jueves, 6 de febrero de 2025

A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Culturas 2 - Miguel Á. Martínez ,. / LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - Sanidad se pone en contra a toda la profesión médica frente a su Estatuto Marco,.

 

 TITULO:  A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER - Culturas 2  -Miguel Á. Martínez  ,.

 A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER,. 

 Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.

 Miguel Á. Martínez,.

Miguel Á. Martínez: «Decir que el consumo cero de alcohol es lo más saludable es una moda»

El sabio de la dieta mediterránea se ha embarcado en una ambiciosa investigación para zanjar el debate de los beneficios de una copa de vino,.

foto / El profesor Miguel Ángel Martínez posa en su laboratorio de la Universidad de Navarra con una copa de vino manuel castells,.

Miguel Ángel Martínez es un científico valiente. Nunca como ahora se había demonizado más el alcohol. Su consumo se relaciona con más de 200 enfermedades, entre ellas varios tipos de tumores, y la muerte de tres millones de personas cada año en el mundo. El consenso científico ha dictaminado que es malo desde la primera gota para nuestro cerebro o el hígado y empeora la memoria, engorda, envejece... Ni siquiera se salva la famosa copa de vino tinto en las comidas que algunos cardiólogos se animaban a recomendar a sus pacientes.

En el mundo de la salud ya no hay lugar para la indulgencia. O, al menos, por ahora. El científico más reconocido por sus estudios en dieta mediterránea ha decidido ir a contracorriente. Quizá, porque le cueste eliminar una de las costumbres más arraigadas de la alimentación del sur de Europa que tanto ha estudiado. Él es el cerebro detrás de los ensayos Predimed y Predimed plus, las investigaciones que convirtieron la dieta mediterránea en el patrón oro de la nutrición, porque demostró que reducía el riesgo de cáncer y enfermedad cardiovascular.

A este catedrático de Salud Pública de la Universidad de Navarra y catedrático visitante en Harvard no le asusta salirse de la norma. Cree que el debate de la copa de vino no está cerrado por completo y quiere responder a preguntas que aún no da por aclaradas: ¿Es el alcohol dañino en cualquier dosis? ¿Puede el consejo médico avalar un consumo moderado frente a la abstención absoluta? ¿El consumo cero es siempre lo más saludable? Para contestarlas ha planteado una investigación ambiciosa en la que quiere reclutar a 10.000 voluntarios bebedores españoles de entre 50 y 75 años a los que seguirá durante cuatro años. En el estudio Unati, un sistema informático decidirá al azar qué brazo del estudio le toca, como se hace en otros estudios para determinar la eficacia de un nuevo medicamento. A la mitad se le aconsejará la abstención y al resto beber con moderación. Se trata de la iniciativa científica de mayor envergadura que se ha puesto en marcha sobre el consumo de alcohol. La Unión Europea financiará el proyecto con una beca ERC, una de las ayudas científicas más potentes, tanto por dotación económica como prestigio.

 

—Para evitar cualquier interpretación desde el comienzo de esta conversación, ¿usted no pone en duda el riesgo del alcohol?

—No, no, por supuesto que no. Claramente, el alcohol representa un factor de riesgo de primer orden hasta los 35-40 años. En España tenemos uno de los consumos más elevados y la situación es lamentable porque, particularmente entre los jóvenes, se tiende a consumir en atracón, fuera de las comidas y, sobre todo, destilados, una costumbre muy alejada de nuestro patrón mediterráneo. La recomendación a estas edades es de abstención total. Donde creo que existe un debate es si es tan dañino en los bebedores moderados que tienen más de 40 años, llevan toda su vida tomando una copa de vino en las comidas y no cometen excesos. A ellos también se les está planteando la abstención como la opción más saludable porque se piensa que los posibles beneficios para la salud cardiovascular se superan por otros riesgos como el cáncer. Pero también hay sólidas voces que consideran que una ingesta moderada permitiría una menor mortalidad, mejor salud cardiovascular y menos riesgo de diabetes que los abstemios.

—¿Cómo se define ese consumo moderado protector?

—La protección podría estar en esa forma de beber alcohol tan ligada a nuestra dieta mediterránea. Ese patrón consiste en una ingesta baja de vino tinto, que es el que tiene más beneficios por sus compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, acompañando a las comidas, que se reparte a lo largo de toda la semana o incluso hay algún día en el que no se consume. La toxicidad del alcohol difiere entre hombres y mujeres, pero digamos que pasarse de tres copas al día de vino no le hace bien a nadie, nunca.

—En un momento en el que apenas hay profesionales de la salud que defiendan las bondades del vino, usted se pregunta ¿y si las hubiera? ¿No le asustan las críticas?

—Uno de los tipos más listos que conozco en la Universidad de Harvard, Alberto Ascherio, el científico que relacionó el virus Epstein-Barr con la esclerosis múltiple, me dijo que era muy valiente cuando le comenté mi proyecto. Pero no solo por las críticas sino por atrevernos a hacer un estudio de esta envergadura y porque lo que digamos sabemos que se va a extender por todo el mundo.

—¿Usted bebe?

—Sí, bebo casi a diario, una copa de vino tinto. Pero me salen menos de siete vasos a la semana.

—¿Le gustaría demostrar que ese sería el consumo aceptable dentro de una dieta saludable?

—Soy científico, no parto de ninguna idea, solo del agnosticismo. Yo hago el ensayo porque quiero saber y porque este debate tiene perplejos a la inmensa mayoría de los médicos, a médicos que se encuentran en sus consultas a pacientes que no son bebedores intensos, que no se emborrachan ni pierden el control, sino que les gusta tomarse una copa de vino en las comidas. Y los médicos no saben qué recomendarles. Se ha puesto de moda decir que el consumo de cero alcohol es lo más saludable, pero es una moda, no hay una evidencia científica que lo respalde. ¿Sabe cuál es el ensayo aleatorizado más grande sobre los efectos del alcohol? Un estudio con solo 224 voluntarios a los que se siguió durante dos años. El 70 por ciento de la población europea consume bebidas alcohólicas y el mayor estudio está basado solo en un par de centenares de casos. Sin embargo, para valorar la eficacia de un nuevo fármaco que será usado por menos del 1 por ciento de la población se gastan millones de euros con miles de pacientes. Es paradójico, ¿no cree?. Esta es una de mis motivaciones para hacer el ensayo.

«La recomendación de cero alcohol está basada en dos estudios y una especulación. El mayor estudio tiene 224 casos»

—¿No hay ciencia detrás de las voces que piden no tomar alcohol bajo ningún concepto?

—Estas afirmaciones vienen de dos estudios y una especulación. Uno de ellos, es el 'Global burden of disease', financiado por la Fundación Gates y publicado en la revista 'The Lancet' en 2018. Es un estudio gigantesco realizado en 195 países donde, entre otras cuestiones, se valora el consumo de alcohol. De ahí se extrajo en 2018 la conclusión de que la mejor dosis de alcohol era cero y había más de doscientas enfermedades asociadas a su consumo, pero en realidad esa es la conclusión de un editorial que escribe otro autor. Curiosamente, el editorial se difundió más que los datos obtenidos por el propio grupo de investigación. Cuatro años más tarde en 2022 el mismo grupo científico publicó en la misma revista científica que el riesgo del alcohol depende de la edad, su sexo y distribución geográfica. Dicen que lo ideal es consumir una copa de vino en días alternos a partir de los 40 años y que eso es mejor que ser abstemio. Esta conclusión no tuvo la misma ola de difusión mediática que el primer comentario de opinión.

—Pero esta no es la única investigación que demoniza el alcohol.

—El otro gran estudio es de un investigador de origen chino de la Universidad de Oxford diseñó un trabajo con una base de datos de varios miles de personas en China que en lugar de preguntar a la gente cuánto bebía, se lo preguntaban a sus genes, porque los genes, en teoría, no mienten. Pero no resultó efectivo. La predicción a partir de información genética es muy mala, muy variable. Tanto este estudio como el de Fundación Gates han influido mucho pero también hay más de cien estudios epidemiológicos convencionales que muestran cómo la dieta mediterránea pierde eficacia si le quitas ese vaso diario de vino tinto. En Grecia lo comprobaron en un estudio con 22.000 griegos. Primero vieron que era realmente protectora para reducir la mortalidad. Después se preguntaron qué ocurriría si a esta dieta se le quitaban las legumbres, la carne, la fruta, el vino… Donde más perdía era cuando se quitaba el vino, algo más de un 20 por ciento de protección frente a la mortalidad prematura. Eliminando otros alimentos, solo se perdía un 12-13 por ciento. Nosotros también lo comprobamos en el estudio Predimed y Predimed plus.

—¿Por qué hacer una nueva investigación entonces?

—Porque son conclusiones extraídas de un modelo matemático y porque hay opiniones muy serias de expertos en salud pública a los que respeto mucho que dicen que lo mejor es la ingesta de cero alcohol y que esto de aconsejar beber vino con moderación es una maniobra comercial de la industria alcoholera. Pero también hay otros que ven beneficios y me merecen el mismo respeto.

«Respeto mucho a los expertos que creen que el consumo moderado es una maniobra comercial y también a quien ve beneficios»

—El vino está arraigado en nuestra cultura, pero sigue siendo alcohol. ¿Por qué protege?

—El etanol es la molécula que está en todas las bebidas alcohólicas. El vino y, en especial, el tinto cuenta con beneficios antioxidantes y antiinflamatorios. Pero lo que importa es el patrón de consumo. Igual que la dieta mediterránea no es solo el aceite de oliva virgen extra, sino esa maravillosa combinación de tomar frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite... Todo este conjunto combinado de una forma armónica previene el ictus, el infarto y la muerte prematura. Si se consume durante la comida, se evitan licores fuertes, no se toma en atracón como hacen la mayoría de los jóvenes… el efecto del etanol cambia, es lo que llamamos un modificador del efecto.

—Todos mentimos. En un ensayo clínico con un fármaco es fácil saber si te has tomado la medicación. ¿Cómo se controla si alguien ha bebido más o menos o cómo lo ha hecho?

—Está previsto. Utilizaremos un método que permite valorar el consumo de alcohol con independencia de lo que nos digan los voluntarios que participen en el ensayo. Esto es posible con un análisis de cabello. Los tejidos queratinizados como el pelo y las uñas son un chivato para saberlo.

 

Estudio Unati

¿Quién participará?

Se busca a 10.000 voluntarios que consuman más de tres bebidas alcohólicas a la semana y menos de 70, y tengan entre 50 y 70 años, en el caso de los hombres y los 55 y 75 años si son mujeres. Hay pocos criterios de exclusión, salvo tener en curso una enfermedad grave. La idea es reclutar a los pacientes convencionales que vería un médico de Familia en el centro de salud. Quien desee participar puede apuntarse en la web https://medpreventiva.es/4nYpsd

Estrategia de reducción de consumo

Quienes se involucren serán asignados al azar para reconducirles hacia la abstención o el consumo moderado. El objetivo en todos los pacientes será siempre de reducción de consumo y dentro de lo que se entiende como patrón de consumo mediterráneo, es decir como acompañamiento de las comidas y no como droga psicoactiva.

Qué se busca con este estudio

Se obtendrá un índice de eventos cardiovasculares, cáncer, mortalidad por cualquier causa, enfermedades hepáticas, depresión, demencia diabetes tipo 2, tuberculosis u otras infecciones graves que requieran hospitalización. Así se podrá zanjar el debate tras analizar los resultados

—Quien bebe vino suele beber también otro tipo de alcohol.

—Sí y eso complica mucho nuestro trabajo. Hay muchos factores a tener en cuenta en este tipo de investigaciones. Quiero dejar claro que el objetivo del estudio es ayudar al paciente a que haga más saludable su consumo de alcohol, a bajarlo siempre. Todo el énfasis se pone en la reducción: si toma mucha cerveza, se le introducirá en alternativas sin alcohol, si toma un gin tonic a cambiarlo por una ginebra sin alcohol… Podremos dar todo este tipo de consejos durante el tiempo que dure el ensayo, el tipo de recomendaciones que un médico de familia no tiene tiempo de hacer en consulta.

—Este concepto de reducción de daños del alcohol, ¿no le recuerda a los peligrosos mensajes de la industria del tabaco con el vapeo?

—Sí, es posible que se parezca. En alguna publicación he sido crítico con las estrategias de reducción de daños porque pueden estar motivadas por intereses comerciales. Pero aquí hay una diferencia sustancial. En la larga historia de los estudios epidemiológicos sobre el tabaco nunca se han atribuido beneficios a favor del tabaco. En cambio, muchos estudios epidemiológicos convencionales han encontrado beneficios en salud atribuibles a consumos moderados y, sobre todo bajos, de bebidas alcohólicas. Aquí la reducción de daños podría ser una estrategia adecuada. No lo sabemos. Necesitamos la evidencia científica más sólida, por eso investigamos.

 

 TITULO:  LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - Sanidad se pone en contra a toda la profesión médica frente a su Estatuto Marco,.


LA BRUJULA ONDA CERO,.


 La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
 

  
La Linterna La Cope ,.
 
  'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catali
na,.

 

Sanidad se pone en contra a toda la profesión médica frente a su Estatuto Marco,.

Asociaciones, sindicatos, representantes autonómicos todos se resisten,.

La ministra de Sanidad, Mónica García, durante una rueda de prensa, a 15 de enero de 2025, en Madrid (España).
 
foto / La ministra de Sanidad, Mónica García, durante una rueda de prensa, a 15 de enero de 2025, en Madrid (España). 

El Ministerio de Sanidad ha conseguido, en estas últimas semanas, ponerse en contra a la profesión médica al completo. Toda una hazaña teniendo en cuenta que, como todo colectivo profesional, el de facultativos tiene opiniones diversas respecto a temas clave en lo referente al marco legal que debe regular su actividad.

Sin embargo, cualquier desavenencia ha quedado eclipsada por la «tomadura de pelo» de la que han sido objeto por el departamento que dirige la anestesista Mónica García que, desde que tomó posesión de su cargo, les prometió mejorar sus condiciones para que quisieran quedarse trabajando para la que, a su juicio, es «la mejor sanidad pública de mundo». Las «falsas promesas» duelen más cuando vienen de alguien que se supone que conoce la profesión.

La causa de su indignación no es otra que las polémicas medidas que ha incluido Sanidad –de manera unilateral y sin consenso– en el borrador del anteproyecto del Estatuto Marco del personal sanitario del Sistema Nacional de Salud (SNS), que se está negociando desde hace meses. El Ministerio sacó el texto de la Mesa del ámbito este verano y lo devolvió hace un par de semanas con la inclusión de algunos artículos que la profesión médica considera «inaceptables». Entre ellos se encuentra la pretensión de obligar a los jefes de servicio de los hospitales y a los residentes que finalizan su formación especializada a trabajar exclusivamente para el sector público (durante 5 años a estos últimos), a «coste 0», o que las guardias de 24 horas se reduzcan a un máximo de 17 pero con la letra pequeña de que se prohíba que sean precedidas o seguidas de un turno ordinario. También la jornada obligatoria de 48 horas a la semana para los facultativos. En un momento como el actual, en el que el debate se centra en la jornada de 37,5 horas semanales para todos los trabajadores (y se debate sobre si tendría que ser de 35), la imposición de 10 horas más para los médicos ha caído como una bomba.

García tiene en contra a la Organización Médica Colegial (OMC), la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), al Sindicato Médico de Andalucía, País Vasco, Navarra, Madrid (Amyts), Comunidad Valenciana, Cataluña o La Rioja, a la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid, al Sindicato de Empleados Médicos de Canarias, Facultativos de Galicia Independientes, la Asociación Avanza Médica, la Asociación MIR España y la Plataforma Médicos No Fijos y Médicos Unidos por sus Derechos, entre otros.

El viernes, la Asamblea General de la OMC, que agrupa a todos los colegios oficiales de médicos de España, hizo púbico un manifiesto en el que expresa su «total rechazo» al texto. En un comunicado, la corporación profesional subrayó «la Asamblea General de la OMC y las juntas directivas de todos los Colegios de Médicos de España apoyan la movilización del próximo 13 de febrero a las 12 horas frente al Ministerio de Sanidad», conformando así una unidad histórica contra Sanidad. Una movilización que han convocado todos los sindicatos médicos que hay en el país.

Según la OMC, el anteproyecto de ley no solo es un tema laboral, es un estatuto que «enmarca» al ejercicio de la profesión médica. Además, asegura que respalda y apoya a los sindicatos médicos para la negociación de un estatuto propio para los médicos/as.

«Las organizaciones estamos decididas a coordinar las acciones necesarias para alcanzar una regulación específica para el médico y el facultativo enfocada a que el Sistema Nacional de Salud mantenga su elevado nivel de calidad asistencial y un grado de satisfacción relevante por parte de la ciudadanía», reseñaron los convocantes de la manifestación esta semana.

Los convocantes también han pedido a Sanidad que «escuche y tenga en cuenta reivindicaciones históricas y justas. Se trata de un momento crucial para decidir el futuro de la profesión y más si el Ministerio de Sanidad no está decidido a avanzar en un Estatuto propio, ni a mejorar significativamente nuestras condiciones de ejercicio», advirtieron.

Ni García ni su segundo, Javier Padilla, han mostrado flexibilidad alguna ante las peticiones del colectivo médico. La ministra dejó claro, después de la reunión de la Mesa del Ámbito el pasado 22 de enero, que el objetivo de su departamento es que el nuevo Estatuto Marco que salga de las negociaciones «recoja a todas las categorías» y que sea «para todos los profesionales de la salud: enfermeras, médicos e investigadores, entre otros muchos».

Por su parte, el secretario de Estado de Sanidad declaró hace unos días que «no existe estatuto propio para ninguna profesión» y que «si lo que quieren (en alusión a los médicos) es dejar de ser estatutarios y pasarse al régimen laboral, que lo digan directamente».

Y es que como ejemplo, el Sindicato Médico de Baleares (Simebal) ha convocado paros de media hora para el día 10 para mostrar la «precariedad» y el «descontento» del colectivo por el Estatuto Marco de la profesión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario