lunes, 19 de septiembre de 2022

El paisano - Viernes -16, 23, 30 - Septiembre - ¿En el Callejón del Agua de Sevilla está la casa donde Rossini se inspiro para "El barbero de Sevilla"?,. / VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Revolucion de paño ,. / HOSPITAL - Trece personas han muerto en accidente de trabajo este año, cuatro en verano,. / VUELTA AL COLE - Perdido en el bosque oscuro ,. / EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -21, 28- Septiembre - Charlie Vickers,. / EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes -16, 23 , 30 - Septiembre - JUAN MANUEL DE PRADA - Cambio climático y climaterio mental,.

 

   TITULO: El paisano - Viernes - 16, 23, 30 - Septiembre -  ¿En el Callejón del Agua de Sevilla está la casa donde Rossini se inspiro para "El barbero de Sevilla"?,.

Viernes -16, 23, 30 - Septiembre  a las 22:10 horas en La 1 , foto,.

  ¿En el Callejón del Agua de Sevilla está la casa donde Rossini se inspiro para "El barbero de Sevilla"?,.

 Callejeando | ¿En el Callejón del Agua de Sevilla está la casa donde  Rossini se inspiro para "El barbero de Sevilla"?

En el Callejón del Agua, en Sevilla, se pueden ver dos tubos incrustados en la muralla. Nos cuenta Carmen Costa, guía turística de la ciudad, que esos dos tubos tienen un significado especial y es que al no haber antiguamente grifos en las casas, el agua llegaba a Sevilla a través del acueducto. Y lo hacían, continúa, a través de los caños de Carmona. Y al Palacio del Alcázar tenía que llegar el agua y en el interior de la muralla metieron los dos caños para abastecer a los reyes.

El acueducto de Sevilla fue construida en la época de Julio César y tenía 17 kilómetros sin embargo en 1912 la comisión de monumentos tuvo la fatal idea de considerarla una obra vulgar y lo demolió casi todo.

Además, respondemos a la pregunta si es verdad lo que cuenta la leyenda que en el Callejón del Agua, enclavado en pleno barrio Santa Cruz, la antigua judería sevillana, se ubica la casa en la que cuentan que Rossini se inspiró para la ópera "El barbero de Sevilla".

TITULO:   VACACIONES - EUROPA DE PELICULA  - Revolucion de paño,.

 

Revolucion de paño,.


foto / En la actualidad, compramos un 60% más de ropa que hace 15 años, la utilizamos la mitad de tiempo y un tercio de lo que tenemos en el armario no nos lo hemos puesto en el último año. Es lo que dicen las estadísticas pero, probablemente, los datos no se alejan mucho de lo que podríamos decir mirando nuestro armario. Una de las muchas consecuencias de este consumo frenético de ropa es que cada segundo el equivalente a un camión lleno de ropa es incinerado o enviado a un vertedero, según datos del informe A new textiles economy: redesigning fashion’s future, de la Fundación Ellen MacArthur, que aboga por la economía circular.

 Cómo la bufanda salvó vidas en la gripe de 1918 | Actualidad, Moda | S Moda  EL PAÍS

 

Los datos nos dicen que, cuando hablamos de textil, ni se reduce el consumo ni se reutilizan las prendas, ni, mucho menos, se reciclan ni se recuperan. Las montañas de ropa no se ven habitualmente en los vertederos, pero están ahí. Se calcula que aproximadamente el 73% de los materiales que entran en la industria textil terminan en vertederos o incinerados; y a eso hay que sumarle que un 12% se pierde de forma previa, ya sea en forma de desechos durante la confección de las prendas —algo visible a las afueras de las grandes zonas de producción, como algunos distritos de Bangladés o Indonesia— o en forma de ropa que, por unas razones u otras, nunca llega al mercado. Un 12% al que en inglés le han puesto hasta un nombre: es el pre-consumer waste, que engloba tanto a las telas y retales que se pierden durante la producción como a los productos o lotes defectuosos, colecciones no vendidas y prendas individuales que son devueltos tras haber estado en las perchas de la tienda. Prendas que se convierten en residuos sin haber sido ni siquiera utilizadas.

Todo esto supone toneladas de ropa al año que van directamente a los vertederos o a las incineradoras, provocando un fuerte impacto medioambiental, además de un gran gasto en la gestión de residuos.

