miércoles, 8 de enero de 2025

Metrópolis - Ursula Biemann ,. / DIAS DE TOROS - Morante de la Puebla reaparecerá el 8 de marzo en la feria de Olivenza ,. / Retratos con alma - Tierra de frikis,.

  TITULO: Metrópolis -  Ursula Biemann,.

  El lunes - 20 - Enero , los lunes a partir de las 00:30, en La2, foto,.

 Ursula Biemann,.

 Ursula Biemann

Metrópolis ofrece un recorrido por la trayectoria de Ursula Biemann, artista suiza conocida por sus poéticas videoinstalaciones sobre la naturaleza, la emergencia climática y los saberes ancestrales, cuya exposición Devenir Tierra se puede ver hasta el 23 de febrero en el Museumsquartier de Viena.

TITULO:  DIAS DE TOROS  -  Morante de la Puebla reaparecerá el 8 de marzo en la feria de Olivenza,.

 

 

Morante de la Puebla reaparecerá el 8 de marzo en la feria de Olivenza,.

 Morante de la Puebla, en la pasada Feria de Abril de Sevilla.

foto / Morante de la Puebla,.

El torero sevillano suspendió la temporada pasada en tres ocasiones y no actúa en público desde el 31 de agosto,.

 

Morante de la Puebla reaparece en la Feria Taurina de Olivenza,.

El ciclo estará compuesto por cuatro festejos con dos corridas de toros y dos novilladas con caballos los cuales se desarrollarán del 7 al 9 de marzo, ambos inclusive

La empresa Fusión Internacional por la Tauromaquia presenta los carteles de la feria taurina de Olivenza 2025.

El ciclo estará compuesto por cuatro festejos con dos corridas de toros y dos novilladas con caballos en el que destaca la reaparición del maestro Morante de la Puebla.

La FIT anuncia la programación de la Feria de Olivenza 2025 que se celebrará los días 7, 8 y 9 de marzo.

Las combinaciones son las siguientes:

- Viernes 7 de marzo a las 17.00h de la tarde: Novillada con picadores. Novillos de Talavante para Sergio Sánchez, Sergio Domínguez 'El Mella' y Javier Zulueta.

- Sábado 8 de marzo a las 17.00h de la tarde: Corrida de toros. Toros de Victoriano del Río para Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Borja Jiménez

- Domingo 9 de marzo (matinal) a las 11.30 horas. Novillada con picadores. Dos novillos de Fuente Ymbro, dos novillos de Talavante y dos novillos de la Purísima para los novilleros Marco Pérez, Tomás Bastos y Olga Casado.

- Domingo 9 de marzo a las 17.00h de la tarde. Corrida de toros. Toros del Puerto de San Lorenzo para José María Manzanares, Alejandro Talavante y Juan Ortega

Un año más, la Feria de Olivenza se presenta de nuevo cargada de alicientes y argumentos, con figuras del toreo consagradas y toreros emergentes triunfadores en la pasada temporada y que han irrumpido con fuerza en todas las ferias.

Este ciclo, que se ha caracterizado a lo largo de su historia por las reapariciones, acoge este año la de la gran figura del toreo Morante de la Puebla. El torero sevillano alternará con dos toreros triunfadores en la temporada 2024. Emilio de Justo y Borja Jiménez, que debuta en la feria oliventina. Lidiarán toros de Victoriano del Río.

Manzanares, Talavante, o Juan Ortega, cierran un gran cartel, en el que lidiarán toros del Puerto de San Lorenzo. Olivenza apuesta también de forma decidida por los jóvenes más destacados del escalafón novilleril.

Así, el viernes se anuncian tres de los novilleros con caballos triunfadores en las ferias y circuitos de novilladas picadas de la pasada temporada como son Javier Zulueta, y los extremeños Sergio Sánchez y Sergio Domínguez 'El Mella'.

Ambos toreros formados en la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz. Los novillos serán de la ganadería de Talavante.

El domingo se anuncia otra novillada en la jornada matinal con tres toreros que despiertan gran interés entre los aficionados: el salmantino Marco Pérez, el portugués Tomás Bastos, también formado Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz, y la novillera Olga Casado que debutará con picadores y que ha generado una gran ilusión entre la afición y la crítica taurina tras su triunfal actuación en el reciente Festival de Vistalegre celebrado a beneficio de la Dana. Se anuncian con novillos de Fuente Ymbro, Talavante y La Purísima. Para este último hierro, con procedencia total Nuñez del Cuvillo, supone el debut de este nuevo proyecto ganadero.

