TITULO:
A Crush, la pasta te aplasta - 'Atrápame si puedes' con un bote de 15.400 euros ,.
El viernes - 2 - Agosto , a las 22:00 por La 1, foto,.
"Atrápame si puedes" arranca la semana con 15.400 euros en juego,.
Durante la semana los cinco concursantes competirán cada noche respondiendo a las preguntas de Manolo Sarriá poniendo a prueba su nivel de cultura.
Marca el comienzo de la temporada de verano para "Atrápame si puedes". Se mantiene la modalidad de juego en la que el concursante con la puntuación más baja al finalizar la tercera fase será eliminado. Al día siguiente, un nuevo participante se unirá al programa, reemplazando al eliminado del día anterior. Sebastián Cárdenas, Rafa Espartero, Jesús Bazán, Lorena Bertholet y Rafael Vergara son los concursantes que arrancarán la semana. Este lunes, 15 de julio, tendremos que despedir a uno de ellos, pero en su lugar daremos la bienvenida a un nuevo participante.
Sebastián: ha sido profesor de matemáticas en un instituto, actualmente está jubilado. Sus principales aficiones son viajar, pasear y leer. Es muy fan de los libros de Paul Auster y Dolores Redondo. Es amante y veterano de los concursos de televisión. Con el bote viajaría con su familia a Disneyland París o los llevaría de crucero.
Rafa: llega desde Córdoba, adora su ciudad y pasear por ella. Le encanta viajar a pueblos pequeños. Su mayor habilidad es memorizar las fechas de nacimiento y DNI de la gente. El bote lo gastaría en la luna de miel de sus 25 años de casado en un crucero por las islas griegas.
Jesús: llega desde Motril, Granada. Es historiador y profesor de secundaria. Le gusta mucho leer novela histórica, literatura española y ciencia ficción. Ha escrito cuatro novelas, pero no ha llegado a publicar ninguna, aunque ha ganado concursos de relatos. Si se llevase el bote, lo gastaría en la hipoteca y en un viaje familiar a Inglaterra.
Lorena: una extrovertida y positiva gaditana pero residente en Estepona, Málaga. Estudió marketing y publicidad, pero se dedica actualmente al turismo. Le encanta cantar y bailar y su plan favorito con sus amigos es ir al karaoke. Va con su marido a conciertos de heavy metal y rock, aunque a ella no le termina de convencer esos géneros musicales. Con el bote haría un viaje a Orlando o a Disneyland París.
Rafael: un sevillano muy formal y familiar. Es director desde hace 15 años y profesor de geografía e historia de un instituto, por eso se describe como “domador de fieras”. Ha participado anteriormente en otros concursos de televisión donde ha ganado algunos premios. Escucha música italiana y su mayor pasión es viajar. Si ganase el bote tiene claro qué hacer con él: un viaje a Disneyland París con sus hijas y su mujer.
Lidia Avecilla, Suricato (Pablo Soto), Rosa Cantero y María Rubio estarán preparados para ocupar el atril que quede libre cada día de la semana.
Lidia: una joven gaditana que ama su trabajo. Se dedica a animar y cuidar a personas mayores en una residencia. Precisamente fueron ellos lo que la animaron a concursar en “Atrápame si puedes”. En su tiempo libre le gusta realizar sesiones de fotos en exteriores o incluso en eventos como bautizos y comuniones de conocidos suyos. Con el dinero del bote prepararía un gran viaje.
Suricato: un jerezano, diseñador web y cómico. Es una persona creativa, divertida y risueña. Su alter ego se llama Suricato Capitán y lleva cuatro años dedicándose a la comedia en Sevilla, donde reside actualmente. Le gusta recitar poesía, incluso escribirla. Crea contenido en redes sociales, es cofundador de una compañía de comedia llamada PCR Comedy y organiza el Festival Andaluz de Comedia Alternativa. Confiesa que si ganase el bote lo dividiría en cuatro partes: con las tres primeras haría algo consecuente y con la otra parte, algo muy loco.
Rosa: aunque lleva ya dos años jubilada, ha dedicado toda su vida a ser médico. Le encanta ayudar a los demás y poner remedio al dolor de las personas. Le apasiona bailar, incluso a veces se escapa a alguna discoteca con sus amigas. En su tiempo libre cocina y cose, además asiste a un ciclo formativo de cerámica. Estuvo en un programa de televisión para encontrar a su media naranja, aunque finalmente no llegaron a nada. Como unos de sus libros favoritos se ambienta en Nueva Zelanda viajaría allí con el dinero del bote.
María: una graciosa y extrovertida granadina. Tiene una gran colección de imanes de todos sus viajes y los de sus amistades. Aunque confiesa que no lee todo lo que debería, se decanta por la novela histórica. Escucha copla de Rocío Jurado y es fan de María Jiménez. Hace unos años prometió a sus hijos llevarlos de crucero, así que con el bote invitaría a toda su familia.
TITULO: La Roca - Carlos Cortés - Quedarse callado ,.
La Roca en La Sexta a las 15:30 Domingo - 4 - agosto , foto,.
Carlos Cortés - Quedarse callado,.
Carlos Cortés ,.
Ese es. Mi hermano me pasó los binóculos y luego el Bala U. ¿Cómo sabés que es él? Lo sé, me dijo. Lo sé desde la primera vez. Llevaba en la billetera una foto recortada del periódico. La había recortado una década atrás. El Bala U reposó con tranquilidad en mi hombro. Me coloqué los binóculos y en el óvalo duplicado del lente surgió un hombre con un bigote que le cubría el labio superior, como el malhechor de una película mexicana. Me lo grabé en la cabeza e hice lo posible por odiarlo. Es él. Lo decidí desde la primera vez que lo vi, dijo Papi. A mi hermano nunca le gustó ese apodo que fue lo único que le quedó de la niñez. Pero no hay nada tan persistente como un apodo infantil. ¿Lo ves bien? Distinguí el bigote, el pelo brillante, aplastado por la gomina, y poco más. Le di vuelta a la ruedilla del enfoque hasta perfilarlo mejor. Entrecerré los ojos y apareció el rostro del hombre al que debía odiar. No veía casi nada así que hice lo indecible por mostrarme imperturbable y serio. Claro, contesté sin saber muy bien qué se esperaba de mí. Aunque nos conociéramos poco y no viviéramos juntos, mi hermano era una especie de héroe y quería que se sintiera orgulloso. Tengo un regalo para vos, mencionó mi décimo cumpleaños y convenció a mamá de que me dejara acampar con él. Lo tenía todo bien planeado. Pensé vagamente en el buceo, la careta, las patas de rana y el snorkel que supuse me regalaría y me lancé a preparar la mochila. Llegamos de noche a la playa y no vi nada, apenas la presencia intangible del Caribe como una bocanada rabiosa. En la madrugada me despertó y salimos a toda prisa sobre la línea de marea. Me advirtió que no sumergiera las pisadas en la arena caliente, me hundiría y la caminata se volvería más lenta. La arena estaba brillante y tersa, como un espejo en el que se dibujaron nuestras huellas, de una blancura lunar. Caminamos durante horas y me pareció que atravesábamos el mundo de un extremo al otro. Hablamos poco, habían desaparecido el hermano bromista de las risotadas estruendosas en las fiestas familiares y los chispeantes ojos azules, que ahora lucían opacos. Me dijo que caminaríamos varias horas antes de que el sol nos impidiera avanzar y volvió a quedarse callado. Me sentí culpable. Me pregunté qué había hecho yo mal. Quería que aquel hermano remoto, hijo de un padre que no conocí, me quisiera y estuviera orgulloso de mí por algo que nunca sería capaz de hacer. Papi tenía la misma edad que tengo yo ahora cuando murió papá y pensé que eso nos hacía algo así como gemelos. Sé que es él, lo he buscado muchas veces, desde que lo vi en el periódico. ¿Estás seguro? Por primera vez el Caribe mojó mis pies y me sorprendió el contacto casi eléctrico con la piel, como una mantarraya líquida. Había soñado muchas veces con aquel mar y no fue lo que esperaba. El sol escondido detrás de un cielo gris, opresivo, tormentoso, y sin embargo ardiente. Cruzábamos a grandes trancos el espacio abierto entre el borde boscoso y la marea baja zigzagueando entre las palmeras y los troncos desguazados como un cementerio de naufragios. Hay que tener cuidado, los cocos se caen de repente y te abren la jupa, mierma, me dijo. Por un instante contemplé la hilera de cocotales como en una postal turística, inmóviles, como recién plantados. Incrédulo asentí en silencio, aunque me alejé de las palmeras cargadas de cocos amarillos. Así cruzamos una playa blanca en el que permanecía de pie el esqueleto de un muelle metálico corroído por el salitre, a punto de derrumbarse. El mar está subiendo, me dijo, con voz grave. No me quejé ni una vez del hambre o del cansancio. Ni del aceite de coco que apestaba impregnándome la camiseta con un olor rancio embadurnado en el cuerpo, como me rogó mamá que hiciera. Un negro decapitó de un machetazo nítido un coco, extrajo el jugo y nos dio de beber. Papi le pagó, tomamos el agua de pipa de un sorbo, de pie, furtivamente, y seguimos adelante. Al llegar al puerto abandonamos la playa y nos internamos en la sombra verde que poco a poco se mostró como una montaña. En un cruce de caminos un hombre nos esperaba con el cuerpo cubierto de iguanas muertas, atadas en ristra, y nos las ofreció. Al ver mi mirada de terror se acercó con dos de los cadáveres agarrados de la cola, divertido, y las agitó haciendo el amago de lanzármelas. Pensé que cobrarían vida al escalar sobre mí con sus dedos de lagarto en miniatura. Luego se alejó sin decir palabra. El camino lastreado ascendía por una pendiente hasta llegar a una caballeriza. Papi se detuvo en un desvío al lado del sendero y escuchamos por primera vez las risas. Se acuclilló con la mochila entre las manos y extrajo los binóculos y el Bala U. El rifle sobresalía del salveque en un estuche de cuero cuarteado. Es él. ¿Estás seguro? No puede ser otro. ¿Y si nos equivocamos? Está muy lejos. Apuntó con los binóculos y asintió. Es él. Lo vi por primera vez. Un hombre de bigote prominente, mirada sombría y pelo lustroso se destacó en un grupo de hombres y mujeres. Los sonidos del monte nos protegían y aun así hablábamos por medio de susurros y gestos mínimos. Un tiro en medio de los ojos. No voy a matarlo por la espalda como hizo con mi papá. Hasta entonces no lo sabía, pero no dije nada. No me quejé. No me quebré. Abrí el estuche, extraje el Bala U y retiré la pana en que venía envuelto. Lo sopesé y no tenía mucha diferencia con mis rifles de juguete. Parecía un rifle de los que mamá había decidido no regalarme más. ¿Lo hacemos?, me dijo. Hice lo posible por odiar a aquel hombre que tenía en la mira. No quería defraudarlo. Quería ser valiente, rubio y de ojos azules, como mi hermano, aunque fuera imposible. Mi hermano era igual a su madre y yo a la mía. Solo nos unía aquella repentina inyección de veneno como la mordedura de una cascabel acechando por la selva. Nadie se va a dar cuenta, me dijo. Nadie, le contesté. Nadie. Nos quedamos horas disfrazados entre las ramas de los cacaoteros podridos por la plaga de la monilia. De vez en cuando Papi tomaba los binoculares, enfocaba y asentía convencido e impotente, como un general antes de entrar en batalla, una batalla perdida de antemano. Yo estaba listo con el Bala U cargado o que imaginaba cargado, tan pesado como un rifle de juguete. ¿Te sentís bien?, me dijo. No quise defraudarlo y decirle que me sentía mareado por el hambre y el calor, con un hueco abierto en el estómago. El zumbido constante de la selva nos rodeaba. Oíamos a los monos aulladores acorralándonos, sitiándonos, cada vez más cerca. O se desgajaba con violencia la rama de un árbol y en su caída precipitaba un estruendo de palos secos que se estrellaba contra la cáscara del suelo. Podíamos oír las voces cerca de nosotros, cada vez más próximas, la voz del hombre susurrándonos al oído, pidiéndonos que lo