EL DESAYUNO DEL SABADO, HE DORMIDO EN 17 CAMAS, CAYETANO RIVERA TORERO,fotos,.Cayetano Rivera regresa de su «muy especial» vuelta al mundo en 80 días y lo celebra con una cena benéfica. «A la boda de mi hermano Fran voy solo», advierte,.
«Nos habría gustado hacer alguna entrada triunfal en el último minuto, en plan Phileas Fogg, pero teníamos miedo de que hubiera algún retraso en los vuelos», confesó un miembro de la organización. Al final, el 'timing' funcionó y el torero (ahora retirado) podrá estar hoy en Sevilla, en la boda religiosa de su hermano Fran con Lourdes Montes ante la Esperanza de Triana. Aunque con su exnovia, Eva González, tiene buena relación y «mucho contacto», Cayetano avisó: «A la boda iré solo. Y quisiera vernos allí reunidos a los cuatro hermanos. Lo malo es que Julián creo que no puede. Hoy tampoco ha venido a esta cena, y eso que vive en Madrid». Fran y Lourdes sí acudieron. Así como Laura Sánchez, Carla Royo Villanova, Juan Peña y Paco Arango.
Jordania, Sudáfrica, India, Japón, Camboya, Indonesia, Polinesia, Los Ángeles, el Gran Cañón, Vancouver y Miami, donde visitó la antigua casa del «tío Ernesto» Hemingway, amigo de su familia, son algunos de los enclaves recorridos por Cayetano a lo largo de los últimos casi tres meses. «A él no le gusta salir en las revistas. Huye de los focos». Lo repiten hasta la saciedad sus amigos, la gente que de verdad le conoce. «Sin embargo -explican- ha decidido ceder su imagen para obtener fondos con los que ayudar a la infancia».
«Si Cayetano hubiera querido dar la vuelta al mundo por puro placer, lo habría hecho sin cámaras ni blogs. No se habría enterado nadie, pero este ha sido un viaje de trabajo», recalca Nacho García Guzmán, amigo del torero y nuevo director de Yo Niño. Nacho, que dirige en Madrid un club de negocios, conoció a Cayetano «a los trece años en un colegio de Suiza» y acaba de acompañarlo en su periplo durante los últimos doce días. Niega rotundamente que lo de Cayetano haya sido una estupenda manera de recorrer el planeta esponsorizado, bajo la tan manoseada excusa del 'por una buena causa'. «Nada de eso. Él se ha pagado el viaje de su bolsillo. Todo lo aportado por los patrocinadores y colaboradores, así como lo recaudado en la cena, irá íntegro a Yo Niño, y en concreto a un proyecto de Aldeas Infantiles, porque esta vez ayudaremos en España». La anterior fue en Nicaragua.
«Sensible y niñero»
El diestro ha huido del lujo, según su socio. «Hemos rechazado patrocinadores muy potentes
para no dar una imagen distorsionada, porque no era cuestión de
aparecer en un hotel exclusivo, brindando con un champán carísimo,
cuando lo que persigues es ayudar a niños que apenas tienen nada».
Tampoco han podido estar los hermanos de Cayetano como en principio
estaba previsto. «No pudimos coordinar los vuelos». Sí le han acompañado
por turnos algunos de sus mejores amigos. «Pero también he tenido
tiempo para estar conmigo mismo y reflexionar sobre mi futuro», señaló
el diestro enigmático. Sobre la idea de que Fran vuelva a ser padre,
Cayetano, a quien sus amigos definen como «muy sensible y muy niñero»,
se mostró muy partidario. «Me encantaría tener muchos sobrinos, por mí
que se pongan a ello lo antes posible». A la pregunta de cuándo tendrá
él sus propios hijos (es padre adoptivo de la hija de su exmujer, Blanca
Romero), Cayetano, que negó tener una nueva novia andaluza «ni nada
parecido», respondió con un evasivo «todo llegará, en su momento».TÍTULO: LA CENA DEL SABADO, LAS GAMBAS DEL ARDILLA,.
