A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER,.
Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.
El tren Yeyé de Badajoz,.
Historias del ferrocarril. Por Extremadura pasaban los reyes y los convoyes internacionales,.
El 23 de noviembre de 1866, paró en Almorchón el primer convoy de la línea Madrid-Badajoz por Ciudad Real. En ese tren inaugural viajaban los ministros de Fomento y Estado. Dieciocho días después, la reina Isabel II se detuvo en Almorchón en el primer viaje internacional Madrid-Lisboa.
Los reyes y el ferrocarril extremeño siempre han tenido una relación estrecha. Alfonso XII y Luis I de Portugal inauguraron la línea Cáceres-Lisboa en 1881. Juan Carlos y Sofía, siendo príncipes, inauguraron en 1971, a bordo de un Talgo especial, la variante del Casar, que acortaba el viaje de Madrid a Cáceres en 35 minutos.
La situación ferroviaria de Extremadura no siempre fue tan calamitosa como ahora. Les contaba la pasada semana cómo el Sur Expreso Lisboa-Londres pasó por Cáceres entre 1887 y 1995. Ese año, un francés llamado Henry Burnay y sus socios consiguieron que el Sur Expreso dejara la Linha de Cáceres para circular por la Linha da Beira Alta y Salamanca.
La primera conexión ferroviaria internacional española circuló el 20 de septiembre de 1863 y unía Lisboa con Badajoz. Tuvieron que pasar siete meses hasta que el 21 de abril de 1864 cruzara por primera vez un tren regular de viajeros la frontera franco-española sobre el Bidasoa. Dos años después (22 de noviembre de 1866), se inauguraba la línea de Ciudad Real a Lisboa por Badajoz y el 20 de enero de 1878 cruzaba el primer tren por el paso fronterizo de Portbou, en Cataluña.
Cuando empezó a circular el Lusitania Exprés, que a partir de 1995 se llamaría Lusitania-Hotel, los billetes para viajar en los lujosos coches cama se podían comprar en el comercio más antiguo de la calle Pintores: El Precio Fijo, que se abrió con ese nombre en 1827.
Los expresos nocturnos, que vuelven ahora a circular por Europa, fueron una combinación (así se llamaban los viajes) muy usada en Extremadura para ir a Madrid. Además del Lusitania, había un expreso que iba de Badajoz hasta la madrileña estación de Delicias. El último partió de estos andenes madrileños a las 22:15 horas del 30 de junio de 1969 remolcado por la locomotora Yeyé 10817, una diésel muy ligera de General Eléctrica que lo mismo servía para línea que para maniobras. Las llamaban yeyés porque eran lo más moderno de la flota de locomotoras. Delicias se convirtió en museo del ferrocarril y los trenes extremeños empezaron a llegar a Atocha y a Chamartín.
Diez años después, en 1989, aún salía de Badajoz un expreso nocturno a las 22:15 horas. La última parada extremeña era en Cabeza del Buey a las 00:50 horas, llegando a las 07:03 a Chamartín. Aquel expreso tardaba nueve horas y media en recorrer los 608 kilómetros de vía que separan Badajoz de Madrid por Ciudad Real. Todo esto es ya historia. El presente se llama catenaria, traviesas y esperanza de volver a tener un tren moderno, un tren Yeyé.
TITULO: LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - Íñigo Errejón: "Unidas Podemos no es el proyecto que fundamos",.
LA BRUJULA ONDA CERO,.
La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
La Linterna La Cope ,.
'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina., etc.
Íñigo Errejón: "Unidas Podemos no es el proyecto que fundamos",.
Íñigo Errejón: foto,.
Portavoz de Más País en el Congreso. El ex número dos de Podemos contempla
la política española desde la parte superior menos visible de los
escaños del Hemiciclo. Se cruza con la gente por la calle, y advierte
que la indignación de hace cinco años se ha convertido en resignación y
en cinismo. El populismo que él mismo teorizó ha mutado en Vox.
- Si echa usted la vista atrás cinco años ¿qué es lo que ve?
- Lo mucho que ha cambiado el país, hay una especie de desencanto generalizado. De resignación. Los españoles soñamos más barato que en el 14 o en el 15. En lo subjetivo, veo a una generación que lanzamos una apuesta muy osada y un tanto soberbia para transformar radicalmente nuestro país. No salió. Aunque los mismos motivos que nos impulsaron al compromiso político siguen vigentes: una democracia amenazada por la desigualdad y la rendición de la soberanía popular a los pies de poderes oligárquicos cada vez más concentrados.
- Dijo después de las gallegas que Podemos ya no existe. ¿Unidas Podemos qué es entonces?
- El proyecto que fundamos es otro. Unidos Podemos es el resultado de lo que la militancia y la dirección decidieron, es una formación que pretende captar a los convencidos de izquierda en el espacio tradicional de Izquierda Unida. Ojo. Lo digo con humildad porque nosotros estamos muy por debajo. La formación política que logró el 21% del voto sin pedir las credenciales ideológicas a los votantes mutó en otra cosa.
- De momento, está en el Gobierno, ¿no le parece bastante?
