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  Lo bueno es malo ,.

Luis Atienza, expresidente de Red Eléctrica, admite que buena parte del aumento de la tarifa está ligado a la transición energética, pero aboga por no aflojar y adoptar medidas coyunturales,.

 

Luis Atienza, en una imagen de archivo.

Como casi todos los que han tenido alguna vez la responsabilidad sobre el mercado energético, él también creyó que sería capaz de simplificar las cosas y enderezar su rumbo. Fue cuando le nombraron secretario general de Energía en el Gobierno de Felipe González. Allí ya ... chocó de frente con la realidad, la misma con la que ha colisionado ahora la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Su paso por la presidencia de Red Eléctrica acabó por despejar las pocas dudas que tenía sobre el coste eléctrico.

–La ministra de Transición Ecológica admite que el asunto de la tarifa eléctrica es complejo. ¿Puede simplificarlo?

–Imposible, tiene razón. Es difícil dar respuestas simples a problemas complejos. Si yo fuese capaz sería tertuliano.

–¿Y comparte usted la idea de que a corto plazo el subidón de la tarifa tiene un mal arreglo?

–Se pueden y deben adoptar medidas para compensar esa escalada, pero hay que hacerlo con mucho cuidado. En la tarifa eléctrica lo que es bueno para el bazo es malo para el hígado.

–¿Me puede poner un ejemplo?

–La denominada tarifa horaria ha supuesto un encarecimiento en las horas de más consumo. Y parece algo malo, pero es la fórmula de que cambien determinados hábitos de consumo o de que la industria del electrodoméstico incorpore programadores horarios. Si se elimina, dejará de haber un incentivo para avanzar en ese camino. Hay muchos más. Los derechos de emisión de carbono se impusieron para forzar la transición energética. Es uno de los factores que está provocando ahora el encarecimiento de la tarifa. ¿Los eliminamos? Entonces se pierde ese incentivo. Bueno para el bazo, malo para el hígado.

–Intuyo que es partidario de mantener esas medidas que, aunque encarecen la electricidad, pueden tener un efecto positivo a medio y largo plazo.

–Sin duda. Creo que los objetivos de descarbonización nos han cogido de pie, en una buena posición. A poco que lo hagamos bien, estoy convencido de que España llegará a tener una posición más ventajosa que la de algunos países del entorno. No debemos obnubilarnos por situaciones puntuales. Hoy la tarifa está muy alta pero el año pasado estaba hundida.

–¿Qué le sugiere la idea de que las eléctricas se forran?

–Es cierto que quienes generan electricidad con las tecnologías más baratas, la hidroeléctrica por ejemplo, puede obtener en este momento un beneficio extraordinario. Pero aquí sucede algo parecido y es que no se deben analizar las fotografías fijas sino en formato película. Esas mismas empresas hace poco más de un año atravesaron un momento complicado con la declaración de la pandemia.

–Y pedirle empatía a las eléctricas...

–Es una frase bienintencionada que se te puede volver en contra.

–¿Ha faltado pedagogía para explicarle a los ciudadanos que la transición energética es buena pero cara?

–La sociología de la transición energética es... el gran reto político. Hay que evitar que surjan síntomas de rechazo y algunos ya se pueden apreciar.

–Pero los ciudadanos, en este tema, no están para teorías y largos plazos.

–Por eso creo que hay que adoptar medidas puntuales para absorber impactos coyunturales de este tipo. Y que el principal, quizá el único a muy corto plazo, es el margen en los impuestos. Pero hay que adoptar otras que solucionen el problema de los consumidores electrointensivos, de la industria.

–Vamos con algunos tópicos del momento. ¿Qué le parece la idea de nacionalizar el sector eléctrico?

–Es un 'McGuffin'.

–¿Cómo?

–Sí, esa expresión que usó Hitchcock. Un elemento algo sorprendente pero que en realidad es irrelevante para la trama real.

–Hay una parte del Gobierno que pide intervención.

–En mi opinión hay que huir de la regulación brusca, de los cambios regulatorios con poca reflexión. Puede parecer que solucionarían un problema de mañana pero generan otro. La incertidumbre regulatoria genera parálisis en la inversión y eso sería malo. Ya hemos tenido algunas experiencias en este sentido.

–¿Qué cambiaría si se crea una empresa pública con las hidroeléctricas?

