Metrópolis - Pacific Standard Time I ,. / DIAS DE TOROS - Cayetano Rivera Ordóñez se retira de los ruedos en 2025: «Siento que es el momento de decir adiós» ,. / Retratos con alma - 'Bernice': Regreso al drama puro y sin adornos,.
TITULO:
Metrópolis -Pacific Standard Time I ,.
El lunes - 16 - Diciembre , los lunes a partir de las 00:30, en La2, foto,.
Pacific Standard Time I,.
foto / Metrópolis emite esta semana el primero de tres capítulos dedicados a la
nueva edición de Pacific Standard Time, una iniciativa de Getty
Research Institute y Fundación Getty que nació en 2002 como proyecto de
documentación e investigación del arte hecho en California en la segunda
mitad del siglo XX.
TITULO:
DIAS DE TOROS - Cayetano Rivera Ordóñez se retira de los ruedos en 2025: «Siento que es el momento de decir adiós»,.
Cayetano Rivera Ordóñez se retira de los ruedos en 2025: «Siento que es el momento de decir adiós»,.
La despedida coincidirá con los cien años de la
dinastía Ordóñez. Así lo ha anunciado el torero a través de las redes
sociales en un emotivo vídeo,.
foto / Cayetano Rivera Ordóñez se prueba un vestido en la sastrería,.
Cayetano Rivera Ordóñez se despedirá de los ruedos la próxima temporada. Será coincidiendo con los cien años de la dinastía Ordóñez, como avanzamos hace unas semanas en la newsletter 'A las 5 de la tarde' de ABC. El propio torero
lo ha confirmado esta noche con un emotivo anuncio en las redes
sociales: «El año que viene es un año muy especial para mí. Se cumplen
cien años desde que mi bisabuelo Cayetano Ordóñez daba comienzo a mi
dinastía. Siento que es el momento de decir adiós», cuenta.
Además de hilar con el siglo de alternativa
del Niño de la Palma (la tomó en Sevilla en 1925), la despedida coincide
con las dos décadas de su debut en Ronda (marzo de 2005), «veinte años
desde que comencé yo en el mundo del toro». Dice que «no todo ha sido
bonito, pero durante este tiempo he intentado transmitir cualidades que
mi profesión refleja como el valor, el esfuerzo, la disciplina, la
solidaridad…»
A medida que transcurre el mensaje -titulado 'Un último baile'-,
Cayetano se emociona más: «He querido compartir con vosotros esta
noticia para que podamos vivir juntos, con mas emoción si cabe, lo que
sin duda alguna para mí es la temporada más importante de mi vida».
Remata este vals
con palabras de agradecimiento: «Y, sobre todo, quiero daros las
gracias. Gracias por todo el apoyo que siempre me habéis brindado y por
vuestro cariño».
El torero se ofrece «desde ya a torear uno o los festivales que hagan falta para intentar aportar en lo que pueda»
El torero de centenaria dinastía contó ya en
enero en ABC que su retirada estaba «muy cerca; estoy llegando al final
de mi carrera y vivo las cosas de otra manera, quiero disfrutarlo todo,
sentirlo todo».
Respecto a si se sentía más Rivera u Ordóñez,
decía: «Intento ser fiel a Cayetano, ser fiel a mí mismo. Evidentemente,
están ahí mis genes y mi dinastía, de la que me siento muy orgulloso.
Los recuerdo todos los días e intento hacer honor a lo que ellos fueron.
Pero siempre quise ser yo y por eso me anuncié Cayetano. Son un arma de
doble filo: por un lado, el aficionado que ha visto a mi padre o a mi
abuelo quiere verlos a ellos y cada uno es diferente; por otro lado, es
una motivación. No puedo negar que voy a la plaza con un orgullo
tremendo de saber de la dinastía de la que vengo y de lo que
consiguieron cada uno de ellos, que eran genios dentro de sus estilos
diferentes. Y sí, claro que me acuerdo. Cuando echo las rodillas en
tierra, me acuerdo de mi padre, y con el empaque, de mi abuelo».
El hijo de Paquirri comentó también que, «por
la tranquilidad de toda nuestra familia», no le gustaría que ni su hijo
ni sus sobrinos fuesen toreros. «Yo espero y deseo que ojalá la dinastía
termine conmigo. Es un mundo que quiero transmitir a mi hijo, que lo
conozca y valore, que aprenda lo bueno y lo malo que tiene, pero no es
un mundo que quiera para nadie que yo quiera», señalaba, sabedor de
todos los valores y sinsabores del toreo, de su gloria y de su sangre.
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Retratos con alma - 'Bernice': Regreso al drama puro y sin adornos ,.
La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.
Lunes - 16 - Diciembre - a las 22:40 horas en La 1 / foto,.
'Bernice': Regreso al drama puro y sin adornos,.
Es la primera obra de Susan Glaspell que se monta en España,.