Los contaminantes de nuestra ropa

En los vertederos, estos kilos de ropas se descomponen muy lentamente, liberando gas metano (que contribuye muy negativamente al efecto invernadero) cuando se trata de materiales de origen orgánico (lino, algodón, seda), o liberando microplásticos, cuando son de origen sintético (poliéster, nylon, acrílicos), materiales que al constituir derivados del petróleo, tardan cientos de años en degradarse.

A ello se suma, además, que todos estos materiales, sean del origen que sean, han sido sometidos a un buen número de procesos químicos antes de convertirse en ropas: blanqueamientos, teñidos, imprimación… Una vez en los vertederos, todos estos químicos terminan filtrándose en la tierra o siendo arrastrados con la lluvia, especialmente en aquellos que no están convenientemente sellados. En el caso de ser incinerados, esas toxinas terminan expandiéndose en el aire.

¿Se puede reciclar?

Solo el 15% del textil termina, por lo tanto, en algún proceso de reciclaje. La mayor parte, el 12%, se reutiliza para confeccionar otros productos textiles (relleno de colchones, paños de limpieza, alfombras, materiales de aislamiento o alfombrillas de los coches), un 2% se pierde durante la recogida o el procesado y, finalmente, ¡un 1% se convierte en nuevas ropas! Un 1% que incluye los retales que sobran a la hora de la fabricación. Si solo hablásemos de la ropa como tal, ropa reciclada en ropa, el porcentaje se reduce al 0,1%.

Una de las cuestiones que dificultan el reciclaje del textil es su poca homogeneidad. La industria de la moda se basa, precisamente, en su enorme variedad y capacidad de innovación: tejidos, colores y estampados varían cada temporada y es complicado encontrar prendas de un solo componente, del tipo “100% algodón”. Por eso es muy difícil recuperar las prendas ya confeccionadas para volver a convertirlas en nuevos modelos: hay que separar botones, cremalleras, adornos, etiquetas y accesorios varios. Como resultado, realizar esta separación es un proceso muy complejo, lento, y que exige una mano de obra cualificada. Por las mismas razones, hacerlo de forma mecánica es también complicado, a pesar de que en los últimos años se han desarrollado técnicas para poder identificar los diferentes compuestos.

 

A ello se suman los tintes químicos que se aplican a las prendas -presentes casi en todo tejido que podamos encontrar- y que deben ser eliminados antes de volver a utilizar los tejidos. La variedad es tal que en las tiendas de segunda mano, donde se ordenan las prendas por talla y por colores, es prácticamente imposible encontrar dos tonalidades iguales.

En Europa se producen entre seis y ocho millones de toneladas de residuos textiles cada año entre ropa y otros elementos como alfombras, colchones o relleno de sofás. Una cifra a la que hay que sumarle otros 16 millones de toneladas generados por la industria textil puramente dicha. En Estados Unidos, según la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), los residuos textiles, de cuero o goma suponían el 9% de los residuos sólidos municipales (el cubo de la basura de los norteamericanos) en 2013.

Esto está provocando una invisible pero enorme montaña de residuos que es solo una de las múltiples manifestaciones del altísimo impacto socioambiental que tiene el consumo masivo de moda. No en vano, en esta industria se registran pésimas condiciones laborales en los talleres de confección y, además, se ha convertido ya, según la ONU, en la segunda más contaminante del planeta si tenemos en cuenta todo su ciclo de producción: las enormes cantidades de agua necesarias para el cultivo de algunos tejidos, los procesos químicos a los que son sometidos las prendas y las continuas emisiones de CO₂ provocadas a lo largo del proceso por el traslado de productos desde las zonas de producción de tejidos a las de confección y, finalmente, a los lugares de venta.

 

Y creemos que es importante conocer mejor qué está ocurriendo, yendo a los puntos de producción y a los lugares donde acaban esos residuos. Por eso, después de nuestros proyectos sobre la industria del azúcar y del aceite de palma, en Carro de Combate hemos lanzado una nueva investigación en la que queremos entender mejor qué hay detrás de la industria de la moda y cuáles son esas voces invisibilizadas que apenas escuchamos, pero que también son #fashionvictims.

