sábado, 4 de febrero de 2023

EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - Martes- 21- Febrero - Diego Martín ,. / LUNES - 20 - Febrero - Imprescindibles - Enrique Urquijo ,. / ELLA & - Arte, carta y QR ,. / EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - PESADILLA EN LA COCINA -Jueves -16 - Febrero - Bizcocho Oria ,.

 

 TITULO:  EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES - 21 - Febrero - Diego Martín,.

EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -  21 - Febrero   ,. 

 
 Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes-  21 - Febrero 
, a las 22:30 por antena 3, etc.


 
 EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - Diego Martín ,.

  EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - Diego Martín .,fotos

  Diego Martín,.

 Diego Martín: «Decir siempre la verdad me parece repugnante. No creo en ser  honesto todo el rato...»

Diego Martín: «Decir siempre la verdad me parece repugnante. No creo en ser honesto todo el rato...»

Madrid, 1974. Soy actor, vivo entre España y Francia y podéis verme ya en la segunda temporada de la serie 'Supernormal', en Movistar Plus. Una comedia muy divertida con un punto dramático.

 Diego Martín: «Decir siempre la verdad me parece repugnante. No creo en ser  honesto todo el rato...» - XL Semanal

  Desayuno,.

Diego Martín es una garantía de profesionalidad. Sabes que, salga donde salga, lo va a hacer bien, y además no va a acaparar: sabe amoldarse al personaje, a la historia, al protagonismo, al tono… Ya sea una comedia extremísima como Aquí no hay quien viva, tal vez la producción por la que más se lo conoce, o un proyecto como Velvet: Colección, donde interpretó a un galán que era a la vez un villano y un alivio humorístico. 

 ensalada con mejillones, judías verdes y pimentón 7464855 Foto de stock en  Vecteezy

 Cena,.

En solo un mes lo hemos visto en dos series: Supernormal, de Movistar+, de las creadoras Marta Sánchez y Olatz Arroyo, que se estrena mañana viernes 9 de julio, y de la que más abajo te ofrecemos un clip en primicia; y Élite, el fenómeno adolescente de Netflix. Nos lo cuenta todo sobre ambas.

GQ: En menos de un mes te hemos visto en dos series, Élite y ahora Supernormal. ¿Ha sido casualidad o cosa de confinamientos, retraso de proyectos…?

Diego Martín: Me temo que es pura casualidad. No deja de ser el resultado de algo que he hecho, y es una feliz coincidencia. En el caso de Supernormal, terminamos la serie prepandemia, en Navidad de 2019, y luego Élite sí se vio un poco afectada en período de rodaje, que estaba previsto para abril de 2020, en plena pandemia. Luego las cosas siempre se descontrolan un poco, y el mundo de la programación ya no depende de uno. Se da esta coincidencia en muy poco espacio de tiempo, pero escapa absolutamente a cualquier estrategia o voluntad de mi parte (riendo).

GQ: ¿Qué nos puedes contar de Supernormal? ¿Cómo llegó a ti el proyecto y qué te gustó de él?

D. M.: A los proyectos en los que no tienes que demostrar nada excesivamente, sino que piensan en ti y te dicen que está todo bastante encauzado para que seas tú, siempre se los ve con más cariño que esos en los que hay que pasar por mil pruebas. Lo que tampoco me importa. En esta época en la que parece que todo tiene que ser muy virtuoso desde el punto de vista narrativo y estético, me parecía interesante hacer una serie que se volviera a centrar en gente normal. Sin querer decir que esté hecha de una forma convencional, el punto de vista no está enfocado en lo especial o espectacular de lo técnico. 

Es una serie de personajes sin más pretensión que hablar de la normalidad, algo que está muy bien enfocado, porque no existe, nadie es normal. Pero al mismo tiempo quizás haya un poco de déficit en este tipo de personajes con los que nos podemos sentir identificados o representados. Está muy bien que en la parrilla de Movistar+ haya una serie así. Además, para mí estar en cualquier proyecto cerca de Miren Ibarguren es un privilegio. Es una de las mentes privilegiadas de la comedia de este país.

GQ: Eres uno de los actores españoles que mejor combinan el drama y la comedia. ¿Te sientes más cómodo en un registro que en otro? ¿Priorizas alguno?

