domingo, 12 de enero de 2025

Órbita Laika - Ciencia - Efectos especiales ,. / Generaciones - Jovenes oficiales ,. / Todo Caballo - Se adentra en la vida de una familia que vive y respira campo y compite en pruebas de resistencia ,. / Zona indie - Cine - Wall Street ,.

 

TITULO: Órbita Laika - Ciencia - Efectos especiales  ,.

 

Lunes - 20 - Enero a las 22:30  en La 2 / foto,.

 Efectos especiales ,.

 Efectos especiales

Detrás de la ilusión, de la magia del cine, hay muchísima ciencia. En este capítulo, os proponemos colarnos entre bambalinas para descubrir cómo se hacen los efectos especiales que nos dejan boquiabiertos. De la sangre de Drácula a los dinosaurios de Jurassic Park o los escenarios de Harry Potter. Para comenzar, Nerea Luis nos mostrará cómo se utilizan las técnicas digitales para envejecer a una persona o crear un personaje ficticio como Gollum. Además, Eli Prats abrirá su laboratorio para crear niebla, cristal falso y hasta sangre de mentira. Pero, ¿cómo juega el cine con nuestro cerebro? Con el neurocientífico Xurxo Mariño profundizaremos en los engaños de los efectos ópticos. Así mismo, entrevistaremos a la experta en efectos visuales, Carolina Jiménez. Y, para terminar, Ricardo Moure nos enseñará toda la biología que ayuda a crear los personajes animatrónicos. Para ello, recibiremos a un especialista en su diseño: Fito Dellibarda. Solo nos queda decir: Luces, cámara ¡Acción!,.

TITULO: Generaciones - Jovenes oficiales,.

Jovenes oficiales,.

 Doce presos de El prisionero de Zenda - Zenda

foto / Quizá el mayor problema de este lugar desgraciado al que aún llamamos España resida en que somos incapaces de admitir una virtud en el adversario y un defecto entre quienes consideramos de los nuestros: un bando, posición, opinión, creencia, sean los que sean, donde equivocados o no, incluso ante la evidencia del error o la estupidez, permanecemos enrocados casi desde la cuna hasta la tumba. Y lo de tumba en este caso, simbólica o real, no es en absoluto una metáfora.

Hay en Madrid, semioculto entre árboles junto al casón del Buen Retiro y la Real Academia Española —aún estaba allí mientras escribía esta página—, un monolito pequeño, discreto, apenas visible para los transeúntes. Se instaló hace sesenta años en memoria de los tres mil jóvenes alféreces provisionales del bando franquista muertos en combate durante la Guerra Civil. La peculiaridad de esos alféreces fue que, debido a la necesidad de oficiales, los chicos de veinte años que tuvieran estudios de bachillerato podían alistarse con tal grado, y eso llevó a los campos de batalla a treinta mil muchachos, la mitad de ellos universitarios, de los que uno de cada diez murió en combate y cinco de cada diez resultaron heridos. Su juventud, su inexperiencia, el ser usados como carne de cañón, acuñó la famosa frase alférez provisional, cadáver efectivo. Su media de supervivencia era de cuarenta y tres días desde que llegaban al frente, y promociones enteras cayeron en Teruel, Brunete, Madrid y el Ebro. Para hacerse idea del asunto: cuando la concesión de la Laureada —la más alta condecoración militar española— a uno de ellos, Miguel Blasco Vilanova, los testigos que declararon fueron republicanos del bando enemigo, pues ninguno de los soldados que lo acompañaban vivió para contarlo.

Es importante señalar que estos alféreces provisionales no eran gentuza carnicera de la que llenaba cunetas y cementerios en la retaguardia, como tampoco los republicanos que combatían en los frentes —escribí una novela titulada Línea de fuego sobre eso— tuvieron que ver con los asesinos emboscados que ajustaban cuentas, robaban y mataban en la zona republicana. Los treinta mil provisionales que lucharon eran jóvenes, casi niños a los que la vida, como a tantos del otro bando, lanzó a la tragedia. El padre de mi compañero de la Academia Pedro Álvarez de Miranda, por ejemplo, fue uno de ellos. Como lo fueron el padre de mi agente literaria Raquel de la Concha —medalla Laureada, nada menos— y el gran Antonio Mingote, también académico, uno de los hombres más bondadosos que conocí en mi vida. Quizá alguno disparó la bala que hirió a mi tío Lorenzo Pérez-Reverte, de dieciocho años, durante la batalla de Peñarroya. O pudo matar a mi padre, o a mi abuelo. Así era eso. Así fue aquel disparate sangriento.