–En la tarifa eléctrica nada. Cambiaría el propietario pero no son las empresas quienes fijan el precio de venta de la electricidad.

–Y cuando desde el mismo Gobierno se llama a la movilización social para exigir que el Gobierno tome medidas... ¿Es el mundo al revés?

–No, es más sencillo. Algunos están más cómodos en la oposición que en el Gobierno. Incluso creo que están intentando estar en los dos sitios al mismo tiempo, lo cual es complicado. Cuando estás en el Gobierno sabes que tienes que adoptar decisiones con las que no te van a aplaudir precisamente. No le doy demasiada importancia, todo se aprende. También a gobernar en coalición. Yo sé lo que es gobernar en coalición con el PNV y experimentar una, llamémosle, falta de visibilidad. Pero aprendes a gestionar eso también. Me preocupa más la falta de sentido de Estado.

–¿Eso es un dardo al Partido Popular?

–Las decisiones en la energía se adoptan para décadas y eso exige grandes acuerdos políticos. Es lo deseable. En el caso de España parece que sentido de Estado solo lo debe tener el Gobierno. Y es lo contrario. El Gobierno tiene que gobernar y el sentido de Estado le corresponde a la oposición.

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Somos Música - Manu Sánchez,.

 

foto / Descubre la canción compuesta por Vanesa Martín para Manu Sánchez,.

El tema ha sido interpretado junto a Pastora Soler y rodeado del cariño de Eva González. 

¿De que va la vida si no se trata de atreverse, si no es saber comprometerse con lo que de verdad importa? Palabras tan certeras y contundentes forman parte de la letra de la canción que Vanesa Martín ha compuesto para Manu Sánchez. La actuación ha supuesto un momento mágico y ambos protagonistas han estado arropados por la cantante Pastora Soler y la presentadora Eva González, grandes amigas  del humorista. Disfruta de este tema inédito.

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Resultado Final - Atletico Madrid - 2 - LEVERKUSEN - 1 -, foto,.

 

Julián Alvarez, héroe de un partido que el Atleti jugó 51′ con uno menos por expulsión de Barrios y en el que el Leverkusen marcó primero. Doblete del argentino. Los del Cholo duermen 3º en Champions.

Cambios

Reinildo (45', Javi Galán), Patrik Schick (45', Nordi Mukiele), Jonas Hofmann (67', Nathan Tella), Arthur (81', Jeremie Frimpong), Ángel Correa (86', Antoine Griezmann), Samuel Lino (86', Giuliano Simeone), Aleix García (88', Florian Wirtz), Robin Le Normand (91', Julián Alvarez)

Goles

0-1, 45': Piero Hincapie Reyna, 1-1, 51': Julián Álvarez, 2-1, 89': Julián Álvarez

Tarjetas

Arbitro: Davide Massa
Arbitro VAR: Aleandro Di Paolo, Daniele Chiffi
Pablo Barrios Rivas (24',Roja), Florian Wirtz (43',Amarilla), Giménez (46',Amarilla), Nathan Tella (46',Amarilla), Piero Hincapie Reyna (48',Amarilla), Giuliano Simeone (65',Amarilla), Piero Hincapie Reyna (75',Roja)

El partido latía en el corazón de todos a la vez mientras Julián Alvarez corría. Otra vez, como cuando tras el descanso le había gritado al mundo que este es su sitio, esta su gente y este su partido, la noche de mostrarlo para el 1-1. Y ahora ahí estaba de nuevo para, con una gambeta, engañar a Kovar y que, en el 90’, el Metropolitano se abrazara fuerte, alto y afónico otro día más. 2-1. Otra remontada. Otro imposible de nuevo conquistado. Y el Atleti con los pies entre los ocho primeros de esta Champions a una jornada del final. Tan lejos todo del partido que en realidad había despuntado.

Porque 90 minutos antes el trazo era otro y todo alemán: el Leverkusen salió a monopolizar el balón, con pausa pero con filo, hasta el área de Oblak. Wirtz y Grimaldo se movían libres, buscando espacios de dentro hacia fuera, Frimpong e Hincapié ocupaban los carriles y los de Xabi generaban peligro de todas las maneras posibles. Ya amasando el cuero, ya a la contra, siempre como espolvoreados en guindilla. El Atleti aguardaba replegado. Un Atleti al que le costaba sacar la cabeza entre el dominio alemán, impecable el Leverkusen en la presión tras pérdida.

