martes, 2 de febrero de 2021

Cartas Olvidadas - La pugna del 14-F pone a prueba la frágil estabilidad parlamentaria de Sanchez,. / Cartas en el Cajon - El presidente del Gobierno compara a los independentistas con Trump ,. / REVISTA TENIS - Carreño da el primer punto a España tras ganar a Millman,.

 

TITULO: Cartas Olvidadas -  La pugna del 14-F pone a prueba la frágil estabilidad parlamentaria de Sanchez,.

 La pugna del 14-F pone a prueba la frágil estabilidad parlamentaria de Sanchez,.

El PSOE asume ya que ERC le hará sufrir al menos hasta las elecciones y admite que el día después puede no ser fácil,.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respalda en un mitin al candidato del PSC, el exministro Salvador Illa, ayer. / EFE
 
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respalda en un mitin al candidato del PSC, el exministro Salvador Illa, ayer. foto,.

El Gobierno siempre ha tenido claro que las elecciones catalanas iban a suponer un punto de inflexión en esta legislatura y que su resultado podría alterar el delicado equilibrio sobre el que Pedro Sánchez ha navegado desde que decidió sellar su coalición con Pablo Iglesias. Pero esta semana ha visto ya las orejas al lobo. Con los ánimos revueltos por el inicio de la campaña para el 14 de febrero, los socialistas se asomaron a un abismo durante la convalidación del decreto sobre la gestión de los fondos europeos, del que solo les libró el inesperado rescate de Vox. El mismo día, se quedaron solos en su intento de impedir que el excomisario José Manuel Villarejo comparezca en la 'comisión Kitchen' del Congreso.

En la Moncloa dan por sentado que de aquí a la cita con las urnas no podrán contar para nada con los trece diputados de ERC, necesarios para completar una mayoría de izquierdas, ni tampoco con los cuatro del PDeCAT que, tras la ruptura con Junts per Catalunya, podrían ayudar a salvar en un momento dado alguna votación espinosa. Saben igualmente que no van a encontrar ánimo colaborador en Ciudadanos ni el PP ni siquiera para asuntos que en otras ocasiones trascenderían la lucha partidista, como se vio hace tres días. «Hasta después del 14 -resumen en la dirección del grupo parlamentario socialista- va a ser un infierno».

Los socialistas ni siquiera se atrevían a asegurar este viernes el respaldo de los republicanos al decreto para la protección de los consumidores vulnerables que se vota en el pleno entrante, a pesar de que en él se incluye la paralización de los desahucios por la que tanto presionaron junto a Unidas Podemos y EH-Bildu.

El miércoles también se vota una moción en la que los independentistas catalanes exigen la reunión de la mesa de diálogo con Cataluña. Pero lo que de verdad preocupa al PSOE no es ya lo inmediato o puramente coyuntural sino el escenario que pueda abrirse tras los comicios.

La operación, pergeñada largamente desde el entorno más próximo a Pedro Sánchez para situar al ya exministro de Sanidad Salvador Illa al frente de la candidatura del PSC, ha resultado un arma de doble filo. Los socialistas están entusiasmados porque les ha devuelto la esperanza de convertirse en primera fuerza de Cataluña en votos después de 20 años de travesía por el desierto. Pero también son conscientes de que su designación ha enervado al partido de Oriol Junqueras.

Hegemonía independentista

«Que nosotros quedemos por delante podría crearnos dificultades, aunque, con la ley electoral y la distribución de nuestro voto, es prácticamente imposible que ganemos en escaños -matiza un dirigente del partido-. Lo que de verdad sería un problema es que Junts gane a ERC». En ese caso, los republicanos podrían entender que su apuesta por la negociación no cuenta con el visto bueno de sus votantes y optar por un cambio de estrategia.

El escenario más plausible hasta la irrupción de Illa en la contienda y cuando las elecciones no habían sido aún convocadas, era una victoria de los republicanos. A lo más a lo que podía aspirar entonces el PSC era a la segunda posición y apenas había un sondeo que se la concediera. En esa tesitura, los socialistas creían que podría formarse un Gobierno encabezado con Pere Aragonés con En Comú Podem, al que estaban dispuestos a apoyar ocasionalmente desde fuera. La necesidad mutua en el Congreso de los Diputados y el Parlament habría obligado, de acuerdo con ese planteamiento, a una colaboración virtuosa. Pero las cosas parecen ahora mucho más reñidas entre las fuerzas independentistas.

La encuesta electoral del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat -conocida este viernes, poco antes de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña confirmara que los comicios tendrán lugar el 14 de febrero- mantiene a los republicanos en cabeza con 34 o 35 escaños aunque la candidatura de los de Puigdemont encabezada por Laura Borrás estaría solo a 1,3 puntos, con entre 32 y 34 diputados.

En Ferraz admiten que si, como apuntó el CIS que podría ocurrir, es Illa quien ocupa el primer lugar en votos y ERC el primero en escaños, el panorama también se puede complicar para Sánchez. Pero, descartado que vayan a dar los números para formar un Gobierno apoyado solo por los contrarios a la independencia, creen que la situación se podría acabar reconduciendo. «Cuando pasen las elecciones todo volverá a la normalidad... liosa, pero no tanto», vaticinan con cierta sorna en la Moncloa.

Una derivada más está en lo que suceda con En Comú Podem. Unidas Podemos está en claro retroceso electoral en toda España, como se vio en las gallegas y vascas. Algunos dirigentes ya han empezado a advertir de que el papel de valedor de partidos como ERC o EH-Bildu que se ha arrogado Pablo Iglesias en el Gobierno achica el espacio de las candidaturas propias en los territorios. Y el temor en el ala socialista del Ejecutivo es que una nueva derrota lleve a su socio de coalición a gesticular aún más a la hora de defender sus posiciones en el Consejo de Ministro para tratar de visualizar la utilidad de su presión ejercida desde dentro.

En el PSOE admiten que en las últimas semanas ambos partidos se miran más «de reojo» y de ahí que el miércoles celebraran una reunión para pulir aristas. En todo caso, insisten en que no hay el mínimo riesgo de ruptura. 

 

TITULO:  Cartas en el Cajon  - El presidente del Gobierno compara a los independentistas con Trump  ,.

 

El presidente del Gobierno compara a los independentistas con Trump,.

Pedro Sánchez: "España quiere a Cataluña" - Noticias España - Diario Córdoba

foto / El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se va a volcar en la campaña electoral catalana. No solo hay mucho en juego para el PSC, que tiene opciones de cosechar un buen resultado, incluso de ganar, sino que también está en liza la estabilidad de la política española.

El dirigente socialista viajó ayer a Tarragona, en su segunda visita en tres días de carrera electoral hacia el 14-F, donde hizo una llamada a la movilización y al voto útil para el PSC. Los socialistas ya no apelan tanto al electorado de izquierdas como en el pasado, sino que en estos comicios su baza se basa en presentarse como la opción útil para derrotar al independentismo. Es la carta que jugó Ciudadanos hace cuatro años y le salió bien, pues aglutinó votos de unos y otros, aunque Inés Arrimadas no supo sacarle rendimiento al triunfo y por esa razón Salvador Illa asegura ahora que si gana se someterá a la votación de investidura.

Los socialistas se erigen como la opción de voto para los progresistas, constitucionalistas, los que votaron en 2017 a Ciudadanos y también la de toda la ciudadanía, piense lo que piense, que está cansada del 'procés'. Así, Sánchez llamó a «poner fin y pasar página de los desgobiernos independentistas». El PSC emplea como argumento central de la campaña que la época del proceso secesionista ha sido una «década perdida», y que esto puede acabar el 14 de febrero.

Sánchez insistió en comparar los periodos «oscuros» de EEUU con Trump, Europa y los austericidios y Cataluña, con los gobiernos de JxCat y ERC. Etapas, a su juicio, que están empezando a caer. «Tras Trump, estoy convencido de que van a desfilar al mismo fin y mismo destino todos los dirigentes que han copiado los métodos del 'trumpismo', que son la división, la mentira y el ataque a las instituciones legítimas democráticas», afirmó, obviando que buena parte de su estabilidad gubernamental ha dependido hasta la fecha de las fuerzas secesionistas.

El «efecto Illa» ha situado al candidato socialista como el blanco de los dardos de buena parte de los partidos, pero está por ver si logrará movilizar al constitucionalismo como hace cuatro años, empresa que a día de hoy se antoja imposible. La abstención es el elemento que temen todos los partidos porque sus efectos son una incógnita. En Portugal, la semana pasada la abstención fue del 60% y, en 2020, del 50% en Galicia y País Vasco. En Cataluña, el CEO pronosticó una participación de poco más del 60%. Fuentes independentistas apuntan que a quien más podría afectar la abstención es al PSC, y también al PP, pues tienen el electorado más veterano, en principio más reticente a salir de casa por miedo al contagio. Por ello, Salvador Illa llamó ayer en el mitin junto a Sánchez a los socialistas que no esperen al 14-F y voten ya por correo.

 

TITULO: REVISTA TENIS - Carreño da el primer punto a España tras ganar a Millman,.

 

Carreño da el primer punto a España tras ganar a Millman,.

El gijonés, previsto en un principio solo para los partidos de dobles, entró en los individuales ante la baja de última hora de Nadal,.

Carreño da el primer punto a España tras ganar a Millman

foto / El gijonés Pablo Carreño dio el primer punto a España en la eliminatoria ante Australia de la ATP Cup, que arrancó este martes, tras ganar a John Millman, por 6-2 y 6-4, en el partido contra el número dos local. El asturiano deja en manos de Bautista, número uno del equipo hoy por la baja de Rafa Nadal, la misión de cerrar la serie ante Álex De Miñaur.

Hubo sorpresa antes del estreno de 'La Armada' al caer de la lista el balear por dolores en la espalda,por lo que los elegidos para los duelos individuales fueron Carreño y Bautista, que ejerció de número uno para medirse a Álex De Miñaur y el gijonés se encargaba de abrir la serie ante John Millman.

Tras dos semanas de estricta cuarentena al viajar en uno de los vuelos en los que se registraron positivos de coronavirus y habiendo entrenado menos de lo deseado, Pablo Carreño asumió el papel de luchador por el primer punto para España en la serie ante Australia en la ATP Cup. Salió con la confianza de medirse a un rival al que había ganado en las últimas tres veces de las cuatro en que se habían enfrentado, la más cercana en Roland Garros. Además del aliento de sus compañeros de equipo a pie de pista, que entre cambio y cambio de lado le daban sus impresiones con una papel muy activo de Nadal.

 

 

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