Para que la investigación sea posible, hemos lanzado un crowdfunding en Goteo que cubra los gastos de documentación y procesamiento de la información para escribir #ModaBasura, un libro sobre este aspecto de la industria de la moda. Si quieres conocer más sobre el proyecto y apoyarlo, puedes visitar la página Moda Basura: El impacto socioambiental de nuestro consumo de ropa.

 


Ha llegado el momento de ser cool de verdad y profundizar en el lado más opaco de esta industria supuestamente tan fashion. Ayúdanos a investigar. Súbete al carro.

Carro de Combate es un colectivo de periodismo independiente que investiga de dónde procede lo que consumimos y sus impactos sociales y medioambientales,.

TITULO: HOSPITAL - Trece personas han muerto en accidente de trabajo este año, cuatro en verano,.


Trece personas han muerto en accidente de trabajo este año, cuatro en verano,.

 

 

Los siniestros laborales han crecido un 6,5% en Extremadura durante el primer semestre de 2022,.

 Trece personas han muerto en accidente de trabajo este año, cuatro en verano  | Hoy

Un hombre de 49 años falleció el viernes mientras trabajaba en Badajoz. Tres días antes un trabajador se cortó con un cortacésped en Santiago del Campo y fue trasladado al Hospital Universitario de Cáceres con pronóstico complicado. Son dos ejemplos recientes de un listado que en la región crece año tras año,.

Entre enero y junio han muerto 394 trabajadores en un accidente laboral, lo que supone un incremento del 18% respecto al año anterior. Así se desprende de los datos publicados este miércoles por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. De mantenerse la tendencia, la cifra provisional de muertes al final del año se acercaría a las 800 personas, según Comisiones Obreras.

La mayor parte de las víctimas figuraban como asalariados pues solo 41 eran trabajadores por cuenta propia. La principal causa de muerte fueron infartos, derrames cerebrales y otras causas naturales. Sin embargo, las amputaciones o aplastamientos aumentaron un 34% respecto al año previo, con un total de 59 fallecidos. De manera general, los accidentes mortales en jornada de trabajo se incrementaron un 15,5%, mientras que los siniestros in itínere, es decir, durante el desplazamiento, se dispararon un 29,8% respecto al mismo periodo de 2021.

El secretario de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de CC OO, Mariano Sanz Lubeiro, ha lamentado que este aumento de la siniestralidad laboral carezca de "repercusión pública" y de una "reacción decidida" para contener su escalada. Ha recordado que solo un día antes a la publicación de estos datos, al menos tres trabajadores murieron durante su jornada laboral. Esto tiene para el sindicato una clara explicación: en los últimos años han disminuido los esfuerzos de las empresas por garantizar la seguridad de sus empleados y ven estos protocolos como una carga administrativa.

En efecto, el índice de incidencia del conjunto de accidentes mortales en jornada ha aumentado un 10,4%, mientras que por sectores el único que ha registrado un descenso es servicios. El resto experimentan aumentos que van del 2,9% en la industria al 32,2% de la construcción o el 131,1% del agrario. Este último dato está muy relacionado con el naufragio del pesquero Vila de Pitanxo en el que fallecieron 21 marineros.

Más allá de las víctimas mortales, se observa un repunte generalizado en los accidentes laborales. Según los datos del ministerio, en el primer semestre del año ha habido 310.211 siniestros, un 18,2% más que en el mismo periodo del año pasado. Se debe en su mayor parte al aumento en un 20% de los accidentes en jornada.

El índice de incidencia de los accidentes en jornada, que muestra la siniestralidad relativa por cada 100.000 personas ocupadas, muestra un aumento en junio del 14,7%, cuatro puntos más que en el mes de mayo. La evolución es especialmente preocupante en el sector sanitario y de servicios sociales, como consecuencia de un aumento de casos Covid. Los accidentes graves en jornada de trabajo sumaron casi 2.000 bajas, un 7,2% más que en el primer semestre del año pasado. Los siniestros in itínere subieron aún más: un 12,5%.

Ante este escenario, el sindicato ha solicitado al Gobierno y a las comunidades autónomas que actúen con celeridad para garantizar que las empresas cumplan la legislación en prevención de riesgos laborales. "No podemos seguir así, la siniestralidad laboral está desbocada y eso es en buena parte producto del deterioro de los sistemas preventivos en las empresas y de la falta de puesta en marcha de políticas públicas activas en materia de seguridad y salud en el trabajo", ha remarcado Sanz.

El sindicato ha recordado además que los datos del ministerio no contemplan la repercusión de las olas de calor en la siniestralidad laboral, por lo que es muy posible que las cifras sean más negativas. En consecuencia, creen que será hasta que acabe el verano cuando se podrá analizar el verdadero impacto que ha tenido el aumento de las temperaturas y la desviación del volumen general de accidentes respecto a temporadas anteriores.

Aunque aún es pronto para dar una cifra, CC OO está seguro de que habrá un aumento significativo de casos, en particular entre los trabajadores que realizan sus labores al aire libre. Prevén además que esta situación sea cada vez más frecuente, por lo que se necesita ampliar el marco preventivo de actuación.

 

TITULO: VUELTA AL COLE - Perdido en el bosque oscuro,.

 Perdido en el bosque oscuro,.

 

Fede Nieto relata un desarraigo compartido: el que se produce cuando logras dejar atrás la maldición y en su lugar no empieza la solución, sino otra cosa,.

 Cojín decorativo Niebla en el bosque oscuro - PIXERS.ES

foto / Todo exilio implica no solo perder lo que dejas, sino además asomarte a un universo que ni te ha escogido ni te acogerá. El nuevo destino puede incluso expulsarte, aislarte, maltratarte. Así nace Niño anómalo, un libro singular, extraordinario, sobre la traumática escapada de una familia argentina de la represión y su llegada a Europa en los setenta. El autor, Fede Nieto, ha publicado a sus 50 años una historia que deja pequeña la autoficción puesto que, siendo personal, relata un desarraigo compartido: el que se produce cuando logras dejar atrás la maldición y en su lugar no empieza la solución, sino otra cosa.

En Francia consiguen colegio, barrio, trabajo y, sobre todo, el descubrimiento de que aquello por lo que la izquierda muere en Argentina, la derecha de Pompidou lo ofrece a la carta. Pero la exclusión es norma y el niño anómalo se ve constreñido a la pandilla de asiáticos y africanos a los que otros explican cómo usar el papel higiénico o enseñan a tirar de la cadena, además de traducir tu nombre como si fuera suyo o corregirte el francés como si lo hubieras ensuciado. En Barcelona (donde el autor sigue afincado) choca ingenuamente que en todos los balcones cuelgue “la misma toalla”. Y solo eso da idea de lo que ese niño anómalo tuvo que aprender. Logra así Nieto trazar una cronología tan desordenada como la memoria, como un puzle espacio-temporal cuyas piezas del presente necesitaran la dimensión del pasado, y viceversa. Cuando a los siete años has compartido la clandestinidad, has visto nacer un “nosotros” que es también el colectivo a reventar cuando te enfades con el mundo. Porque éste no existe como tal, sino solo como negativo de tu mundo privado, el que te obliga a buscar siempre la salida.

Vivir con la vista puesta en el retrovisor, buscando las ventanas bajas por si acaso, es aquí una realidad hecha literatura. Contarlo como lo ha contado Nieto es un arte del puzle viejo-nuevo, del puzle de confusión que se teje de forma aparentemente enrevesada y sin embargo tan humana. Porque es ese armazón que viene y va, construido de retazos del antes y el después, de saltos entre el pasado y el presente pasando por Mendoza, Estrasburgo, Buenos Aires o Barcelona; el que emerge en una pluma que combina momentos poéticos más íntimos con otros políticos, momentos familiares y la quiebra de ese colectivo en el que la unión se puede trocar en rechazo.

En suma, más buenas noticias de plumas latinoamericanas. Si la también argentina Mariana Enriquez nos ha traído otro deambular —distinto— de un padre y su hijo con Nuestra parte de noche, Niño anómalo se emparenta más con El sistema del tacto, de la chilena Alejandra Costamagna, otro exilio que desdibuja la vida de los protagonistas como si fueran fotos mal reveladas. La primera ganó el Premio Herralde en 2019, la segunda fue finalista del mismo en 2018.

Pero Nieto no tiene nada que envidiar más allá del galardón. Bucear en su historia y acompañar a su alter ego, el “niño anómalo”, por ese largo “camino sin suelo” es un ejercicio literario pleno. Bienvenidos así a un mundo en el que Argentina se convierte en Bosque Oscuro, y “mamá”, la de Nieto, en simple Silvia. Con eso está todo dicho.

 

TITULO:  EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -21 , 28 - Septiembre - Charlie Vickers ,.

 

En la tuya o en la mía  - Miercoles -21, 28 - Septiembre   ,.

 En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles  - 21, 28  - Septiembre , etc.

  

EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles -21, 28- Septiembre  - Charlie Vickers ,.

 

 Charlie Vickers,.

 

 Charlie Vickers — The Movie Database (TMDB)

 

Charlie Vickers , foto.

 

Decía Fernando Savater, uno de los primeros en nuestro país en valorar (en La infancia recuperada, 1976) El señor de los anillos como una obra maestra (junto con el editor de la novela de Tolkien en Minotauro, Paco Porrúa), que lo mejor de la versión cinematográfica de Peter Jackson de la trilogía era que se la había tomado en serio. Lo mismo puede decirse de los creadores de esta serie El señor de los anillos: los anillos de poder (Amazon Prime Video), que todos los fans de la novela original y las películas de Jackson esperábamos un pelín con la mosca detrás de la oreja. A ver qué nos iban a ofrecer, ¿habríamos de lamentar este nuevo viaje a la Tierra Media? Hay que decir, de entrada, que el tratamiento del material tolkiniano es respetuoso y de una gran fidelidad al canon, y, sobre todo, que la serie (al menos los dos primeros capítulos, dirigidos por el español Juan Antonio Bayona) es estupenda y muy emocionante, con una producción impecable.

Lo que hemos podido ver hasta ahora es una suerte de precuela de El señor de los anillos y de El hobbit, esa novela menor en comparación con la gran trilogía y que Jackson alargó hasta lo indecible. El argumento está confeccionado con elementos de los apéndices de El señor de los anillos y otros textos de Tolkien, de los muchos que pergeñó para redondear su universo literario y dotarlo de coherencia. El señor de los anillos, recordémoslo, es la gran creación literaria del profesor de Oxford, una obra poderosa de un escritor en estado de gracia y dotada de una resonancia mítica y simbólica extraordinaria. Nada de lo que hizo antes o después Tolkien (y su hijo Christopher), incluido ese mamotreto póstumo de resonancias bíblicas y miltonianas bastante ilegible que es El Silmarillion, es comparable a la trilogía, la historia de Frodo y el anillo Único.

La solución que han encontrado los productores de la serie para meterse en el berenjenal de revisitar la Tierra Media ha sido mezclar el material tolkiniano existente con nuevas tramas, ideas y personajes (con el nieto de Tolkien, Simon Tolkien, hijo de Christopher, como asesor). Y la cosa, como hemos apuntado, funciona muy bien. Algunas decisiones le habrían rechinado a Tolkien, como lo de hacer que los personajes principales sean mayoritariamente mujeres: notablemente misógino, se habría sorprendido de ver cómo ha llegado el empoderamiento femenino a su Tierra Media.

La gran protagonista de la serie es la elfa Galadriel, ese remedo tolkiniano de la Virgen María con orejas puntiagudas que encarnaba en el cine Cate Blanchett. Aquí, mucho más suelta, la vemos al inicio de niña, cuando ya apunta maneras y se pregunta por la bondad y la maldad, la luz y la oscuridad. Y ya de joven guerrera (la bellísima y expresiva Morfydd Clark), comandante de los ejércitos de las tierras yermas (un título con tanta sonoridad como el del general Máximo Décimo Meridio en Gladiator). Estamos en una época tras la guerra contra Morgoth el Gran Enemigo de la luz, al que se logró derrotar con gran esfuerzo y muchas pérdidas, como la del hermano mayor de Galadriel. Los elfos, se nos cuenta con gran ortodoxia tolkiniana, dejaron Valinor, su patria cuasi celestial, y viajaron por mar hasta la Tierra Media para combatir el Mal en feroces combates de los que se nos ofrecen imágenes apocalípticas con dragones que caen en llamas sobre masas de guerreros (la sombra de Juego de tronos es tan alargada como la de Sauron). Morgoth, pues, cayó vencido, pero su lugarteniente, Sauron precisamente, “un hechicero cruel y astuto”, escapó. Galadriel, luchadora magnífica con espada, le rastrea en los helados confines de la Tierra Media, en fortalezas oscuras y bastiones abandonados, para vengar a su hermano y extirpar el Mal. Unas secuencias impresionantes.