Giménez estaba de vuelta en la trinchera que levantó Simeone ante Oblak. El primer muro con cinco hombres y, por sorpresa, Giuliano en el carril. Nahuel ejercía de tercer central y Galán sufría en los dos contra uno desde que la pelota y el reloj comenzaron a la vez a andar. El segundo tabique se lo formaban cuatro, con Llorente en la derecha y Grizi a la izquierda. Como si fueran de arena de playa, ambos los superó Palacios en el minuto 5 con un disparo desde la frontal que se fue fuera pero quedó sobre la portería de Oblak como bandera roja ondeante: ese era el camino de los alemanes. Y por allí solo irían los de Xabi.

Apretaba el Leverkusen negándole hasta el oxígeno a un Atleti cuyo juego consistía en rifar balones hacia Julián Alvarez, por si de alguno prendía un milagro, aunque los recibiera todos en inferioridad. Antes del 24’ el Leverkusen ya sumaba otra ocasión que se fue alta de Hincapié, un gol en fuera de juego de Tella y paradones de Oblak, de revival ante el equipo ante el que comenzó su leyenda, con aquella lesión de Moyá que le abrió la puerta en 2016 y la triple parada de 2017. Ya llevaba dos. Una ante un disparo mordido de Wirtz y otra ante un latigazo de Tella. Las dos en tres minutos. Entonces llegaba ese minuto, el 24, y Barrios resquebrajaba por primera vez el partido.

Fue con una entrada durísima por bajo a Mukiele, dejándole los tacos en el gemelo. Primero de amarilla, tras llamada de VAR y pantalla, el árbitro rectificó. Era de cárcel. Roja. El Atleti debería sobrevivir con diez 66 minutos. Pero si el dominio del Leverkusen comenzó a llenarlo todo como niebla pegajosa, fue en ese tiempo cuando los del Cholo sacaron la cabeza para tomar por primera vez el balón. El Leverkusen de pronto parecía no saber ya cómo atacarle a diez. Con el descanso asomando, el Atleti creyó que había sobrevivido a la primera parte hasta que Frimpong se fue por enésima vez de Galán y caracoleando le dejó atrás. Salvó Giménez un primer remate de Wirtz a bocajarro, pero el rebote se fue a los pies de Mukiala como si los buscase y su centro al segundo palo lo cabeceó impecable, y solo, terriblemente solo después de comerse a Giuliano, ese jugador cuyo nombre se acarició como a un amor imposible en verano: Hincapié. Ahí en el Metropolitano estaba, pero de otro, para ponerle el partido al Atleti como el mes del calendario. En cuesta y terriblemente frío.

En realidad sería abono para la épica y los Superhéroes del Cholo.

Porque el Atleti regresó con Reinildo y no Galán (lesionado) y después de haberse mirado al espejo y verse a sí mismo. El equipo del coraje y el corazón. Enseguida su Hombre Araña en su propio ácido láctico encontró todo el oxígeno que hasta ese momento los alemanes les habían negado para levantar el partido y al público. Para contagiarlos a todos. Las voces, las pieles y el mismo marcador en una carrera imposible, de esas que no se olvidan nunca.

Griezmann le había servido la pelota en largo para que se midiera a campo abierto con Tah, al que superó. Julián Alvarez prolongó de cabeza, cuerpeó a Grimaldo y se la cruzó a Kovar para el 1-1. La palabra imposible no existe en el diccionario de un atlético y esta Araña con estrella pronto eso lo ha aprendido.

El Leverkusen dejó de hacer pie en el partido. A Xabi Alonso se le colapsó la pizarra. Incapaces de contener los alemanes a Julián, de seguir su correr imparable, Wirtz se jugó la roja por una entrada al argentino que era de segunda amarilla. Poco después la vería Hincapié, a 25 del final, después de que Giuliano se la forzara. El tiempo del Atleti con uno menos se había quedado en 51 minutos. Reinildo había salido para recuperar su corona y, con su oficio y físico, dejó de haber noticias de Frimpong. Entonces llegó el 90’, Correa se llevó un rebote, se giró en el área y buscó a Julián que, con un regate, engañó al portero para el 2-1 y dormir terceros. Locura. Euforia. Y el Atleti siendo más Atleti que nunca también esta Champions League. Ojo.