Cartel de Cathy Beringuier

El cartel es un diseño de la artista parisina Cathy Beringuier. Un guiño a la afición francesa que desde los inicios de esta feria extremeña acude a la localidad oliventina de forma masiva. Cathy es una diseñadora que lleva ejerciendo veinte años en el ámbito taurino. Apasionada de la tauromaquia, asegura que su amor por este arte lo lleva en la sangre ya que es nieta y sobrina de toreros. Información de taquillas:

La venta online y telefónica se activa a partir del día 7 de enero.

Venta telefónica: de lunes a viernes, de 10.00h a 14.00 horas y de 16.00h a 19.00 horas, en los teléfonos 689 77 48 25 y 659 72 08 88.

Venta online: www.fitauromaquia.com

Las taquillas de la plaza de toros se abrirán del 27 de febrero al 6 de marzo, de lunes a viernes de 11.00h a 14.00 horas y de 16.00h a 20.00 horas. Los sábados de 11.00h a 14.00 horas. Los días de feria, del 7 al 9 de marzo, las taquillas se abrirán desde las 10.00de la mañana hasta el inicio del festejo.

En Portugal venta de entradas en la Agencia Arena. Villafranca de Xira. Teléfono 263 27 28 95.

Precio especial para jubilados y jóvenes solo en abonos. Información entaquillas@fitauromaquia.com

La compra incluye 1,5 euros en gastos de gestión por entrada en venta online y telefónica,.

 

TITULO:  Retratos con alma - Tierra de frikis ,.


La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.  

 


 Lunes - 20  - Enero  -  a las 22:40 horas en La 1 / foto,.

 Tierra de frikis,.

La industria textil y del calzado echan humo, y las 'startups' se multiplican en el territorio vecino.Pero obrar el cacareado 'milagro económico' luso requiere también de mucho turismo y bajos salarios,.

 Una avioneta hace una espectacular acrobacia sobre el río Duero, a su paso por Oporto. :: joau a. miranda

Una avioneta hace una espectacular acrobacia sobre el río Duero, a su paso por Oporto,.

Portugal se ha puesto más gallo que nunca. Con sus cifras macroeconómicas bien seleccionadas y presentadas, el país en quiebra que hace siete años era desollado por Bruselas en el nombre de la austeridad pasea hoy un lustroso traje de plumas cosidas con quince trimestres consecutivos de crecimiento económico -el último año del 2,7%, nada menos- y un índice de desempleo del 8%, la mitad que en 2013, cuando los salvajes recortes hacían estragos. Su sorpresivo y fulgurante vuelco deslumbra en la casa comunitaria y sus destellos -sobre todo los de los anzuelos en forma de ventajas fiscales- atrapan a inversores de todas las latitudes y con los perfiles más variopintos: pensionistas informados, empresarios sagaces, millonarios en 'be' y, también, multinacionales omnipotentes. La última, la mismísima Google, que ultima la apertura de un centro tecnológico con medio millar de puestos en Oeiras, a las afueras de la capital. ¿Es oro la mitad de lo que reluce?

Sin título en finanzas pero con licencia para ver, oír y preguntar mientras conduce, Adriano Salgueiro responde del tirón al tiempo que pilota ligero por la jungla de hierro y basalto del centro histórico de Lisboa: «La vida de la gente de a pie no ha mejorado gran cosa aquí», dice rozando el índice y el pulgar. «Pero ahora tenemos motivos para la esperanza. La gente ha vuelto a las calles, vienen muchos turistas y resulta que somos buenos cantando, además de jugando al fútbol y haciendo alta política. Lo hemos pasado mal, ¿sabe?, muy mal, pero eso se ha contado poco», sonríe el taxista mientras administra el reproche con epidural.

Las victorias en Eurovisión y en la Eurocopa de hace un par de años han hecho maravillas con la volátil moral lusitana. De los prodigios económicos se ocupa Mario Centeno, el último fichaje luso de la cúpula de la CE para comandar el Eurogrupo, además de ministro de Finanzas y estrella rutilante de la «geringonça». Alejandra Silva, florista frente al Teatro Nacional María II en el mismo puesto desde el que su madre y su abuela despacharon rosas y gerberas, ríe a carcajadas el vocablo doméstico en boca forastera. Significa, literalmente, «artilugio», y retrata la indolencia con la que los portugueses recibieron el nuevo Gobierno que en noviembre de 2015 propició el Partido Socialista Portugués (PSP) -el segundo más votado en las últimas elecciones, revalidadas por los conservadores de Passos Coelho (PSD)-, al camelar al Partido Comunista (PCP) y al Bloque de Esquerda (BE) para recabar su apoyo externo. Treinta meses después del inédito acuerdo entre 'rojos', el 'artefacto' político no solo funciona, sino que recibe las palmadas de Bruselas en la espalda por sus descocados resultados económicos.