Pero cansados de guerrear, los mandos elfos deciden que se acabó lo que se daba, decretan la desmovilización, que los malos ya no existen —ignorantes pese a su sabiduría de lo que sabemos todos los tolkinianos: que el Mal nunca descansa, aguarda—, y tratan de librarse de la chica por la vía de la patada hacia arriba, premiándola con un billete de vuelta a Valinor, que es como una Marbella élfica. Todo esto se cuenta en imágenes impactantes y maravillosas, devotas de los dibujos de Tolkien, tan artúricos a veces, y fieles también a la iconografía jacksoniana. Hay ideas muy buenas, como el símbolo de este primigenio Ur-Sauron, un tridente satánico en llamas que prefigura el ojo de la trilogía. En el capítulo de lo mejorable, el aspecto de algunos gobernantes élficos, que parecen salidos de Eurovisión, y el tupé de Elrond.

En la serie, el papel de los hobbits lo hacen los pelosos, una raza de duendes acomodaticios y enemigos de los problemas que poseen las mismas virtudes y defectos que las gentes de la Comarca. Y el Frodo de los pelosos es, de nuevo, una chica, Nori, traviesa y con ganas de ver mundo, secundada por lo que parece ser un amigo tipo Sam, pero de género fluido —otro signo de los tiempos, los nuestros, no los de la Tercera Edad tolkiniana— llamado Amapola. Ambos encuentran a un tipo raro caído del cielo que para mí que va a ser un famoso mago. Otra trama paralela es la de un elfo negro destacado como una suerte de fuerza de ocupación y policía en territorio de humanos colaboracionistas con el Mal que se enamora de una mujer sanadora abandonada por su marido, un amor interracial que anticipa otros que ya sabemos. De lo empoderadas que están las mujeres da fe que ella mata a un orco antes que el elfo.

¿Y los anillos? Bien, gracias. En la serie, que recoge retazos de historias de El Silmarillion, nos encontramos con el gran orfebre elfo Celebrimbor, obviamente famoso y nieto de Fëanor, el tallador de los silmarils, embarcado en la construcción de una gran torre-forja a fin de crear algo excepcional de gran poder (¿qué será?), para lo que necesita la ayuda de los enanos. Y ahí tenemos a Elrond yendo a visitar en un Khazad-Dûm feliz (nada que ver con lo que se convertirá el reino bajo la montaña) a su viejo amigo cascarrabias Durin, que por cierto también tiene una mujer empoderada…

Llena de aventuras (Galadriel vive una de náufraga en el mar con un humano con el que todo parece indicar que pasarán a mayores), la serie ofrece un gran disfrute para los tolkinianos y también para los que no lo sean. Habrá que ver cómo se desarrollan las tramas planteadas y qué nos reservan los guionistas, pero pinta muy bien.

 

 

TITULO:   EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes -16 , 23, 30 - Septiembre - JUAN MANUEL DE PRADA - Cambio climático y climaterio mental  ,.

 

MI CASA ES LA TUYA - VIERNES - 16, 23 , 30 - Septiembre ,.

MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne,.

acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco  a las 22:00, el viernes -16, 23 , 30  - Septiembre ,etc.

 EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes-16, 23 , 30  - Septiembre -JUAN MANUEL DE PRADA - Cambio climático y climaterio mental,.
 
 JUAN MANUEL DE PRADA - Cambio climático y climaterio mental,.
 
 JUAN MANUEL DE PRADA -foto,.
 
 Juan Manuel de Prada: Corazones piadosos | XLSemanal

Si cualquier gobernante culpase a Satanás del incremento de los robos, o de cualquier otra forma de delincuencia, concluiríamos que, en su afán de rehuir responsabilidades, nos está tomando el pelo. Pues, aunque creamos en la existencia de Satanás, existe una larga cadena de causas inmediatas y mediatas en el incremento de los robos sobre las que el gobernante podría haber intervenido, antes de lanzarse por los cerros de Úbeda satanistas.

