Órbita Laika - Mamá, me aburro ,. / Zona indie - Cine - Un lugar para soñar ,. / + Cotas - ¿Qué edad tiene mi perro?., / Generaciones - Hasta pronto ,.

TITULO: Órbita Laika - Mamá, me aburro ,.

Lunes-13- Enero a las 22:00 en La 2 / foto,.

 

Mamá, me aburro,.

Toma de posesión de Pablo Iglesias, ayer en La Zarzuela.

Un niño aburrido es una tragedia y un debate político soso, un peñazo,.

«¡Mamá, me aburro!», se queja el niño. Y papá y mamá entran en estado de shock. ¡El niño se aburre, no puede ser! Zafarrancho familiar. Vamos a ponerle el canal 24 horas de dibujos animados. ¿Qué se sigue aburriendo? Trae la tableta, déjale mi móvil, bajo a por chuches, le compro un gatito, un perrito, una iguana... ¡Madre mía, el niño se sigue aburriendo! ¡Al psicólogo!, mañana lo llevamos al psicólogo.
La tragedia del aburrimiento es lo peor. Un niño aburrido no puede ser un niño feliz y cualquier aparato, truco, mascota, juguete, actividad es poca cosa si persiste el aburrimiento. El niño dice que se aburre y se convierte en el centro de todas las preocupaciones... El aburrimiento como detonante de todas las crisis, la desgracia de todas las desgracias. ¡Muerte al aburrimiento!
¿Es malo el aburrimiento? ¿Son por definición unos desgraciados los niños que se criaron sin tele, sin móvil, sin tableta, sin ordenador, casi sin juguetes? Hombre, yo miro a mi alrededor y no me lo parece. Aunque, claro está, si un niño de los de antes protestaba con una queja tan extraña como: «¡Mamá, me aburro!», mamá reaccionaba, pero de otra manera. En lo único que hemos mejorado es en que ahora reaccionan despavoridos tanto mamá como papá. Antes, solo reaccionaba mamá. ¿Y cómo reaccionaba?
Para empezar, no se alarmaba, sino que te preguntaba de manera capciosa y malvada: «¿Ah, te aburres?». Y luego te hacía una propuesta inquietante: «Ven, anda, que te voy a quitar el aburrimiento». Y te lo quitaba, pero de tal manera que no volvías a aburrirte en toda tu infancia.
Sus métodos de diversión eran imaginativos y variopintos. Estaba el método de la madeja de lana. «Ven aquí, extiende los dos brazos», ordenaba y el niño iba y los extendía. La madre colocaba la lana de la madeja rodeando los dos brazos y empezaba a deshacerla para hacer un ovillo, mientras el niño movía las manos a un lado y a otro para facilitar el proceso.
Servidor, si proclamaba mi aburrimiento, me escaqueaba de las madejas por razones obvias: una sola mano no servía para ayudar a hacer un ovillo, pero nadie me libraba del método de las lentejas, que consistía en que te echaban unos puñados de lentejas en un recipiente y tú debías escogerlas eliminando piedrecitas e impurezas. Si ese día no había por casa madejas ni lentejas, las madres recurrían a la diversión de la caligrafía: una plana, un lápiz y a copiar letras.
Con tales estrategias de tortura divertida, conseguían que no volvieras a quejarte de aburrimiento. Ya procurabas buscarte tú la vida para entretenerte. Así, el aburrimiento te llevaba a la imaginación y descubrías el campo, las fuentes, el agua, las piedras y, si vivías en Cáceres, los juegos (las cabezas, torito en alto) en los túneles de Reyes Huertas, los partidos de fútbol en El Rodeo o las disputas de guardias y ladrones en Cánovas.
Los grandes popes de la tecnología llevan a sus hijos a colegios sin pantallas, supongo que para que se aburran e imaginen, que es una de las teorías del psiquiatra Rojas Marcos: los niños deben aburrirse para estimular su creatividad. De todas maneras, esto del aburrimiento infantil yo creo que se ha extendido a toda la sociedad. Ahí está el reciente debate de investidura.
La democracia es aburrida y cuanto más aburrida, mejor se vive y más se crea y se crece, pero eso no les mola a las nuevas generaciones de políticos, que parecen necesitar tensión para divertirse. Así, en lugar de debatir de dónde sacar dinero para llevar adelante las medidas propuestas, que es un debate muy aburrido, se divierten hablando de cominos, felones, verdugos, fachas y bolivarianos. Lo mejor de los ministros socialistas nombrados por Pedro Sánchez es que son muy aburridos: una pandilla de expertos ortodoxos y filósofos que van a dar para pocos chistes. ¡Pedro, me aburro! Pues ponte a ver de dónde sacas dinero para subir las pensiones, ya verás cómo te diviertes, hijo.

TITULO:  Zona indie -Cine -  Un lugar para soñar     ,.

Este lunes -13- Enero a las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto.

 

Reparto

Matt Damon, Scarlett Johansson, Colin Ford, Thomas Haden Church, Elle Fanning, Carla Gallo, Patrick Fugit, Stephanie Szostak, Angus MacFadyen, Peter Riegert, Crystal the Monkey,.

 

 

Benjamin Mee, un joven viudo que todavía sufre la pérdida de su mujer mientras intenta seguir adelante con sus dos hijos, ha sido siempre un amante de la aventura y los retos difíciles. Buscando cambiar de vida completamente, decide comprar un zoo ruinoso y medio abandonado e intentar, con la ayuda de sus hijos y de los empleados del zoo, sacarlo adelante... Basada en la verdadera biografía de Mee, aunque trasladando la acción de Inglaterra -donde vive Mee- al sur de California. 