D. M.: Nunca le he dado demasiada importancia y cada vez se la doy menos. Me parece una herramienta más. Evidentemente, hay que adaptarse al tono de la historia que toque, pero no tengo un planteamiento preconcebido respecto a qué paso dar, si ahora he hecho un drama, ahora me toca una comedia, y si ahora he hecho una comedia… Para mí, forma parte de lo accesorio. Disfruto con ambas y no solo con esa dicotomía, sino con cualquier proyecto que me apetezca hincarle el diente, en función de la historia en sí, del director, de los compañeros… No me gusta catalogar las cosas como actor cómico o actor dramático. Intento hacerlo lo mejor posible me toque lo que me toque.

GQ: Además, hay muchos grises entre medias. También participaste, por ejemplo, en Mira lo que has hecho, que tiene mucho de las dos cosas.

D. M.: Claro. Para empezar, desde el punto de vista de un actor, el enfoque de un personaje no dista tanto de uno y de otro. No tengo una concepción de la comedia como de ir buscando el chiste. Lo que produce la comedia es la situación, la mirada del director, la mirada que ponemos sobre un personaje, pero a nivel de cómo uno aborda eso es exactamente igual. Simplemente, la consecuencia es que la situación produce hilaridad o comedia y en el drama no. El actor enfoca el trabajo de la misma manera o con la misma seriedad, o al menos eso es lo que hago yo.

GQ: Uno de los grandes debates en torno a Supernormal es que es una de las pocas series creadas exclusivamente por mujeres en la televisión española en general y en Movistar+ en particular. ¿Qué piensas que tiene que cambiar para seguir avanzando en este terreno?

D. M.: Me gustaría que sobre todo se pusiera de manifiesto que está hecha por mujeres con talento. Aunque últimamente escucho eso de que la igualdad habrá llegado cuando a las mujeres se les permita hacer las mismas porquerías que a los hombres, a mí me importa bastante poco, mientras haya talento, que venga de una mujer, de un hombre o de alguien que no se sienta ni una cosa ni la otra. Creo que vivimos en un mundo donde la especificidad es tan extensa que yo ni siquiera me siento representado por otros hombres heterosexuales. Para mí ha sido hacer un placer trabajar con ellas, poniendo mi granito de arena en que la serie tenga el talento con que ellas la concibieron.

GQ: Imaginamos que Supernormal va a suponer un gran contraste con Élite, que se une a la cosecha de thrillers exitosos de los últimos años. ¿Por qué crees que se produce y se premia tanto el género negro cuando la comedia es algo tan nuestro y funciona tan bien en el cine?

D. M.: Es algo atávico. La comedia siempre ha arrastrado menos prestigio, o una especie de sambenito como de ser más accesible. Incluso en los cómicos que han hecho comedia más estilizada, el respeto siempre cuesta conseguirlo más que con el drama. Si quieres verlo desde el punto de vista de premios o reconocimientos, siempre es más complejo que la comedia obtenga ese marchamo de calidad o de genialidad, y en caso de que tengan que competir, siempre va a ser el drama el que salga ganando.

Y en eso sí que hay igualdad absoluta. Da igual que sea un actor cómico o una actriz cómica, no se le tiene el mismo respeto que a la gente que hace drama. De hecho, la paradoja máxima se da cuando muchos actores cómicos han obtenido el espaldarazo definitivo cuando se han pasado al drama. Siempre ha sido así, y no sé muy bien por qué, porque me parece que podemos incluso discutir de la dificultad superior en muchos niveles de la comedia respecto al drama.


GQ: Hablando de Élite, nos pareció muy curioso que tú fueras el único fichaje adulto entre tantas estrellas adolescentes, o con personajes adolescentes. ¿Has sentido cierta cambio generacional al trabajar con estrellas tan jóvenes y que se mueven tan bien en ámbitos diferentes a los de antes?

D. M.: Indudablemente. Es verdad que uno, casi sin darse cuenta, va haciendo con cuentagotas papeles en los que de repente hay elementos que imperceptiblemente se cuelan en su realidad. Te tocan personajes que tienen hijos, como en Supernormal. Pero llega Élite y no solo estoy con gente joven sino además casi aislado (riendo). Ha sido una experiencia muy curiosa, de mucho aprendizaje, y he intentado enfocarlo de dos maneras. Por un lado, con mucha humildad, porque creo que esto es un nuevo juego, una nueva generación cuyo lenguaje y cuyas maneras distan de cosas que he vivido yo, de referentes distintos, y al mismo tiempo, tratando de poner la experiencia que uno tiene. Ha sido muy interesante y muy satisfactorio.

