TITULO: VIVA LA VIDA - Bernat Castany Prado - Pasión por la forma ,. SABADO - 8 - Febrero,.
El sabado - 8 - Febrero a las 16:00 por Telecinco , foto,.
Bernat Castany Prado - Pasión por la forma,.
Bernat Castany Prado ,.
Antes de que Colón llegase a las Antillas, el océano Atlántico era un lugar misterioso repleto de islas legendarias sobre las que se proyectaban numerosas fantasías. Estaba la isla de Cíbola, en la que se habrían instalado siete valientes obispos portugueses que huyeron de la Península tras oír que los musulmanes habían iniciado su conquista. También estaban la isla de San Brandián, la ínsula Atlántica y otras muchas islas y archipiélagos que hoy apenas recordamos. Porque, en cuanto se “descubrió” América, el océano Atlántico dejó de ser un fin en sí mismo, digno de ser explorado, aunque fuese con la imaginación, para transformarse en un simple lugar de paso. En poco tiempo, todas aquellas fantasías saltaron al continente americano, y las islas Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde se transformaron en lugares anodinos donde repostar, resguardarse de las tormentas o esperar los vientos alisios. Allí no pasaba nada.
Este es, precisamente, el espacio en el que se ubica la historia de Costa del Silencio, la primera novela de Julio Hardisson. En ella, un hombre establecido en Finlandia, que pasó su infancia y su juventud en una innominada isla canaria, en la que su padre trabajaba coordinando la construcción de un complejo turístico, regresa acompañado de su hija de trece años. Dicho complejo fue abandonado tras la crisis del petróleo de 1973, y, casi cincuenta años después, pasada la etapa del bum turístico, la empresa para la que aquel hombre trabaja quiere reemprender el proyecto.
Pero el suyo no será sólo un viaje de trabajo, pues, además de reencontrarse con el paisaje y el paisanaje de su niñez, aprenderá a verlo a través de los ojos más frescos y comprometidos de su hija y de una de sus amigas, Sabine Scholl, una joven artista alemana que ha viajado a la isla para asistir a una reunión de psicogeografía y ecologismo. Son especialmente interesantes las consideraciones de dicho personaje acerca del futuro del pensamiento utópico. Ciertamente, uno de los grandes problemas del utopismo fue su conexión con el idealismo, esto es, con la negación de las características innegociables de la realidad. A diferencia de Paul Éluard, que consideraba que “hay otros mundos, pero están en este”, el utopista idealista considera que hay otros mundos en otros mundos. Lo cual no sólo no tiene ninguna utilidad en este universo, sino que suele resultar desastroso, por la sencilla razón de que, como no se lo puede vencer, lo mejor es unirse a él. Lo cual no significa someterse, sino tratar de jugar lo mejor posible dentro del terreno de juego que nos ha sido dado.
Según le explica Sabine Scholl al protagonista, un hombre que representa a la generación anterior, atrapada entre el nihilismo y el apocalipticismo, en el mundo actual, la función de la utopía “no es presentar un programa político o económico, sino abrir una brecha en el presente e interrumpir el futuro en los términos en que este se nos presenta aquí y ahora”. Lo que coincide con las ideas de Hannah Arendt acerca de la libertad como la capacidad de romper la cadena de causas y efectos, e introducir un nuevo hecho inicial que produzca una nueva cadena. Como diría Lucrecio, no podemos cambiar la caída de los átomos, pero sí podemos aprovechar o quizá provocar el clinamen o desviación de los mismos, para crear nuevas posibilidades que nos permitan escapar de la “claustrofobia ontológica” en la que el fin de la historia, la muerte de la posibilidad y la crisis de las ideologías nos han dejado encerrados.
De ahí que Sabine Scholl se identifique con Kierkegaard, quien dijo que, si tuviera que desear algo, no desearía riquezas ni poder, sino la pasión de la posibilidad, mientras que lo peor que le podía suceder a su alma era, justamente, el hecho de perder la posibilidad. La utopía no es, pues, un proyecto político concreto, sino sólo la creación de una nueva posibilidad que nos ayude a salir, como diría Marina Garcés, de las prisiones de lo posible. Esta es la idea más realista, más potente y, por vía spinoziana, más alegre, de la utopía que defiende Julio Hardisson en Costa del Silencio.
También resulta interesante el concepto de “ecología gris”, que Sabine Scholl toma del filósofo y urbanista francés Paul Virilio, y que es un intento de actualizar y complementar la ecología clásica, llamada retrospectivamente “ecología verde”, con toda una serie de consideraciones acerca de la contaminación invisible de nuestro modo de vivir el tiempo y el espacio, que propicia “la sustitución del cuerpo real, la distancia y el territorio por una simulación telemática y virtual” y “entraña una amenaza de pérdida del otro, el ocaso de la presencia física, en beneficio de una presencia inmaterial, fantasmagórica”. Se trata, pues, de una contaminación más mental que física, que afecta más a la materia gris que a la verde, de dónde el adjetivo “gris”.
No es extraño que, tal y como explica la novela, los seguidores de la “ecología gris”, mayoritariamente alemanes, busquen una reformulación de sus relaciones con las redes sociales, un poco en la línea de Robert Habeck, uno de los líderes de los ecologistas alemanes, quien se dio de baja de todas sus cuentas, por considerar que lo desorientaban, desconcentraban, polarizaban y estimulaban su narcisismo. Sabine Scholl formará parte de ese grupo que busca retornar a la realidad liberándose de su adicción al liking, al sharing, al rating, al friending, al sadfishing, al scroll down y a las burbujas cognitivas propiciadas por los algoritmos. Todo ello mediante todo tipo de ejercicios de abstención, reaprendizaje de la espera, reconciliación con los ritmos reales, reinvención de modos de participación política y restitución del tejido social real.
Pero el protagonista, el lector, no sólo renueva su visión del mundo gracias a Sabine Scholl, sino también gracias a su capacidad para incorporar la mirada, a la vez distante y consoladora, de una naturaleza que para la especie humana no es más que una burbuja hinchada a punto de explotar. Porque no creo exagerar si digo que Julio Hardisson inaugura con esta obra una literatura de 360 grados. Y no sólo porque invoca todo tipo de géneros escriturales, como el diálogo, la transcripción de entrevista, el diario, el informe o el programa de congreso, sino, sobre todo, porque multiplica las perspectivas narrativas con el objetivo de desplazar al ser humano del centro.
Y es que en Costa del Silencio todo habla. En la línea del panteísmo encantado de El otro mundo de Cyrano de Bergerac o de Hojas de hierba de Walt Whitman, el narrador le pasa el micrófono a todas las realidades que no solemos escuchar. Capítulo tras capítulo, la narración adopta la perspectiva, no sólo de diversos grupos de seres humanos obligados a adaptarse a espacios naturales muy diferentes, sino también de un volcán, del océano, de una ballena varada, de un resort vacacional, de la Estación Espacial Internacional o de una plataforma petrolífera. ¿Cómo? Julio Hardisson moviliza diversas estrategias, la más importante de las cuales, me parece, son las morosas descripciones de los espacios, que funcionan como una especie de discurso indirecto libre que logran hacernos escuchar toda una serie de realidades no humanas.
Así es como en cada capítulo resucita un nuevo ángulo muerto, hasta darnos la sensación de ver al ser humano como un punto de una esfera infinita cuya circunferencia está en todas partes y su centro en ninguna. Y es cierto que, como la especie humana parece el monstruo abisal de su propia falla narcisista, la lectura de una historia como esta, en la que ella no es la protagonista, sino solo un hilo medio suelto de una trama deshilachada, puede producir cierta ansiedad. Pero no estamos ante la espantosa esfera de Pascal, ni ante la celebratoria esfera de Bruno. Sino ante una especie de ejercitación filosófico-literaria que nos enseña cómo ampliar la perspectiva, no para sumirnos en el nihilismo, ni para seducirnos con fantasías cósmicas, sino para enseñarnos a relativizar nuestra importancia e inscribirnos mejor en la realidad. Se trata, pues, de asumir la realidad en sus términos, para tratar de construir alternativas reales.
Pero en Costa del Silencio hay muchísimo más. La isla de Utopía que imaginó Thomas More era una península cuyos habitantes transformaron en isla. Lo cual simbolizaba su desconexión idealista respecto de la realidad. En la utopía realista de Julio Hardisson, la isla se transforma en un continente, porque se nos revela como un microcosmos, esto es, como una cifra de todo el mundo. Es una isla-mundo en la que todas las realidades y todas las perspectivas son invocadas, y junto a ellas, no por encima ni por debajo, la de los seres humanos.
Pero la isla también tiene algo de distopía, por lo menos en lo que respecta al complejo turístico de Ajabo, cuya construcción fue interrumpida en 1973, a raíz de la crisis del petróleo, y que recuerda un poco a la isla de La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares. Los habitantes de la isla-mundo, que representan de algún modo a toda la humanidad, son como los hologramas de la máquina del Dr. Morel, que recuerda al Dr. Moreau: vagan por un mundo agotado sin saber exactamente cómo reinventarlo.
Todo ello custodiado por un volcán. Un volcán, que guarda el secreto de su próxima erupción, que coincidirá con el fin de los isleños, o humanos, que deben aprender a cultivar su jardín bajo la sombra de la contingencia. Lo cual no tiene por qué sumirles necesariamente en el nihilismo, pues puede estimular también su amor por la vida presente, y su sentido de la maravilla de las maravillas, que es como Aristóteles llamaba al mero hecho de ser.
Y todo con un estilo lírico y sobrio, que invoca todas las perspectivas, no cede a ninguna fantasía y nos reconecta con el mundo de una forma realista y alegre, a la vez, porque, como diría Kierkegaard, está animado por la pasión de la posibilidad.
TITULO:
VIVA LA VIDA - Penélope Cruz ,. Domingo - 9 - Febrero ,.
El domingo - 9 - Febrero a las 16:00 por Telecinco , fotos,.
Penélope Cruz,.
El Oscar es para .... Penélope Cruz por 'Vicky, Cristina, Barcelona',.
Penélope Cruz habla, en su entrevista más emotiva y sincera, sobre Dios, sus miedos e ir a terapia,.
La actriz estuvo hace unos meses en Madrid por varios motivos: presentar su nueva película Ferrari, que rodó a las órdenes de Michael Mann; acudir a la gala de los Goya 2024, en la que entregó un premio; y para sentarse en el plató de Historia de nuestro cine y conversar con Elena S. Sánchez, en una entrevista muy especial que coincidió con el 15.º aniversario de un gran hito en su carrera: ganar el Oscar. Penélope Cruz es una gran estrella internacional y tiene una sólida carrera como actriz que crece año tras año. Actualmente, se plantea ampliar su campo de trabajo y dar el salto a la dirección, animada en todo momento por su amigo Juan Diego Botto, que la dirigió en la cinta En los márgenes. De entrada, se ha lanzado al documental y lleva un año metida de lleno en un proyecto que produce y dirige.
El síndrome del impostor
Su nombre es sinónimo de éxito, glamur y felicidad, pero ella destroza el mito y se muestra como una mujer normal, con sus inseguridades, sus miedos. "El miedo siempre me ha acompañado, y más desde que tengo hijos. Si no lo sintiera, sería el momento de dedicarme a otra cosa. Es un miedo que tiene que ver con lo perdida que estás antes de empezar a rodar, que es un miedo muy necesario y que tiene que ver un poco con el síndrome del impostor que tenemos los actores", reveló en la entrevista. "Todavía sigo sintiendo las mismas sensaciones que cuando hice mi primera película", dijo.
Uno de sus papeles más recientes ha sido el de Elena Ferrari, esposa de Enzo Ferrari, el magnate del automovilismo. Un personaje que trabajó a conciencia, como siempre hace. "La parte que más felicidad me da es la búsqueda para construir el personaje, y desde luego nunca me paro a juzgarlos. Se sabe poco de ella y me fui con Michael a investigar, a hablar con gente que la conocía de verdad, ver su apartamento, el mercado en el que compraba cada día. Fue una mujer muy marcada por la tragedia, tanto por la muerte de su hijo como por la doble vida de su marido, que conocían todos menos ella".
Milena Smit y Penélope Cruz en 'Madres paralelas'. El deseo,.
Pe, en el cine de Almodóvar
No es la primera vez, ni será la última que nos regale una interpretación excelente en un registro dramático. En el programa se proyectan imágenes de sus mejores papeles, de todas las mujeres que ha hecho en el cine. "He hecho menos comedia, porque no hay mucho donde elegir, por eso he hecho mucho drama y a muchas mujeres en situaciones complicadas".
Algunas de ellas las ha rodado con Almodóvar, que valora la capacidad de la actriz para gestionar las emociones delante de la cámara y de la que adora esa mirada 'mojada', con la lágrima contenida, como se aprecia en los primeros planos de Penélope Cruz en Volver. "Nuestra profesión estimula la compasión y la empatía hacia los demás, pero no me gusta forzarlo. Lo que hago es entrar sin miedo a la realidad de otra persona que, a lo mejor, se parece a cosas que tienen que ver con algo que me ha pasado a mí".
Pedro Almodóvar fotografió a Penélope Cruz para la revista W
Otro de los personajes más duros fue Janis, en Madres paralelas. La actriz se derrumbó tras la secuencia en la que tiene que enfrentarse a la realidad y desprenderse de la hija a la que ha criado, una niña que no es suya. "Me tiré al suelo y me agarré a las piernas de Pedro. Me tiré una hora llorando por esas mujeres que se ven en situaciones como esta". La actriz confesó que en los últimos 30 años ha ido a terapia, en intervalos intermitentes, y que defiende este tipo de ayuda profesional. "Es muy importante tener un lugar seguro en el que vaciar el vaso, y yo lo tengo ahí".
Penélope Cruz: "Creo en Dios"
Reapsó con un tímido orgullo todo lo que ha logrado, dando las gracias a los directores con los que ha trabajado y valorando los caprichos del destino, como que se estrenaran casi a la vez Jamón, jamón, de Bigas Luna, y Belle Époque, de Fernando Trueba. "Que las dos se vieran el mismo año es una buena carta de presentación, porque los personajes son dos colores tan diferentes y, además, son películas muy buenas". Penélope asegura ser creyente, pero a su manera. "No tengo una religión concreta, pero sí creo en Dios. Rezo por las noches y le doy las gracias por lo que tengo, por haber logrado mis sueños". Elena S. Sánchez subrayó durante la entrevista su poder e influencia, y recalcó que es un referente. "No soy consciente, pero sí me siento agradecida por el lugar que tengo, por poder dedicarme a lo que me gusta y poder elegir".
15 años del Oscar
La actriz también habló de las estrellas que tanto admiraba de adolescente y con las que ahora se codea, desde Meryl Streep, "la amo, es la actriz a la que más admiro", a Woody Allen, con quien rodó Vicky, Cristina, Barcelona. De hecho, desveló lo duro que fue trabajar con él, ya que solo rueda una toma de cada secuencia y no suele dejar ver a los actores lo que se ha grabado. "En algunos momentos, Javier y yo estábamos un poco despistados", aseguró.
Elena S. Sánchez entrevista a Penélope Cruz en 'Historia de nuestro cine',.
Con esta película se hizo con el Oscar a mejor actriz de reparto y cuando subió a recoger su estatuilla se pudo oír a su amigo, el escritor Luis Alegre, decir: "¡Viva la madre que te parió!", momento que sorprendió a Prince, que se giró para ver quién era la persona que gritaba. "Casi pierdo el hilo por tu culpa. ¡Estaba tan nerviosa!". Entonces, él responde: "Era un grito de euforia, pero me encantaba la idea de introducir a tu madre, que es una persona decisiva en tu vida".
TITULO:
No sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna
- El Gobierno dejará que se vean los efectos del no del PP y Junts a la subida de pensiones,.
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sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna - El Gobierno dejará que se vean los efectos del no del PP y Junts a la subida de pensiones ,
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El Gobierno dejará que se vean los efectos del no del PP y Junts a la subida de pensiones,.
Pedro Sánchez, este miércoles durante su participación en el foro de Davos.
El Ejecutivo no prevé un nuevo decreto inmediato y quiere volcar la presión de los pensionistas sobre la oposición, que ha decidido tumbar la revalorización. 12 millones verían una rebaja grande en febrero,.
El Gobierno no pensó que la situación llegaría tan lejos. En los cálculos de La Moncloa estaba la idea de que, en el último momento, como ha sucedido casi siempre desde que Pedro Sánchez llegó al poder, alguien no soportaría la presión de ser el responsable de que 12 millones de jubilados vean cómo se rebaja su pensión en febrero o varios millones de usuarios del transporte público vean cómo sube a partir de este mismo viernes. El Ejecutivo lo intentó hasta el final con Junts, según fuentes,.
TITULO: Canal Sur Toros para todos - El sueño de un novillero, salir por la Puerta Grande de Madrid,.
Canal Sur Toros para todos,.
Toros para todos. Enrique Romero nos muestra de forma amena la vida del toro bravo en el campo y el lado más personal de las figuras del toreo.
El sueño de un novillero, salir por la Puerta Grande de Madrid,.
El madrileño Alejandro Chicharro ha conseguido cumplir el sueño de todo aquel que se viste de luces, salir por la Puerta Grande de Las Ventas.
Nuestra sección Orobroy se recrea en la espectacular faena del novillero madrileño / foto - Alejandro Chicharro. El joven novillero derrochó disposición, capacidad y sobre todo una ilusión desbordante para conseguir su sueño, abrir la Puerta Grande siendo un novillero.
El joven novillero dejó muy buena imagen sobre el ruedo tras cortar 2 orejas, y con su quietud y templanza consiguió su sueño, salir a hombros por la Puerta Grande.
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