 

TITULO: + Cotas  -¿Qué edad tiene mi perro?,.

 El Sabado -11- Enero a las 9:30 por La 1, foto,.

 

¿Qué edad tiene mi perro?,.

Un estudio corrige la regla de un año por cada 7 de los humanos:con 12 meses es como si tuviera ya 31 'tacos' de los nuestros,.

Hasta ahora nos habíamos manejado con esa regla de andar por casa que decía que cada año del perro equivalía a siete de los nuestros. Algo alejado de la realidad, puesto que si un chucho alcanza los 18 años, algo no del todo extraordinario, estaríamos hablando de 126 años nuestros. Y los hay incluso que llegan a la veintena. Más fiables parecen esas tablas que uno encuentra en internet y que manejan variables como la raza del animal (que sea más o menos grande), a saber, que a los 24 meses, cualquier perro tiene unos 24 años humanos; mientras que si el can llega a sus 8 años, estaría en nuestros 60 si es de tamaño grande, en 57 si es mediano y en 51 si es pequeño. Y si hablamos de que ha superado los 15, equivaldría a 109, 98 y 80, respectivamente.
Ahora, sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista de investigación y educación sobre biología 'BioRxiv' bajo el título 'Traducción cuantitativa del envejecimiento de perro a humano mediante la remodelación conservada de las redes epigenéticas' arroja algo más de luz sobre cómo calcular la edad de esa manta de pelo que le observa desde el sofá.
También ayuda comprobar cómo el amiguito ya no se deja las uñas en el parqué para llegar hasta usted cuando oye que le echa el pienso en su cuenco y ese lomo cada vez más plateado. Pero si quiere mayor exactitud, parece que este último estudio ha dado con la fórmula para clavar la edad humana de su chucho. Para empezar, debe saber que eso que usted llama aún su cachorrito de 12 meses y que hace las delicias de la casa acabaría de entrar en la treintena si fuera de nuestra especie; 31 años humanos tiene para ser más exactos. La exhaustiva investigación incluye un gráfico con una curva de equivalencia entre un labrador y... ¡Tom Hanks! que aporta fotos de ambos a cuatro edades distintas. En él se ve que el animalillo con un mes es ya como el protagonista de 'Forrest Gump' con unos 9 añitos. A los 12 meses, el chucho está como el actor a los 31; mientras que sus 4 años representarían los 52 del estadounidense, y a los 9 sería como un Hanks a los 65.
Todo para intentar explicar visualmente algo que 'a priori' no resulta muy sencillo. Lo exponen en la introducción de este modo: «Los mamíferos progresan a través de etapas fisiológicas similares durante la vida, desde el desarrollo temprano hasta la pubertad, el envejecimiento y la muerte». Pero esas modificaciones no se producen en idénticos momentos en todas las especies. Por ello, y para la investigación, han 'mapeado' los cambios epigenéticos (epigénesis, en la RAE: doctrina según la cual los rasgos que caracterizan a un ser vivo se configuran en el curso del desarrollo) «experimentados por los genomas de mamíferos según envejecen», centrándose en las comparaciones evolutivas de humanos con perros.

Un cálculo simplificado

Dicho esto, para llegar a conclusiones estudiaron los metilomas; la metilación es el principal sistema de análisis de la citada epigénesis y se logra añadiendo metilo (átomo de carbono unido a tres átomos de hidrógeno) al ADN. Lo hicieron a través de extracciones de sangre a 104 perros de raza golden retriever de entre 0,1 y 16 años. Luego compararon los resultados con los metilomas de 320 individuos humanos entre 1 y 103 años. Viendo los momentos de coincidencia entre los resultados de ambas especies dieron con una fórmula logarítmica que es la que calcula la edad del perro en comparación con la nuestra: la edad humana equivalente es igual a 16 veces el logaritmo neperiano de la edad del perro en años más 31.
Simplificando, y para que cualquier dueño de cánido pueda hacer la cuenta sin tirar de calculadora, diremos que al término del primer año de su mascota, ésta tendría 31 años humanos. Y luego, cada vez que la edad del animal se va duplicando, hay que sumar 11 para obtener el equivalente humano. Por ejemplo: cuando el perro cumple 2, ya está en nuestros 42; cuando tiene 4, serían 53, y cuando llega a los 8, hablaríamos de que tiene 64. Y así sucesivamente. Esta aproximación se ve en la curva de color azul de la gráfica. La gris continua se sustenta en la regla de los 7 años. Y la punteada se corresponde con esas tablas de las que hablábamos al principio.
En resumen; en los primeros años de vida de nuestros perros, estos se desarrollan mucho más rápido que los humanos, pero luego esta progresión se ralentiza considerablemente. Recuerde que con 8 años su compañero del alma se encuentra al borde de la jubilación, aunque, según esta fórmula, con 16 no tendría más de 75... Así las cosas, aún puede quedarle a su amigo mucho tiempo en el estanque dorado.

TITULO: Generaciones - Hasta pronto,.

 

foto /  En Generación.es descubrimos cómo éramos y cómo somos con nuestros grupos de jóvenes y de mayores. En el último capítulo, nuestros protagonistas reflexionan, por parejas, sobre el intercambio generacional que ha habido en el programa y explican qué han aprendido de la otra generación.