TITULO: Cuadernos de paso - La sonrisa del pelícano - Esta noche cruzamos el Mississippi - Crónicas marcianas - Expertos apuntan a un fallo de gestión de Red Eléctrica en el apagón del siglo en la Península ,.
La sonrisa del pelícano ,.
La sonrisa del pelícano fue un programa español de televisión emitido por Antena 3, Presentado y dirigido por Pepe Navarro,.
Esta noche cruzamos el Mississippi,.
Esta noche cruzamos el Mississippi fue un programa de televisión producido y presentado por el periodista Pepe Navarro y emitido por la cadena española Telecinco entre el 18 de septiembre de 1995 y el 10 de julio de 1997. Se emitía de lunes a jueves en la franja del late night., etc.
Crónicas marcianas ,.
Crónicas marcianas fue un late show de televisión, producido por Gestmusic Endemol y emitido por la cadena española Telecinco entre 1997 y 2005. Estaba dirigido y presentado por Javier Sardá y
contaba con Miquel José y Jordi Roca, con quienes Sardá había creado La
Ventana en la Cadena SER, como subdirectores y guionistas.
Es el programa de late night más longevo y más visto de la historia de la televisión en España.1 A pesar de ser considerado por muchos como uno de los máximos exponentes de la llamada telebasura en España, obtuvo multitud de premios, como un Ondas, dos de la Academia de la Televisión y seis TP de Oro., etc,.
Expertos apuntan a un fallo de gestión de Red Eléctrica en el apagón del siglo en la Península,.
Descartadas las causas convencionales, como el incendio de una instalación o un ciberataque, el foco se centra en la operación del sistema,.
fotos / Vista de Madrid al amanecer este martes tras el apagón eléctrico de ayer,.
A medida que pasan las horas, empiezan a vislumbrarse las causas que provocaron el blackout (apagón total) que el lunes dejó sin electricidad a toda la España peninsular y Portugal,.
La red eléctrica sufría ya "anomalías críticas" a nivel nacional al menos media hora antes del gran apagón,.
Las mediciones evidencian que el sistema se encontraba en situación de "inestabilidad" desde las 10 de la mañana, dos horas y media antes del incidente, lo que cuestiona el relato de Red Eléctrica,.
Cinco segundos son una eternidad en tiempos eléctricos, donde la materia prima viaja a cientos de miles de kilómetros por segundo. Tantos, que son suficientes para desencadenar un colapso total del sistema eléctrico de un país como España, que presume de tener uno de los más robustos del mundo. Según Red Eléctrica, el lunes del apagón el sistema evolucionaba de forma «estable» en todas sus variables hasta pasadas las 12:30, cuando el operador del sistema sitúa las primeras perturbaciones de frecuencia a las que siguieron dos desconexiones de generación, separadas por 1,5 segundos, que eliminaron súbitamente el 60% de la producción eléctrica que en ese momento alimentaba la red nacional, principalmente solar. Las telemetrías de las 'cajas negras' del sistema que comparten Red Eléctrica y las compañías distribuidoras arrojan otro forensic.
Media hora antes del apagón, la red eléctrica nacional ya sufría «anomalías críticas», aseguran fuentes próximas a las mediciones, que aseguran que las fluctuaciones de frecuencia «fuertes, muy fuertes» fueron simultáneas en varios puntos del país, desde Extremadura hasta Valencia o Zaragoza. Una segunda fuente lo corrobora y amplía las señales dos horas y media antes del apagón: «Desde las 10 de la mañana la situación de la red era de permanente inestabilidad».
Pedro Sánchez ordenó el martes a las grandes eléctricas, que fueron convocadas a una reunión de urgencia en el Palacio de la Moncloa, recabar y compartir con el Gobierno a la mayor brevedad los datos que sus centros de control recogieron el día del apagón. El Gobierno quiere reconstruir lo ocurrido sin intermediarios milisegundo a milisegundo.
Es importante explicar que la red eléctrica nacional se divide en dos niveles. La red de alta tensión o de transporte, que gestiona Red Eléctrica, la única compañía que tiene la condición de Operador del Sistema. Y las redes de baja y media tensión o de distribución, que son gestionadas por Endesa, EDP, Iberdrola y Naturgy, que se reparten el mapa eléctrico nacional por zonas. Además de estas, al cónclave con el presidente del Ejecutivo acudió Acciona que, aunque no es distribuidora, tiene un considerable volumen de generación. Dicho y hecho. Los primeros resultados de las telemetrías del sector han empezado a llegarle al Gobierno y sus resultados reflejan una realidad que cuestiona las explicaciones de Red Eléctrica.