El turismo, espoleado por tierra, mar y aire desde la Administración, junto con el incremento de las exportaciones, que representan más de un 43% del PIB vecino, sujetan el estandarte del llamado 'milagro portugués'. Detrás de las letras doradas, sobre el asfalto, el latón asoma en forma de carteles que reclaman empleos «con derechos» y el fin de la «precariedad». Lo divisan también desde la universidad. Al menos, la de Coimbra. Según un estudio del Observatorio de Crisis y Alternativas del Centro de Estudios Sociales de esa institución académica, el 63,3% de los contratos que se han firmado en Portugal desde finales de 2013 son a tiempo parcial, temporales o de obra. A la escasa calidad del empleo hay que sumar unos reducidos rendimientos salariales, que rara vez se despegan de los 700 euros mensuales brutos de media, un 17% por encima del salario mínimo luso, de 580 euros. El humilde jornal exige un número de prestidigitación cuando el kilo de pollo se cotiza a 5,50 euros y el litro de la gasolina supera los 1,7 euros.

«Pese al fulgor, seguimos siendo una economía barata. Cuatro de cada diez nuevos empleos se crean en el sector del turismo, las compañías tienen grandes dificultades para encontrar trabajadores cualificados y la mano de obra se paga poco, lo que supone un gran atractivo para las empresas», sintetiza Pedro Ivo Carvalho, subdirector del 'Jornal de Noticias', el único periódico nacional que se tira en Oporto. Su sinopsis explica en buena medida el florecimiento de la industria tradicional del país, la del calzado y el textil. Son, por ese orden, los sectores más pujantes.

España, en alpargatas

Portugal marca el paso desde una pequeña localidad situada a treinta kilómetros al sur de la capital lusa del 'Douro', en la que se acuestan 22.600 personas y se despiertan 50.000. Este otro 'milagro' lo ofician los centenares de fabricantes de calzado que desde Sao Joao de Madeira nutren de vida laboral a varias poblaciones de los alrededores. Entre ellos, André Fernández, propietario y gerente de Perks, una firma familiar que, asesorada por un diseñador italiano, crea y manufactura sus propios modelos. A menudo, eso sí, para mérito de otros. El 75% de su producción se comercializa sin marca. Pero esta suerte de anonimato de la moda lusitana podría cambiar pronto. El viento se ha puesto a soplar a su favor. «Si antes nos pedían que el 'made in Portugal' lo escondiéramos, ahora los clientes quieren que lo pongamos bien a la vista. ¡Estamos de moda!», se relame el empresario.

Recuperados del estrangulamiento propiciado por los bajos precios de los fabricantes chinos con la receta de «la calidad, la flexibilidad y la rapidez en la entrega», los portugueses pisan los talones a reconocidos productores, como los italianos. Y, de largo, a los españoles. «Hace unos años ibas a cualquier feria y necesitaban seis pabellones. Hoy no llenan medio. ¿Por qué? No tienen ayudas. A nosotros el Gobierno nos subvenciona un tercio de lo que nos cuesta ir. Sabe que así se fomentan las exportaciones», explica Fernández. Las cuentas parece que salen. En la última década, esas ventas «han doblado su valor», certifica Luis Onofre, presidente de APPICAPS, la asociación en torno a la que se agrupa un sector que cuenta ya con 1.526 firmas y 40.080 trabajadores, un 23% y un 24% más que en 2010, respectivamente.

No muy lejos de esta factoría, otra industria familiar marcha a todo gas. Los 300 empleados de Fepsa producen un tercio del mercado mundial del fieltro con el que se confeccionan sombreros, que despachan lo mismo a la Maison Michelle -surtidora de Dior y de Chanel-, que a buena parte de la comunidad judía ortodoxa, la indígena andina y la de cowboys estadounidenses. Los que lució en 'Dallas' J.R., el villano por antonomasia de la televisión de primeros de los ochenta, salieron de esta empresa, que, en plena recesión, se las arregló para dar un arreón. Desde 2010 ha duplicado su facturación, hasta superar ahora los 15 millones de euros al año. Su dueño y capataz, Ricardo Figueredo, está convencido de que, al igual que ocurre con su negocio, la expansión económica que protagoniza su país también es «sólida». «Nuestro tejido empresarial ha enfrentado los tiempos duros comprando tecnología, y eso unido al talento joven es garantía de progreso», dogmatiza.

A 55 kilómetros al norte de Oporto, Guimaraes se erige en el epicentro de una de las regiones de fabricación textil más importantes de la UE. Carolina Herrera, Victoria Beckham, Ágatha Ruiz de la Prada o el astro autóctono Cristiano Ronaldo fabrican allí junto al coloso español Inditex, que genera en Portugal el 20% de su producción. Con esta floreciente industria alrededor no es de extrañar que la segunda ciudad lusitana y eterna aspirante a capitanear el país sea un campo abonado para la creatividad. Bulle en torno a la rua de Miguel Bombarda, en el llamado barrio de las artes de Oporto. Desde allí, Marita Moreno, una mozambiqueña de 58 años, batalla por que los zapatos y bolsos que manda hacer con corcho o biocuero cuajen en el desquiciado mercado internacional de la moda y le den para mantenerse «y para abonar al Estado un tercio de lo que facturo». «Las pequeñas empresas somos las que sostenemos los empleos públicos. Con lo que se gana en este país y lo que se llevan los impuestos, todo se exporta. No tenemos dinero para pagar la calidad que producimos», se lamenta.

Daniela Duarte se las ha arreglado para colocar sus creaciones, a base de telas 'vintage' y patrones novedosos, en Setúbal y Jersey City, en sendos comercios regentados por compatriotas. También están disponibles en su web. A cambio, a sus 30 años, vive con y de sus padres, «como la mayoría de mis amigos». «El milagro económico consiste en tener que renunciar a tus sueños para trabajar en lo que sea y poder pagar tus facturas», ironiza. De momento, ella resiste. Su marca, Daniela ponto final, también es una declaración de principios.

Wifi debajo de las piedras

La vida empresarial de Sylvia Cardim de Melo discurre por otras altitudes. Hace apenas un año echó a andar su firma de marketing y 'branding' digital con un diseñador gráfico y calcula que cerrará este año con ocho y una facturación por encima de los 100.000 euros. Natural de Sao Paulo, dejó hace dos eneros su domicilio en Singapur cuando los clientes de su marido, un portugués empleado de la Credit Suisse, empezaron a ordenar inversiones en el confin suroccidental de Europa. «Antes no había motivos para salir a la calle. Hoy Lisboa es el lugar en el que estar. En Singapur se gana mucho más pero, profesionalmente, esta experiencia es más enriquecedora».

La emprendedora brasileña se sincera en la segunda planta del bullicioso Mercado da Ribeira, reconvertido en paraíso 'gourmet' para guiris por la veterana revista de ocio inglesa 'Time Out'. Second House ha abierto allí la réplica lisboeta del local de 'coworking' que un par de socios británicos estrenaron hace unos años en Londres con notable éxito y que van a implantar ahora en Los Ángeles. La receta, patentada, es la misma: una sencilla y cuidada apuesta arquitectónica -de factura española, por cierto- y una rica oferta interna cultural y deportiva que propicie sinergias fructíferas entre los propios socios: 165 firmas de veinte nacionalidades en este momento. Desde el destacamento digital de Mercedes Benz o los servicios financieros de Volkswagen, a docenas de 'startups', el otro fenómeno, esta vez de rabiosa vanguardia, que calienta Portulga junto a las humeantes fábricas norteñas donde se cose la ropa y los zapatos de media Europa.

No es casualidad que los emprendedores tecnológicos y digitales hayan puestos sus ojos -y muchos también sus pies- en territorio lusitano. Hace ya cinco años que el Ayuntamiento de Lisboa puso en marcha un servicio de promoción y asesoramiento para proyectos de innovación tecnológica. «Tenemos ya una red nacional con 130 incubadoras activas que acogen más de 2.000 'startups'. De ellas, un 60% siguen operativas trancurridos dos años», alardea Luis Moura, delegado comercial de Portugal en España. El otro cebo, aún más sabroso, se llama Web Summit. Se trata de la mayor conferencia tecnológica del planeta. Hace dos años decidió abandonar Dublín, su lugar de nacimiento, para mudarse a la emergente Lisboa y arrastrar tras de sí hordas de 'geeks' (o frikis de la tecnología). Y como lo uno lleva a lo otro, no hay autobús de línea, tren, estación o incluso espacio público en Portugal en donde no haya línea gratuita de wifi.

El furor lusitano por la economía digital no extraña a la madrileña Noelia Novelle. Ella misma se desplazó a Lisboa para «hacer el masterchef de las 'startups'» y sacar adelante la suya propia, Doinn, una proveedora de limpieza y lavandería para apartamentos turísticos. «Los portugueses siempre han ido muy por delante en tecnología. Sus cajeros fueron los primeros de Europa en permitir la compra de entradas de conciertos. Y ahora empieza a lucirles».

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