Autoría: Susan Glaspell (versión de Ignacio García May). Dirección: Paula Paz. Interpretación:
Eva Rufo, Jesús Noguero, Rebeca Hernando, Esperanza Elipe y Javier
Lago. Teatro Español (Sala Margarita Xirgu), Madrid. Hasta el 8 de
diciembre.
'Bernice' es la primera obra de Susan Glaspell que se monta en España.
Fue llevada por primera vez a las tablas en 1919 por la revolucionaria
compañía Provincetown Players, que la propia autoral fundó junto a su
esposo, el también escritor George Cram Cook. Interesada en introducir
nuevos temas y formas en la escena estadounidense procedentes de Europa,
esta modesta compañía despertó pronto el interés en los círculos
culturales de Nueva York y hoy está considerada como uno de los primeros
pilares de lo que sería luego el Off de Broadway. La crítica del
momento se deshizo en elogios con 'Bernice'; incluso algún
informador poco entusiasta con la situación teatral de su país dijo que
era "una de las pocas obras importantes que hacemos los
estadounidenses". Fue el primer espectáculo de larga duración de una
autora que, antes de obtener el Pulitzer en 1931, y al margen de la
carreara paralela que ya desarrollaba como cuentista y novelista, había
escrito hasta entonces textos teatrales breves de un solo acto.
El argumento de la obra es el siguiente: Bernice
acaba de fallecer con solo 35 años. Al domicilio familiar, donde su
atribulado padre (Javier Lago) la vela con la única compañía de la
criada (Esperanza Elipe), acuden la amiga más íntima de Bernice,
Margaret Pierce (Eva Rufo), y el marido de la difunta, el escritor Craig
Norris (Jesús Noguero), que acudirá con su rígida hermana Laura (Rebeca
Hernando).
La verdadera causa de la
muerte de Bernice no solo no se explicita, sino que deviene en misterio
según avanza la función y solo al final de la misma se resuelve. Susan
Glaspell introduce y maneja con inteligencia ese ingrediente de misterio
para tener al espectador bien atento a un conflicto que, en verdad, no
se incardina tanto en la concatenación de hechos como en el inevitable
choque de personalidades y cosmovisiones de los protagonistas en
relación a asuntos eternos como la libertad individual –y especialmente
la libertad de la mujer–, la solidaridad, la responsabilidad o la
comprensión. Las virtudes, y también la esencia, de este imponente
drama, que tiene en apariencia una factura muy clásica, radican en el
formidable estudio psicológico de los personajes que hace su autora,
sobre todo de Margaret y de Craig, que son los que más recorrido y peso
en la trama tienen. Como era de esperar en dos intérpretes de su
calibre, Rufo y Noguero, dentro de un elenco muy consistente, hacen un
trabajo sencillamente soberbio en esos papeles protagonistas, mostrando
la riqueza y complejidad de dos seres que buscan, con mayor o menor
acierto, y de manera muy diferente, la justificación ética de sus actos y
aun el sentido de su propia vida. Hay mucho de Ibsen en todo el
psicologismo que destila la función, pero a la vez hay ya bastante del
nervio y la tensión casi violenta que luego imprimirían al teatro
estadounidense los seguidores de Glaspell (Eugene O’Neill, Tennessee
Williams...). Pero, además, hay una sublimación del lenguaje en algunas
escenas que tiene mucho que ver con el teatro modernista y que la aparta
una y otra vez del realismo, sin que se note, curiosamente, ninguna
fisura en el conjunto. El responsable de esa cohesión es, en buena
medida, Ignacio García May, que firma una versión en español donde los
diálogos se subordinan en todo momento a la acción sin que se desbarate
su belleza literaria.
Con esos mimbres, la
directora Paula Paz ha sabido ir muy bien a ese meollo dramático de
naturaleza casi existencialista que tiene el texto para plasmarlo en
escena de la forma más clara y más reveladora, que es por medio de
sus intérpretes, prescindiendo de adornos superfluos y de pueriles
moralejas extemporáneas. Es cierto que intenta hacer un recorrido hacia
el presente contextualizando cada acto en una época de la historia, la
cual se adivina por el cambio de vestuario y por las pistas que da un
locutor de radio acerca de los acontecimientos políticos del momento. La
tentativa aporta más bien poco, porque los grandes conflictos
encuentran por si solos su universalidad de manera inevitable, sin
necesidad de empujarlos hacia ninguna parte. Pero tampoco distrae lo más
mínimo del verdadero y profundo discurso dramático.
Por último, cabe destacar el elegante
diseño del espacio sonoro que hace Yaiza Varona y el trabajo de Mónica
Boromello para aprovechar al máximo el pequeño espacio de la Sala
Margarita Xirgu con una escenografía de un cierto naturalismo al que no
nos tiene muy acostumbrados.
Lo mejor:
Al que le guste el gran drama clásico disfrutará de lo lindo con este
espectáculo basado en un buen texto y unos buenos actores. No se puede
pedir más.
Lo peor: El halo exageradamente beatífico, de corte ibseniano, que desprende el personaje de la difunta Bernice.
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