TITULO: Cena con mamá - Jesús Calleja , Viernes -9- Octubre,.
Viernes -9- Octubrea las 22:00 en La 1, foto.
Jesús Calleja,.
Jesús Calleja: «Tengo una ilusión desmedida»
El montañero leonés presenta una nueva temporada de 'Volando voy', que llega hoy a Cuatro,.
Jesús Calleja (Fresno de la Vega, León, 55 años) ha tenido que rodar acompañado de una ristra de autocaravanas –que «parecía aquello el circo de 'Volando voy'»– la nueva temporada del programa, que llega esta noche a las 22:45 horas a Cuatro. El equipo creó su propia burbuja móvil para garantizar tanto su propia seguridad como la de los protagonistas de cada entrega de 'Volando voy', el programa que pretende impulsar la España rural.
– Estrena temporada de 'Volando voy', pero la semana pasada se emitió la entrega de 'Planeta Calleja' con Fernando Simón. ¿Cómo fue tenerlo delante?
–Estamos acostumbrados a tener a los personajes más relevantes en el programa. Los veo como gente normal, pero diría que es la primera vez que yo era el sorprendido. Era como: '¡Ostras! Tengo delante a este tío, que nos ha cambiado las vidas a todos, y de qué manera'. Pero, al final, te das cuenta de que es una persona normal, un funcionario que de repente se ha encontrado con esta situación y tiene que tomar decisiones muy difíciles.
–¿Qué le sorprendió más?
–La capacidad que tiene para inhibirse de la influencia exterior, que es algo muy difícil de hacer cuando tienes tanta presión. Y que fuera de cámara es igual que delante de ella. Diría que hasta es un poco rebelde. Me da la sensación de que no se deja asesorar mucho o influenciar en exceso. No tiene ni redes sociales.
–¿Cómo valora su gestión de esta crisis?
–No hay un bien más preciado por la humanidad que la libertad y, de repente, nos la quitaron. Te quedas en estado de 'shock' y no comprendes exactamente qué está ocurriendo. Yo, cuando manejo poca información, no suelo valorar. Creo que el tiempo nos dirá si se hicieron las cosas bien o no. Entonces tendremos la capacidad de juzgar.
–¿Da por imposible tener algún personaje en el programa o siempre lo intenta?
–Yo tengo una ilusión desmedida. A veces, creemos que podemos conseguir cosas que son imposibles, pero ya solamente esa ilusión de intentarlo te mantiene vivo y con ganas de hacer este trabajo tan bonito. Tanto, que cuando me preguntan a quién me gustaría llevar al programa, yo digo que al Papa y al presidente de Estados Unidos. Es una manera de decir: ¿Por qué no? Aquí puede venir cualquiera que a lo mejor no te imaginas. Chris Hemsworth es uno de los actores mejores pagados de Hollywood, y ha estado en 'Planeta Calleja'. O la, según Forbes, mujer más influyente del mundo, Ana Botín. ¿Por qué no van a venir al programa? Nuestro formato gusta, es diferente e innovador, y cautiva a invitados que jamás irían a un programa que jamás fuera de este tipo. Es más, yo creo que Ana Botín nunca había ido a nada, y según nos enteramos después, es de las personas más solicitadas en televisión del mundo, ya no de España. Por lo tanto, hay que mantener siempre la ilusión y el listón muy alto. Fernando Simón era el personaje de este año y había que tenerlo.
–¿Cómo ha sido grabar una temporada de 'Volando voy' en un año tan accidentado?
–Es la temporada que he rodado con más ilusión en mi vida. El día que nos dejaron salir a la calle no queríamos entrar en casa. Ha sido una temporada muy especial. Por eso, por recuperar la libertad, y porque más que nunca pensábamos que teníamos razón, que cuando diseñamos este programa queríamos hacer un alegato de la gente de los pueblos. Nos hemos hartado de oír que mucha gente después de la pandemia la gente quiere regresar a los pueblos. Vamos a mantener nuestra idea de dar visibilidad, que con eso ya lo estás ayudando, pero además nos rodeamos de expertos para que nos contaran qué proyecto tenían, y si no había ninguno, buscábamos fórmulas entre todos para regresar a los pueblos.
–¿Qué proyectos han llevado a cabo?
–Hemos montado negocios que existieron en el pasado en la zona, y que se podían reabrir con un nuevo enfoque. Ha sido enormemente ilusionante ver cómo esa gente se ha quedado a vivir y que el negocio funciona. Es cierto que es un programa de entretenimiento, pero cómo mola esa otra parte también. Que una persona vaya a un pueblo es una noticia para celebrar, que sea una pareja, para hacer fiesta, y si reabres un negocio ya… Cómo nos despedían de los pueblos. Llegábamos como un programa de televisión, y salíamos como amigos. Se me pone la piel de gallina de recordarlo.
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Imprescindibles' estrena en La 2 -Fallece Ángel Carrasco, expresidente del Cacereño ,. Domingo -11-Octubre,.
Domingo - 11-Octubre a las 21:30 horas en La 2, foto,.
Fallece Ángel Carrasco, expresidente del Cacereño,.
Ángel Carrasco, quien fuese presidente del Cacereño desde diciembre de 1993 hasta enero de 2000, falleció este sábado en la capital cacereña a sus 89 años. El exmandatario del club verdiblanco, que también fue futbolista en la década de los años 50, protagonizó su principal logro deportivo como cabeza visible de la entidad en la temporada 1997/98, cuando el Cacereño se proclamó campeón liguero del grupo I de Segunda B. No obstante, aquella campaña el equipo no pudo lograr finalmente el ascenso a la categoría de plata del fútbol español. Carrasco sucedió en la presidencia a José Félix Nevado y fue relevado por el empresario salmantino Félix Campo, recientemente fallecido. La misa funeral tendrá lugar este domingo a las 10.45 horas en el tanatorio San Pedro de Alcántara.
TITULO:
De seda y hierro - Tenis - Carreño da la cara, pero Djokovic culmina su venganza . Domingo -11-Octubre ,.
El Domingo -11-Octubre, a las 20:20 por La 2, foto,.
Tenis - Carreño da la cara, pero Djokovic culmina su venganza,.
El serbio se repone a un set adverso contra el asturiano y jugará las semifinales con Tsitsipas,.
Esta vez no hubo descalificaciones ni elementos externos que alterasen el resultado. Pablo Carreño volvió a dar la cara ante Novak Djokovic, pero no pudo parar al temible jugador serbio, que se repuso de la pérdida del primer set para aplacar al asturiano (4-6, 6-2, 6-3 y 6-4) y acceder a las semifinales de Roland Garros. Ahora Djokovic, que deja atrás el episodio del pelotazo a la jueza de línea, se tendrá que medir a Stefanos Tsitsipas en semifinales, aunque ya empieza a avistar en el horizonte una posible final con Rafael Nadal.
Y eso que el de Belgrado coqueteó con la sorpresa española. Djokovic tuvo que salir a pista en el último turno del día, como le ocurrió el martes a Nadal, pero sin rozar la medianoche, y notó los efectos del frío y de la falta de sol. Abrigado con camiseta interior, dio muestras de no encontrarse nada cómodo en los primeros compases de partido, algo de lo que se aprovechó Carreño, despejados ya los problemas estomacales que le atacaron durante el duelo de cuartos de final contra Daniel Altmaier.
Con su solidez habitual, Carreño supo encontrar los resquicios de un Djokovic que el día que no está bien lo hace notar. Gritos, malos gestos y desasosiego eran el menú del serbio, que vio cómo le quebraron dos veces el saque y cómo se le esfumó el primer parcial en una tónica parecida a la de su eliminación en Nueva York. Viéndose inferior, Djokovic tiró de una táctica que le ha generado muchas críticas en el pasado. Pidió asistencia médica, fue atendido del brazo izquierdo y paró el ritmo del partido. Carreño tuvo dos oportunidades para dar otra estocada en el tercer juego, cuando se pudo poner 'break' arriba, pero las desaprovechó, y eso contra el chacal es mortal.