LA CENA DEL SABADO, LAS GAMBAS DEL ARDILLA,.-foto,.
- Son las gambas del Ardila, sí, del río Ardila, que pasa cerca de Jerez de los Caballeros y se dirige después camino de Portugal para hacer ...
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En una antigua hacienda cercana a Jerez dan de comer con gracia
Saben a yodo, a mar, a bahía... Son blancas y de lo mejor que he probado en gambas. Llegan a la mesa en abundancia, te cobran por ellas 12 euros y reposan sobre lechuga y medio limón. Son las gambas del Ardila, sí, del río Ardila, que pasa cerca de Jerez de los Caballeros y se dirige después camino de Portugal para hacer frontera por la zona de Barrancos.
En realidad, son crustáceos de Huelva de toda la vida, pero los sirven a las orillas del río Ardila, en la cafetería restaurante de la Hacienda Arroyo La Plata, un hotel rural y situado entre Jerez y La Bazana.
El lugar merece la pena por aislado, por silencioso, por verde, por el río y por las gambas. El Arroyo La Plata tiene una terraza al aire libre, bajo una carpa, donde se disfruta mucho en las noches de verano. Tiene cosas de restaurante castizo: las sillas y las mesas son publicitarias, te encienden la televisión, hasta entonces apagada, nada más sentarte y todos los postres llegan a la mesa rodeados de una buena dosis de sucedáneo de nata, no vaya a ser que alguien se ofenda por escatimar.
Eso sí, también disfrutas de las ventajas de los lugares básicos, sin bobadas, como que los camareros no te estén mareando todo el tiempo con preguntas retóricas del tipo: "¿Está todo a gusto de los señores... Les gusta lo que están comiendo...?". Aquí, los camareros son simpáticos porque lo son, te preguntan lo importante, reaccionan inmediatamente ante tus respuestas y son infalibles con los trucos como colocar una chapa bajo la pata de una mesa que cojea.
También cojea la literatura en las servilletas del Arroyo La Plata, "un lugar para ser y estar", y en la frase que encabeza su tríptico publicitario: "En un marco incomparable...". Pero caramba, ¿a qué hemos venido hasta aquí, a hacer académicos comentarios de texto o a comer? ¿A comer, no...? ¡Pues comamos!
En la carta de raciones, aparece un pan de bodega de salmorejo con bacalao, carne mechada o salmón con crema de queso que, en principio, mosquea. Porque eso del pan de bodega suena a cuento chino. ¡Pero... sorpresa, no lo es! Desconozco si el pan es de bodega, de tahona centenaria o de horno de leña, lo único que puedo asegurar es que nunca he comido unas "tostas" (sin tostar) tan ricas.
Se trata, en fin, de unas rebanadas de hogaza de 25 por 10 centímetros bien untadas de salmorejo y coronadas por lascas de carne riquísima o láminas generosas de salmón ahumado (5.50 euros). Lo dicho, una delicia imprescindible.
Pero sigamos comiendo porque la ración de jamón ibérico de Jerez (12) es abundante y de primera, con un regusto casi dulce que impresiona. Sirven unas bandejas soberbias de puntillitas, cazón adobado y langostinos (10.50) con las que cenan tres y hay carne a la brasa con picadillo (8), solomillo (11), pluma (11) o presa (12), todo ibérico, todo a la plancha. El bacalao lo preparan rebozado (9), dorado (8) o sobre pisto templado (7.5) y tienen croquetas caseras (8) y unas patatas "aliñás" (5.5) con salmorejo y huevo duro, presentadas en forma de flan, que entran bien si completas su aliño con aceite de oliva virgen.
Las raciones son espectaculares y conviene no emocionarse e ir pidiendo según se va comiendo. Las tartas caseras, de galleta, de manzana, etcétera, tienen la mejor relación calidad precio de la Península Ibérica: 1.50 euros e incluyen la generosa alegría del chantilly. Las cañas, las infusiones y el café a un euro mantienen los precios anticrisis y si sumas las vistas sobre la vega del Ardila y la brisa que llega de los campos de maíz, ¿para qué quieres más?
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