Me gustaba, en fin, ese monolito medio escondido ante la Real Academia. Había escapado, con su estrella solitaria, a los extremos más absurdos de la Ley de Memoria Histórica, necesaria en buena parte, pero que de modo tan sectario mezcla en algunos puntos churras con merinas. Me gustaba verlo, como digo, casi oculto, extraño superviviente de lo que también, en este infeliz país donde con tanta facilidad suicida sustituimos razones por demoliciones, es memoria histórica útil para debates sosegados e inteligentes. Reflexionaba siempre al pasar ante aquel modesto trozo de piedra dedicado a chiquillos arrebatados por el vendaval de la vida y la política, por demagogos irresponsables y por matarifes vocacionales, y pensaba en esa pobre juventud y sus ilusiones, en las madres y novias que guardaron luto por ellos. Alférez provisional, cadáver efectivo, recordaba antes de seguir mi camino. Y eso era todo.

Hace unos días vi que el monolito seguía allí, pero que le habían arrancado la estrella, ensuciándolo con brochazos de pintura roja y negra hasta dejarlo irreconocible. Algún heroico luchador antifranquista de 2023, que posiblemente ni sepa por qué aquello estaba allí ni lo que significa, pasó un buen rato escupiendo su ignorancia y su odio sobre lo que ignora: la humilde memoria de treinta mil jóvenes tan dignos de recordar como los que pelearon en el otro bando —insisto, no criminales emboscados en la retaguardia, sino partiéndose la cara de español a español— en los frentes de batalla de verdad. Hace falta tener mucho tiempo libre y mucho rencor en el alma, pensé con amargura, para dedicar una noche a eso. Incluso aunque no te guste el monolito. Hay que ser muy estúpido, o miserable. O muy —pongan ustedes el adjetivo, que en este desgraciado país ya me duele la boca de repetirlo,.

TITULO:   Todo Caballo - Se adentra en la vida de una familia que vive y respira campo y compite en pruebas de resistencia

Se adentra en la vida de una familia que vive y respira campo y compite en pruebas de resistencia,.

Un programa que combina la tradición ecuestre, el trabajo en equipo y la espectacularidad de los caballos, destacando su importancia en la historia y en el presente.

TodoCaballo se adentra en la vida de una familia que vive y respira campo y  compite en pruebas de resistencia

foto / En esta nueva edición de “TodoCaballo”, el presentador Juan Ramón Romero se adentra en la historia de la familia De la Puerta, una saga dedicada al campo y a la cría de caballos Hispano-árabes y Tres Sangres. Desde los más pequeños hasta los veteranos, todos se implican en las faenas del día a día, manteniendo una tradición que ha dado campeones en disciplinas como la Doma Clásica y de Campo. Juan se convertirá en uno más de la familia, enfrentándose al tentadero de becerros y demostrando que puede estar a la altura, en esta exigente prueba.

Miriam Luque nos lleva hasta Churriana (Málaga) para descubrir el Raid, una disciplina que combina resistencia y trabajo en equipo. Desde los preparativos hasta el inicio de la carrera, viviremos la emoción de esta competición donde no siempre el primero en llegar es el ganador. Una experiencia llena de aprendizaje y desafíos que Miriam afrontará con determinación.

Además, viajaremos a la época medieval con un espectacular torneo de Justas en Gines (Sevilla), donde los caballos son los grandes protagonistas. Este evento único recrea la destreza y el valor de los caballeros en uno de los espectáculos más fascinantes de nuestra historia.

TITULO :   Zona indie - Cine - Wall Street ,.

 Wall Street

 Este lunes - 20 - Enero  a las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto,.

Reparto ., Charlie Sheen · Michael Douglas · Daryl Hannah · Martin Sheen · Franklin Cover · Terence Stamp · Sean Young · James Spader · John C. McGinley,.

Bud Fox (Charlie Sheen) es un joven y ambicioso corredor de bolsa que consiguió terminar sus estudios universitarios gracias a su esfuerzo y al de su padre (Martin Sheen), mécanico y jefe de sindicato. Su mayor deseo es trabajar con un hombre al que admira, Gordon Gekko (Michael Douglas), un individuo sin escrúpulos que se ha hecho a sí mismo y que en poco tiempo ha conseguido amasar una gran fortuna en el mundo de la bolsa. Gracias a su insistencia, Bud consigue introducirse en el círculo privado del todopoderoso Gekko, y comienza a colaborar con él en sus negocios e inversiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario