domingo, 26 de abril de 2020

Cena con mamá - Adolfo y Adriana Domínguez. Viernes -24- Abril ,. / Imprescindibles' estrena en La 2 - Cáceres se convirtió la última semana en la provincia en la que el virus es más letal,. Domingo -26- Abril ,./ De seda y hierro - El mundo a mi alcance ,. Domingo -26- Abril ,./ Noche Sexo -Monica y el sexo - SEXO, SEXO, SEPTIMO,.

TITULO: Cena con mamá -   Adolfo y Adriana Domínguez  . ,  Viernes -24- Abril ,.


 Viernes -24- Abril a las 22:00 en La 1,  fotos,. 

   Adolfo y Adriana Domínguez.

Adolfo y Adriana Domínguez, en exclusiva: "Hay que perseguir una felicidad con menos cosas"

Son tan fuertes como flexibles, se adaptan a cada circunstancia que les plantea la vida y por eso su firma, Adolfo Domínguez, sigue siendo un referente mundial de la moda española. Hoy, padre e hija mantienen ese espíritu de lucha y miran, con optimismo, hacia el futuro.

Adriana y su padre, Adolfo Domínguez, posan en su fábrica de Orense y estudian las medidas para volver a la acción tras la crisis sanitaria. 

En los 44 años que tiene su marca, más los 30 anteriores durante los que su padre regentó un negocio textil, Adolfo Domínguez ha superado muchas calamidades: un devastador incendio, una salida a Bolsa ruinosa, un intento de OPA hostil y la crisis de 2008. Ahora, Adolfo y su hija Adriana afrontan esta crisis con la inteligencia de David frente a Goliat.
Mujerhoy ¿Cómo trabajan una situación económica que por ahora se presenta adversa tras la crisis sanitaria?
Adolfo Domínguez La vida es una lucha permanente contra la entropía, el desorden. Y es una ley física a la que no escapamos. El agua, si no le pones fuego debajo, si no le pones energía constante, se queda fría. Así es la vida, una lucha constante.
Adriana Domínguez El 28 de febrero cerramos el ejercicio de 2019, que fue muy bueno. Y arrancábamos este con planes y previsiones muy optimistas. Pero de las 391 tiendas en 21 países solo hay abiertas cinco. Estamos replanteando todo, con trabajo y optimismo.
M.H. ¿Las ventas online están ayudando?
Adriana D. Había gente que pensaba que crecerían mucho, pero no le está ocurriendo a nadie, porque lo primero es la salud y la seguridad. Arrancarán después, sin duda.
M.H. ¿Venderán las colecciones actuales más adelante?
Adriana D. Intentaremos retrasarlas a septiembre y, en último término, a 2021. El problema es que los pagos de tejidos y de todo lo demás ya están hechos y tener las colecciones almacenadas sin ventas supone contar con un pulmón financiero difícil de asumir. Para todos: España es un país de Pymes y empresas familiares que sufrimos ya una contracción enorme en el consumo y eso afecta gravemente a la caja, aunque hay sectores como la alimentación que no están sufriendo. Nosotros somos una empresa sin deudas y esperamos que el consumo vuelva a la normalidad tras la crisis sanitaria, porque no es una crisis sistémica. Ahora estamos resistiendo sujetos a muchos gastos, al pago de alquileres, por ejemplo. Estamos negociando y algunos lo entienden, pero otros no, como los centros comerciales o los grupos de inversión. Este es un problema global, de toda la sociedad, y debemos afrontarlo juntos con solidaridad. Por eso son muy importantes las medidas que toma el Gobierno. Ahora hay que volcarse con el primer frente, el sanitario, y luego con el económico. Hay que prestar ayudas a todo el tejido empresarial.

