martes, 25 de febrero de 2025

España Directo -Economía - Banco Sabadell apura los plazos para alegar en la CNMC en contra de la opa de BBVA ,. / Mi casa es la vuestra - Pedro Ruiz ,. Viernes -7 - Marzo ,. / Detrás del muro - PÁGINA DOS - Fernando Navarro ,. Martes - 4 - Marzo ,. / Cartas de amor - Cena de amor ,.

   TITULO: España Directo - Economía - Banco Sabadell apura los plazos para alegar en la CNMC en contra de la opa de BBVA,.

 

Banco Sabadell apura los plazos para alegar en la CNMC en contra de la opa de BBVA,.

 

Banco Sabadell ultima sus alegaciones al expediente que se sustancia en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la opa de BBVA. La entidad catalana está apurando los plazos para presentar sus objeciones, algo que se producirá a finales ,.

TITULO: Mi casa es la vuestra -  Pedro Ruiz  ,. Viernes - 7 - Marzo   ,.

Viernes - 7 - Marzo  a las 22.00, en Telecinco, foto,.

 

  Pedro Ruiz,.

 

 Pedro Ruiz dice lo que muchos piensan sobre la situación actual de los okupas en España: «Hay que poder...»

Pedro Ruiz dice lo que muchos piensan sobre la situación actual de los okupas en España: «Hay que poder...»,.

El presentador ha lanzado un mensaje sobre cómo deberían poder tratarse los casos de okupación en nuestro país,.

Datos del Ministerio del Interior indican que en 2023 se contabilizaron 15.289 denuncias por okupación ilegal en España, un 8,8% menos que un año antes y un 11,5% menos que en 2021, incluyendo tanto los delitos de allanamiento de morada como la usurpación del derecho de uso de un inmueble, ambos del ámbito penal.

Pero, tal como asegura Idealista, diferentes expertos jurídicos explicaron al portal inmobiliario que actualmente hay varios factores que indican que la situación no ha mejorado, a pesar de que los datos oficiales dicen contrario, y que no reflejan la realidad de lo que ocurre en nuestro país en esta materia.

Tomando de referencia una u otra información, lo cierto es que en la realidad actual suelen hacerse mediáticos casos diversos de okupación o inquiokupación en los que los propietarios denuncian los calvarios por los que dicen pasar.

Uno de los últimos casos notorios de este tipo es el que se ha dado en Mos, Pontevedra, donde Pilar Pardo asegura vivir una situación desesperada. Según ha contado, su solidaridad hizo que dejase a una familia una de sus casas vacías para vivir por un mes pero, con el tiempo, los inquilinos no se van y han empezado a acumular basura y deudas.

Sobre este caso actual ha querido opinar Pedro Ruiz, presentador muy activo en redes sociales, por donde ha compartido el siguiente mensaje al respecto de la okupación en España: «En Mos, Pontevedra, Pilar ha tenido que convertirse en 'okupa de sus okupas'. Se ha plantado en su coche frente a una de sus ventanas. A los okupas hay que poder echarlos ipso facto», escribe, refiriéndose a la okupación en general en nuestro país.

Pedro Ruiz hace referencia así a la drástica decisión de la vecina de Mos. Ante la petición e insistencia de esta para que los okupas se marchen, esta cuenta que ha recibido amenazas, e incluso han mostrado un cuchillo a su hijo.

Como adelanta el artista en su publicación, en una medida desesperada, la mujer aprovechó un momento en el que la casa estaba vacía para entrar en ella y atrincherarse en una de las habitaciones de su propia vivienda, aunque en un inicio permaneció dentro de un coche frente a la casa.

Además, se ha declarado en huelga de hambre para intentar recuperarla. «Voy a salir de aquí muerta o en camilla, pero no voy a dejar mi casa sin luchar», decía Pilar.

La propietaria podría enfrentarse a la justicia

La afectada también cuenta que la Policía le ha indicado que podría enfrentarse a cargos por allanamiento de morada al haberse colado en la vivienda okupada. «Desde la Policía me dicen que ellos tienen derecho a estar allí y que yo no puedo hacer nada, es el mundo al revés», explica Pilar, quien asegura sentirse abandonada por las autoridades.

 

TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS  - Fernando Navarro , Martes - 4 - Marzo ,.


PÁGINA DOS -  Fernando Navarro,.

 

 

Martes - 4 - Marzo, a las 22:00, en La2, foto,.

 

 Fernando Navarro

 

 

 Página Dos se adentra en una historia de terror con toques lisérgicos y fantásticos con Crisálida, de Fernando Navarro. Por otro lado, Manuel Astur presenta su poemario sobre la naturaleza, El futuro siempre verde. Los problemas de las "ciudades marca" se abordan en Ciudad Clickbait, de Vicent Molin.

 

TITULO: Cartas de amor - Cena de amor,.

Cena de amor ,.