Los principales datos se concentran en los llamados puntos frontera, zonas de la red donde entran los cables de alta tensión (los de Red Eléctrica) y salen los de media tensión (los de las distribuidoras). En torno a ellos hay una suerte de caja física que contiene medidores de potencia, tensión, frecuencia... en definitiva, de aquellas variables que permiten entender qué está pasando en el sistema eléctrico en cada momento.
«Son como un sismógrafo que permite detectar el origen del terremoto eléctrico», señala un experto del ámbito supervisor, quien asegura que a esos mismos datos que están enviando las distribuidoras ya los tiene Red Eléctrica porque se recogen en infraestructuras compartidas. «Está todo conectado. La mayoría de los datos relevantes que nos está pidiendo el Gobierno ya los tiene Red Eléctrica», indica un alto cargo del sector.
El día del apagón, tras la confirmación de que lo ocurrido era un cero energético, una caída total del sistema, en uno de los organismos reguladores se escuchó una retahíla de «ha pasado, ha pasado». La reacción responde a una situación de inestabilidad que, según múltiples fuentes de distintos ángulos del sector eléctrico, se venía temiendo y avisando desde la semana anterior.
El martes 22, el día clave
Todas las voces apuntan al martes 22 de abril, cuando se produjeron perturbaciones de tensión en el sistema que «lo acercaron al punto de apagón». Aquel día se consiguió revertir, aseguran. Aunque las anomalías tuvieron efectos visibles que llegaron a afectar a infraestructuras críticas. A la vista de las sucesivas explicaciones de Red Eléctrica, no hicieron sonar las alarmas del operador.
El día 22, Repsol tuvo que suspender de forma «inesperada» la actividad de su refinería de Cartagena por «problemas técnicos en el suministro eléctrico». El incidente no se produjo en la planta sino en la red, como adelantó EL MUNDO. El mismo martes, en un tuit, el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, achacó a «un exceso de tensión en la red (eléctrica)» la activación de las protecciones de subestaciones eléctricas que causaron incidencias en la alta velocidad ferroviaria desde Chamartín hasta Pajares. Es decir, desde Madrid hasta la frontera entre Asturias y Castilla y León.
Un fallo de gestión del operador
Hasta ahora, tanto Red Eléctrica como el Gobierno se han limitado a explicar los efectos del incidente -una caída masiva de generación que provoca el colapso total-, y los trabajos de una reposición que, pese a la gravedad de un incidente sin precedentes, se consiguió en tiempo récord. «Una proeza», calificó ayer su presidenta, Beatriz Corredor. Pero ni uno ni otro han dado ninguna información que permita dilucidar la causa de lo ocurrido. Es decir, qué provocó una perturbación del sistema tan fuerte como para desencadenar un cero energético y por qué el operador no logró evitarlo.
«No se descarta ninguna hipótesis», aseveran en Moncloa. Mientras, Corredor deslizó ayer que todavía no han dado con la causa, porque no tienen toda la información. Tanto ella como Sánchez han desviado así el foco hacia las empresas eléctricas. En lo que sí han sido contundentes tanto Corredor como la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, es en desvincular el incidente de una situación de inestabilidad generada por un exceso de exposición a las renovables, bajo el argumento de que la red ha funcionado sin incidentes en condiciones similares.
Todas las fuentes coinciden en que el sistema llevaba varios días operando en «una situación límite» en el extremo de los parámetros de estabilidad. «El sistema eléctrico actuó según sus sistemas de protección, que saltaron al sobrepasarse los márgenes de oscilación tolerables». En el momento del apagón, la fotovoltaica representaba entre 17.000 y 18.000 megavatios, alrededor del 70% de todo el sistema. La caída masiva de generación fue de energía fotovoltaica.
Si bien desde el sector convienen que pudieron converger otros factores que tensionasen el sistema, son tajantes en que la red eléctrica se habría enfrentado a ellos con una «mínima capacidad de reacción» por el excesivo peso de energías no gestionables (renovables). Todos los expertos consultados apuntan a un fallo de operación, es decir, de Red Eléctrica.
«El problema no son las renovables, sino la dosis», insisten en todo el espectro eléctrico, donde nadie pone en duda que el presente y futuro de España pasa por las energías limpias. El mismo consenso existe al afirmar que Red Eléctrica confió excesivamente en su capacidad para gestionar el sistema eléctrico en un entorno de generación muy desequilibrado establecido por la propia naturaleza del mercado.
