miércoles, 28 de agosto de 2024

Metrópolis - 'Arte participativo', Carta Blanca al colectivo PSJM ,. / DIAS DE TOROS - Damián Castaño y Dolores Aguirre: la tormenta perfecta en las Corridas Generales , . / Retratos con alma - Aida Folch: «Me gustan los detalles, sentirme querida, que me sorprendan y sorprender»,.

 

 TITULO: Metrópolis -  'Arte participativo', Carta Blanca al colectivo PSJM,. 

  El lunes - 9 - Septiembre , los lunes a partir de las 00:30, en La2, fotos,.

  'Arte participativo', Carta Blanca al colectivo PSJM,.

 En este programa Metrópolis invita al colectivo PSJM en su 20 aniversario a compartir su visión del Arte Colaborativo  ,.

El pasado mes de marzo, el programa ‘Metrópolis’ retomaba su serie de Cartas Blancas a profesionales del mundo del arte con la invitación extendida, con motivo de su 20 aniversario, al colectivo PSJM a concebir un programa dedicado al Arte Participativo, campo destacado tanto de su práctica artística como de sus proyectos curatoriales.

Ante esta invitación, PSJM, el colectivo formado por Cynthia Viera y Pablo San José, han decidido reunir proyectos propios y de otros colectivos y artistas españoles representativos del denominado Arte Participativo en base al análisis que realizaron en su libro ‘Arte y procesos democráticos’ (2017). En esta publicación apuntan como pautas ideales a seguir: las relaciones horizontales de poder, la deliberación generalizada y la cooperación en busca de un trabajo bien hecho.

Para este programa, artistas como Todo por la praxis, Recetas Urbanas, Maider López, Basurama, Avelino Sala, Santiago Morilla, Eugenio Merino, Verónica Ruth Frías, Democracia o Yolanda Domínguez, han sido agrupados en seis secciones.

Identidad vecinal (PSJM, 2022-2024)

Identidad vecinal (PSJM, 2022-2024)

Arquitecturas colaborativas

La participación del público es especialmente importante en proyectos arquitectónicos y urbanísticos que intervienen en el espacio vital de la ciudadanía. En este campo, el colectivo Todo por la praxis desarrolla su actividad en colaboración con las personas implicadas que participan en el diagnóstico de problemas y necesidades, el diseño de soluciones y la construcción colectiva de arquitecturas blandas.

En la misma línea, se sitúa el trabajo de Recetas Urbanas caracterizado por su continua experimentación. Utilizan la ciudad como laboratorio y espacio de resolución de conflictos, empleando la arquitectura efímera, el reciclaje, las estrategias de ocupación y la intervención urbana, la educación o la participación de ciudadanas y ciudadanos en el proceso de toma de decisiones y en la construcción.

Recetas Urbanas

Recetas Urbanas

Símbolos para el barrio

La involucración de personas en la concepción y la construcción de estos proyectos genera un lazo de pertenencia entre ellas y la obra, que funciona como un fuerte vínculo identitario. También algunos de los proyectos de arte participativo de PSJM han estado enfocados en la búsqueda de símbolos de identidad para comunidades vecinales, como Identidad vecinal (2022-2024), donde se crearon, a partir de un proceso participativo, los logotipos de 23 asociaciones vecinales de diferentes barrios de Gran Canaria. En la misma línea trabajaron Luna Bengoechea y Acaymo S. Cuesta con vecinas y vecinos del barrio de Guanarteme para realizar el mural-mosaico Homenaje a Mara González (2016).

De la plaza a la playa. Ecologías participativas

Si la plaza es el focus principal para intervenir en el barrio, la playa resulta un espacio muy conveniente para tratar la naturaleza en peligro. En Mimicking the birds, mimicking the waves (2021), Maider López congregó, en una playa de Dinamarca, a un grupo de personas, que imitaron los movimientos de los correlimos al compás de las olas que les aportan comida, para reivindicar la concordancia de nuestros movimientos con los de la naturaleza. Dos años más tarde, Avelino Sala llevó a cabo allí la performance participativa S.O.S. (paddle out). En la cultura del surf, el paddle out es un ritual funerario que representa, en forma de círculo, la unión del océano con las personas; en la acción el círculo fue sustituido por las siglas de la llamada de socorro.

Mimicking the birds, mimicking the waves (Maider López, 2021)

Mimicking the birds, mimicking the waves (Maider López, 2021)

La contaminación medioambiental mediante residuos y su reciclaje artístico son ejes del trabajo de Basurama. La escultura hinchable In Love We Trash (2018), instalada por el colectivo en la Playa de las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria, fue elaborada con bolsas de plástico aportadas por el público que también participó en su confección.