 Cena de San Valentín en familia

foto / Creo que la de Manolo y Pepa es una de las más bonitas historias de amor que conocí nunca. Ocurrió hace tanto tiempo que no estoy seguro de que ella se llamara de verdad Pepa. Del nombre de él sí me acuerdo, pues es al que más frecuenté. Los conocí a mediados de los 70. Tenían un restaurante diminuto entre la carretera de La Coruña y el puente de los Franceses: una pequeña venta que siempre estaba llena. Quizá algunos de quienes lean esto los recuerden, sobre todo a Manolo. Era sesentón, flaco, agitanado de aspecto. Todavía un hombre guapo. Atendía las mesas y de noche, al terminar, tocaba la guitarra. Ella era regordeta, más rubia que morena, con bonitos ojos claros. Y poco a poco fui enterándome de su historia.

Todo había empezado veinte años atrás, durante una montería a la que asistían ministros, jefes provinciales del Movimiento y autoridades varias, acompañados de sus esposas: escopetazos, cena campera y cuadro flamenco con bailaoras, cantaores y guitarristas. Uno de esos guitarristas era Manolo: moreno, chuletilla, gitano. A Pepa, por entonces mujer de uno de los ministros, le cayó simpático. Tanto, que al regreso a Madrid, acompañada por amigas de confianza, empezó a visitar el lugar donde Manolo actuaba, un conocido tablao que estaba en la plaza de Santa Ana. Él la veía entre el público de turistas, actores de cine americano, señoritos noctámbulos y gente de diverso pelaje, y tocaba mirándola a los ojos con su espléndida sonrisa. Acariciando la guitarra como si la acariciara a ella.

Acabó pasando lo que tenía que pasar. Arropada por las íntimas amigas, Pepa faltó al sagrado deber del matrimonio, como se decía entonces. Se enamoró hasta las trancas; y a Manolo, que al principio sólo se dejaba querer, le pasó lo mismo. Él era soltero y ella no tenía hijos. Más que simple amor, por ambas partes fue un acto de valor en toda regla, porque la época no estaba para adulterios, y mucho menos con señoras de ese nivel y poderío. Hablamos de los primeros años 50 en la España de Franco, o sea. Quien lo vivió, lo sabe. La estricta moral del régimen, al menos en lo público, lo ponía realmente difícil. Al fin ocurrió lo más temible: el marido, el ministro, se enteró. Y empezó la pesadilla.

Hubo varias fases. La primera, con intervención de parientes, amigos de la familia, obispos y hasta policías. Ante todo eso, Pepa se portó como se portan las mujeres de casta cuando se enamoran: irreductible, orgullosa y valiente. Y como ella no cedía, el ministro hizo que fueran a por Manolo. Primero fueron detenciones arbitrarias, días de calabozo y palizas. Después, usando su influencia, consiguió que lo echaran del tablao y que nadie le diera trabajo. Lo dejó sin un duro y en la calle, pero no contaba con la casta de Pepa. Al enterarse, dejó al marido y se fue con Manolo.

Siempre perseguidos por el marido-ministro, vivieron un tiempo con los ahorros de ella y lo que el guitarrista ganaba malviviendo por ahí. Y entonces a Pepa se le ocurrió la idea. Tú tocas de maravilla y yo cocino como los ángeles, dijo. Montemos un restaurante. Con sus últimos recursos se pusieron a eso, alquilaron un local y ella pidió ayuda a sus amigas de la buena sociedad, que clandestinamente, encantadas con la romántica historia, la alentaban todo el tiempo. La comida era simple, de cuchara: lentejas, fabada, estofados, cocido. Todo muy bueno, pero nada más. El truco clave fue poner unos precios desproporcionados, carísimos, como si ahora por unos huevos fritos con patatas te clavaran cincuenta euros. Y el día de la inauguración, las amigas se portaron: aquello se llenó de señoras de ministros y altos cargos, de amigos con pasta, de gente bien. Pepa cocinaba, la hermana de Manolo servía y él tocaba la guitarra. El éxito fue enorme, y lo siguió siendo durante años. Y aunque empezaba a decaer cuando yo empecé a ir por allí, los fines de semana era imposible encontrar una mesa libre.

Fue así como, una noche de copas y conversación hasta las tantas, Manolo me confirmó los detalles de la historia que yo había ido conociendo a retales. Ya tocaba él la guitarra raras noches, aunque ésa lo hizo. Estábamos allí algunos amigos del diario Pueblo –Paco Cercadillo, Pepe Molleda y no recuerdo quién más– y conversamos hasta muy tarde, dándole al alcohol y al tabaco sin ganas de irnos. Y al fin, como aquello se prolongaba, Pepa se asomó desde la cocina para decir que ya estaba bien, que era hora de cerrar. Y Manolo, sonriendo resignado, dio la última calada al pitillo, puso a un lado la guitarra, apuró el gintonic y dijo: «Ahí la tenéis. Si hubiera sido ternera, habría parido toros bravos».

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