lunes, 27 de enero de 2025

España a ras de cielo - Nemesio Fernández-Cuesta ,. - PLANETA CALLEJA - Domingo - 2 - Febrero ,. / Centenarios - Se prepara una excursión a la Feria de los Mayores de Extremadura ,. / Aquí la tierra - La Feria del Stock se adelanta a los días 15 y 16 de febrero ,. / Tramoyista - «¡Ave César!»: una de romanos según los Coen ,.

 

TITULO: España a ras de cielo - Nemesio Fernández-Cuesta ,. - PLANETA CALLEJA -Domingo - 2 - Febrero ,.

 

España a ras de cielo  ,.

 

España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo Martes a las 22h30,.
 El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista., etc,.


PLANETA CALLEJA - DOMINGO - 2 - Febrero ,.
 

   Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,. Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.

 

 

 Nemesio Fernández-Cuesta,.

Nemesio Fernández-Cuesta: «Hay que reducir las emisiones pero con neutralidad tecnológica»,.

El experto energético cree que «hay dinero para transición energética, siempre que sea rentable»,.


foto / Nemesio Fernández-Cuesta josé ramón ladra.

La DANA que ha afectado a la provincia de Valencia ha reabierto el debate sobre el cambio climático y las consecuencias que tiene para la sociedad. En paralelo, y como sucede de un tiempo a esta parte, también han surgido voces negacionistas que aseguran que lo que ha pasado es algo normal. Para intentar poner mesura en el debate se necesita de una mayor divulgación. Con esta aspiración llega el libro 'No se trata de si es verde o no, sino de si elimina o reduce las emisiones'. Lo ha escrito Nemesio Fernández-Cuesta, ex secretario de Energía y exdirectivo de Repsol, y que pasa por ser uno de los grandes expertos en materia energética que hay en España.

El libro no es apto para 'haters', ese grupo de personas que solo intenta tener comentarios negativos para todo. Basado en fundamentos técnicos, científicos y económicos, Fernández-Cuesta traza una línea sobre cómo debería ser la transición energética atendiendo a esas cuestiones. Y la clave es que lo hace sin estridencias ni buscando que algún bando coja el texto como bandera para atrincherarse en sus postulados. Se trata de una lectura muy completa para comprender cómo se puede compaginar el desarrollo social y, a su vez, reducir las emisiones contaminantes.

En una charla con ABC —y aprovechando la actualidad—, Fernández-Cuesta recuerda que la reciente victoria de Donald Trump genera incógnitas en el mercado energético, entre otras cuestiones porque no se sabe qué hará con respecto al Acuerdo de París. Algo que se suma al final del contrato de tránsito de gas ruso que pasa por Ucrania. Demasiadas incertidumbres para una sociedad que demanda respuestas concretas. Pero eso es muy difícil.

Transición con sentido

«Europa representa un 7% en las emisiones mundiales, ser el líder de la descarbonización no tiene sentido», explica Fernández-Cuesta. Asume que debe ser una responsabilidad de los países controlar las emisiones, pero que «esas pretensiones de liderazgo son muy complicadas de ejecutar. Incluso el objetivo de 2050 se puede sostener, pero los objetivos intermedios dependen de las tecnologías disponibles en cada momento».

En el transcurso de la conversación surge una pregunta muy recurrente «¿quién paga la fiesta?». El autor del libro lo tiene claro: «Hay dinero para la transición energética siempre que se ofrezca rentabilidad para la inversión. Ahora hay dinero para fotovoltaica y eólica, porque es rentable; pero por ejemplo para baterías, ya no tanto». Y aquí la reflexión final es concreta: «La transición energética es un inmenso ejercicio de inversión».

Otra clave en esta transición energética debería ser la neutralidad tecnológica. Esta fórmula pretende que haya una conjugación de elementos sin discriminar a ninguna materia prima siempre, eso sí, que se vayan consiguiendo los objetivos de reducción de emisiones.

Fernández-Cuesta pone como ejemplo que «si cerramos las nucleares se necesita gas, y es más caro, porque las renovables todavía no están todavía preparadas para ocupar todo el mix», y expone otro de los mantras con los que llega el libro: «Hay un exceso de ideologización por todos los lados. Por un lado los que niegan el cambio climático; y en el otro extremo están los de que todo tiene que ser verde».

Claves de futuro

En materia energética es muy complicado jugar con la bola de cristal. Los conflictos bélicos han demostrado que pueden poner todo patas arriba, y crear crisis de precios que afecten a la economía mundial. Por eso, es mejor no pronosticar, sino atender a lo que se necesita. «Lo que hay que hacer es invertir en desarrollo tecnológico», argumenta Fernández-Cuesta. Para acelerar en la reducción de emisiones no queda alternativa.