Recientemente, el doctor Sánchez culpó de la trágica ola de incendios que han calcinado nuestros montes al ‘cambio climático’, que es tanto como culpar a Satanás, si no fuera porque el ‘cambio climático’ se ha convertido en un dogma que ya casi nadie se atreve a cuestionar (siquiera públicamente). En realidad, la mayoría de la gente no cree en los dogmas establecidos, sean religiosos o cientifistas, por convicción, sino por conveniencia pastueña; es decir, porque permiten ‘mimetizarse’ con los paradigmas culturales establecidos, sin peligros de señalamiento ni condenas al ostracismo. Y esto vale lo mismo para Satanás que para el ‘cambio climático’.

La mayoría de la gente no cree en los dogmas establecidos, sean religiosos o cientifistas, por convicción, sino por conveniencia pastueña

Independientemente de que creamos o no en su existencia, el ‘cambio climático’ sólo podría ser, en el mejor los casos, una causa concurrente y mediata, muy alejada de las causas inmediatas que provocan los incendios. La causa inmediata de los incendios es casi siempre una acción humana concreta, realizada con negligencia o con dolo, por razones muy diversas que se mueven entre el descuido y la pura maldad, con estaciones en la avaricia o en la patología clínica. Y, tras esa causa inmediata, hay causas mediatas que contribuyen a que los incendios se propaguen devoradoramente: el estado de abandono de nuestros montes, el despoblamiento rural (en los pueblos apenas hay jóvenes que puedan apagar los fuegos cuando se declaran), el ocaso de la ganadería (que ya no pasta ni ramonea, con la consiguiente proliferación de malezas), etcétera. De muchas de estas causas mediatas, y en cierto modo también de las causas inmediatas, se puede hacer responsables a nuestros gobernantes, siquiera parcialmente. De ahí que el doctor Sánchez, con su cuajo característico, prefiriera hacer culpable al cambio climático; de este modo, a la vez que espantaba la porción de culpa que les corresponde, culpabilizaba de forma difusa a la sociedad entera. Se trata, evidentemente, de una salida de pícaro; pero lo más llamativo es que la gente no se encrespe ni soliviante ante tamaña tomadura de pelo, sino que lo acepte como si tal cosa. Prueba inequívoca de que nuestra época está inmersa en un penoso climaterio mental.

Cualquier persona no cretinizada puede creer en el ‘cambio climático’ y, sin embargo, advertir que el doctor Sánchez, al invocarlo como causa de los incendios, se está llamando a andana. Por lo demás, el clima está cambiando naturalmente de forma cíclica desde hace muchos miles de años, en los que se han sucedido (amén de las sempiternas estaciones) períodos de mayor y menor temperatura. Mucho más discutible se nos antoja que esos cambios cíclicos hayan ocurrido por intervención humana, como proclama el dogma entronizado en nuestra época. En contra de lo que suele alegarse, no existe un ‘amplio consenso’ científico al respecto; lo que existe, más bien, es una dictadura cientifista que condena al ostracismo a los disidentes y los priva de patrocinios y fondos de investigación. Pero entre quienes niegan o cuestionan el dogma del ‘cambio climático’ provocado por la acción humana se cuentan –tal vez porque ya no dependen de esos patrocinios– premios Nobel de Física como Ivar Giaever o Robert Laughlin, así como eminencias de la meteorología como Richard Lindzen, que nos advierten que el dogma del ‘cambio climático’, aparte de no encontrar refrendo significativo en la ciencia empírica, forma parte de una agenda global que pretende impulsar nuevos negocios que favorecen a las élites y dependen de subvenciones públicas millonarias, entre ellos la industria de las ‘energías renovables’.

Resulta, en verdad, desquiciante que, so pretexto de un dogma ‘discutido y discutible’, se pretendan sustituir alegremente unas fuentes de energía eficientes y fácilmente accesibles por unas energías guadianescas, ineficientes y caras que no harán sino extender la pobreza entre vastas capas de la población, mientras se enriquecen unos pocos. Casi tan desquiciante como echar la culpa de los incendios al ‘cambio climático’. Pero cualquier delirio es posible, en una época castigada por la plaga del climaterio mental.

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