- Ha conseguido compartir Gobierno de forma subalterna con el PSOE. Yel papel que el PSOE suele reservar a las fuerzas de su izquierda es ponerle los acentos. De momento, el balance no da para afirmar que éste es el Gobierno más progresista de la Historia.
- ¿Ah, no?
- El balance de un Gobierno que se dice progresista sólo se puede hacer con una pregunta. ¿Hoy en España el poder y la riqueza están más concentrados, o más repartidos? No creo que estén más repartidos. Hay buenas intenciones, que no se han concretado, la gente de abajo no tiene menos miedo al día a día. Al revés, con el Covid aún tiene más miedo. El virus ha agrandado la desigualdad entre los españoles. El Gobierno ni se atreve a tratar de tú a tú a los grandes poderes, y no puede contentarse con jugar una partida de ping pong con Vox. Eso no llena las neveras. Tiene que mejorar la vida de la gente.
- ¿Cree usted también que el Gobierno de coalición se dedica más a la propaganda que a la política de verdad?
- Hay que acortar la distancia entre los aspavientos y las concrecciones. Si el Gobierno no da un golpe de timón social, y defrauda a quienes lo necesitan, la legislatura se le puede hacer larga. No por lo que hagan o digan las derechas, sino porque a la gente de abajo hay que ayudarla.
- Parece que existen discrepancias en las medidas a tomar entre los socios de Gobierno.
- El Gobierno es uno, toma decisiones conjuntamente y las aplica.
- No sé si en este caso el Gobierno es uno...
- A lo mejor si miras Twiter no, pero si miras las decisiones... Para la vida de los españoles, esas polémicas dan igual. Al final, el Gobierno aprueba una fusión bancaria oligopólica que aleja la posibilidad de tener banca pública, o deja fugarse al rey Juan Carlos sin permitir que preguntemos en el Congreso dónde está y cuánto nos cuesta. Lo decide el Gobierno, y eso no es regeneración democrática.
- El vicepresidente Pablo Iglesias ha protestado.
- Sí, pero al final la decisión la toma el Gobierno. A los gobiernos no se les puede juzgar por sus tuits, sino por sus decisiones. Igual hay muchos ministros que no están de acuerdo, pero el destino de nuestro país no va a depender de las declaraciones altisonantes, sino de las decisiones. Y hay mucho ruido y pocas nueces.
- ¿Me está diciendo que del sí se puede hemos pasado al no se puede?
- Mmmm, je, je. Se trata de que el Gobierno cuide a la gente menos favorecida. El programa que se está llevando a la práctica ni siquiera es el del PSOE. Hemos vuelto a la política del mal menor, hay que votarles para que no gobiernen las derechas. Hay una distancia muy grande entre las palabras inflamadas del Gobierno y sus logros concretos.
- ¿Por ejemplo?
- El Ingreso Mínimo Vital es una buena decisión, pero hay una distancia muy grande entre lo que se dijo, que era una transformación histórica y el cuarto pilar del estado del bienestar, y que lo hayan cobrado 4.000 personas. Como las medallas del torturador Billy el Niño, que estamos esperando a que se las retiren, o la Ley Mordaza. Si el Gobierno no corrige el rumbo, la gente puede divorciarse, y caer en el desencanto y el cinismo. De ahí nace Trump.
- ¿Ese desencanto es fruto del fracaso de la nueva política?
- La nueva política... parece que fue hace siglos. La ilusión te la prestan las generaciones una vez en la vida. Nosotros intentamos una disputa cultural por la idea de una España plural y un patriotismo progresista. No lo conseguimos, y ahora hay una especie desencanto cínico. La gente ve a los mismos en televisión diciendo las mismas cosas, pero su vida no ha mejorado. Gobernar bien no es hacer la oposición a Vox y al PP. El Gobierno tiene que tener un proyecto de país.
- ¿Y no lo tiene?
- No es incompatible sentarse con Ciudadanos y con ERC, lo incompatible es derogar o no derogar la reforma laboral. Me gustaría ver la concreción en números del proyecto de no dejar a nadie atrás. Más País es una fuerza modesta, pero decisiva para la investidura y quizá para los Presupuestos. Y vamos a ser exigentes.
- ¿Qué opina de las causas judiciales abiertas a Unidas Podemos?
- Cuando yo formaba parte de la dirección de Podemos viví muchas denuncias que se quedaron en agua de borrajas. Los casos de ahora los desconozco.
- ¿Cree que son operaciones de las cloacas del Estado, como dice Unidas Podemos?
- Quienes vinimos a transformarlo todo, vivimos una situación injusta, pero nos la hemos buscado. Nosotros juzgamos con dureza a toda la clase política y no íbamos a esperar que nos contestaran como en un seminario universitario. Pero la protesta en la casa de Pablo Iglesias, Irene y sus hijos no reivindica ninguna causa, lo que le piden es que dejen de existir, que se vaya de España. Y eso es inaceptable.
- ¿Las graves consecuencias económicas y sociales de la pandemia pueden provocar un estallido social?
- La gente más empobrecida tiene más miedo. Los españoles están teniendo mucha paciencia, piensan que esto es una desgracia que nos ha caído a todos y que deben mantener la disciplina. Pero la paciencia no dura eternamente. Si se sigue agravando la situación, el cóctel de decepción y ansiedad es muy peligroso.
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