S.O.S. (paddle out) (Avelino Sala)

S.O.S. (paddle out) (Avelino Sala)

La política como deporte

La acción performativa propicia que, eventualmente, estas acciones se desarrollen a través de la práctica deportiva. Para Ne vous laissez pas consoler (2009), el colectivo Democracia llegó a un acuerdo de colaboración con los Ultramarines –ultras de extrema izquierda del Fútbol Club Girondins de Burdeos– para intervenir el merchandising del club con frases de diferentes pensadores, introduciendo mensajes discordantes en la cultura de masas. Yolanda Domínguez convocó, en Gym Win Session (2017), a mujeres de todas las edades a practicar poses de triunfo, tan recurrentes en el vocabulario gestual masculino, para integrarlas en la expresión corporal femenina.

Ne vous laissez pas consoler (Democracia, 2009)

Ne vous laissez pas consoler (Democracia, 2009)

Acción tecnológica por el planeta

En las últimas décadas, el desarrollo tecnológico ha proporcionado nuevas modalidades de participación del público en formatos como el net.art o el arte interactivo. Así, en la versión digital de El viaje de los residuos (2020) de Marta Torrecilla, el público puede intervenir en el viaje de los productos en envases plásticos destinados al consumo en Canarias, que son producidos en Asia y devueltos allí para su reciclaje –un recorrido de más de 30.000 km para ser utilizados una sola vez.

El colectivo Accción al Cubo propone, con Rituales Híbridos (2022), una acción colectiva en forma de un ritual configurado mediante la selección de elementos extraídos de diversos rituales de pueblos ancestrales de Ecuador, Canarias y Argentina, vinculados todos a la conexión del ser humano con la naturaleza. Esta conciencia ecológica traspasada por la tecnología es también el eje vertebrador de Plantoide misántropo (2021) de Santiago Morilla, una planta que se mueve en dirección contraria a nuestra presencia, cuando nos detecta con sus sensores robotizados.

A vueltas con la institución

El arte participativo es también una herramienta potente para criticar las instituciones que rigen nuestras vidas. Ejemplos de crítica institucional en el ámbito del arte son Monumento a la precariedad I. Mileurista (2021), pieza en la que Eugenio Merino invita al visitante al Centro de Arte La Regenta a completar su honorario de artista hasta convertirle en “mileurista”; o Pink Power (2018) de Verónica Ruth Frías, una performance participativa realizada en la feria ARCO en la que mujeres del ámbito artístico exhibían frases de autodefinición aportadas por otras mujeres.

In Search of Magic – A Proposal for a New Constitution for the Republic of Iceland (Libia Castro & Ólafur Ólafsson, 2017-actualidad)

In Search of Magic – A Proposal for a New Constitution for the Republic of Iceland (Libia Castro & Ólafur Ólafsson, 2017-actualidad)

En una crítica de las instituciones políticas se inscriben proyectos como La Hoya Horizontal (2018) de PSJM, donde, mediante acciones de contrapublicidad y dinamización asociativa, se reivindicaba una vida digna para el barrio Hoya de la Plata. También In Search of Magic – A Proposal for a New Constitution for the Republic of Iceland (desde 2017), del dúo hispano-islandés Libia Castro & Ólafur Ólafsson, que propone la redacción participativa de una nueva constitución para Islandia,.

TITULO:  DIAS DE TOROS  - Damián Castaño y Dolores Aguirre: la tormenta perfecta en las Corridas Generales,.

 

 

Damián Castaño y Dolores Aguirre: la tormenta perfecta en las Corridas Generales,.

Epopéyico, arañó las entrañas y cortó una oreja en una corrida de Dolores Aguirre de desbordante emoción, en la que salió el toro de Bilbao,.

foto / Damián Castaño, con Argelón, el sobrero de Dolores, al que cortó una oreja,.

 Regresaba Damián Castaño, con sus laureles de héroe de hace un año en las aguas de Vista Alegre. Porque un océano era. Andaba el cielo más vago esta vez y no se desató aquella tormenta, pero sí el destello de los relámpagos de las embestidas, con el horizonte cada vez más cargado y sin más impermeable que la propia piel. A carta cabal, con una pureza extrema –sí, eso también es pureza–, se jugó la vida Castaño con un sobrero que no regaló nada. Fue, a años luz del resto, la faena más trepidante y emocionante, con una verdad que erizaba la piel, con lágrimas de nostalgia de aquellos que creen que aún hay sitio para una Fiesta que rara,.

 

TITULO:  Retratos con alma - Aida Folch: «Me gustan los detalles, sentirme querida, que me sorprendan y sorprender»,.

 

La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.  

 

 Lunes - 9 - Septiembre -  a las 22:40 horas en La 1 / fotos,.

 

Aida Folch: «Me gustan los detalles, sentirme querida, que me sorprendan y sorprender»,.

La actriz, que acaba de estrenar junto a Matt Dillon 'Isla perdida', recuerda su infancia y nos habla del amor, de sus sueños y de su deseo de ser madre,.

Aida Folch: «Me gustan los detalles, sentirme querida, que me sorprendan y  sorprender»
 
Aida Folch estrena junto a Matt Dillon 'Isla perdida' ,.