matáramos. La mirada sombría y el pelo lustroso y la piel estriada por la edad desafiando nuestra impotencia con cada uno de sus movimientos. Me imaginé que una de aquellas ramas gigantes de un árbol invencible le partía en dos el cráneo. Vamos, me dijo, se va a cazar. Lo seguimos durante un rato, a larga distancia, orientados por la seguidilla de disparos que detonaron contra el cielo. Una ráfaga de disparos y el silencio caía después sobre el mundo. Lo seguimos un rato más hasta que se detuvo al borde de un río a beber agua. Un río negro teñido de fibras vegetales como cuerpos que emergieran de nuevo a la superficie. En los binóculos aparecieron las manchas de sudor que le marcaron la musculatura sobre la camisa color caqui. Mi hermano me pidió el rifle y yo lo sopesé en el aire lento, lentísimo, antes de entregárselo. Apuntó sin hacer ruido y me arrastró hacia él hasta colocarme delante de la mirilla, a punto de tiro. El rostro cubrió el centro de la imagen con la claridad de una diapositiva. ¿Querés disparar vos?, me dijo. Negué con la cabeza. No quería defraudarlo, era mi hermano y me había dado su regalo. El hombre al que debía odiar. ¿Disparo?, mierma. No. El ruido rutinario de la vida nos acompañó de vuelta. En el puerto volvimos a pasar delante del hombre negro que nos ofreció agua de coco y aceptamos. Antes de partir le pedí el machete para abrir un coco de un solo golpe, como él había hecho. Entre risas me lo entregó y se hizo a un lado. Lo intenté varias veces, el coco rodó entre mis piernas, intacto, me di por vencido y seguimos. Era de noche cuando volvimos a la tienda de campaña en el pueblo. Me acosté y el odio me aturdió las sienes como las ramas de los árboles que se estrellaban a tierra con un ruido ensordecedor. Papi se volvió de espaldas y se quedó dormido. Yo no pegué un ojo en toda la noche. A pesar de eso soñé con el hombre de las iguanas muertas, con las iguanas que me caminaban por el cuerpo con sus dedos de lagarto en miniatura desollándome la piel. Era el odio. Mi hermano me había inoculado el odio en una ceremonia secreta, silenciosa, como la mordedura instantánea de una cascabel, y nunca más podría liberarme.
TITULO: De tal astilla - Meli regresa a su infancia paseando en coche de caballos por Cádiz,.
De tal astilla - Meli regresa a su infancia paseando en coche de caballos por Cádiz,.
A Meli le encantaba pasear por Cádiz montada en coche de caballos cuando era niña. Y esa es la sorpresa que le ha preparado Lucía, que tiene pasión por la abuela.
Pasear en coche de caballos por las calles de Cádiz. Un viajecito que le encantaba a Meli cuando era niña. Y tiene esa espinita clavada. Bueno, mejor dicho, tenía. Su nieta Lucía hará que regresé a su infancia con la ayuda del programa De tal astilla tal palo.
Abuela y nieta se parecen mucho y se prodigan un gran cariño. En esta aventura lo dejan sellado en sus pieles tatuándose dos tulipanes en la piel. Lucía estudió Bellas Artes y es tatuadora. La abuela está a
punto de arrepentirse cuando ve la aguja. Siempre los ha odiado, ¡lo que hace el amor! ¿Quieres verla?,.
foto - Meli tiene 88 años pero siente que no tiene más de 40 y quiere seguir exprimiendo la vida al máximo. Sus problemas de visión no han apagado sus ganas de vivir. Nos muestra su espíritu juvenil cuando arranca a cantar en el coche de caballos.
Este día, que no olvidará nunca, acaba en el puerto, donde la espera toda la familia. A bordo de un catamarán, recibe de manos de la presentadora, Ana Hinestrosa, un emotivo vídeo sobre su vida realizado con inteligencia artificial.
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ANTENA 3 TV - MASTERS DE LA REFORMA -Bruselas y Construcción - El proyecto de metro sin concluir desde 1968 y que está bajo la lupa de Bruselas,.
El Lunes - 29 - Julio a las 22:45 por Antena 3, fotos,.
Bruselas y Construcción - El proyecto de metro sin concluir desde 1968 y que está bajo la lupa de Bruselas,.
Los tramos de la línea 1 se adjudicaron entre 1976 y 1979 y la inauguración fue en 2009,.
El primer informe municipal sobre la necesidad de un metro en Sevilla es del año 1968. Los tramos de la línea 1 entre La Plata y la Plaza Nueva se adjudicaron entre 1976 y 1979. La infraestructura, con otro itinerario, se inauguró, con un único tramo, en el año 2009.
El 2 de abril de 2009, en uno de los últimos actos de servicio de Manuel Chaves como presidente de la Junta, y con Alfredo Sánchez Monteseirín como alcalde, se inauguró la línea 1 del nuevo Metro de Sevilla, superficial en parte y aprovechando y utilizando obras del trazado antiguo. En menos tiempo, Valencia, con un área metropolitana similar a Sevilla, o Bilbao, con menos terreno, tienen una red completa. Sin salir de Andalucía, Málaga ha puesto esta semana la primera piedra de la prolongación de su línea 2. El Gobierno del PP ha tratado de impulsar todos los metros a su alcance pero ante los retrasos la sociedad civil ha llegado incluso al Parlamento Europeo. Ahora, la UE ha decidido que se mantenga abierta la petición para la construcción, por fin, de la infraestructura. «Esto permitirá que el Parlamento Europeo supervise el compromiso de las dos administraciones en favor de la red completa», señalaron desde la entidad Sevilla Quiere Metro.
La asociación informó recientemente de que el metro de Sevilla suma un nuevo «grave retraso» en el proyecto constructivo del tramo sur de la línea 3. La Junta apuntó al estudio de «alternativas de trazado» para explicar el retraso. La permanencia de la petición en el Parlamento Europeo obligará a las administraciones a rendir cuentas de los cronogramas.
La comisión de Peticiones del Parlamento Europeo decidió mantener abierta una denuncia sobre la necesidad de ampliar las líneas de metro en la ciudad de Sevilla con la premisa de que se trata de la única ciudad europea de su tamaño sin una red completa. El presidente de Sevilla Quiere Metro, Manuel Alejandro Moreno Cano, pidió la colaboración de todas las instituciones para conseguir la financiación necesaria. La plataforma acudió en julio del 2022 a la misma comisión para apoyar la construcción de nuevas líneas para la capital. En abril de 2023, la entidad recibió un informe del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de España que ratificaba la cofinanciación del tramo norte de la línea 3 de metro, sin compromiso con el resto de las líneas. La plataforma solicitó al Gobierno la cofinanciación para el tramo sur de la línea 3 y la línea 2 e instó a la Junta a finalizar la construcción del tramo sur de la línea 3 para 2024, así como a conseguir la financiación correspondiente para ello, y terminar el anteproyecto de la línea 2 para principios del 2026, de modo que pueda ser incluida en el siguiente programa del Feder.
El alcalde, José Luis Sanz, expresó su apoyo a la asociación y recordó que los proyectos «avanzan» gracias al «esfuerzo» del Gobierno andaluz del PP. Sanz pidió que el Gobierno central formalice su compromiso de cofinanciar las obras del tramo sur de la línea tres y de la línea, dos «de forma análoga» a lo ya acordado para el tramo norte de la línea tres del metro, esto es, al 50%. También pidió que la Junta «formalice su compromiso de acabar este año» la actualización normativa de los anteproyectos del tramo sur de la línea tres y busque «la parte de financiación que le corresponda». Sanz resaltó la importancia de la planificación para que las obras no colapsen la ciudad dada su envergadura.
El metro de Sevilla pulverizó el pasado año su récord, con 20.429.032 pasajeros en 2023. La infraestructura lleva desde el primer año sobrepasando el volumen de pasajeros previsto. con una sola línea desde 2009 y sin inversión para más líneas o trenes. El eurodiputado del PP Europeo Juan Ignacio Zoido, pidió al Estado «que no anteponga intereses partidistas». En nombre del grupo Renew, osé Ramón Bauzá afirmó que le «consta el compromiso de la Junta y el alcalde». La eurodiputada socialista Cristina Maestre invitó a la plataforma y a la Junta «a abrir el margen de interlocución a otras fuentes de financiación más allá del Estado».
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