Pero no todo es tan sencillo. «Los cambios tecnológicos solventarán los problemas, pero llegan cuando llegan, y será entonces cuando haya que poner las metas». Hasta entonces, y de nuevo surge en la conversación, se debe trabajar con neutralidad tecnológica. Deberá ser el mercado el que regule la implantación, por ejemplo, de las baterías o el hidrógeno.

Y en todo este contexto, la clave también será acceder a una buena información. «Se podría hacer mejor divulgación energética», algo que sería importante de cara a que la sociedad entienda todo lo que nos jugamos, pero sin trampas ni apriorismos.

TITULO: Centenarios - Se prepara una excursión a la Feria de los Mayores de Extremadura ,.


 Se prepara una excursión a la Feria de los Mayores de Extremadura ,.

Está programada para el sábado 15 de febrero en IFEBA, en Badajoz,.

 La feria incluye actividades de todo tipo

foto /  La feria incluye actividades de todo tipo,.

Está programándose por parte del Ayuntamiento una excursión a la Feria de los Mayores de Extremadura en su edición de 2025. Será el sábado 15 de febrero en IFEBA, recinto ferial de Badajoz.

En la misma se llevan a cabo numerosas actividades y conferencias sobre diferentes ámbitos, tanto sociales, ya sea ayuda a domicilio, voluntariado, viviendas, minusvalías o derechos legales, como lúdicos o técnicos: gastronomía, belleza, tecnologías o profesionales.

En este viaje sólo podrán inscribirse personas jubiladas y tiene las plazas limitadas. Dicha inscripción ha de realizarse en la Universidad Popular, presencialmente o llamando al teléfono 927 55 19 89.

 

TITULO : Aquí la tierra - La Feria del Stock se adelanta a los días 15 y 16 de febrero ,.

 La Feria del Stock se adelanta a los días 15 y 16 de febrero ,.

 Anterior edición de la Feria del Stock

 fotos / Anterior edición de la Feria del Stock,.

Este 2025 traerá un adelanto de fechas de la Feria del Stock. Será los días 15 y 16 de febrero, en lugar de celebrarse a primeros de marzo como venía siendo habitual. La feria ya marcha por su décima edición y es una iniciativa que apoya al comercio local. 

 El pabellón municipal acogerá actividades de animación

 El pabellón municipal acogerá actividades de animación,.

Estará organizada nuevamente por el Ayuntamiento, con la colaboración de un grupo de comerciantes locales. Los stands se abrirán al público en el pabellón municipal de 11:00 h. a 14:00 h. y de 16:00 h. a 20:00 h. el sábado y de 11:00 h. a 15:00 h. el domingo.

Como suele ser habitual, se realizarán sorteos y descuentos durante los dos días y tendrá atracciones para el ocio infantil mediante animación y castillos hinchables, mientras que para los adultos se dispondrá de un servicio de barra.

     TITULO:  Tramoyista - «¡Ave César!»: una de romanos según los Coen ,.

«¡Ave César!»: una de romanos según los Coen ,.

 Ave, César!. Sinopsis y crítica de ¡Ave, César!

