casos (47,4%).
A pesar de representar el 5,3% de los nuevos infectados (10.300), los mayores de 80 años representan el 22% de los hospitalizados, que son 9.164 en total. Si
se incluyen a los septuagenarios, el índice de camas ocupadas supera
los 37 puntos. Por el contrario, los adolescentes y veinteañeros solo
representan el 1,4% (660 casos) de las hospitalizaciones. "También hay casos graves entre los jóvenes", inciden desde Sanidad de forma constante.
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