¿Qué piensa una actriz cuando dicen '¡Acción!'? Aida Folch confiesa que, en ese momento, no puede pensar en nada: «tengo el corazón a mil, lo que brota es el instinto. Cuando dicen '¡Corten!' no sé qué ha sucedido porque he estado en trance. No hay pensamiento, solo una reacción instintiva.» De la mano de Fernando Trueba ha estrenado 'Isla perdida', un 'thriller' romántico en el que la actriz se codea con Matt Dillon: «ya no forma parte del sistema de Hollywood, pero se nota que fue una estrella. Tiene resquicios de esa época.» Y aunque no es mitómana, confiesa la sorpresa que le supuso trabajar con él: «es más distante a la hora de actuar que un europeo, pero me gustó que no fuera técnico, que estuviera pendiente de lo que pasaba.»

La película recrea el viaje emocional que supone vivir del amor al desamor. Aida se identifica con la trama y con su personaje: «Es una mujer vitalista, con ganas de conocer a pesar de los palos, que le pone corazón a lo que hace y va a por todo. La historia tiene su mensaje, que no es otro que el riesgo de amar es sufrir.»

Aida se reconoce una romántica empedernida: «siempre lo he sido. Me gustan los detalles, sentirme querida, que me sorprendan, sorprender. No me gusta una vida plana, disfruto con esas pequeñas cosas que me hacen vibrar.» Aunque le hubiera gustado formar una familia numerosa, ha ido aceptando que la maternidad llegará cuando toque: «es un tema importante al que le he dado mil vueltas, pero me he quitado presión con el tiempo. Si tiene que ser, será. A veces las cosas no salen como uno quiere y hay que asumirlo.»

Si tuviera que definirse, lo tiene claro: «vivo todo con mucha intensidad. Soy sufridora y disfrutona. No soy mucho de rutinas, pero me gusta que todo esté en orden, me gusta controlar aunque también me dejo llevar por el corazón. Parezco tranquila, pero soy muy nerviosa por dentro.» Aida encuentra la paz «en la naturaleza, donde intento escaparme. Disfruto con el silencio, con los árboles, perderme sin saber dónde estoy, sin preocuparme de dónde voy a dormir o qué voy a comer.» Tal vez por esa razón tiene su huerto urbano, que cultiva para desconectarse del mundo. Por el contrario, le sacan de quicio «las injusticias, la lentitud, la incertidumbre, la gente mal e inmoral y cómo funciona ese mundo.»

Aida tiene su punto caprichoso: «reconozco que, cuando quiero algo, soy impaciente y lo quiero ya. Tengo que aprender a tener más tolerancia a la frustración. Pero me gusta vivir bien, ponerme mi música, tomarme un vino, rodearme de belleza.» Si fuera por ella, ahora mismo interrumpía la entrevista para comerse unas ostras, «que es lo que más me gusta de este mundo.» Luego vienen las alcachofas. Tampoco es una mujer de sueños imposibles: «quiero escribir, dirigir, trabajar en Francia. Ver dónde me lleva la vida. Y convertirme en una abuelita con mis arrugas, siendo feliz con lo que tenga, viviendo en el campo y con salud para seguir trabajando, como Lola Herrera.»

Una niña rebelde y tímida

Un esguince libró al baloncesto español de una mala jugadora y regaló al cine una gran actriz. Obligada a buscar una actividad extra escolar, Aida cambió el deporte por la interpretación de la mano de un profesor, Josep Maria Llop, que la subió a un escenario con una condición: «Hay que quitarse de encima esa vergüenza.» Convertida en distintas mujeres, aquella joven estudiante descubrió que se sentía libre bajo la máscara de los personajes: «me liberé, fue un exorcismo.» Siempre ha sentido una especial curiosidad por la psicología: «en la vida, todos llevamos una máscara para defendernos de este mundo, pero detrás de ella está la esencia de cada uno. Para ser actriz es clave entender al ser humano y a mí me gusta entender a mis personajes.» A los 14 años, un casting de Fernando Trueba para 'El embrujo de Shanghai' cambió su vida: «de pronto me vi en un set de rodaje, rodeada de gente mayor, cumpliendo un sueño mientras estudiaba, pero con miedo de que todo acabara con esa película, que no durara. El trabajo, los viajes, toda esa experiencia me abrió los ojos. Era una niña, pero era seria y responsable. No sé quién habría sido si me hubiera quedado en Reus. A veces no me lo creo.»

 
Aida Folch de pequeña redes

Hasta entonces, Aida había sido una cría revoltosa que no callaba, muy cariñosa y mimada: «era hija única y todos -mis padres, mis tíos, mis abuelos- estaban pendientes de mí.» Era la pequeña que lideraba en el grupo de amiguitas de ballet, la que hacía las trastadas: «tenía mucho carácter, era una lianta.» Aunque tenía sus de 'mejores amigas', a menudo se quejaba de estar sola: «me distraía con mis cosas. Y como acompañaba a mi madre, que estudiaba Bellas Artes, acabé aprendiendo manualidades, como pulseritas o pintar.» Aida no se ha desprendido de esa acostumbre, al revés, la sigue alimentando: «me gusta concentrarme y crear cosas bonitas. Soy curiosas y me gusta aprender.»

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