BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - TENDENCIAS, MUNDO, MODA, UNA DECLARACIÓN DE HUMOR ,. Miercoles -29- Abril , fotos,.
El miercoles -29- abril a las 22:30 por La 1,.
TENDENCIAS, MUNDO, MODA, UNA DECLARACIÓN DE HUMOR,.
Mujer rica y abandonada se instala, ultra chic, en el diván de su psicoanalista. Este escucha distraídamente sus quejas, hasta que su mirada es atraída por el sublime abrigo de piel violeta que ella ha dejado en el perchero. Hipnotizado, absolutamente fascinado por la prenda, ignora el monólogo de su paciente y termina probándoselo. “Prada suits everyone”, concluye el oportuno título de este cortometraje firmado por Roman Polanski y presentado en el festival de Cannes el año pasado.
Protagonizada por Helena Bonham Carter y Ben Kingsley, esta pequeña y extravagante joya publicitaria respira el signo de los tiempos: hoy, el humor invade un medio que, a veces, se toma demasiado en serio. Los creadores juegan la carta de la ironía como si quisieran demostrar que no son unos estajanovistas torturados por la creación. La diseñadora parisina Olympia Le-Tan, por ejemplo, monta colecciones retro que giran entorno a personajes tan regocijantes como Bettie Page o Ronnie Spector. Alber Elbaz adorna los vestidos de su colección para Lanvin con collares hip hop que, alegremente, rezan “Happy”, “Help” o “Cool”. Elbaz es el epítome del creador “fun” (sólo hay que ver su bailecito al ritmo del “I know you want me”, de Pitbull, en 2011) y, gracias a ello, jamás pasa desapercibido.
Hoy, el humor es poder. Crea interés. “La burla es una herramienta de comunicación positiva para las marcas –explica el consultor Jean Jacques Picart–. Les permite reírse de sí mismas antes de que otros lo hagan”. Cada vez más, las firmas de lujo se atreven con la autoparodia. En un vídeo para Dior dirigido por John Cameron Mitchell, Marion Cotillard compone una chispeante caricatura de una estrella de cine que, en pleno ataque de nervios, acaba arrojando su bolso: el LA.dy Dior que el vídeo promociona. Alexander Wang se sirve de la humorista americana Anjelah Johnson para componer el personaje de Bon Qui Qui, una insufrible vendedora de la “boutique” del diseñador en el SoHo neoyorquino. Christian Louboutin también se ríe de sus famosos tacones de suela roja: fotografiados por Peter Lippmann como si fueran el cebo en un anzuelo, terminan atrapando a un muchacho desnudo. Habría que estar deprimido para no sonreír frente a estas imágenes que han visto miles de internautas.
Una pareja inesperada
El mundo de la moda ha sido descrito muchas veces como arrogante e insensible. Quizá haya sido la crisis la que ha hecho mella en él, hasta el punto de humanizarlo, más allá de las locuras surrealistas, más ligadas a lo “arty”, que protagonizara Elsa Schiaparelli, allá por los años 30 del pasado siglo. “Hasta hace poco, primaba una distancia más bien fría –explica Marion Darrieutort, fundadora de la consultora Elan–. Hoy la tendencia se ha invertido. Frente al complicado contexto actual, hay dos soluciones: o lloras o aspiras a la felicidad, a pesar de todo. Los estudios muestran que todos deseamos ir hacia lo positivo, de divertirnos y burlar la crisis”. Tomemos, por ejemplo, a Karl Lagerfeld. El emperador del estilo, antiguamente parapetado tras su abanico, se ha convertido en un icono popular que no duda en compartir las aventuras de Choupette, su gata de Birmania, toda una “it cat” con 32.000 seguidores en Twitter.
“King Karl” frecuenta hoy colaboraciones inesperadas. En una campaña de seguridad vial, aparece llevando el obligatorio chaleco con la leyenda: “Es amarillo, es feo y no pega con nada, pero puede salvarte la vida”. Irresistible. “Karl Lagerfeld es divertido –confirma Loïc Prigent, director del documental “Karl se dibuja”–. Los juegos de palabras, las bromas, las segundas intenciones son más que frecuentes en sus colecciones para Channel”. Un par de ejemplos: en su desfile de otoño-invierno, el gorro de visón que se asemeja al peinado de Anna Wintour; y el gigantesco bolso con forma de aro o el “clutch” homenaje a Lego de esta pasada primavera.
Los dorados años 80
“Lagerfeld es un genio de la ironía –coincide Picart–. Pero el más inesperado es Jean Paul Gautier: es un maestro de las piruetas”.Precisamente en su último desfile de alta costura, orquestó un final explosivo en el que la novia, al levantar una falda armada con aros, revelaba la presencia de cuatro adorables chiquillas indias que bajaron de la pasarela riendo. “Siempre nos divertimos en sus desfiles”, continúa Picart. “Los de los años 80 eran aún más increíbles que los de ahora. Los de Kenzo también eran inolvidables. Les pedía a sus modelos que rieran sobre la pasarela y llegó a aparecer sobre un elefante”. No es casualidad que muchos de los que hoy cultivan el humor ya estuvieran presentes hace 20 años. La década de los 80 sigue siendo la época dorada de la euforia y la despreocupación. La globalización y los imperativos económicos de los grandes grupos del lujo aún no habían aparecido y las personalidades fuertes podían expresarse con libertad. Desde entonces, las cosas han cambiado. Y mucho.
“En los años 90, el mundo de las finanzas comenzó a interesarse por la moda e impuso unas nuevas reglas de juego”, analiza Jean Jacques Picart. A su juicio, “la rentabilidad pasó por encima de la libertad de expresión, lo que generó presión sobre la creación”. En sintonía con una época marcada fatalmente por la Guerra del Golfo, la moda se sumó a una corriente creativa más sombría, cerebral y minimalista, encarnada por los diseñadores belgas o japoneses. La despreocupación anterior parecía cosa de un pasado remoto. Hasta ahora.
El retorno de la picardía
Afortunadamente, la moda ha recuperado el sentido del humor. Una alegría y una desbordante fantasía que por fin se atreven a reivindicar tanto los maestros de los 80 como la joven vanguardia que toma su relevo. Es el caso de Carol Lim y Humberto Leon, los nuevos directores artísticos de Kenzo, que decidieron retomar en su colección la frescura y la picardía de la legendaria “boutique” Jungle Jap, abierta en 1970 en París por Kenzo Takada. Sus creaciones chispeantes, alegres y coloristas son un éxito. Como las del del diseñador de Lieja Jean Paul Lespagnard, una fulgurante revelación que en sus presentaciones introduce una sustanciosa dosis de humor que gira alrededor de locos personajes.
Este año, la primera colección de Geraldo da Conceicao para Sonia Rykiel también estaba repleta de guiños que homenajeaban la impertinencia y el anticonformismo de la brillante pelirroja, la misma que por primera vez se atrevió mostrar las costuras de las prendas. “Siempre buscamos proponer la imagen de una mujer vivaz, golosa, sensual, que baila, ríe, canta, habla y flirtea sobre las pasarelas”, cuenta Nathalie Rykiel, vicepresidenta del consejo de administración de la firma e hija de la icónica diseñadora. “Geraldo tiene la apasionante misión de impulsar esta visión en el mundo real, en el mundo de hoy”, reconoce.
En el desfile de su colección primavera-verano 2013, Jean Paul Gautier hizo desfilar a sus estrellas favoritas de los 80: modelos disfrazadas de Annie Lennox, Michael Jackson, Madonna (en la época de “Like a virgin”), Boy George o Grace Jones entusiasmaron a la audiencia. ¿Vuelve un tiempo de risas y canciones? “Con esta colección, quise mostrar que teníamos que recuperar un poco de humor”, confirma el rebelde de la moda. “Hacemos un trabajo serio, pero si no sentimos placer, ya no tiene sentido. El día que ya no me divierta, dejaré la moda”. Ojalá eso no pase jamás.
TITULO: El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA -PROTAGONISTA, SARA BARRERA, PERIODISTA Y BAILARINA, BOLLYWOOD ES UNA FILOSOFÍA DE VIDA, ES SOÑAR DESPIERTO ,.
El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - PROTAGONISTA, SARA BARRERA, PERIODISTA Y BAILARINA, BOLLYWOOD ES UNA FILOSOFÍA DE VIDA, ES SOÑAR DESPIERTO . , fotos,.
PROTAGONISTA, SARA BARRERA, PERIODISTA Y BAILARINA, BOLLYWOOD ES UNA FILOSOFÍA DE VIDA, ES SOÑAR DESPIERTO,.
En
Bollywood, esta tierra de cine “made in Bombay”, donde la música es la
diosa de los cien brazos y pies, siempre espera un “happy ending”. El
clásico “final feliz” de Hollywood, pero con la impronta de la India.
Felicidad eterna mientras dura (la película). Por eso, sus cines están a
rebosar. Sara Barrera lo vive como si hubiera nacido
en el estado de Maharashtra y como si toda la vida hubiera vestido el
sari y llevado un “bindi” entre ceja y ceja. Solo que Saridevi, como se
hace llamar en homenaje a Sridevi, actriz bollywoodiense mítica de los
años 80, vino al mundo en Barcelona (en 1981), es periodista y trabaja todas las mañanas en la emisora de ámbito catalán La Xarxa.
Por las tardes, se pone el “lehenga choli”, conjunto de falda, camiseta
corta y velo; se pinta el “kajal”, la línea que enmarca el ojo; y se
entrega en cuerpo y alma a las coreografías con sello Bollywood. Como profesora o como bailarina del quinteto Bollywood Diamonds.
El flechazo de Sara con esta sensual danza se produjo en Londres, en 2004, cuando vio el musical 'Bollywood Dreams'. Fue una revelación. Inmediatamente se apuntó a clases de danza india y se marchó a la meca cinematográfica. Entrevistó a las grandes estrellas, Shahrukh Khan, Amitabh Bachan y Rani Mujkerjee, y de paso, se coló en una película. Dos retos conseguidos: el sueño de los mil indios que cada día llegan a Bombay en la mano de una española. Hay testigos. Su hermana mayor, la realizadora Raquel Barrera, lo grabó todo en el documental 'Camino a Bollywood'.
Soñar despierta
A Bollywood le acompaña la fama de superficial y hasta de hortera. Sin embargo, una devoción como la de Sara hace sospechar que debe haber algo más que tópico cine comercial. Ella conoce bien sus valores ocultos. Su razón de ser. “Las niñas pequeñas dirán que, de mayores, quieren ser como tal actriz y, en la boda de los primos del Punjab, el día más importante de sus vidas, bailarán una canción que suena en una película. Muchas morirían por conocer a sus actores favoritos. Pero, en realidad, es una filosofía de vida. Soñar despierto. Pensar: me lo voy a pasar bien y ya está, sin preocuparme del mañana. En un país como la India, con tanta desigualdad y corrupción, y una realidad tan dura, se agradece que exista algo tan barato como el cine, tan democrático. Es terapéutico y para todos. La gente de los “slums” dejará de comer si hace falta para poder pagar una entrada”, afirma.
En Bollywood, todo dura más: partidos de criquet de siete días, trayectos de tren interminables, bodas que se alargan hasta media semana y películas de cuatro horas. No hay prisas: los saris tienen siete metros de longitud y lleva su trabajo ponérselos. “La medida del tiempo es distinta a la nuestra”, cuenta Sara. “La gente va al cine a pasar el día. Llega por la mañana, ve dos horas de película, hace un intermedio de media hora, come, vuelve a la sala y, al final, se va a casa tan contenta. Ha cantado, ha vivido una historia y se lo ha pasado bien, junto a toda la familia. Mientras aquí cierran cines, en la India abren”.
Sara importa Bollywood como un concepto total. “Cuando empecé las clases, la gente pensaba que era danza del vientre. Aunque también que movemos las caderas, no tiene nada que ver. Si acaso, el origen oriental. Para mí, no es solo ponerme un “bindi”. Es trasmitir lo que he vivido y lo que vivo cada vez que voy a la India. Bollywood es sinónimo de evasión, de pasártelo bien, pero también es la India. Y eso quiere decir muchas cosas. Me gusta acercarme a su cultura desde el lado más folclórico, pero sin descuidar todo lo social. Si puedo ayudar a cambiar un poquito las cosas, voy a dormir más contenta”.
Embajadora total
Sara es la “didi”, la hermana mayor de las niñas de la calle que viven en los centros de la ONG Aasara. “En mis clases me acuerdo de ellas, pienso cómo Bollywood ayuda a una niña de siete años a olvidar su pasado”. La danza tiene la hechura del “hit” discotequero y el perfil de la luz ondulante del neón, pero también la alumbran los dioses Visnú o Shiva. Es tan sagrada como iconoclasta: alcanza el imposible de ser mundana y divina a la vez. “Está inspirada en los bailes clásicos, sobre todo en el “bharatanatyam” y el “odissi”, que surgieron en los templos para contar la historia mítica de los dioses, y en los bailes folclóricos de cada región.
Pero Bollywood es, sobre todo, fusión. Como si juntáramos sevillanas, chotis y sardana e hiciéramos un refrito con la salsa, el merengue o el flamenco”. La gestualidad es igualmente compleja debido a los “mudra”, las 60 posiciones de las manos, y los movimientos de los ojos. “Como si las esculturas de los templos cobraran vida”, explica Sara. Los ornamentos son, también riquísimos, dignos de un bazar de la Ruta de la Seda. En ellos se cruzan felizmente los “kurtas” y el “lehenga choli”, las tintineantes pulseras (“churiya”) y la abundante pedrería. “Hoy vas por la calle, sobre todo aquí, en Barcelona, y eres uno más. No importa cómo vayas vestido. Yo aprovecho para ponerme un sari en cuanto puedo. La última vez, en una boda”, reconoce.
Bollywood diamonds
El grupo de danza de Sara y cuatro más, baila en eventos solidarios, de empresa, despedidas de solteras y en el restaurante Namasté de Barcelona. Siempre a ritmo de “hits” de Bombay, “éxitos de discoteca con presencia importante de instrumentos como el sitar o el dhol. Al año se hacen 900 películas; en cada una hay cinco o seis temas y de estos, uno será un temazo. Lo que es divertido es que copian un montón, y a su modo. Hacen versiones de “We will rock you” de Queen, la banda sonora de 'Pretty Woman', el 'Wannabe' de las Spice Girls o la lambada”.
Por si fuera poco, se explaya, “como los actores hacen “playback”, 10 cantantes tienen el monopolio de todas las canciones: son como dioses. En la India, la música está en todas partes. Hasta en los “rickshaw” la llevan a todo volumen. Cantan cuando nacen, cuando se casan y cuando mueren”. ¿Lo que más echa de menos de allí? “El modo de entender los valores (si te dan su palabra, es al cien por cien), el respeto a los suyos, sentir Bollywood las 24 horas del día y ese concepto de vivir al día. Vivir sabiendo que hoy puedes ser rico y mañana ser pobre”.
Por lo demás, Saridevi ha escrito un libro mano a mano con Carolina Velasco (“Bollywood”, LiniaZero Editorial); ha asesorado a la compañía La Cubana en su último espectáculo, “Campanadas de boda”; y ha bailado el Día de la Independencia en la Embajada de la India. Para saludar siempre recurre al hindú “Namasté”.
Leer más: Sara Barrera: "Bollywood es una filosofía de vida, es soñar despierto" -- Mujerhoy.com -- http://www.mujerhoy.com/hoy/mujeres-hoy/sara-barrera-bollywood-filosofia-740646082013.html#VzW1MeICi6yFYYFY
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En Bollywood, esta tierra de cine “made in Bombay”, donde la música es
la diosa de los cien brazos y pies, siempre espera un “happy ending”. El
clásico “final feliz” de Hollywood, pero con la impronta de la India.
Felicidad eterna mientras dura (la película). Por eso, sus cines están a
rebosar. Sara Barrera lo vive como si hubiera nacido
en el estado de Maharashtra y como si toda la vida hubiera vestido el
sari y llevado un “bindi” entre ceja y ceja. Solo que Saridevi, como se
hace llamar en homenaje a Sridevi, actriz bollywoodiense mítica de los
años 80, vino al mundo en Barcelona (en 1981), es periodista y trabaja todas las mañanas en la emisora de ámbito catalán La Xarxa.
Por las tardes, se pone el “lehenga choli”, conjunto de falda, camiseta
corta y velo; se pinta el “kajal”, la línea que enmarca el ojo; y se
entrega en cuerpo y alma a las coreografías con sello Bollywood. Como profesora o como bailarina del quinteto Bollywood Diamonds.
El flechazo de Sara con esta sensual danza se produjo en Londres, en 2004, cuando vio el musical 'Bollywood Dreams'. Fue una revelación. Inmediatamente se apuntó a clases de danza india y se marchó a la meca cinematográfica. Entrevistó a las grandes estrellas, Shahrukh Khan, Amitabh Bachan y Rani Mujkerjee, y de paso, se coló en una película. Dos retos conseguidos: el sueño de los mil indios que cada día llegan a Bombay en la mano de una española. Hay testigos. Su hermana mayor, la realizadora Raquel Barrera, lo grabó todo en el documental 'Camino a Bollywood'.
Soñar despierta
A Bollywood le acompaña la fama de superficial y hasta de hortera. Sin embargo, una devoción como la de Sara hace sospechar que debe haber algo más que tópico cine comercial. Ella conoce bien sus valores ocultos. Su razón de ser. “Las niñas pequeñas dirán que, de mayores, quieren ser como tal actriz y, en la boda de los primos del Punjab, el día más importante de sus vidas, bailarán una canción que suena en una película. Muchas morirían por conocer a sus actores favoritos. Pero, en realidad, es una filosofía de vida. Soñar despierto. Pensar: me lo voy a pasar bien y ya está, sin preocuparme del mañana. En un país como la India, con tanta desigualdad y corrupción, y una realidad tan dura, se agradece que exista algo tan barato como el cine, tan democrático. Es terapéutico y para todos. La gente de los “slums” dejará de comer si hace falta para poder pagar una entrada”, afirma.
En Bollywood, todo dura más: partidos de criquet de siete días, trayectos de tren interminables, bodas que se alargan hasta media semana y películas de cuatro horas. No hay prisas: los saris tienen siete metros de longitud y lleva su trabajo ponérselos. “La medida del tiempo es distinta a la nuestra”, cuenta Sara. “La gente va al cine a pasar el día. Llega por la mañana, ve dos horas de película, hace un intermedio de media hora, come, vuelve a la sala y, al final, se va a casa tan contenta. Ha cantado, ha vivido una historia y se lo ha pasado bien, junto a toda la familia. Mientras aquí cierran cines, en la India abren”.
Sara importa Bollywood como un concepto total. “Cuando empecé las clases, la gente pensaba que era danza del vientre. Aunque también que movemos las caderas, no tiene nada que ver. Si acaso, el origen oriental. Para mí, no es solo ponerme un “bindi”. Es trasmitir lo que he vivido y lo que vivo cada vez que voy a la India. Bollywood es sinónimo de evasión, de pasártelo bien, pero también es la India. Y eso quiere decir muchas cosas. Me gusta acercarme a su cultura desde el lado más folclórico, pero sin descuidar todo lo social. Si puedo ayudar a cambiar un poquito las cosas, voy a dormir más contenta”.
Embajadora total
Sara es la “didi”, la hermana mayor de las niñas de la calle que viven en los centros de la ONG Aasara. “En mis clases me acuerdo de ellas, pienso cómo Bollywood ayuda a una niña de siete años a olvidar su pasado”. La danza tiene la hechura del “hit” discotequero y el perfil de la luz ondulante del neón, pero también la alumbran los dioses Visnú o Shiva. Es tan sagrada como iconoclasta: alcanza el imposible de ser mundana y divina a la vez. “Está inspirada en los bailes clásicos, sobre todo en el “bharatanatyam” y el “odissi”, que surgieron en los templos para contar la historia mítica de los dioses, y en los bailes folclóricos de cada región.
Pero Bollywood es, sobre todo, fusión. Como si juntáramos sevillanas, chotis y sardana e hiciéramos un refrito con la salsa, el merengue o el flamenco”. La gestualidad es igualmente compleja debido a los “mudra”, las 60 posiciones de las manos, y los movimientos de los ojos. “Como si las esculturas de los templos cobraran vida”, explica Sara. Los ornamentos son, también riquísimos, dignos de un bazar de la Ruta de la Seda. En ellos se cruzan felizmente los “kurtas” y el “lehenga choli”, las tintineantes pulseras (“churiya”) y la abundante pedrería. “Hoy vas por la calle, sobre todo aquí, en Barcelona, y eres uno más. No importa cómo vayas vestido. Yo aprovecho para ponerme un sari en cuanto puedo. La última vez, en una boda”, reconoce.
Bollywood diamonds
El grupo de danza de Sara y cuatro más, baila en eventos solidarios, de empresa, despedidas de solteras y en el restaurante Namasté de Barcelona. Siempre a ritmo de “hits” de Bombay, “éxitos de discoteca con presencia importante de instrumentos como el sitar o el dhol. Al año se hacen 900 películas; en cada una hay cinco o seis temas y de estos, uno será un temazo. Lo que es divertido es que copian un montón, y a su modo. Hacen versiones de “We will rock you” de Queen, la banda sonora de 'Pretty Woman', el 'Wannabe' de las Spice Girls o la lambada”.
Por si fuera poco, se explaya, “como los actores hacen “playback”, 10 cantantes tienen el monopolio de todas las canciones: son como dioses. En la India, la música está en todas partes. Hasta en los “rickshaw” la llevan a todo volumen. Cantan cuando nacen, cuando se casan y cuando mueren”. ¿Lo que más echa de menos de allí? “El modo de entender los valores (si te dan su palabra, es al cien por cien), el respeto a los suyos, sentir Bollywood las 24 horas del día y ese concepto de vivir al día. Vivir sabiendo que hoy puedes ser rico y mañana ser pobre”.
Por lo demás, Saridevi ha escrito un libro mano a mano con Carolina Velasco (“Bollywood”, LiniaZero Editorial); ha asesorado a la compañía La Cubana en su último espectáculo, “Campanadas de boda”; y ha bailado el Día de la Independencia en la Embajada de la India. Para saludar siempre recurre al hindú “Namasté”.
Leer más: Sara Barrera: "Bollywood es una filosofía de vida, es soñar despierto" -- Mujerhoy.com -- http://www.mujerhoy.com/hoy/mujeres-hoy/sara-barrera-bollywood-filosofia-740646082013.html#VzW1MeICi6yFYYFY
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El flechazo de Sara con esta sensual danza se produjo en Londres, en 2004, cuando vio el musical 'Bollywood Dreams'. Fue una revelación. Inmediatamente se apuntó a clases de danza india y se marchó a la meca cinematográfica. Entrevistó a las grandes estrellas, Shahrukh Khan, Amitabh Bachan y Rani Mujkerjee, y de paso, se coló en una película. Dos retos conseguidos: el sueño de los mil indios que cada día llegan a Bombay en la mano de una española. Hay testigos. Su hermana mayor, la realizadora Raquel Barrera, lo grabó todo en el documental 'Camino a Bollywood'.
Soñar despierta
A Bollywood le acompaña la fama de superficial y hasta de hortera. Sin embargo, una devoción como la de Sara hace sospechar que debe haber algo más que tópico cine comercial. Ella conoce bien sus valores ocultos. Su razón de ser. “Las niñas pequeñas dirán que, de mayores, quieren ser como tal actriz y, en la boda de los primos del Punjab, el día más importante de sus vidas, bailarán una canción que suena en una película. Muchas morirían por conocer a sus actores favoritos. Pero, en realidad, es una filosofía de vida. Soñar despierto. Pensar: me lo voy a pasar bien y ya está, sin preocuparme del mañana. En un país como la India, con tanta desigualdad y corrupción, y una realidad tan dura, se agradece que exista algo tan barato como el cine, tan democrático. Es terapéutico y para todos. La gente de los “slums” dejará de comer si hace falta para poder pagar una entrada”, afirma.
En Bollywood, todo dura más: partidos de criquet de siete días, trayectos de tren interminables, bodas que se alargan hasta media semana y películas de cuatro horas. No hay prisas: los saris tienen siete metros de longitud y lleva su trabajo ponérselos. “La medida del tiempo es distinta a la nuestra”, cuenta Sara. “La gente va al cine a pasar el día. Llega por la mañana, ve dos horas de película, hace un intermedio de media hora, come, vuelve a la sala y, al final, se va a casa tan contenta. Ha cantado, ha vivido una historia y se lo ha pasado bien, junto a toda la familia. Mientras aquí cierran cines, en la India abren”.
Sara importa Bollywood como un concepto total. “Cuando empecé las clases, la gente pensaba que era danza del vientre. Aunque también que movemos las caderas, no tiene nada que ver. Si acaso, el origen oriental. Para mí, no es solo ponerme un “bindi”. Es trasmitir lo que he vivido y lo que vivo cada vez que voy a la India. Bollywood es sinónimo de evasión, de pasártelo bien, pero también es la India. Y eso quiere decir muchas cosas. Me gusta acercarme a su cultura desde el lado más folclórico, pero sin descuidar todo lo social. Si puedo ayudar a cambiar un poquito las cosas, voy a dormir más contenta”.
Embajadora total
Sara es la “didi”, la hermana mayor de las niñas de la calle que viven en los centros de la ONG Aasara. “En mis clases me acuerdo de ellas, pienso cómo Bollywood ayuda a una niña de siete años a olvidar su pasado”. La danza tiene la hechura del “hit” discotequero y el perfil de la luz ondulante del neón, pero también la alumbran los dioses Visnú o Shiva. Es tan sagrada como iconoclasta: alcanza el imposible de ser mundana y divina a la vez. “Está inspirada en los bailes clásicos, sobre todo en el “bharatanatyam” y el “odissi”, que surgieron en los templos para contar la historia mítica de los dioses, y en los bailes folclóricos de cada región.
Pero Bollywood es, sobre todo, fusión. Como si juntáramos sevillanas, chotis y sardana e hiciéramos un refrito con la salsa, el merengue o el flamenco”. La gestualidad es igualmente compleja debido a los “mudra”, las 60 posiciones de las manos, y los movimientos de los ojos. “Como si las esculturas de los templos cobraran vida”, explica Sara. Los ornamentos son, también riquísimos, dignos de un bazar de la Ruta de la Seda. En ellos se cruzan felizmente los “kurtas” y el “lehenga choli”, las tintineantes pulseras (“churiya”) y la abundante pedrería. “Hoy vas por la calle, sobre todo aquí, en Barcelona, y eres uno más. No importa cómo vayas vestido. Yo aprovecho para ponerme un sari en cuanto puedo. La última vez, en una boda”, reconoce.
Bollywood diamonds
El grupo de danza de Sara y cuatro más, baila en eventos solidarios, de empresa, despedidas de solteras y en el restaurante Namasté de Barcelona. Siempre a ritmo de “hits” de Bombay, “éxitos de discoteca con presencia importante de instrumentos como el sitar o el dhol. Al año se hacen 900 películas; en cada una hay cinco o seis temas y de estos, uno será un temazo. Lo que es divertido es que copian un montón, y a su modo. Hacen versiones de “We will rock you” de Queen, la banda sonora de 'Pretty Woman', el 'Wannabe' de las Spice Girls o la lambada”.
Por si fuera poco, se explaya, “como los actores hacen “playback”, 10 cantantes tienen el monopolio de todas las canciones: son como dioses. En la India, la música está en todas partes. Hasta en los “rickshaw” la llevan a todo volumen. Cantan cuando nacen, cuando se casan y cuando mueren”. ¿Lo que más echa de menos de allí? “El modo de entender los valores (si te dan su palabra, es al cien por cien), el respeto a los suyos, sentir Bollywood las 24 horas del día y ese concepto de vivir al día. Vivir sabiendo que hoy puedes ser rico y mañana ser pobre”.
Por lo demás, Saridevi ha escrito un libro mano a mano con Carolina Velasco (“Bollywood”, LiniaZero Editorial); ha asesorado a la compañía La Cubana en su último espectáculo, “Campanadas de boda”; y ha bailado el Día de la Independencia en la Embajada de la India. Para saludar siempre recurre al hindú “Namasté”.
TITULO:
EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - Fallece Michael Robinson, la voz eterna con acento inglés ,.
EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - Fallece Michael Robinson, la voz eterna con acento inglés ,. , fotos,.
Fallece Michael Robinson, la voz eterna con acento inglés ,.
El exfutbolista y comentarista pierde a los 61 años la batalla contra el cáncer de piel que le diagnosticaron en diciembre de 2018,.
Luto en el mundo del fútbol y de la televisión deportiva: ha fallecido Michael Robinson (Leicester, 1958). El exfutbolista y comentarista ha muerto este martes a los 61 años en Madrid tras luchar contra una grave enfermedad que le fue detectada a finales de 2018. Se trataba de un melanoma avanzado después de encontrarse un bulto en la axila.La mala noticia se ha conocido a través de su cuenta de Twitter: «Con tremenda tristeza os comunicamos el fallecimiento de Michael», comienza el mensaje. «Nos deja un gran vacío, pero también innumerables recuerdos, llenos del mismo amor que le habéis demostrado. Os estaremos eternamente agradecidos por haber hecho a este hombre TAN FELIZ, nunca caminó solo. Gracias».
En una reciente entrevista, Michael Robinson aseguraba que «estoy muy sorprendido de la tranquilidad con la que hablo de esto». «Esto» era el melanoma maligno, un tipo de cáncer de piel que en su caso, ya había hecho metástasis. Cuando le dieron la noticia, los médicos le dijeron que tenía un 37% de posibilidades de curarse y si no, un porcentaje muy alto de opciones de controlar la enfermedad.
De hecho, no perdió su sentido del humor ni en el peor momento. «Estoy jugando un partido y en estos instantes estoy perdiendo 2-0. Pero ojo, falta media hora y tengo a Messi quitándose el pantalón del chándal y va a entrar y jugar para mí», decía tras conocer el diagnóstico. «Esto lo voy a ganar seguro, porque Emiliano Calvo, mi oncólogo, es madridista, pero yo le he llamado Messi. Es el padre de la inmunoterapia, que está salvando vidas y, desde luego, va a salvar la mía».
Una Copa de Europa con el Liverpool
Inglés, aunque defendió la camiseta irlandesa, comenzó su carrera futbolística en Coventry. Tras demostrar su gran olfato goleador en el Preston North End, el Manchester City apuesta por él y le sitúa en el primer plano del fútbol inglés. Su actuación en el equipo 'citizen' le abrió la puerta del que sería el equipo de su vida, el Liverpool, con el que conquistó una Copa de Europa -jugó la prórroga de la final contra la Roma en el Olímpico- una Liga y una Copa de la Liga.Posteriormente fichó por el Queens Park Rangers, desde donde llegó a la liga española con la camiseta de Osasuna, aunque como muchas veces reconoció con su flema inglesa, «no sabía ni dónde estaba Osasuna», en referencia a Pamplona. Con el equipo rojillo logró mantenerse en Primera en su estreno con la camiseta del equipo navarro e incluso logró convencer a su amigo Sammy Lee para que firmase por Osasuna. A los 30 años tuvo que anunciar su retirada por problemas en las rodillas.
'El Día Después' e 'Informe Robinson'
Tras colgar las botas, Robinson y sus comentarios estuvieron ligados primero a Canal+ y en los últimos años a Movistar, donde ha estado participando en las retransmisiones hasta que el fútbol se paró por el estado de alarma a causa del coronavirus. En 1990 nació Canal+ y fue fichado para formar pareja con Carlos Martínez, un tándem que se ha mantenido durante 30 años, de las más longevas de la historia de la televisión española.Su último partido como comentarista en la Liga fue Betis-Real Madrid, aunque su adiós definitivo fue en la Champions League y en 'su' estadio, en Anfield. Comentó el partido entre el Liverpool y el Atlético, donde escuchó por última vez el 'You'll never walk alone'.
En su paso por la televisión presentó durante varias temporadas 'El Día Después', programa de referencia y en el que se daba un punto de vista alternativo al fútbol y por el que recibió un Premio Ondas. En 2007 comenzó la aventura de 'Informe Robinson', una producción propia que hizo hasta este 2020, y en la que aportaba su mirada de futbolista de un modo intimista.
En la radio comenzó con Jose Ramón de la Morena en 'El Larguero', donde ya destacaba su característico acento inglés. Además, en todos estos años participó de forma activa en algunos programas de la Cadena SER donde dirigió durante varios años 'Acento Robinson' y colaboró en 'La Ventana' de Carles Francino.
Además, también probó en otros campos como en el doblaje, donde puso su característica voz en las películas de animación 'Shrek 2' y 'Shrek tercero', interpretando al personaje de Doris, 'la hermanastra fea'.
TITULO: El país de Refuerzos a coste cero frente a la crisis,.
El Martes -28- Abril 22:00 por la Sexta,foto.
Refuerzos a coste cero frente a la crisis,.
Mientras el Real Madrid se frota las manos con la explosión de Odegaard y Achraf, el Barça mira con preocupación la evolución de sus cedidos,.
La pandemia del coronavirus configurará un mercado de fichajes en el que los grandes movimientos están descartados. Con la tesorería bajo mínimos, los cedidos cobran valor, ya sea para reforzar las plantillas de los clubes a los que pertenecen o como monedas de cambio. Unos efectivos a los que se aferra el Real Madrid para abrir brecha respecto al Barça de cara a la próxima temporada, puesto que mientras que en la 'casa blanca' se frotan las manos con la revalorización de su línea de préstamos, en la entidad azulgrana contemplan con preocupación la depreciación de futbolistas que no se han asentado en sus destinos.Trece jugadores tiene el Real Madrid haciendo prácticas lejos del Santiago Bernabéu, con un valor de mercado de 205,1 millones de euros, de acuerdo con la web Transfermarkt. Son 55,6 millones más respecto a la tasación que figuraba en julio de 2019, gracias sobre todo al auge experimentado en las valoraciones de Achraf, Odegaard, Kubo y Reguilón, que compensan con creces la disminución sufrida en las de Odriozola, Lunin o Borja Mayoral.
Achraf es el principal naipe de Florentino Pérez. El lateral hispano-marroquí ha explotado en el Borussia Dortmund, con diez goles en 65 partidos que le han valido pretendientes como el PSG o el Bayern de Múnich. De los 30 millones en que estaba valorado hace menos de un año ha pasado a 54, llegando a un pico de 60 antes de que se detuvieran las competiciones. El Dortmund pretende quedárselo al término de su préstamo en verano, pero figura en los planes de Zidane. Volverá si acepta el reto de pelear con Carvajal o llenará las arcas.
También ha derribado la puerta Odegaard con la Real Sociedad. El 'mago de Drammen', cuya tasación ha pasado de 15 millones el pasado mes de julio a los 45 millones actuales, es feliz en San Sebastián y vería con buenos ojos seguir otra campaña a las órdenes de Imanol Alguacil. Aunque la idea de ambos clubes era que el noruego pasase dos cursos como 'txuri urdin', el Real Madrid puede reclamarle en verano, decisión que estará sujeta a la que tome Modric sobre su futuro, ya que el nórdico está llamado a recoger la batuta del croata en un centro del campo que necesita rejuvenecerse.
Lunin es el otro cedido al que el Real Madrid sopesa recuperar. El ucraniano no ha tenido fortuna desde que llegó a España. Cuéllar le vetó la portería del Leganés la campaña pasada y la confianza de Sergio González en Masip motivó que los blancos cortasen su préstamo al Valladolid en enero y lo enviasen al Oviedo. La falta de rodaje ha reducido su cotización, pero el más que probable regreso de Areola al PSG le convierte en candidato ideal para guardar las espaldas de Courtois.
Kubo seguirá cedido tras una meritoria campaña en el Mallorca que ha elevado de 2 a 13,5 millones su valor de mercado, mientras que Reguilón, Odriozola, Ceballos, Óscar Rodríguez o Borja Mayoral servirían para hacer caja.
Dilema azulgrana
Oscuro es el panorama del Barcelona con sus cedidos. La mala planificación deportiva de la entidad que preside Josep Maria Bartomeu alcanza también al apartado de préstamos, donde apenas hay buenas noticias ya que sólo Cucurella, Emerson y Todibo se consolidaron antes de la paralización de los torneos.Cucurella es uno de los baluartes del Getafe. Sus condiciones podrían haberle convertido en un buen recambio para Jordi Alba o abrir otra variante en el centro del campo como extremo, pero el club azulón ya ha ejecutado la opción de compra de seis millones de euros por un futbolista criado en La Masía cuyo valor de mercado actual es de 18 millones. El Barça se llevaría un 40% de una futura venta.
Emerson está respondiendo en el Betis y la posible salida de Semedo abriría la puerta a un futbolista cuya cotización ha pasado de 3 a 18 millones, pero en el Barça consideran que al lateral brasileño aún le falta experiencia para asumir un reto de altura. Cumplirá sus dos campañas de cesión en Heliópolis a menos que lo impida el interés de varios clubes de la Premier.
Siete partidos le bastaron a Todibo para que los directivos del Schalke comenzasen a meditar pagar los 25 millones de euros que figuran en la opción de compra que firmó por el joven central francés, al que el Barça reclutó en enero de 2019. En Alemania están contentos con las prestaciones de un zaguero que sólo disputó cinco encuentros con el Barça, pero la crisis económica hace difícil ahora un desembolso tan elevado.
Carles Aleñá (Betis), Juan Miranda (Schalke), Rafinha (Celta), Moussa Wagué (Niza) y Oriol Busquets (Twente) no figuran en los planes del Barça para la próxima temporada, por lo que se les buscará otra cesión o venta.
Pero la gran patata caliente es Philippe Coutinho, prestado al Bayern con una opción de compra de 120 millones de euros que no ejecutará el club bávaro. El que sigue siendo el fichaje más caro en la historia del Barcelona (120 millones más 40 en variables) tiene contrato hasta 2023 y el nuevo escenario de ajustes por el coronavirus complica en grado sumo el retorno de una parte importante de aquella astronómica inversión, por lo que podría reforzar el plantel. Quique Setién le ve de interior, pero si regresa y disputa otros 26 partidos alcanzaría los cien de azulgrana, lo que obligaría al Barça a abonar al Liverpool los 20 millones que su día fijaron como variables por dicho concepto, lo que suscita otro problema con un jugador que percibe 13 millones anuales de ficha.
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