Hay que hacer cosas duraderas y evitar océanos de plástico".

adolfo domínguez
M.H. Lleva casi tres años al frente de la gestión de la firma y, cuando las cuentas están saneadas, llega esta crisis.
Adriana D. Es un puñetazo en el estómago que te deja sin aire, pero he aprendido de la familia la capacidad de resiliencia. La vida es así, y puedes tomarlo como un sufrimiento o como parte del baile. Mi bisabuela cultivaba lino, mis abuelos emigraron de Cataluña a Galicia y crearon una empresa en plena posguerra. Tuvieron que vivir cinco años separados, porque entonces no había créditos, no había nada. El tenía que estar en Cataluña para comprar los tejidos, querían verlo físicamente y cobrar al momento, nadie se fiaba de nadie. Montaron una empresa de la nada.
M.H. Su padre es otro luchador.
Adriana D. Así es. En 1974, con 24 años, se unió a mi abuelo y levantaron la fábrica. Pero mi abuelo murió dos años después y el, con 26, se quedó solo con Jesús y sus otros hermanos menores. Unos años después sufrieron el incendio de la fábrica que destruyó todo y volvieron a empezar de cero. ¡Estuvieron cuatro meses sin ropa en las tiendas! Y luego la salida a Bolsa, el intento de OPA hostil con el que nos daban por acabados... Se hablada de David contra Goliat. Y salimos adelante y llegaron los mejores años. Pero luego la crisis de 2008 nos cogió con el pie cambiado, porque acabábamos de hacer una enorme inversión y no podíamos rentabilizarla. La vida es así. Los chinos dicen que cada crisis es una oportunidad.
Adolfo D. Mi abuela cultivaba lino y yo la veía hilarlo y tejerlo. Mi infancia y mi vida están llenas de lino. Cuando empezábamos, muchos clientes nos devolvían la ropa porque se arrugaba. De ahí partió el eslogan “La arruga es bella”: había que decirles que la arruga es bella de verdad. Y sigue siéndolo.
M.H. Su filosofía es siempre arriesgada, avanzada. Ahora apuestan por el “Sé más viejo”.
Adriana D. Tenemos que cambiar al esencialismo; hay que perseguir una felicidad con menos cosas. La moda es muy hermosa, pero ahora tiene un lado oscuro: la caducidad inmediata. Está pensada para que el estilo dure muy poco y para que la calidad también aguante solo unos lavados... Como los electrodomésticos, diseñados para que duren tres años. Eso me produce mucha desazón. Y la gente tiene que acordarse de los viejos, de que vivieron con muy poco y lo hicieron con alegría. Son un ejemplo.
Adriana Domínguez, en su fábrica de Orense, apuesta por una producción de cercanía y sostenible. El 80% de sus bolsos ya son veganos.
Adriana Domínguez, en su fábrica de Orense, apuesta por una producción de cercanía y sostenible. El 80% de sus bolsos ya son veganos.
Adolfo D. Sigo diciendo, como siempre, que debemos hacer cosas para que duren. Así evitaríamos esos continentes de plástico en los océanos.
M.H. Pero el consumo es lo que mueve la economía.
Adriana D. Ahora hay demasiada hambre de consumo: tenemos muchos bolsos, mucha ropa, el armario lleno y, sin embargo, decimos “no tengo nada que ponerme”. Hay una regla, la del 80/20, que lo dice todo: el 80% de lo que tenemos en el armario lo utilizamos un 20% de las veces. Y el 20% restante de las prendas las usamos un 80% de las ocasiones. Resulta que un 80% de lo que tenemos no nos sirve para nada. ¡Eso es un error!
M.H. ¿Nos replantearemos la forma de consumir?
Adriana D. Debemos replantearnos todo. Lo decíamos en la campaña “Piensa. Luego compra”. En los probadores teníamos carteles con “Piensa si te queda bien”, “Piensa si lo necesitas”... Aunque pueda parecer contra nuestros intereses, piensa, piensa, piensa. Y luego, compra.
Adolfo D. Es posible que necesitemos replantearnos la manera en que vivimos, en general. Y no debemos olvidar que estamos sujetos a las leyes de la física. La tendencia es al caos: los momentos difíciles siempre van a volver. Y siempre hay que sobreponerse.
Modelo con diseños de la colección actual, que se pueden adquirir en la página web de la firma. Modelo con diseños de la colección actual, que se pueden adquirir en la página web de la firma.
M.H. ¿Y cómo resolvemos el crecimiento económico?
Adriana D. Podemos apoyar otros modelos de consumo. Y eso no significa parar la economía, sino resetear qué economía queremos, qué queremos comprar y qué no. Y el consumidor tiene un poder brutal para conseguir el cambio. Cuando una camiseta cuesta tres euros, menos que un sándwich, para qué lavarla... Compras otra y otra. Eso es una aberración que hay que cambiar.
M.H. Nuestro poder adquisitivo es el que es.
Adriana D. El sector del lujo se basa en la esencia, artesanía y calidad, porque son tesoros. Y el problema es, efectivamente, que tiene un precio que no nos podemos permitir. Nosotros, en el sector premium, apostamos por la calidad, la sostenibilidad, la transparencia en el trazado del producto. La industria textil está para quedarse siempre, hay que vestirse siempre, no podemos ir desnudos por la vida. Pero hay cosas a revisar y en el textil ya hay muchas marcas que trabajan con compromisos sociales. Es hacia donde queremos ir: a una moda más responsable y perdurable, menos inmediata.
M.H. ¿Millennials y Generación Z, muy concienciados con muchos valores, combinarán un jersey durante 10 años?
Adriana D. A cada generación le tocan retos diferentes y los grandes retos crean carácter, nos hacen más fuertes. Cuanto más sabes, haces mejor. Cuando coges conciencia, te sensibilizas y actúas de otra manera, cambias de comportamiento. Me encantaría que esta crisis nos hiciera reflexionar como individuos y como sociedad. Que valoremos más la calidad que la cantidad. La moda nos protege, nos hace sentir bien con nosotros mismos y provoca impacto en los demás. A todos nos gusta impactar y, ahora, como sociedad tenemos que ser capaces de que ese impacto social también genere buen impacto en el planeta.
M.H. ¿Se incrementarán los productos de cercanía?
Adriana D. Quizá haya un proceso de desglobalización, con producción local, más cercana, en el que nosotros creemos. Producimos mucho en Levante, en Portugal... El 80% de nuestros bolsos son veganos, no hay cuero en el textil... Hay firmas como Ecoalf que hacen prendas con residuos plásticos procedentes del Mediterráneo y marcas americanas que ofrecen al cliente elegir entre tres precios por la misma prenda, para que decida lo que vale.

Ser fuerte es también saber ser vulnerable".

Adriana domínguez
M.H. ¿Qué es lo mejor que ha aprendido de su padre?
Adriana D. La capacidad de sacar fuerza cuando es necesario y la de visionar algo cuando no todavía no se ha manifestado. Y le agradezco muchísimo que me inculque no tener miedo a envejecer. Para una mujer es una liberación enorme ver que la edad te da seguridad, empoderamiento. Me enseña que ser fuerte es también saber ser vulnerable. Hay que huir del victimismo, la cólera y la incredulidad. Hay que seguir. Mi padre nació en unas montañas recónditas y su fuerza vital me empuja. Siempre se puede hacer algo. Mi padre es un viejo estupendo.
M.H. ¿Qué pasará tras el coronavirus?
Adolfo D. Lo que queramos que suceda. Si somos inteligentes, lo tomaremos como una catástrofe natural o como una guerra. Y tomaremos medidas entre todos.
Adriana D. Es una lección de vida con muchos costes, una lección que nos enseña que estamos interconectados y que, más que nunca, hay que aplicar el lema clásico “Uno para todos y todos para uno”.


TITULO:   Imprescindibles' estrena en La 2 - Cáceres se convirtió la última semana en la provincia en la que el virus es más letal,.   ,. Domingo -26- Abril ,.
 


 Domingo -26- Abril a las 21:30 horas en La 2, foto,.
 
 Cáceres se convirtió la última semana en la provincia en la que el virus es más letal,. 
Mapa de letalidad del coronavirus por provincias con datos de esta semana.
Mapa de letalidad del coronavirus por provincias con datos de esta semana. / HOYLa mortalidad por cada 100 contagiados ha superado los 15 puntos, un 44 por ciento por encima de la media nacional,.

«Esto no se ha terminado y no se puede tirar por tierra todo el trabajo que estamos haciendo», explicaba ayer el director del Centro de Coordinación de Emergencias Sanitarias. Fernando Simón acumula comparecencias públicas aportando datos y análisis sobre la incidencia del Covid-19 pero hay uno que causa especial impacto a los cacereños. Esta misma semana Cáceres se ha convertido en la provincia española en la que el virus es más mortal en relación al número de contagiados.
La tasa de fallecidos ha llegado a superar los 15 por cada 100 afectados. Ninguna otra provincia rozaba esa cifra, con datos del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas del pasado jueves, tal y como se recoge en el gráfico de ABC.
La media nacional es del 10,46, es decir, casi cinco puntos inferior a la de Cáceres. El mapa refleja una zona especialmente oscura al oeste de la península en el que sobresale el nombre de Cáceres de manera clara. Esos 15,13 fallecidos por cada 100 contagiados supone que la provincia está un 44 por ciento por encima de la media nacional. Los datos son de esta misma semana y resultan cambiantes ya que las cifras tanto de afectados como de fallecidos aumentan cada día. La actualización de los mismos no siempre es fácil como se ha comprobado en el caso de Cáceres. El propio alcalde, Luis Salaya, tiene que escuchar en su comparecencia diaria en rueda de prensa telemática la misma pregunta de los periodistas: cuál es el número de fallecidos en la ciudad.

El dato de la ciudad sigue sin hacerse público, aunque fue el propio regidor el que avanzó que había 540 personas contagiadas. Como publicó HOY el pasado miércoles, la capital cacereña se situaba en 5,6 contagios por cada mil habitantes, más del doble de la media extremeña y muy superior a la de España, en ese momento el 3,6.
El centro de referencia de la pandemia en Extremadura está en Cáceres, también en la provincia y área de salud. Fuentes de los colegios profesionales de la región, inciden en que llama la atención que el área de salud tenga el 20 por ciento de la población pero la mitad de los casos. Sobre la tasa de letalidad, ese liderazgo de Cáceres se atribuye a la incidencia de las residencias de mayores. «Es una población de máximo riesgo y por tanto es más probable que la enfermedad sea mortal», reseñan. Por provincias, y a nivel nacional, tal y como detalla un estudio con datos de Sanidad y las comunidades recogido por el diario ABC, solo Cuenca (14,5) y Huesca (14) se aproximan a Cáceres con esos más de 15 fallecidos y el índice de letalidad más alto. La letalidad en Cáceres está por encima de la media en Extremadura, que ayer era del 12 por ciento.
En Badajoz, se supera el seis por ciento en el dato recopilado esta misma semana del pasado jueves.
Como comparativa, el índice de letalidad en España es del 10 por ciento y a nivel mundial es del 6. En Estados Unidos y China es del 5 por ciento; en Francia del 12 y en Italia del 13, todos ellos por debajo del dato provincial de Cáceres de esta semana. Tampoco sale bien parada la provincia cacereña en la proporción del número de contagios y población. En Cáceres se supera el medio centenar por cada 10.000. En España son 40 y en el mundo no se llega a tres. En Estados Unidos, país con más contagios, 22.
 
TITULO: De seda y hierro -   El mundo a mi alcance      ,. Domingo -26- Abril ,.

 
El Domingo -26- Abril a las 20:20 por La 2, foto,.

De seda y hierro - El mundo a mi alcance,.


De seda y hierro - El mundo a mi alcance - ver ahora La tecnología hace posible lo imposible. Descubrimos la historia de Gema Canales, una niña de once años con parálisis cerebral, que ha aprendido a leer y escribir con el iris. Habla con los ojos. Héctor Alcaine es un adolescente con Síndrome de Asperger que asesora a la universidad en un proyecto de realidad virtual que, en forma de juego, intenta ayudar a mejorar las dificultades que una persona con TEA puede tener para comunicarse. Ambos ayudan al progreso tecnológico, y su vida es más fácil gracias a la ciencia y la tecnología.

TITULO: Noche Sexo - Monica y el sexo -SEXO, SEXO, SEPTIMO, .


El viernes -24- Abril 0.40 / Cuatro, foto,.

SEXO, SEXO, SEPTIMO,.



Escribo estas líneas abanicándome (odio el aire acondicionado) porque estamos a cuarenta grados... y subiendo. Se ha hecho esperar, pero ...

Sexo, sexo, séptimo

-Escribo estas líneas abanicándome (odio el aire acondicionado) porque estamos a cuarenta grados... y subiendo. Se ha hecho esperar, pero aquí está el verano en todo su esplendor con sus helados y sus gazpachos, sus camisetas de tirantes y sus chanclas, sus amores eternos o sus aquí te pillo aquí te mato. Cualquiera de los temas antes esbozados -gastronomía, modas y horteradas, y, por fin, amor y sexo- da para un artículo, pero creo que voy a quedarme con el último, poniendo especial énfasis en el apartado sexo.
Yo, que pertenezco a la generación que hizo la llamada revolución sexual, esa que quemó sostenes en la vía pública y coreó «haz el amor y no la guerra», veo con especial interés cómo estas cuatro letras han ido cambiando de significado a lo largo de los años. De ser sinónimo de tabú en los cincuenta pasó a ser bandera en los sesenta; luego en los ochenta se convirtió en oscura sombra con la aparición del sida para, una vez conjurada la amenaza, hacerse omnipresente. Tanto que, con la llegada del nuevo siglo, bien puede decirse que la palabra ha permeado todas las esferas de nuestras vidas. No solo nuestros comportamientos íntimos, donde es lógico y saludable que reine, sino que está hasta en la sopa. ¿Es realmente necesario fingir un orgasmo para vender una marca de chocolate? ¿Es posible que un artista venda más cuadros por recurrir a la procacidad como si estuviéramos aún en el pacato siglo XIX? ¿Se protesta más eficazmente contra las injusticias manifestándose en bolas? ¿Se es más solidario y enrollado si posa uno desnudo «por una buena causa»? Ahora todos, desde los niños hasta los viejos, quieren ser sexis, es casi una obligación, un ineluctable destino del que nadie se libra, incluidos los mayores de sesenta o setenta años, algo que, aparte de ser patético, es -y lo digo por experiencia- tremenda trabajera.
Los que llevamos a cabo la gran revolución del siglo XX, que no fue la bolchevique sino la de la píldora, pensábamos entonces que, despojando el sexo de tabúes y tontos prejuicios lograríamos, después de un primer momento de escandalera y provocación, hacer normal aquello que es lo más natural del mundo. Sin embargo, visto con la perspectiva que dan los años, me parece a mí que se nos fue la mano. Al fin y al cabo, el sexo es una parte de la vida, muy agradable, qué duda cabe, pero no la vida entera. Dicho de otro modo, una cosa es que sea lo más normal y natural del mundo y otra muy distinta que lo vampirice todo. Alguien más puritano que yo bien podría decir que con tanta sobredosis de sexo por todas partes lo único que se consigue es banalizarlo. Para mí, en cambio, el problema no es tanto que a fuerza de banalizarlo se consiga que se abarate hasta convertirlo en algo mucho más parecido a la gimnasia que al amor (aunque algo de eso hay). El problema es que si el sexo está hasta en la sopa, difícilmente estará donde más placer produce. En el lugar, por cierto, en el que más frutos ha dado hecho arte, música, poesía. A saber, en el anhelo y en la anticipación, en el deseo y en ese bendito desasosiego que consigue convertir el sexo en séptimo cielo. Nada nuevo bajo el sol. Todo esto ya lo sabían los clásicos que, después de retratar al hombre y la mujer en lo que ellos llamaban su más gloriosa desnudez, cuando se trataba de representar el amor erótico lo hacían envolviéndolo en tenue velo que cubría y desvelaba a la vez. Por lo visto ahora somos tan modernos que pensamos que lo del velo era una chuminada y que es más sexi pasearse en bolas. No se crean, a veces yo misma me he visto planteándome la disyuntiva. Pero siempre ha sido en invierno, la verdad. Con el frío uno lo ve todo con los ojos de la imaginación e idealiza muchas cosas. En verano, en cambio, para comprobar la conveniencia del velo con el que los clásicos adornaban a Eros, basta con pasearse por una playa
, basta con pasearse por una playa nudista. Vaya bodies que ve uno. Antídoto contra la lujuria, oiga.

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