A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Culturas 2 - Aitor Echevarría, Paloma Muñoz y Carmen y Maria ,. / LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - 2025, el Año de la Burbuja Cripto,.

 

 TITULO:  A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER - Culturas 2  - Aitor Echevarría, Paloma Muñoz y Carmen y Maria  ,.

 A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER,. 

 Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.

 Aitor Echevarría, Paloma Muñoz y Carmen y Maria ,.

 

foto / En el primer programa del año nos acompañan Aitor Echevarría y Paloma Muñoz, director y coreógrafa del largometraje 'Desmontando un elefante', un retrato familiar sobre dependencias protagonizado por Emma Suárez y Natalia de Molina.

Carmen y Maria comparten un adelanto de su álbum debut, que verá la luz a principios de este año.

Además, sección cultureando con Dolo Beltrán y reportajes sobre el fotógrafo Irving Penn y el tablao 'Los Tarantos'.

 

 TITULO:  LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - 2025, el Año de la Burbuja Cripto,.

LA BRUJULA ONDA CERO,.

 La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
 
  La Linterna La Cope ,.
 
  'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina,.

 2025, el Año de la Burbuja Cripto,.

 

Muchos harán muchísimo dinero mientras la extrema volatilidad de las cripto se integra en los sistemas financieros globales.

 

foto / Es muy conocida la anécdota que cuenta como Joe Kennedy, padre del trigésimo quinto presidente de EEUU, se deshizo de la gran mayoría de sus posiciones en la Bolsa de Nueva York poco después de haber mantenido una conversación con su limpiabotas sobre el mercado bursátil. El encuentro alarmó profundamente a Kennedy, y dio orden de venta para la mayoría de sus acciones pocas semanas antes del Crack del 29, salvando así su fortuna amasada durante años.

En los últimos meses y especialmente tras la espectacular victoria de Donald Trump en noviembre, se suceden las conversaciones con amigos o familiares que describen ilusionados sus inversiones en Bitcoins o monedas similares, alardeando de beneficios exponenciales y de personas conocidas que están haciendo millones al calor de las nuevas medidas que la Administración Trump pondrá en marcha a partir del 20 de enero para favorecer este tipo de inversión. La más importante de ellas es la bendición por parte del SEC (Securities and Exchange Comission) del Bitcoin como un «asset class» válido para los grandes gestores de fondos institucionales, muchos de los cuales (Black Rock, Fidelitas...) han anunciado que destinarán un tanto por ciento de sus carteras a este tipo de productos financieros vinculados al valor de Bitcoin. De igual modo, EE UU tendrá una reserva «estratégica» nacional de criptomonedas que se medirá en billones de dólares.

Sin ser una experta en mercados financieros en absoluto, considero que las criptomonedas son en esencia una estafa piramidal a escala planetaria, en la que hay una ausencia absoluta de generación de valor y, en consecuencia, lo único que realmente ocurre es que el dinero sale de unos bolsillos para entrar en otros.

La nueva desregulación del sector prevista por la Administración Trump va a hacer que en los próximos dos o tres años haya trillones de dólares transaccionados en este nuevo «Gold Rush» que nos recuerda también a la crisis de las Dot-com. Muchos, por supuesto, harán muchísimo dinero (especialmente el círculo cercano al presidente electo) mientras la extrema volatilidad de las monedas virtuales se integra en los sistemas financieros globales. Muchos expertos a ambos lados del Atlántico están avisando ya del enorme riesgo que esto supone, puesto que una más que previsible pérdida de valor en dichos activos tendrá consecuencias en el resto del sistema financiero global, de manera similar a lo ocurrido con las hipotecas «subprime» del 2008, donde al menos dichas hipotecas estaban vinculadas a un bien raíz.

En definitiva, parece que se está cociendo a fuego lento una nueva e inmensa burbuja financiera, que muy probablemente estallara en los próximos años y cuyas consecuencias serán una vez más devastadoras para millones de personas que jamás han oído lo que es una criptomoneda, y que verán cómo los Estados rescatan con su dinero a las instituciones financieras que han actuado de manera irresponsable.

Tan solo me gustaría que los nuevos limpiabotas y los gobiernos tuviesen un poco más de memoria y pudiésemos todos aprender de la historia económica de los últimos 100 años,.