domingo, 1 de diciembre de 2024

DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Ricardo Labra - La verdad une a quienes la buscan ,. / Las rutas Capone - FEXDDI celebra con unas 150 deportistas con discapacidad intelectual una ruta senderista en Zafra ,.

 

 TITULO:  DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -  REVISTA BLANCO Y NEGRO -  Ricardo Labra - La verdad une a quienes la buscan,.

 DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Ricardo Labra - La verdad une a quienes la buscan,. fotos,.

 Ricardo Labra - La verdad une a quienes la buscan,.

 Ricardo Labra: “La escritura más luminosa siempre surge de las sombras”

 Ricardo Labra,.

 

La cuidada barba y la melena justa son el testimonio persistente de aquel Ricardo Labra (Llangréu, 1958) que en los años del tardofranquismo y de la transición ejercía una rebelión emocional, de la que no tiraba al monte: su geografía era la de las tertulias literarias, las librerías y los ateneos. No fue fácil hacerlo en la asturiana Cuenca del Nalón, donde el reloj de la política marcaba las horas a la cotidianeidad entre hollín, castilletes mineros, chimeneas y barricadas. Después vendría el bastiazu de la heroína y sus legiones de muertos vivientes. Labra formó parte de la otra resistencia, la que buscaba dar cuenta de las vidas minúsculas sin recurrir al exceso de las mayúsculas. Tutelado por la sabiduría callada de un médico lector, Eugenio Torrecilla (1924-2012), un grupo de jóvenes nacidos a finales de los años 50 del siglo pasado practicó un activismo que perseguía descender la luna a los charcos de las aceras. 

 Huesos de santo rellenos de chocolate

( Desayuno )

Después vendría Ángel González (1925-2008) para abrazarlos y sentir el fervor de quienes habían descubierto en sus versos otra rima de la vida. Allí estaban el hiperactivo Miguel Munárriz, la poeta silenciosa Noelí Puente Aller, el pintor humilde Helios Pandiella y el añorado Alberto Vega (Llangréu, 1956-2006), cuya poesía sigue empeñada en hacernos temblar. Ricardo Labra ejercía la rebeldía de la sobriedad. Tras su físico solemne, quebrado por la media melena, la barba y las americanas verdes, hay un hombre inquieto, al que nada le es indiferente. Los primeros pasos los dio con la métrica (de La danza rota a La crisálida azul, su último libro) para frecuentar después la prosa (La llave), ejecutar antologías de los poetas de su generación y emprender estudios académicos propios de un entomólogo empeñado en descifrar la fauna secreta de ciertas escrituras. Lo hizo con dos ensayos de referencia: Ángel González en la poesía española contemporánea (Luna de Abajo, 2019) y El caso Alas Clarín: La memoria y el canon literario (Luna de Abajo, 2021), donde no sólo se ocupa de sus buenas letras, también de las corrosiones de un lugar y de un tiempo que marcaron las obras de los dos gigantes de la literatura que supieron trascender la carcoma de su nación carbayona. El aforismo se ha convertido también en una de las obligaciones cotidianas que se ha impuesto el autor asturiano para seguir las marcas que deja la vida a su paso. Tras Veintana y El poeta calvo, llega ahora Los renglones torcidos (Trea, 2024) donde su pensar fragmentario pone las luces largas a nuestros días. Labra es licenciado en Filología Hispánica y en Antropología Social y Cultural y doctor en Investigaciones Humanísticas y máster en Historia y Análisis Sociocultural por la Universidad de Oviedo.

 Merluza en salsa verde con huevo escalfado

( Cena )

—Se da por sentado que los residuos de los presocráticos son la simiente del aforismo. Cita a Heráclito y a otros clásicos grecolatinos en sus textos. ¿Hasta dónde poesía, hasta dónde filosofía?

—No por convencional es menos controvertida la relación de la poesía con la filosofía. Desde luego, no voy a entrar en sus similitudes y mucho menos en sus diferencias. Digamos que a las dos las une el lenguaje y la búsqueda de lo esencial, una a través de la objetivación racional y la otra, aunque no la desestime, a través de la emoción estética. Paradójicamente, lo que las une también las separa, en una permanente interacción que incomoda más a los filósofos, ya desde los tiempos de Platón, que a los poetas. Pero lo que no puede negarse es que los postulados filosóficos no han dejado de fundamentar las diferentes poéticas de los movimientos literarios, y que las percepciones poéticas, a través de sus alegorías y metáforas, tampoco han cesado de iluminar las conceptualizaciones filosóficas. Buena prueba de ello, como usted me señala, es Heráclito, que no solo nos dejó una proverbial definición sobre el tiempo, sobre su homogeneidad, divisibilidad y simultaneidad, sino que a su vez nos donó una de las más prodigiosas imágenes poéticas sobre la dimensión temporal de la vida humana: «Nadie se baña dos veces en el mismo río». No obstante, a pesar de esta evidente relación, conviene diferenciar el pensamiento filosófico del pensamiento literario, más centrado en los aspectos propios de la escritura y de las emociones estéticas que sus hallazgos desencadenan. En ese territorio se mueven mis aforismos, quizá porque no me deje de fascinar que un verso pueda revelar el significado de una vida.

—La categorización de la escritura nos obliga a las taxonomías. ¿Es el aforismo un género por sí mismo o está rebajado por sus mestizajes a la condición de subgénero?

"El aforismo pertenece al género sapiencial, por lo que está emparentado con los axiomas filosóficos, con las paremias y las sentencias proverbiales"

—El aforismo pertenece al género sapiencial, por lo que está emparentado con los axiomas filosóficos, con las paremias y las sentencias proverbiales. Lo que sucede es que la ductilidad de su estructura sintáctica permite una gran versatilidad creativa, que curiosamente favorece la abolición de cualquier dogmática y formal rigidez propias de su originaria función. Por lo tanto, no creo que esta versatilidad que usted llama mestizaje condicione sus cualidades o potencialidades expresivas, si bien es cierto que existe un proceso de banalización, debido fundamentalmente a la proliferación y publicación de ocurrencias bajo el socorrido nombre de «aforismo literario», pero eso también sucede, aunque tal vez no en igual medida, con otros géneros literarios. Puede que el aforismo actúe de una manera más subordinada cuando aparece imbricado en otros textos narrativos, salpimentando las obras literarias; por ejemplo, el Quijote y La Regenta están llenos de luminosos aforismos.

—El profesor José Ramón González, tal vez el más destacado experto en el aforismo hispánico, publicó una antología canónica, Pensar por lo breve (Trea, 2013), para mí la definición más exacta de esta escritura. ¿La comparte?

—Pensar por lo breve porque el arte es largo, como dice Antonio Machado y, además, no importa. Pero conviene tener en cuenta, como subrepticiamente deja caer Antonio Machado, otras acciones que se escapan siempre a los infructuosos intentos definidores, como sucede también con la poesía, y que tampoco son ajenas al aforismo, como sentir, experimentar e imaginar. En realidad, los saberes y vislumbres que atesora cualquier aforismo surgen de la experiencia. Pensar por lo largo porque la vida es breve.

—¿Qué le llevó a frecuentar los espacios del aforismo?

—En realidad, creo que es una evolución bastante natural, como puede observarse en otros escritores, sobre todo si se tiene una vida literaria larga: el joven poeta siempre se acaba transformando en un viejo erudito. Es lo que tiene permanecer en la crisálida de los libros. Y en el aforismo encontré un medio eficaz de abordar, y en cierto grado de dilucidar, algunas de las cuestiones que siempre me han interpelado como escritor, así como una buena vía de escape para mis fantasmas personales.

—Poeta y ensayista. ¿El aforismo le exigió tomar algún desvío en su obra?

—No, creo más bien que los aforismos han contribuido decisivamente a complementar mi obra ensayística e investigadora. En realidad no hay desvío, ya que las indagaciones sobre la literatura siempre parten, al menos en mi caso, de la pasión creativa.

—Usted confiesa, en el umbral de este Los renglones torcidos (Trea, 2024), que estos textos escritos entre 2015 y 2023 «son testigos poco silenciosos de mis lecturas». Se lo acepto, pero esto es más que un cuaderno de notas de un lector aplicado, hay también reflexión e imaginación. ¿Me corrige?

"A través de los encubiertos significados de un texto podemos poner en orden los justos significados de nuestra vida"

—La escritura es una «fermosa cobertura» que nos permite ver a su trasluz otras realidades encubiertas. Un texto no puede leerse solo en su sentido literal, denotativamente, porque subrepticiamente anuda otros significados que no solo amplifican por connotación su sentido explícito, sino que lo modifican sustancialmente. Me viene a la memoria la conocida Dolora de Campoamor, «todo es según el color / del cristal con que se mira», que también utilizó Juan Ramón Jiménez en Por el cristal amarillo para indicar cómo cambiaba el paisaje de Moguer según lo contemplase por uno o por otro de los cristales de color de la cancela de hierro de su casa de la calle Nueva. Quiero decir con esto que la literatura, especialmente sus páginas de oro, son como esos cristales de «fermosa cobertura» que nos permiten profundizar en el sistema de vigencias de nuestro tiempo, pero sobre todo descifrarnos a nosotros mismos. A través de los encubiertos significados de un texto podemos poner en orden los justos significados de nuestra vida, y esa es una de las magias impagables de la literatura. En estos aforismos hay vislumbres de las lecturas por las que he transitado y que se han convertido, como este préstamo de Unamuno, en carne y memoria. Pero, como ya he señalado, la versatilidad del aforismo no solo me permite pensar fragmentariamente, sino también desarrollar algunos apotegmas, cuentos cortos y poemas. Un variado juego de reflexivos cristales con destellos de fermosa cobertura.

—¿Qué hay de teresianismo en su escritura? ¿Cierta ironía mística?

—Me imagino que me lo pregunta por el título del libro, Los renglones torcidos, ya que se atribuye a Santa Teresa la frase de «Dios escribe derecho con renglones torcidos» y, como dejó escrito Saramago, «y son esos mismos los que prefiere». Los títulos adquieren una gran relevancia en mis libros, ya que siempre pretendo que sean reveladores; por ejemplo, me consta que El poeta calvo desconcertó a algunos lectores, al remitirles al teatro del absurdo de Eugène Ionesco y a La cantante calva, impidiéndoles ver en el mismo una poética encubierta. El poeta calvo es aquel que está desprovisto de la corona de laurel de Apolo, es decir, el que no está ungido por los poderes de este mundo y deambula desprovisto de sinecuras y canonjías literarias, sin llevar puesta tampoco la lacrimógena corona de espinas con la que se mortifican, y mortifican a sus lectores, ciertos poetas. El poeta calvo parte desde su título de estas premisas que ayudan a contextualizar sus aforismos y textos en el laberinto y averno literario, y que vuelvo a desarrollar en Los renglones torcidos. Pero también quisiera detenerme, hilando con Santa Teresa, en esa cierta ironía mística que usted parece percibir en estos aforismos. Y ciertamente, como escritor no busco la unión con Dios, pero sí con los lectores, a través de lo que Bergson definió como la durée, un tiempo interior que nos conecta con todos los tiempos; y no es solo un oxímoron, con la infinita totalidad.

—En El poeta calvo (Trea, 2016) trazaba ya la geografía de lo que es su escritura aforística: al norte, la reflexión sobre la creación poética, donde reside el pulso del poeta; al sur, los submundos de la literatura, donde se afinca el sarcástico; al este, la morada del lector atento, y al oeste, el hábitat del moralista. ¿Cuál es el territorio donde se encuentra más cómodo?

—En esa descripción se dibuja una rosa de los vientos, cuya orientación señala las coordenadas por donde se mueven los rumbos, casi siempre azarosos, de estos aforismos. El sarcasmo, que tal vez prodigue con excesiva generosidad, no deja de ser en ellos el mecanismo defensivo del perplejo moralista que todos llevamos dentro; no obstante, he de reconocer que los submundos de la literatura siempre me han resultado inspiradores, como bien puede comprobarse en Los renglones torcidos. Los narcisos literarios, los grafómanos, los mitómanos y los escritores ególatras son un inestimable ejemplario para el buen quehacer creativo. Desde luego, no busco la comodidad, detesto su anémico y anestesiante venero literario.

—Sin embargo, es consciente, como anota en uno de sus textos, de que «los horizontes literarios son amplios, como territorios de conquista. Las conquistas del olvido, infinitas». ¿Emile Cioran le acompaña?

—Tengo la impresión de que la obra de Cioran pasa por una de esas épocas de silencio que suelen atravesar la mayoría de los autores sustantivos. Me sorprende, a tenor de su pregunta, ya que durante años lo he leído con asiduidad, no haber vuelto a releer Breviario de podredumbre o Silogismos de la amargura, ya que es un escritor que nunca me ha decepcionado, pero se ve que lo tengo incorporado en mi escritura. Cioran, siempre al borde del suicidio, escribió Ese maldito yo desde sus renglones torcidos. Una luminosa referencia.

—«Es un intelectual y no un contorsionista literario», escribe. Aprecio la huella de Elías Canetti. ¿Otro de sus referentes?

—Sí, sin duda, pero Canetti ya es un referente declarado, en el prólogo de Los renglones torcidos lo señalo abiertamente. Sus aforismos siempre me deslumbraron y me siguen deslumbrando. Canetti además simboliza al escritor instruido, al escritor reflexivo y estudioso que permanece insomne dilucidando la tenebrosa realidad que le rodea. Un intelectual que puede contraponerse a los contorsionistas y exhibicionistas literarios que tanto proliferan en nuestra época.

—¿La ironía y el humor son la “sabia” vital de la flora aforística?

"¿Qué sería el Quijote sin el manejo magistral de la ironía de Cervantes?"

—No sé si la ironía será la savia vital de la aforística, desde luego es un esencial tropo de expresión en cualquier escritura. Usted escribe savia con “b”, estableciendo irónicamente una homonimia que enriquece anfibológicamente su significado, entre la savia que vitaliza las plantas y la sabia, como conocimiento, que vigoriza el raciocinio humano. La ironía es como uno de esos disolventes que utilizan los pintores para develar las capas de pintura, una contrastiva forma de profundizar en la realidad encubierta ¿Qué sería el Quijote sin el manejo magistral de la ironía de Cervantes? La diestra ironía de nuestro manco universal nos hace reír al poner a flote la locura del mundo por la que cabalga nuestro cabal caballero andante, en un juego de espejos invertidos que todavía alumbra nuestra realidad. He dicho que es esa ironía la que nos hace reír, pero también es la que nos hace llorar cuando el loco más cuerdo de nuestra humanidad recupera la loca cordura de nuestro mundo. El humor siempre se produce por contraste, por la ruptura conceptual que genera la ironía al desautomatizar nuestra percepción, como demuestra la obra más seria de nuestra literatura. Sabia es la ironía, savia nutricia.

—Agudeza y chispa son atributos que se exigen al aforista. Dos cualidades que se reclaman también al humorista. ¿Me paso de frenada con la comparación?

—La relación entre el chiste y la poesía ya la estudió ampliamente Carlos Bousoño, fundamentándose precisamente en Le rire, de Bergson. También Ángel González utiliza los mecanismos intrínsecos del chiste para escribir con agudeza algunos de sus más irónicos poemas, pero, naturalmente, las finalidades y objetivos de un chiste y de un poema son muy diferentes, y sus efectos también, a pesar de la comicidad que ambos puedan desencadenar en sus receptores. No tengo nada contra los humoristas, pero sí contra el pedernal de su chispa: la trivialización de contenidos.

—Pero también la condición trágica del ser humano ocupa a la escritura breve, y he citado antes a dos pensadores expertos en otear los abismos. Usted no anda lejos. Dos ejemplos con su firma: «La esperanza es como un pájaro de mal agüero: sobre quien se posa redobla su condena» y «Su infancia fue como todas las infancias: un ángel sobrevolando el infierno».

"La literatura es también un asomarse a los abismos interiores, como testimonian Dostoyevski, Kafka o Faulkner"

—La literatura es también un asomarse a los abismos interiores, como testimonian Dostoyevski, Kafka o Faulkner, por citar tres autores indiscutibles de nuestro canon occidental. Lo que sucede, y en esto sé que niego ciertas teorías al respecto, es que nunca se toca fondo, y por eso la esperanza, como expresó en un magistral cuento Villiers de L’Isle-Adam, es el último tormento del condenado. La esperanza sirve para cautivar al ser humano, para someterlo y esclavizarlo con más dulzura que a través del miedo; por eso conviene que este estado de ánimo tan prestigiado por las religiones y tan fomentado por las teorías más retardatarias no se apodere irracionalmente de nosotros. Como norma, conviene desconfiar siempre de los sembradores de esperanzas, pájaros de mal agüero. Otra de las cuestiones que siempre me produce cierto sonrojo es la mistificación de la infancia. Parece que no hay escritor que se precie que no haya tenido una tía o una abuela excepcional, casi de índole mágico, un hada benefactora capaz de inocularles los arcanos y secretos de la literatura y de la vida, cuando la infancia, la mayoría de las veces, es territorio de mortificación y padecimiento y del que siempre se suele salir como un superviviente. Sobre todo teniendo en cuenta que la escritura más luminosa siempre surge de las sombras de sus autores, como acreditan sus páginas más memorables. Por lo tanto, no me desagrada que me sume a los oteadores de abismos; pero no solo como escritor, sino, sobre todo, como lector.

—Practica la sátira con denuedo sobre los hábitos y vicios literarios. ¿Hay ajuste de cuentas?

—No, no hay ningún ajuste de cuentas pendientes. Lo que no ha sido resarcido ya está cauterizado, en eso coincido con Borges: «Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón». Si me permite esta licencia, estos aforismos no forman parte de una novela en clave, donde todos los escritores se buscan y todos se encuentran. Puedo asegurarle que son muchos más los eludidos que los aludidos en Los renglones torcidos, aunque en ellos no niego que pueda haber lo que en la literatura decimonónica se llamaban «tipos», esos personajes creados de la síntesis contrastiva con la realidad; de ahí que muchos escritores puedan sentirse identificados. Aunque, para su tranquilidad, y para mi descargo, he de indicar que la mayoría de las veces soy yo mismo el objeto de la correspondiente tribulación o dicterio proyectado.

—«Algunos escritores persisten en su oficio por falta de talento, y otros abandonan su arte por exceso de talento», es una de sus máximas. ¿Cuál de las dos es la más habitual en nuestros días?

—Desde luego, y a tenor de lo que fácilmente puede constatarse, la primera. La falta de talento genera siempre muchas páginas y demasiados libros prescindibles. Hay quien pretende corregirse escribiendo, en busca de la página de oro que redima a todas las demás. Pero estas persistencias y abandonos no solo se dan en la literatura, sino también en todas las artes. Entre los casos más cercanos, y por lo tanto más dolorosos, de abandono de su arte a pesar de su contrastado talento se encuentra Helios Pandiella, quien para mí sigue siendo uno de los grandes pintores de su generación.

—¿Estuvo tentado por alguna de estas dos salidas indicadas?

—No le digo que no. He pasado distintas épocas de descreimientos creativos y de larguísimos silencios, pero el deseo de dilucidar la realidad nunca me ha abandonado. En mi caso, el escritor ha sobrevivido gracias al lector, que es el que siempre ha prevalecido.

—En las lenguas ibéricas no hay una tradición aforística tan sedimentada como en otros idiomas, salvo Baltasar Gracián y pocos más. ¿Tiene explicación para ello?

"Contamos con un amplio elenco de escritores que no solo profesaron este género literario, sino que lo actualizaron: Unamuno, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez"

—No, más bien todo lo contrario, tenemos una amplia y sólida tradición aforística. Ya en la Edad Media nos encontramos con las Glosas de sabiduría o Proverbios morales de Sem Tob, con nuestro marqués de Santillana hablando de los «aphorismos» de Catón y el humanista Alfonso de Palencia dando una definición que todavía puede considerarse vigente: «Afforismo es razón breve que demuestra seso de la cosa propuesta». También Cervantes, como ya he señalado, Quevedo y Lope de Vega profesaron este versátil género literario. De Cervantes tenemos otra definición del aforismo, «sentencias sacadas de la misma verdad», que casi coincide con la que años más tarde daría Galdós, quien consideraba el aforismo como «portador de una verdad». Es cierto que Baltasar Gracián, como usted bien señala, transformó este género literario con el Oráculo manual y arte de prudencia, no solo en España, sino igualmente en Europa; pero tampoco es menos cierto que el aforismo siempre estuvo incrustado, más que adherido, en nuestro acervo cultural, a través de los numerosos refranes, apotegmas y proverbios que jalonan nuestro saber popular. En el siglo XX contamos con un amplio elenco de escritores que no solo profesaron este género literario, sino que lo actualizaron, entre los que destacan Unamuno, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez; y a los que pueden sumarse las greguerías de Ramón Gómez de la Serna y los aerolitos de Carlos Edmundo de Ory, que no dejan de ser otras variantes del versátil aforismo. Unamuno nos dejó otra definición sobre este singular género literario que hizo fortuna: «Hay que pensar fragmentariamente, en forma de reflexiones sueltas, de aforismos». El propio Pedro Salinas teorizó sobre esta forma literaria; y siguiendo la estela de Juan Ramón podríamos destacar a Gil Albert, José Ángel Valente y Ángel Crespo; también Ángel González cuenta con numerosos aforismos versificados o con versos aforísticos. Incluso entre nuestros novelistas del exilio se prodigó el aforismo de índole moralizante, como acreditan Max Aub y Ramón J. Sender. Entre estos grandes escritores no puedo dejar de citar a Leopoldo Alas Clarín, que al margen de los numerosos aforismos que salpimientan sus novelas y cuentos profesó este género literario específicamente en sus Cavilaciones de Solos de Clarín. Como puede observar, sin pretender ser exhaustivos, contamos con un sólido palimpsesto aforístico en nuestra tradición literaria.

—Sin embargo, en las últimas décadas se han prodigado los autores de aforismo en las lenguas hispánicas. ¿Hemos puesto el reloj en hora?

—Que últimamente haya una proliferación de aforistas no significa que hayamos puesto el reloj en hora, ya que este, incluso en las épocas más oscuras, nunca padeció retraso. Hoy hay proliferación de aforistas como hay proliferación de cuentistas, novelistas y poetas. Vivimos en una época en la que la letra impresa y expresa se ha banalizado, tanto en papel como en medios digitales. Espero que esta banalización no acabe por lobotomizarnos, aunque los síntomas sean alarmantes.

—Vivimos una época de brevedad y liviandad. ¿La proliferación de aforistas es fruto de estos tiempos?

"No existen atajos para la reflexión y el pensamiento, por lo que no hay que confundir los mensajes y ocurrencias que nos asolan a través de los dispositivos digitales con el género aforístico"

—Existen algunas teorías que tratan de relacionar el aforismo con los mensajes cortos que proliferan por las plataformas digitales, con los famosos 150 o 280 caracteres, y también con el sistema acelerado de vida que llevamos, lo que nos permite tener poco tiempo para reflexionar, así como para sumergirse en textos más enjundiosos, lo que explicaría la profusión de los aforismos y de las micro-narrativas. Pero no nos engañemos, es como aquel comprador de libros que los acumula para leerlos cuando se jubile, y cuando llega ese periodo añorado se da cuenta de que no los puede leer porque carece del hábito de lectura y de la capacidad de concentración que este acto cognitivo requiere. Con esto quiero decir que no existen atajos para la reflexión y el pensamiento, por lo que no hay que confundir los mensajes y ocurrencias que nos asolan a través de los dispositivos digitales con el género aforístico. La proliferación de estos mensajes, textos y breves proclamas se debe a otras cuestiones más profundas e ideológicas que tienen que ver con el proceso de banalización cultural al que me he referido. Creo que sacar otras conclusiones, como diría Camilo José Cela, es confundir el culo con las témporas.

—Las redes sociales están pobladas de legiones de ocurrentes con ambiciones literarias. ¿Cómo distinguir el aforismo de la chanza digital?

—El aforismo, decía José Bergamín, otro de los grandes aforistas españoles, se caracteriza no por su brevedad «sino por su inconmensurabilidad». Por eso vuelvo sobre una de sus primeras preguntas: una cosa es pensar fragmentariamente como propone Unamuno y otra muy distinta pensar en breve, que es un no pensar. Ahí se encuentra la diferencia.

—Hemos mencionado a Heráclito, Gracián, Canetti y Cioran, y en el prólogo de Los renglones torcidos cita también a Kafka, Carl Seelig y Borges. ¿Qué otros nombres de la aforística le acompañan?

—A Carl Seelig lo cito en el prólogo a colación de mi admirado Robert Walser, para quien los manicomios eran los conventos del siglo XX. Generalmente, los escritores se vuelven locos por su obsesión por la escritura, por su frustrante pulsión hacia la obra inaprensible, pero Robert Walser decidió volverse loco para dejar de escribir, y además se encerró en un convento del siglo XX, en un manicomio, supongo que para evitar tentaciones literarias. Walser, sin pretenderlo, es todo un símbolo para estos tiempos de efímeras notoriedades; un escritor sustantivo que solo tuvo como laurel la fría mortaja de la nieve. Son muchos, afortunadamente, los escritores que me acompañan; los aforismos no surgen solo de los aforismos, sino también y sobre todo de otras lecturas y de los renglones torcidos de la vida.

—Usted es asturiano y en su tierra hay un puñado de autores contemporáneos con sobrado crédito en la geografía del aforismo (José Luis García Martín, Fernando Menéndez, José Luis Argüelles, Jordi Doce, Javier Almuzara…). ¿Aprecia alguna singularidad en estas compañías?

—Asturias es una singularidad literaria en sí misma, sobre todo desde los tiempos de la Transición española. Yo he seguido con mucha atención ese proceso, como demuestran mis sucesivas antologías sobre la poesía de Asturias. Son muchos los nombres y los poetas asturianos con los que he compartido estos años, y que me han aportado y trasmitido su ilusión y sus ilusiones; pero si tuviese que singularizar a algunos de ellos, y en esto espero que pueda disculpárseme, destacaría a mis amigos de Luna de Abajo, especialmente a Miguel Munárriz y al siempre presente Alberto Vega.

TITULO:  Las rutas Capone - FEXDDI celebra con unas 150 deportistas con discapacidad intelectual una ruta senderista en Zafra ,.

FEXDDI celebra con unas 150 deportistas con discapacidad intelectual una ruta senderista en Zafra ,.

Han conocido durante 5 kilómetros lugares emblemáticos de la localidad y comparten una comida en la Plaza de Abastos,.

 Salida de los participantes desde el Teatro de Zafra

foto / Salida de los participantes desde el Teatro de Zafra ,.

Unas 150 personas, entre deportistas y monitores, de clubes pacenses de personas con discapacidad intelectual, han participado este jueves 28 de diciembre en Zafra en una ruta de senderismo y turismo organizada por Federación Extremeña de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual (FEXDDI) a través de un proyecto de Diputación de Badajoz y con la colaboración del Ayuntamiento de Zafra.

La ruta tuvo una única distancia de unos 5 kilómetros y estaba diseñada con el fin de poder llegar al mayor número de deportistas de FEXDDI, especialmente a deportistas de las categorías +21 y +50.

En ella han participado los clubes de: Aprosuba 3 de Badajoz, el Almendro de Almendralejo, El Boliche de Jerez de los Caballeros, Club Campico de Don Benito, Magdalena Moriche de Badajoz, Plena Inclusión de Azuaga, Llerenalia de Llerena, el Club Purisaez de Ribera del Fresno, Plena inclusión de Montijo y El Bellotín de Zafra.

Los deportistas han salido a las 11 de la mañana desde el Teatro de Zafra y a lo largo de la mañana han conocido lugares de la localidad como las Plazas Grande y Chica, el Alcázar o Santa Marina, entre otros.

El concejal de Deportes y Discapacidad, Javier Domingo Jaramillo, los ha recibido en el Ayuntamiento de Zafra y la actividad finaliza en el Mercado de Abastos con una comida de convivencia.

DESAYUNO CENA FIN SABADO - La matemática del espejo - Antonio José Cancela ,. / CARTAS AL CIELO - Elogio del «cara a cara» frente a quienes alimentan la confusión ,. / 3 RAZONES CON -"Tierra de Talento" - Antonio Sánchez deslumbra al jurado con una composición propia al piano,. / POLICÍAS EN ACCIÓN - El principal acusado del crimen de Samuel Luiz pide perdón y reconoce: "Si no fuese por mí, estaría vivo" ,.

 

 TITULO: DESAYUNO CENA FIN SABADO - La matemática del espejo - Antonio José Cancela,.

DESAYUNO CENA FIN SABADO  - La matemática del espejo -  Antonio José Cancela , fotos,.

Antonio José Cancela,.

Antonio José Cancela: “En Francia están cayendo las vacas sagradas y este año algún cocinero español perderá su tercera estrella Michelin”,.

 

Antonio José Cancela
 
Antonio José Cancela, el mayor coleccionista de guías Michelin de España, en su casa en Carballo (A Coruña).

Es el mayor coleccionista español de la guía de restaurantes, elaborada por la firma de neumáticos francesa, que dará a conocer a los elegidos de la edición de 2025 este martes en Murcia,.

 Una taza de café y galletas con una taza De café en la mesa | Imagen  Premium generada con IA

( Desayuno )

Antonio Jose Cancela Sanchez nace en Carballo (Costa da Morte) en 1961. Licenciado en derecho, gestor administrativo. Vive en Santiago de Compostela y trabaja en Carballo (Costa da Morte). Hobbies: Arte, Historia, Viajar, Gastronomía. Experto en la Guía Michelin.

¿Cree que es el mejor coleccionista de la guia que hay en el mundo?

Hay otro gran coleccionista en Bélgica. Soy el mayor estudioso y conocedor de la historia de la Guía Michelin en el mundo. Todos mis estudios y las guías lo puedes ver en la web: http://www.cancela.org/

 La Cocina de Cuquimurruqui: Revuelto de Acelgas, Ajos tiernos y Salchichas

 (Cena )

¿Qué tiene la Guía Michelin que no tienen otras guias?

117 Años de historia que la convierten en la decana de las guías de hostelería a nivel mundial. Es la Guía en la que todos los cocineros quieren estar recomendados (solo unos pocos son los elegidos), muchos matarían por tener una estrella, algunos se suicidan pensando que van a perder la tercera estrella. La Guía roja ha durado mas de lo que predijo su fundador (Andre Michelin en 1900), por la seriedad, rigurosidad, independencia y profesionalidad de sus temidos y respetados inspectores (SON LOS MEJORES) que cada año visitan miles de hoteles y restaurantes de 31 países y cuatro continentes. La Guía roja es la biblia de las guías. Es la única que con sus calificaciones crea jurisprudencia en el mundo de la hostelería. La Guía roja más que una guía es un Mito.

¿Cuántas guías componen su colección?

Un total de 831 guías de 34 países y cuatro continentes

¿Cuál es el ejemplar más preciado?

La Guía España-Portugal 1910, solo hay localizadas en el mundo 8 ejemplares (tengo en mi poder 2 ejemplares de los 8) Es la guía mas difícil de conseguir de las 831 Guías

¿Cuanta gente le pide información a la semana?,.

Entre dos y tres personas de media,.


TITULO: CARTAS AL CIELO - Elogio del «cara a cara» frente a quienes alimentan la confusión,.

Elogio del «cara a cara» frente a quienes alimentan la confusión,.

 Conoces la nueva encíclica del Papa Francisco? - Diocesis de Jerez

foto / Papa ,.

Habría que preguntarse cuánta proyección de los propios deseos o fobias hay en pensar que se está modificando el magisterio

«A veces parece que hay interés en provocar problemas». En su entrevista a este semanario el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ofrece interesantes claves. No solo sobre su reciente viaje a Egipto para tender puentes con la Iglesia copta —de lo que trata la conversación—; sino también, sin pretenderlo, sobre la posterior polémica por unas palabras del Papa a los obispos italianos sobre la presencia de homosexuales en los seminarios. Fernández desvela el impacto de «algunos blogs y medios católicos», que «aumentaron la confusión» sobre Fiducia supplicans.

La doctrina está clara. El prefecto insistió al líder copto en que la Iglesia no acepta el matrimonio entre personas del mismo sexo. Asimismo, las palabras de Francisco sobre la «troppa frociaggine» en los seminarios aluden a las normas que dictan que «no puede admitir al seminario y a las órdenes sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay». Desafortunadamente, una expresión coloquial hecha a puerta cerrada, se reveló de forma desleal. Francisco presentó sus disculpas pues «nunca ha pretendido ofender ni expresarse en términos homófobos». Pero la postura oficial debería ser de sobra conocida. Habría que preguntarse por qué sorprende y cuánto de proyección de los propios deseos o fobias hay en quienes se empeñan en pensar que al promover la acogida se están modificando cuestiones centrales del magisterio, la moral o la disciplina.

El Santo Padre y el responsable de Doctrina de la Fe saben las condiciones del terreno de juego. Son conscientes de que la difícil tarea de ser Iglesia en salida y con «sitio para todos» manteniendo lo fundamental la hace vulnerable a acabar «accidentada». Lo aceptan. Y responden desde la convicción de que, como afirma el prefecto, es «mejor verse cara a cara y hablar sin tapujos».

 

TITULO: 3 RAZONES CON - "Tierra de Talento" - Antonio Sánchez deslumbra al jurado con una composición propia al piano,.

"Tierra de Talento" - Antonio Sánchez deslumbra al jurado con una composición propia al piano,.

 Tierra de talento | Antonio Sánchez deslumbra al jurado con una composición  propia al piano

foto / Antonio Sánchez,.

Con tan solo 14 años, el músico malagueño del Rincón de la Victoria ha dejado tan impresionado al jurado que el cantante Antonio José le ha propuesto que toque con él en un concierto. 


El primer finalista de esta temporada de Tierra de talento, Antonio Sánchez, ha cumplido con el reto de presentar una rapsodia propia y añadir algún pasaje de la banda sonora de "El piano" de Michael Nyman. De hecho, para Jesús Reina en el jurado, lo ha cumplido por triplicado. Reina ha alabado los amplísimos rangos de la interpretación del joven pianista, llena de "virtuosismo, expresividad, y colores", sin fuegos de artificio, con honradez, sin deslumbrar, pero alumbrando.

Curiosamente Sánchez era poco dado a sentarse al piano de pequeño, pero el momento extraordinario del confinamiento por el covid, le abrió un nuevo mundo, confiesa. Entonces empezó a componer y ya no ha podido parar.

Antonio José, en el jurado, le ha entregado un gran premio al proponerle que le toque alguna canción cuando esté dando un concierto.

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El principal acusado del crimen de Samuel Luiz pide perdón y reconoce: "Si no fuese por mí, estaría vivo",.

Diego Montaña contextualizó la agresión en una noche en la que bebió "casi entera" una botella de whisky Johnnie Walker rojo con Red Bull,.

 Diego Montaña junto a su abogado, Luis Manuel Salgado, en la sesión de este miércoles.

foto / Diego Montaña junto a su abogado, Luis Manuel Salgado, en la sesión de este miércoles.

El juicio por el crimen a golpes de Samuel Luiz en A Coruña encara su recta final tras una contundente declaración del principal acusado, Diego Montaña, a quien todos señalan como la persona que comenzó la pelea que acabó en una paliza grupal y mortal el 3 de julio de 2021 en el paseo marítimo coruñés. Se declaró inocente de los cargos que le atribuyen, pero sí reconoció ese papel activo, y se derrumbó al reconocer: "Si no fuese por mí, estaría vivo".

Este miércoles declararon tres de los cinco acusados que se están juzgando en la Audiencia Provincial. Los otros dos declararon al inicio de la vista oral, pero ellos, que permanecen en prisión provisional por esta causa desde 2021, decidieron acogerse a su derecho a hacerlo al término de las sesiones. La sesión la cerró Diego, para quien el fiscal pide 25 años de prisión por asesinato asesinato con alevosía y ensañamiento y la agravante de discriminación en relación a la orientación sexual de la víctima.

Montaña tan solo respondió a las preguntas de su abogado y contextualizó la agresión en una noche en la que bebió "casi entera" una botella de whisky Johnnie Walker rojo con Red Bull y luego no recuerda que un portero le echase del local en el que estaba con sus amigos. Sí recuerda haber golpeado al fallecido, pero no demasiada nitidez en lo ocurrido.

"No tengo nada continuo de esa noche", afirmó. Rememora una escena de la que se ha hablado de forma permanente durante el juicio: Samuel estaba con su amiga Lina haciendo una videollamada y este acusado interpretó que le estaban grabando y se lo recriminó. "Veo a una pareja grabándome", rememoró en la sala.

A continuación, en medio de esos recuerdos inestables, "la imagen que tengo es que estaba golpeando a Samuel, no sé si puñetazos o patadas". Luego, no recuerda si volvió a golpearlo. Entre los vestigios que sí tiene claros de aquella noche figura uno que, con descripción, resulta demoledor: "Hay una imagen que jamás me quitaré de la cabeza y es la de ver el cuerpo de Samuel a mi derecha tumbado boca arriba con tres o cuatro personas rodeándolo".

Aunque no se responsabiliza del resultado, sí de haber propiciado todo, de ahí que quisiese "ante todo, pedir perdón a la familia de Samuel y a todo el mundo". Así, reconoció que "si yo no hubiese empezado, nada de esto hubiera pasado. Si no fuese por mí, estaría vivo".

"Solo forcejeamos unos segundos"

En cuanto a los otros dos acusados, ante el tribunal, también se restaron responsabilidad. "Nunca golpeé a Samuel", aseguró Kaio Amaral, mientras que Alejandro Freire conoció que sí intervino en la agresión, pero no tuvo una intervención mortal: "Solo forcejeamos unos segundos".

La sesión la inauguró Alejandro Freire, que solo respondió a las preguntas de su abogado. De los tres, es el que se enfrenta a una pena menor, 22 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. Está acusado de realizarle un mataleón a la víctima, pero se declaró "inocente" de la acusación y minimizó su participación en la reyerta en la que falleció el joven enfermero.

"Creo que Samuel no murió por mi culpa", aseguró, insistiendo en que "en ningún momento" le lanzó puñetazos a la víctima. Este procesado, conocido como Yumba, reconoce que participó en la pelea, pero lo justifica porque, según relató, salió del local de copas en el que había estado esa noche y vio a uno de sus amigos, el también acusado Diego Montaña, "forcejeando con otro chico". Presuntamente, ese procesado fue el que inició la pelea y llamó a Samuel "maricón" mientras le pegaba, introduciendo tintes homófobos a los hechos.

Al ver a su amigo en problemas, se metió en la pelea porque "fue una reacción instintiva al pensar que se estaba pegando con Diego". Pero no tuvo esa participación activa que le atribuyen los investigadores y testigos, sino que "agarré al otro chico por la espalda" y cayeron al suelo. Ahí, "solo forcejeamos unos segundos y me levanté", aseguró. "En ningún momento ni lo intenté ahogar ni lo estrangulé".

Pese a que le atribuyen haber hecho un 'mataleón' a la víctima, declaró que solo sabe lo que es esa técnica "de oídas" y que "nunca he hecho artes marciales ni sabría hacer una técnica así". Además, insistió en que no se estaban dando cuenta "de lo que estaba pasando alrededor" e incluso indicó que "si me hubiera dado cuenta de lo que estaba pasando a mi alrededor, juro por Dios que por lo menos hubiese intentado parar la agresión".

Sobre la posible motivación homófoba del crimen, Freire aseguró que "en ningún momento me llegué a plantear si era gay o no era gay". Además, indicó que todo fue muy rápido, cuestión de "unos segundos" y que se siente "muy arrepentido" de haber participado.

Tomó luego la palabra Kaio Amaral, el que se enfrenta a la pena mayor, pues la Fiscalía lo acusa de asesinato con alevosía y ensañamiento y también de robo con fuerza por haberse llevado del lugar de los hechos, el paseo marítimo coruñés, el móvil de la víctima. Piden para él 27 años de prisión.

Amaral sí declaró a las preguntas de todas las partes y, tras declararse "inocente", se ha exculpado por completo de la paliza mortal a Samuel Luiz y apuntó a la responsabilidad de Montaña y Freire, además de a uno de los menores ya condenados por estos hechos, al que atribuye un golpe en la cabeza a la víctima. "Nunca toqué a Samuel para robarle el teléfono ni para pegarle", insistió.

Tan solo reconoció el robo. "Sí me quedé con su móvil, pero nunca toqué a Samuel", indicó, negando que le quitase el teléfono a la víctima mientras le estaba pegando. Varios testigos apuntan a que le dio una patada al fallecido, pero él no niega: "No levanto la pierna izquierda, me quedo impactado".

Amaral se derrumbó al final de la declaración y reconoció que estos hechos le han destrozado la vida. "Llevo tres años preso, me ha partido la vida", pese a ser inocente. Además, rememoró aquellos días posteriores al crimen, en el que su foto estaba "en todos lados" y su madre le fue a buscar al trabajo.

También sobre la motivación supuestamente homófoba del crimen, la negó. "Nunca había visto a Diego insultar a nadie por ser gay", indicó, negando haberle escuchado insultos a alguien por su condición homosexual.

En su declaración también defendió a la acusada Katy Silva, a la que, igual que a Diego Montaña, su pareja en aquel momento, aplican la agravante de discriminación en relación a la orientación sexual de la víctima y piden 25 años de condena. Según Kaio Amaral, "no evitó que auxiliaran a Samuel, de verdad que no", sino que incluso intentó separar a su novio.

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