foto / La Berlinale se inauguró con la estupenda película de los Coen «¡Ave Cesar!», un filme coral cuyos personajes recuerdan sospechosamente a algunos de los grandes del Hollywood dorado.
La Berlinale se inauguró con la estupenda película de los Coen «¡Ave Cesar!», un filme coral cuyos personajes recuerdan sospechosamente a algunos de los grandes del Hollywood dorado.
¿Cómo debían de ser las ruedas de Prensa en el Hollywood de 1951? ¿Los directores tiraban balones fuera o se reían abiertamente de los periodistas, fueran estos ridículos o no? ¿Los actores se gastaban constantes bromas privadas o respondían sistemáticamente con una palabra u otra pregunta? Es de sobra conocido que a los hermanos Coen la prensa no les despierta mucha simpatía, pero su sarcasmo, y el de George Clooney, dominaron la presentación de la estupenda «!Ave, César!» en la 66ª edición de la Berlinale de un modo que hasta a Eddie Mannix (Josh Brolin), el «arreglaentuertos» de Capitol Studios que la protagoniza, le hubiera molestado. En «¡Ave, César!» conviven dos películas. La primera, la más promocionada y de más potencial comercial, es la recreación de las estrategias corporativas, las anécdotas de rodaje y los imperativos de producción del sistema de estudios de Hollywood de principios de los cincuenta. Es curioso que los Coen se confiesen alérgicos a documentarse para escribir sus guiones cuando la película parece tan específica y rigurosa en sus referentes. El galán que interpreta George Clooney podría ser Clark Gable, sobre el que gravitaba la sospecha de haberse acostado con George Cukor para lanzar su carrera; la estrella acuática que encarna Scarlett Johansson, en un número musical copiado de «La primera sirena», podría ser Esther Williams si no fuera porque su «problema» (tiene que desaparecer del mapa para esconder su embarazo y luego adoptar a su propio hijo) fue también el de la actriz Loretta Young; la deliciosa coreografía que interpreta Channing Tatum está copiada de una memorable escena de «Un día en Nueva York», con Donald O’Connor como voz cantante... ¿De verdad su película no está basada en hechos y personajes reales? «No podemos ser nostálgicos porque no vivimos en esa época», explicó Joel Coen. «Queríamos dar una versión romántica del Hollywood de los cincuenta. Era una máquina hermosamente diseñada, a la que observamos con afecto y admiración, pero no sé cómo hubiéramos funcionado en ese ambiente, cómo se hubiera adaptado nuestra sensibilidad, esencialmente moderna, a un entorno con más de medio siglo a sus espaldas».
El dispositivo que pone en marcha «¡Ave, César!» es típicamente posmoderno, y sintetiza uno de los principales intereses de la obra de los Coen, amantes del «pastiche» y la remezcla de géneros. En ese sentido, la película es un carnaval de la intertextualidad: la trama principal es constantemente interrumpida por la brillantísima recreación de un género –un western de serie B, un musical acuático, un musical clásico, un melodrama sofisticado, un «peplum» épico– para convertirse así en una condensada antología crítica del cine clásico. Es en estas fugas o desvíos donde emerge la comedia con más naturalidad: la secuencia en que Ralph Fiennes, un clon del refinado George Cukor, intenta (re)dirigir la estulticia de un espléndido Alden Ehrenreich, un clon del cowboy cantante Audie Murphy, es extraordinaria. La segunda película que anida en «¡Ave, César!» es el via crucis de Eddie Mannix, católico hombre de familia que ocupa su imposible agenda en arreglar los desaguisados de actores, directores y productores en los Capitol Studios. Es un héroe típicamente coeniano, alguien de férreo sentido común que lucha por no dejarse devorar por un universo inmoral y enloquecido.

Un mártir

Ethan Coen declaró ayer que «¡Ave, César!» no tiene nada en común con «Barton Fink» («las dos están ambientadas en el Hollywood de los cincuenta, pero difieren tanto en el tono como en el estilo»), pero tal vez se olvida de que Mannix podría considerarse su contraplano. Allí donde el guionista tentado por el diablo fracasaba, Mannix logra salir a flote. Ha entendido las reglas de un universo sin Dios; un universo, en fin, en el que Dios está resignado a ocupar el fuera de campo de un «peplum» que recuerda poderosamente a «Ben-Hur». Es en Mannix, que también parece una prolongación del protagonista de una de sus películas más enigmáticas, «Un tipo serio», donde «¡Ave, César!» concentra sus energías y sus desconcertantes cambios de tono. Recordemos que el título del filme es también el del que rueda Clooney, que, como «Ben-Hur», tiene un significativo subtítulo: «Una historia de Cristo». Y, en cierto modo, Mannix es una figura crística, un mártir en toda regla, un santo en plena crisis de fe, atormentado porque le esconde a su mujer los cigarros que toma prestados para paliar su ansiedad, siempre a punto de confesarse ante un sacerdote harto de oírle. La dimensión teológica de «¡Ave, César!» otorga una carga de profundidad a una película que parece, sólo parece, un frívolo entretenimiento.
Luego, claro, está George Clooney. «Los Coen siempre me ofrecen papeles de cabeza hueca. Cuando me llamaron para rodar ‘‘Quemar después de leer’’, me dijeron: ‘‘Escribimos este personaje pensando en ti’’. Y ahora os pregunto: ‘‘¿Qué os pasa conmigo?’’», bromeó. Secuestrado por una secta secreta de guionistas comunistas, Clooney interpreta a la antítesis de Mannix: después de dos cócteles bien cargados, está convencido de que los estudios de Hollywood son otro de los brazos armados del capitalismo, y está dispuesto a convertirse a la causa del realismo socialista como quien decide dejar de fumar. La falta de compromiso del personaje contrasta con la del actor, siempre dispuesto a dar su brazo a torcer cuando se trata de una causa humanitaria. El momento más tenso de la rueda de prensa se produjo cuando se enzarzó en una discusión un tanto estéril con una periodista sobre el tema de los refugiados. «Los actores y, por extensión, la industria del entretenimiento, reaccionamos a las noticias, pero nos resulta difícil liderar el camino para cambiarlas», explicó. «Durante mucho tiempo he intentado levantar una película que hable de los efectos de la guerra civil en el Sudán, pero no ha sido posible. Hay que contar con un buen guión, no todo vale. Y es cierto: por desgracia, en Estados Unidos hay muchas cosas que ocurren en el mundo que carecen de visibilidad». Y Joel Coen salió en su defensa: «Pensar que, por ser una figura pública, tienes la responsabilidad de contar una historia de interés social, es absurdo»,.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario