Operarse a uno mismo suele ser una mala idea ,.
El paciente más difícil
El inglés que se ha operado a sí mismo, harto de las listas de espera, tiene precedentes como el cirujano que se extirpó el apéndice en la Antártida o la mexicana que se practicó la cesárea,.
El caso de Graham Smith, el ingeniero inglés que se ha intervenido a sí mismo para retirar unos puntos internos, se situaría a medio camino entre esos dos supuestos. Está claro que ha salido bien, porque es el propio Graham quien lo está contando: hace quince años le operaron del intestino y dejaron en su cuerpo un hilo de nailon de ocho centímetros, que le provocaba unas molestias cada día más insoportables. Harto de esperar a que el hospital le diera cita, adaptó el instrumental de titanio de un amigo dentista y se hurgó en el vientre hasta que logró librarse de la vieja sutura, tras deshacer uno por uno sus doce nudos. «Soy un hombre nuevo. Durante quince años he vivido encorvado», ha dicho. Pero, más allá del resultado, los expertos coinciden en reprobar su iniciativa como un disparate que podría haberle salido muy caro -en vez de un hombre nuevo, bien podría ser ahora un hombre muerto- y su hospital de referencia, el Aintree de Liverpool, asegura que él mismo canceló su cita con el especialista.
Los estudiosos de la cirugía no suelen prestar mucha atención a este apartado marginal de la disciplina, pero hay algunas excepciones. En 1961, el británico William John Bishop recopiló decenas de ejemplos históricos en un estudio mareante, donde la carnicería más burda se codea con algunas proezas de virtuosismo quirúrgico. Por supuesto, dedica un apartado a una rama de esta práctica que sigue lamentablemente vigente: los hombres que, por motivos religiosos, por sentirse incapaces de domar sus instintos o por alguna otra razón extraviada, deciden castrarse por las bravas tirando de hoja afilada. También recoge historias que en su momento alcanzaron fama internacional, como la de Jan de Doot, el herrero de Ámsterdam que, a mediados del siglo XVII, se abrió el perineo y extrajo un cálculo del tamaño de un huevo de gallina. Lo hizo «con la ayuda de Dios», según celebró después en unos versos.
Pero, junto a un vistoso catálogo de iluminados e ignorantes, el doctor Bishop ya destacaba dos variantes de esta práctica: los médicos que, por alguna razón, se operan a sí mismos y los 'civiles' que, en una situación extrema, se ven obligados a improvisar una cirugía de circunstancias para salvar la vida. Entre los primeros hay dos casos de mención obligada. En 1921, el cirujano estadounidense Evan ONeill Kane se extirpó su propio apéndice, con la intención de demostrar a sus colegas que la intervención se podía abordar con anestesia local. Kane era uno de esos personajes impagables que abundaban a principios del siglo XX, un innovador que instaló un gramófono en el quirófano para entretener con música a los enfermos y que, al final de su carrera, firmaba sus operaciones tatuando en la piel del paciente una K en código morse. En realidad, su apendicectomía la remataron sus asistentes, que se encargaron de coserle, pero Kane reincidió once años después con un empeño todavía más ambicioso: se operó a sí mismo de una hernia inguinal.
El otro hito en esta estrafalaria parcela de la medicina es otra apendicectomía, la de Leonid Rogozov, un cirujano soviético de 27 años que en 1961 estuvo entre los fundadores de la base antártica de Novolazarevskaya. El equipo de doce personas llevaba cinco meses allí cuando Rogozov empezó a notar los síntomas inequívocos de una apendicitis. Al principio, lo ocultó a sus compañeros: «¿Quién podría ser de ayuda? El único contacto de un explorador polar con la medicina suele haberse producido en el sillón del dentista», escribió en su diario. Pero su estado empeoró y se dio cuenta de que la única posibilidad de salvar la vida era operarse a sí mismo: reclutó al meteorólogo de la estación polar, para que le hiciese de instrumentista; al mecánico, que se ocuparía de sostener el imprescindible espejo, y al director de la base, como reserva para el caso de que alguno de los otros se desmayase. «¡Pobres asistentes míos! En el último momento les eché un vistazo: estaban allí, vestidos de blanco quirúrgico y con sus caras más blancas todavía», anotó.
La operación duró hora y tres cuartos y salió bien, aunque el cirujano soviético siempre se quitó importancia: «Era un trabajo como cualquier otro, una vida como cualquier otra», solía decir. Las bases antárticas son un escenario propicio para hazañas de este tipo: en 1998, la doctora Jerri Nielsen, médica de la estación Amundsen-Scott durante el invierno polar, se detectó un bulto en un pecho y, con el equipo que le lanzaron desde un avión militar, practicó una biopsia para confirmar que se trataba de cáncer y se sometió después a quimioterapia. ¿Qué dificultades tiene, para un cirujano, operarse a sí mismo? «Siempre será más complejo y, sobre todo, en caso de que algo se tuerza, puede que no seas capaz de solucionar los imprevistos y acabes arrepintiéndote. El apéndice, por ejemplo, lo quitas normalmente con anestesia general. Si te lo haces a ti mismo, se añade la dificultad de que probablemente no lo verás todo y los puntos delicados no los podrás terminar bien», explica a este periódico el doctor Fernando Martínez Regueira, profesor titular de cirugía en la Universidad de Navarra.
«No había bastantes dedos»
En el caso de las personas sin estudios médicos, la práctica más habitual son las amputaciones de un miembro atrapado. Hasta tienen un referente clásico en Hegesistrato, el adivino apresado por los espartanos que se mutiló un pie para liberarse del cepo. Tiene especial fama Aron Ralston, el montañero que pasó cinco días con el antebrazo aplastado por una roca y acabó cortándoselo, en una peripecia que inspiró la película 127 horas, pero la nómina es muy amplia y está repleta de historias espeluznantes, como la de Sampson Parker: este granjero de Carolina del Sur estaba recogiendo el maíz en 2007 cuando la cosechadora le pilló el brazo y se lo destrozó. Logró inmovilizar el mecanismo con una barra de hierro, pero saltaron chispas y se desencadenó un incendio, así que tuvo que actuar rápido: se amputó el brazo con su navaja John Deere. También estremece la imagen del explorador polar danés Peter Freuchen, hace casi un siglo, tajando los dedos congelados de sus pies con tenazas y martillo. En el primero se retorció, presa de un dolor desesperante, pero en el segundo apreció cierta mejora, así que después comentó: «Quizá uno podría acostumbrarse a cortarse dedos del pie, pero no había bastantes para obtener la práctica necesaria».
Terminaremos este recuento con una acción desesperada que tenía todos los boletos para terminar en desastre. Inés Ramírez, una campesina de Río Talea (México), se puso de parto en marzo de 2000. Ya tenía siete hijos, pero su anterior embarazo había acabado mal y le habían comentado que el niño habría podido salvarse con una cesárea, así que esta vez no dudó: cuando comprobó que se repetían las complicaciones, bebió tres vasos de mezcal y se abrió el útero con un cuchillo. Tanto la madre como el bebé, Orlando, sobrevivieron.
TITULO: Mi casa es la vuestra - Merve Aydin ,. Viernes -11- Septiembre .
Viernes -11- Septiembre, a las 22.00, en Telecinco, foto,.
Merve Aydin ,.
Merve Aydin se une a la disciplina del CB Al-Qázeres,.
"Estoy muy feliz de ser parte del equipo. No puedo esperar para
unirme al equipo y reunirme con la familia Al-Qázeres en Cáceres",
indica.
La jugadora llega al club | FIBA
El Club Baloncesto Al-Qázeres ha oficializado esta mañana el fichaje de Merve Aydin
para la próxima temporada 2020/21 en la Liga Femenina Endesa. De esta
forma, se convierte en el tercer fichaje del club cacereño tras María
Romero, Alexa Hart e Irene Lahuerta.
La base cuenta una gran experiencia profesional. Procede del Nantes Rezé Basket, donde promedió 10.6 puntos, 2.9 rebotes y 3.8 asistencias (9.7 de valoración) en 16 partidos.
Anteriormente militó durante dos temporadas en el Hatay BB de Turquía, donde en su primera temporada llegó a jugar Eurocup y en la segunda temporada jugó Euroleague Women y donde promedió en 14 partidos 6.6 puntos, 2.2 rebotes y 2.4 asistencias.
Aydin es Internacional U16, U17, U18, U20 (donde fue bronce en los europeos de 2012 y 2013) y en la Absoluta, llegando a participar en el Mundial de 2018 en Tenerife.
"Estoy muy feliz de ser parte del equipo. No puedo esperar para unirme al equipo y reunirme con la familia Al-Qázeres en Cáceres", indicó la jugadora en declaraciones al club.
La base cuenta una gran experiencia profesional. Procede del Nantes Rezé Basket, donde promedió 10.6 puntos, 2.9 rebotes y 3.8 asistencias (9.7 de valoración) en 16 partidos.
Anteriormente militó durante dos temporadas en el Hatay BB de Turquía, donde en su primera temporada llegó a jugar Eurocup y en la segunda temporada jugó Euroleague Women y donde promedió en 14 partidos 6.6 puntos, 2.2 rebotes y 2.4 asistencias.
Aydin es Internacional U16, U17, U18, U20 (donde fue bronce en los europeos de 2012 y 2013) y en la Absoluta, llegando a participar en el Mundial de 2018 en Tenerife.
"Estoy muy feliz de ser parte del equipo. No puedo esperar para unirme al equipo y reunirme con la familia Al-Qázeres en Cáceres", indicó la jugadora en declaraciones al club.
TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS - Las divas del pop sucumben ante el rey del gótico,.
PÁGINA DOS - Las divas del pop sucumben ante el rey del gótico ,.
Martes 8 de Septiembre , a las 20.00, en La 2, foto.
Las divas del pop sucumben ante el rey del gótico,.
La clientela del artesano burgalés Cecilio Castrillo cuenta con figuras como Madonna, Beyoncé o Lady Gaga gracias a su pericia con el cuero,.
Poco o nada conocido para el gran público, su nombre, venerado en la industria de la moda y el entretenimiento, se ha hecho viral después de que Lady Gaga, una de sus más fieles clientas, luciese una de sus codiciadas máscaras -una teñida en rosa de estética industrial- para recoger un premio en la gala de los premios MTV Video Music Awards (VMA). No se trataba de una colaboración puntual fruto de un golpe de suerte. Su relación viene de largo. Desde que en 2011 el fotógrafo Steven Klein, con quien comparte el mismo concepto oscuro y poderoso, recomendase su trabajo para la gira 'The Born This Way Ball' de la neoyorquina su relación ha ido a más. Videoclips, entregas de premios y portadas de discos. En el último de la artista, 'Chromatica', luce varias piezas del diseñador burgalés, entre ellas una suerte de pierna biónica.
De su firma, Leather Design, son también los cuernos -literales- que los bailarines de Madonna lucieron en la gala de los Grammy de 2015. Ya había 'tocado' al elenco de baile de la 'Ambición rubia' en la Super Bowl de 2012. Un revulsivo sin precedentes en su carrera del que guarda un grato recuerdo emocional y material. La cornamenta dorada que se vio sobre el escenario la tiene guardada como oro en paño.
Aunque sería Marilyn Manson, referencia indiscutible de su universo creativo transgresor desde la infancia -póster sobre la cama incluido- quien hiciese los sueños realidad de este artesano fiel a la técnica de los guarnicioneros que tuvo como maestra a su madre, a la que desde niño vio cosiendo guantes de piel en casa.
Otras que le han cogido el gusto a ser enmascaradas por Castrillo son Beyoncé, Pink o Nicki Minaj. Pero no solo de la música comercial vive Castrillo. Ha expuesto en museos -tuvo su propia exposición en Madrid- y trabajado para varias óperas y musicales en Europa, además de salas de fiesta de Ibiza, donde, a puerta fría, consiguió sus primeros pedidos hace ya 15 años.
Puede presumir de ser solicitado para editoriales y portadas de revistas como 'Vogue', 'Harper's Bazaar', 'Interview magazine' o 'Rolling Stone', vistiendo a celebridades de la talla de Kylie Jenner, Cara Delevingne, Janet Jackson o el actor recientemente fallecido Chadwick Boseman. En la escena nacional ha trabajado para la extriunfita Edurne y en una campaña publicitaria con el cocinero Dabiz Muñoz.
Finaliza la primera fase de las obras del colegio El Llano de Monesterio,.
. La remodelación integral de los diferentes pabellones que componen el colegio El Llano de Monesterio ya se han dado por finalizadas, justo días antes de iniciar el nuevo curso escolar. La última actuación ha sido la construcción y equipación de un nuevo gimnasio. Estas actuaciones, en las que la Junta de Extremadura ha invertido 1.200.000 euros, comenzaron en el mes de mayo de 2019. Las nuevas instalaciones ofrecen más seguridad y garantizan el distanciamiento social para hacer frente a los posibles contagios de covid-19 para los más pequeños de las aulas.TITULO: Jordi Évole y Lo de Évole - La rutina salvadora,.
La rutina salvadora,.
La menor movilidad del fin del verano favorecerá el control del virus, pero iniciamos el septiembre más incierto que nunca,.
Septiembre se identifica con la vuelta a la rutina, pero no esta vez, y eso es precisamente lo que ahora se echa de menos. Empezar a trompicones el curso escolar, por ejemplo, como se comenzaba siempre, pendientes de un profesor o de un libro; o acudir a trabajar a la oficina contando las mismas anécdotas del verano y no el resultado del último test. Nunca antes este mes ha sido preludio de tanta incertidumbre en distintos planos, todo ello desencadenado por la madre de todas las incógnitas, cómo irá nuestra salud.
Fernández Vara se ha referido a la rutina como una medicina eficaz contra la propagación del virus. Cuando cada mochuelo regrese a su olivo, la situación mejorará. No lo ha dicho así, claro, pero sí ha indicado el presidente de la Junta que cuando cese la movilidad de estos días en los que se llenan los pueblos extremeños, será más fácil controlar los nuevos casos. s
Probablemente el modo de vida español influye mucho en que nuestro país sea el que peor se está comportando. Pero el suspenso de septiembre no obedece solo a eso y, por tanto, la menor movilidad será un alivio momentáneo. Pesa también el desbarajuste autonómico, el espectáculo entre partidos, la conciencia de que la sanidad se había convertido en un nicho de negocio y para eso era necesario debilitar antes el sistema público, la dialéctica entre seguridad (ahora sanitaria) y libertades, que en otros países como Italia no es cortapisa para que mantenga aún el estado de emergencia, tareas todas ellas sin resolver con las que comenzamos el nuevo curso.
Por otra parte, los Ertes y el teletrabajo, cuando no es opción sino una obligación, juegan en contra de esa ansiada rutina, y no deberían convertirse en excusa indefinida para un deficiente funcionamiento de ventanillas administrativas, de la atención primaria o hasta de la ITV, o precipité el maltrato al cliente por parte de actividades privadas. Si se nos dice que debemos convivir con la existencia del virus, también debemos exigir convivir con similares niveles de calidad en los servicios que recibimos como ciudadanos.
La covid solapará muchos asuntos y debates, pero los próximos meses traerán más cosas. En el plano político, tanto PSOE como PP deberán afrontar en Extremadura períodos congresuales cuyo nivel de renovación está por decidir. En el económico, la fusión de Caixabank y Bankia abrirá el camino a otras en la que agentes extremeños, como Ibercaja y Liberbank, estarán implicados. La unión de marcas, por lógicas que sean en el actual contexto financiero, nunca es buena noticia para el empleo, que no abunda en la región precisamente. Otros grandes proyectos, como la azucarera, empiezan a disolverse en el horizonte. Habrá que ver también cómo o evolucionan las inversiones ligadas a planes mineros, cuyo debate sosegado parece siempre imposible por quienes consideran que respetar el medio ambiente equivale a ser víctimas de él.
Extremadura necesita muchos puestos del trabajo, igual que necesita jóvenes y necesita también a sus mayores como fuente de ejemplo y de esperanza. Mayores activos, que los hay y muchos, capaces de borrar a diario la imagen que el virus ha dejado de que ya apenas forman parte de la sociedad, de nuestra rutina. Para ellos también comienza el curso.
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