El número uno subió el nivel y posó sus garras sobre un Carreño cada vez más hecho a estas situaciones. El serbio le devolvió el set (6-2) al español y comenzó a velocidad crucero el tercero, con un parcial de 3-0 que hacía presagiar la rápida inclinación de Carreño. El gijonés se recuperó y volvió a provocar la rabia de Djokovic, pero desde el 3-3 se desplegó otra vez el vendaval y su reacción cercenó cualquier opción que tuviera Carreño.
Mientras el serbio aprovechaba sus oportunidades (6 de 13 en pelotas de 'break'), a Carreño le costaba tanto romper (3 de 10) como mantener sus propios servicios. Luchó para mantenerse todo lo que pudo en el encuentro, pero la brega terminó cuando Djokovic dio la dentellada definitiva. La transformación de Djokovic, del que apenas quedaban retazos del jugador perdido del primer parcial, ya era total para cuando la noche era cerrada en París y solo las luces artificiales alumbraban la Philippe Chatrier.
En el momento que cogió la ventaja, se le olvidaron los gritos, las quejas dirigidas a su banquillo, donde se acogotaba bajo una manta Marian Vajda, y cogió carrerilla hacia la clasificación para sus décimas semifinales en Roland Garros. Ahí le espera Tsitsipas, que se deshizo en tres sets (7-5, 6-2 y 6-3) de Andrey Rublev. Será el sexto choque contra el griego, al que domina por tres victorias a dos derrotas, aunque nunca se han medido en un Grand Slam.
Este miércoles quedó definida también la segunda semifinal femenina. La checa Petra Kvitova pasó por encima de Laura Siegemund, verdugo de Paula Badosa, y la derrotó por 6-3 y 6-3, mientras que Sofia Kenin, vencedora del pasado Abierto de Australia, pudo con Danielle Collins, que eliminó previamente a Garbiñe Muguruza, por 6-4, 4-6 y 6-0.
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Noche Sexo - Monica y el sexo - ¿Qué tiene de malo este escote?,.
El viernes -9- Octubre 0.40 / Cuatro, foto,.
¿Qué tiene de malo este escote?,.
La polémica generada tras el veto a mujeres que vestían poco recatadas abre el debate de si la sociedad asiste a una nueva ola de puritanismo,.
Un escote supuso el veto a la entrada del Museo d'Orsay de París a una visitante hace unas semanas. El vigilante, cual guardián de un templo sagrado, apeló a su poco recatada forma de vestir al grito de «las normas son las normas». Debía referirse a las de su código moral, porque las del museo en cuestión no decían nada al respecto y la dirección acabó disculpándose. A este incidente, que tardó segundos en ser noticia internacional, le sucedieron unas declaraciones de un ministro francés que se mostraba a favor de que las estudiantes vistiesen de «forma republicana». Quería decir con los ombligos y piernas a buen recaudo bajo la ropa. Casi al tiempo, en Italia, una profesora del Liceo de Roma pidió a las estudiantes que no fuesen con minifalda a clase para evitar miradas inoportunas del profesorado. Este tipo de comentarios también han saltado a la actualidad en España en diversas ocasiones, a través de la denuncia de las estudiantes universitarias.
Y en las redes sociales, programadas para evitar convertirse en pozos de pornografía, cualquier imagen de un pezón, por muy artística que sea, puede ser censurada por robots bien entrenados. Aún resuena el escándalo provocado por Facebook (dueño de Instagram y Whatsapp) cuando canceló la cuenta de un usuario que publicó 'El origen del mundo', la famosa obra de Gustave Courbet que recrea en primer plano el sexo de una mujer tumbada y con las piernas relajadas y abiertas. Obra que, por cierto, expone el citado museo parisino de la polémica. Las reacciones de protesta en todos los casos nos se hacen esperar. Amplificadas y apoyadas por las redes sociales, las campañas de respuesta protagonizadas por mujeres –incluidas las activistas de Femen y sus característicos torsos desnudos– dieron la vuelta al mundo reclamar la libertad de vestir como se quiera. La idea que se reivindica con todo esto es vieja: no es problema el que enseña sino la intención de quien mira.