GQ: ¿Cuál es tu relación con la moda, Diego? Siempre te cuelas en las listas de los mejor vestidos, y has sido incluso imagen para alguna firma.

D. M.: En ese camino voy hacia la jubilación (riendo). Eso se nota también cuando de repente gente muy joven toma el relevo y hay una cantidad de chavales y no tan chavales que copan este tipo de publicaciones. Yo ya estoy en retirada. Pero más que la moda, me interesa el estilo. Me interesa cada vez más lo atemporal, las cosas que terminan poniendo en el escaparate tu personalidad, y no la personalidad del diseñador o de la marca. 

Cada vez me interesa más la persona y cómo el estilo se funde o ayuda a manifestar un aspecto, o varios, de la personalidad. Creo que la ropa, como casi todo, debería terminar siendo no un disfraz, sino una especie de altavoz, y a la vez lo más discreto posible. Me interesa más ese enfoque que toda la parte de la moda y el cambio. Uno llega a ciertas edades en las que más o menos se encuentra, para bien o para mal, y poco cambio experimenta.

GQ: En ese sentido, ¿te cuesta adaptarte al cambio o las tendencias, o no te interesan?

D. M.: Directamente no me suele interesar. Casi todas las cosas que me gustan ya están inventadas desde hace mucho tiempo, lo cual no quiere decir que no haya innovación en ello, pero creo que, además en el momento en el que estamos, es interesante todo acercamiento a la moda desde un punto de vista mucho más atemporal, durable, del que uno no se canse, en el que uno no tenga que innovar cada seis meses... Y creo que acabará siendo una dinámica común en todo el mundo, porque es muy difícil sostener el ritmo que la industria textil mantiene. Me gusta el estilo, me gusta la moda que ayuda a poner en valor la personalidad, me gusta vestir la ropa y no que la ropa me vista a mí.

GQ: ¿Siempre has sido autodidacta a la hora de vestir?

D. M.: Uno aprende esto como aprende todo en la vida, pero para mí ese aprendizaje tiene que ver con un proceso de decantación. Uno va madurando igual que madura a través de lecturas, de películas, de cuadros, de gente que pasa por tu vida, de espacios, de viajes, y eso se va decantando, y algo de ese perfume se refleja también en la ropa, en cómo viste uno. Creo que uno debe vestirse uno. Con esto no intento denigrar a ningún estilista o asesor, que los hay estupendos y mucha gente que los necesita, pero a mí siempre me ha gustado no renunciar a eso. 

Me gusta vestirme, me gustan las prendas, y considero que eso forma parte de mi terreno de elección. No me sentiría cómodo si alguien eligiera por mí, aunque en un momento dado pueda haber un intercambio de oponiones fructífero. Hace ya tiempo que intento, dentro de lo posible, vestirme yo de mí, estar en mi armario y salirme un poco de esta dinámica de showroom en que a uno le dejan el modelo de la temporada y al siguiente otro. Me visto yo y creo que tengo una edad para saber vestirme, bien o mal, pero como expresión de lo que yo hago.

GQ: ¿Tienes prendas, complementos o marcas preferidas?

D. M.: Sí, por supuesto. Si me tuviera que quedar con una marca que expresara mucho y bien la gran mayoría de las cosas que me gustan, sería Drake's. Si solo me dejaran una marca con la que intentar completarlo todo, esta sería una de ellas, sin duda.

GQ: ¿Algún consejo para vestir en verano?

D. M.: En verano hay muy pocos elementos con los que jugar, y todo se basa en el tejido y en el color. Para mí, sin leerle la cartilla a nadie, creo que en verano es altamente recomendable volver a poner un toque de atención sobre el pudor. Compartir espacios públicos no quiere decir que estemos en la piscina (riendo). No me gustan que me pongan la chancla a medio metro, y las camisetas de tirantes tienen una holgura cada vez mayor. Recomendaría contención y recordar que se comparte espacio con otra gente.

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