A vueltas con esa intención de la mirada, en España también se han abierto algunas costuras después de que el Ministerio de Igualdad haya querido incluir «las miradas lascivas» en la legislación contra las agresiones sexuales. Ante estos y otros muchos episodios resuena una pregunta inevitable: ¿Asistimos a una nueva ola de puritanismo?
«No veo novedad en este tipo de reacciones: las 'normas de la decencia' siempre han estado ahí. Se sigue juzgando a la mujer por su apariencia física» Amparo lasén | socióloga
La respuesta no es fácil y el debate está que arde en una Europa que no acaba de encajar el estándar anglosajón (y estadounidense) del que nacen esta tradición en la que incomoda todo lo referente al sexo, por herencia judeocristiana.
La socióloga Amparo Lasén, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, experta en género y tecnología entre otras cuestiones, se sorprende ante la pregunta. «¿Nueva ola? No estoy tan segura de que estas reacciones como la del veto a la visitante del museo de París sean una novedad. Las reticencias prutianas, las 'normas de la decencia', siempre han estado ahí», reflexiona, mientras da en el clavo con la cuestión que subyace en estas polémicas: «La cuestión es que a las mujeres se nos sigue juzgando por nuestra apariencia física y por el interés sexual que puedan o no despertar». Un hecho que la sociedad, a todas luces, no ha superado.
«Yo sí creo que la sociedad es ahora más puritana, más aburrida quizá, y sobre todo pone continuamente en juicio todo. ¡Estamos rodeados de jueces inquisitoriales! Creemos que toda opinión amplificada en las redes sociales es válida», lamenta por su parte José Luis Díez-Garde, presidente de la asociación de Amigos del Museo del Traje, experto en la historia de la Moda y su evolución a lo largo de las distintas etapas sociales.
En Francia, no tanto en España, el movimiento #Metoo ha tenido una fuerte reacción a la contra de mujeres que tachan de «puritanas» las intenciones feministas a la hora de denunciar los comportamientos que consideran acoso sexual. No para todo el mundo la línea está tan clara. A esta controversia se debe que ahora la palabra 'neopuritanismo' está en boca de todos, según apunta Lasén.
«La verdadera conquista sería que el objeto último en el vestir no sea seducir. ¿Se es más libre por enseñar más?» José luis díez-Garde | amigos del museo del traje
Sobre si debe molestar o no un escote, la citada experta cree que el problema es la «sobresignificación de lo físico» para la mujer, más que si molesta lo relativo a la sexualidad. «Hay una cierta ambivalencia por parte de la sociedad con respecto a esto . Se habla más de ello con naturalidad en muchos ámbitos, pero a la primera una puede ser dilapidada en las redes sociales por exhibirse de más. Cierto es que no estamos en los años 40, pero no lo hemos superado del todo».
Y tanto. El debate de si un escote era demasiado o pronunciado o no llenó páginas de opinión hace ahora casi 40 años cuando en 1981 Diana de Gales hizo su primera aparición pública ataviada con un mítico vestido negro palabra de honor «demasiado escotado», por el que fue criticada hasta la saciedad. El exceso o lo distinto no deja lugar a la indiferencia. Los autores de aquel vestido, los diseñadores David y Elizabeth Emanuel fueron los primeros responsables de que, con el tiempo, Lady Di se convirtiese en el icono de la moda que llegó a ser.
Precisamente la moda ha estado siempre ligada a las conquistas femeninas. Lo que evidencia que también la mujer ha tenido que tirar de aspecto físico para reivindicarse. Díez-Garde se pregunta al respecto si se es más libre por enseñar más. «El cuerpo está ahora más admitido que nunca. Las influencer como Kim Kardashian lo ponen de manifiesto. Otra cosa es que esto también sea un modo de esclavitud: el tener que mostrarse constantemente, y además con un determinado patrón de belleza. En cualquier caso la verdadera conquista debe ser a la hora de vestirse hacerlo no para gustar, sino para gustarte, que el fin último no sea la seducción», opina el experto en Moda, quien reconoce la contradicción de que aún hoy moleste la visión del cuerpo. «Debería estar superado: Madonna ya salió en los 80 con el corsé de Jean-Paul Gaultier, al que le dio carácter de arma; o Kate Moss en el 93, con el icónico vestido transparente en la fiesta de Elite», añade. Pero no parece que lo esté.
«Se está ensayando un nuevo sexy para la era post #MeToo; el erotismo tendrá que verse en gestos más sutiles» n. Luis | vogue
Por ahora, los tiempos –además del clima– imponen cuello alto y falda larga. Una de las tendencias del otoño, explica Nuria Luis en la revista Vogue, es el 'slinky dress', un vestido de columna, ajustado al cuerpo de cuello y alto y hasta los tobillos, que ciñe la silueta. Las apuestas «se inclinan hacia una vertiente más recatada y de corte más pudoroso», explica la citada publicación, que también recuerda que diseñadores como Alessandro Michele (Gucci) están ensayando «un nuevo sexy compatible con la era post #Metoo». Dicen que «quien quiera ver erotismo tendrá que buscarlo en gestos más sutiles». Para el citado experto en Moda, esto no es del todo recato porque se sigue reivindicando el cuerpo de otro modo, marcándolo. «No es como en cuando Balenciaga crea la 'silueta barril' que sería más tarde replicada en los 70 por los diseñadores japoneses», valora. Como contrapartida, se llevan el 'top crop' que deja la tripa al aire y las bermudas muy cortas. De nuevo un sí pero no. Muy acorde con la paradoja que vivimos.
Cambios de armario en la Historia
- El entierro del corsé.
- Durante el siglo XIX los corsés se apretaban cada vez más para que toda mujer mostrara la codiciada cintura de avispa (no más de 58 cm) aun a riesgo de enfermar. Fue el modisto francés Paul Poiret quien 'enterró' la prenda para crear el 'corte imperio' en 1909. Subió el talle hasta debajo del busto para dejar caer la tela suelta y así dar fluidez a la silueta.
- Las primeras 'working girls'.
- En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial y las mujeres ocupan los trabajos de los hombres que luchaban en el frente. El aspecto se adapta a la comodidad para trabajar: se cortan el pelo y usan faldas y vestidos algo más cortos que le den libertad de movimiento. El traje de chaqueta con largo al tobillo era el atuendo más común en un entorno de austeridad.
- Las 'flapper' liberadas de los 20.
- Terminada la guerra, llegó el desenfreno. Las 'flapper' iniciaron un movimiento de libertad y rebeldía: fumaban, bebían, se divertían por la noche y reivindicaban el amor casual. Las espaldas al aire, las faldas cortas, los flecos y los brillos destacaron en la década de Coco Chanel, la modista que apostó por la comodidad y la elegancia por encima de todo.
- El primer bikini prohibido.
- El ingeniero Louis Réard creó el primer bikini tras observar que las mujeres se subían los dobladillos de sus trajes de baño para broncearse mejor. Era la primera vez que una prenda dejaba el ombligo al aire y por ello la Iglesia lo condenó y muchos países, incluido España, lo vetaron. Diez años más tarde, en los 60, fue símbolo de emancipación femenina.
- La liberación sexual vestía minifalda y vaqueros.
- Solo contaba con 34 centímetros de alto. Así era la minifalda con la que revolucionó el mercado Mary Quant, como reacción al recato imperante en la anterior década de los 50. También los vaqueros salieron del ámbito de estrictamente laboral para ceñir las caderas de la mujer. Marilyn Monroe los popularizó.
- Hombreras para la mujer empoderada.
- Yves Saint Laurent fue el primero en avanzar el estilo de los 80, dos décadas antes, al crear el 'smoking' para ellas. Hombreras, chaquetas y líneas rectas marcaron la época de la conquista del mercado laboral y de puestos de responsabilidad. En la actualidad la tendencia más destacada es el triunfo del unisex, de una moda en la que el género se diluye.
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